Todos los personajes perteneces a J.K. Rowling y a J.R.R Tolkien (creo que es el nombre), yo sólo les uso con fines de entretenimiento. No gano nada con esto.

Hay muchas cosas de las que no estoy muy segura por lo que puede haber algunos errores con respecto a los libros, sobretodo de LotR.

La siguiente historia es yaoi/slash así que si no te gusta el género no lo leas. Algo de angust, pero no mucho, creo. Ahora, a la historia….

Viajando a Otra Dimensión: La decisión de Legolas.

Draco, en los brazos de Legolas bostezaba, nunca se había divertido tanto en toda se vida y en esos momentos se encontraba muy cansado, pero no dormiría hasta que consiguiera lo que deseaba.

-Legolas, ¿que sientes por Harry Potter?- el elfo se quedó sorprendido ante la pregunta, no entendía el porque de ella.

-Es un buen chico, bastante tierno-

-No quiero que te acerques a él-

-Pero es mi alumno y ...-

-Sácalo de tu clase-

-Sabes que no puedo hacerlo-

-Si puedes, solo que no quieres- al terminar de decir esto hizo un puchero, luego continuó- eso significa que no me quieres y que lo prefieres a él en vez de a mi-

-No es verdad, te amo y lo sabes-

-Entonces sacalo de tu clase y no le vuelvas a hablar. Aunque si lo prefieres a él...-

-Claro que no, tu eres único y lo daría todo por ti-

-Entonces sabes que hacer- sin mas el joven se acomodó entre los brazos del elfo y se quedó dormido, mientras Legolas trataba de pensar en que decirle al chico de cabellos azabaches, se encogió de hombros, Harry era un chico maravilloso y le entendería, el sabría que él no deseaba perder a Draco.

*

En entrenamiento había terminado, eran cerca de las nueve de la noche. Legolas le pidió que se quedara después de clase. Se preguntó si algo habría salido mal con Draco. Aunque el joven elfo parecía extremadamente feliz ese día. Tal vez deseaba que le diera otro mensaje de su parte.

-Harry, me alegro que hayas podido quedarte-

-No hay problema. Espero que todo haya salido como querías-

-Si, todo, bueno casi todo. En verdad debo agradecertelo Harry, de no haber sido por ti, no habría podido acercarme a Draco-

-Pero si lo unico que hice fue llevarle algo, no es la gran cosa- 'ademas te hizo feliz' añadió para si.

-Tuviste tu parte, Harry. Ahora lo que te deseo pedir- dudo un momento- no quiero que te lo tomes a pecho. Eres un grandioso joven, pero creo que lo mejor es que no volvamos a hablar.- levanto una mano antes de que el joven protestara, aunque lo unico que Harry hizo fue bajar la cabeza y mirar fijamente sus zapatos- El lo mejor, Harry, para todos. Hablaré con Albus para que te saque de la clase. Eso era todo, Harry- El joven asintió.

-Adios, profesor Legolas- No sabían porque, pero ambos sintieron que esas palabras eran definitivas, la última despedida, Harry se encaminó al castillo dejando tras de sí un leve olor a vainilla.

*

Luego de retirarse del lugar, Harry corrió sin rumbo fijo, internandose en el bosque proibido. La nieve hacía dificil el correr, pero ya se había acostumbrado, con los entrenamientos matutinos. Llegó a un pequeño claro, donde dejó que las lagrimas bajaran por sus mejillas. No entendía porque todo se le era negado. Sus padres habían muerto, su unica familia no lo quería, gran parte de sus 'amigos' solo estaban interesados en su fama y Draco que se llevó lo mejor de él, ahora le arrancaba lo único que le daba un poco de alegría a su corazón.

El no pedía que Legolas lo amara, ni que le dedicara gran parte de su tiempo, solo deseaba ver su sonrisa, compartir algunas bromas, poder verlo. Pero eso ya se le había prohibido y el no podía hacer mas que cumplir. Sintió la ya familiar punzada en su corazón, pero esta vez mas fuerte. Se llevó la mano a su pecho y otra a su boca. Empezó a toser sin control. El frío le calaba los huesos. Haciendo uso de la poca energía que le quedaba, Harry se apareció en su cama, cayendo inmediatamente desmayado.

Al siguiente día, Harry se levantó algo cansado, pero sin signos de su estenuación física de antaño. Se sentía débil era cierto, pero al menos podía sostenerse en dos piernas. Miró a su alrededor y notó que ya no había nadie en la habitación, las sabanas y almohadas estaban todas regadas descuidadamente. Se preparó cuidadosamente para el día que venía. Su fin estaba cerca, así que tendría que aprovechar lo que le quedaba.

Ese día tenían pociones de nuevo, era viernes y ultimo día de clases antes de las vacaciones de navidad. Que por cierto, pasaría en el colegio. Ron visitaría a Bill en Egipto y Hermione había quedado de ir con sus padres a América. Su padrino y Remus se encontraban en algún lugar del mundo, lo mas seguro es que llegaran para el día de Navidad, que compartirían con los profesores que se quedaran en el castillo.

Desayunó rapidamente, antes de dirigirse al salón de pociones, ese día fue inusual, aparte de que fue el primero en llegar, Snape ya estaba en el lugar, cuando normalmente prefería quedarse en su oficina y entrar al salón justo a tiempo en una entrada dramática. Saludó a su profesor, antes de sentarse en su lugar habitual y empezar a leer las notas de la clase anterior y su ensayo sobre venenos.

Snape observaba fríamente al joven, se preguntaba cual sería el motivo por el cual se encontrara tan temprano en el lugar, la clase no empezaría en al menos, una media hora. A parte de que debería estar en clase con el elfo. Frunció el ceño ante la mirada que el joven portaba, mas opaca y dolida que nunca. Como en camara lenta vio que el joven se llevaba una mano al pecho y otra a la boca, minutos después caía desmayado en el frío suelo.

Estar en shock era poco, recuperó sus sentidos y tomó entre sus brazos al joven llevándolo a la enfermería, su cara estaba roja y su respiración agitada. Cuando llegó al lugar se encontró con Albus quien daba a Poppy algunas recomendaciones. Poppy ordenó a Severus que colocara a Harry en una de las camillas, mientras Albus observaba tristemente como la vida se escapaba de su joven alumno. El sabía que Harry no sobreviviría. La piedra tenía demasiado poder y no podía ser destruida.

Recordó la vez que él mismo la usó, como se creyó enamorado, tener entre sus brazos a la persona que compartiría el resto de su vida. Pero no se le podía culpar, Patrice era todo lo que él podía desear, era una gran mujer, algo egocentrica a veces, pero ella no lo amaba, ella creía que lo amaba, ese era el gran poder de la piedra, en cuanto obtenía lo que deseaba, su poder volvía a sus confines, torturando el alma elegida, asi como al portador de ella. Y aún así nadie podía destruirla, ni revelar su secreto. Solo pasarla de una persona a otra y orar para que no cometa el mismo error.

Albus se dio cuenta de su error cuando Helenn estaba en su lecho de muerte, pálida, pero con su eterna sonrisa en los labios. Patrice le ayudó a superar un poco el dolor, pero ellos no se entendían. Ahí fue cuando recordó todos los momentos pasados con Helenn, como podrían hablar durante horas sin aburrirse, como podía contarle cualquier cosa, porque ella siempre lo iba a entender.

Volvió al presente al escuchar la voz de Poppy, quein parecía demasiado preocupada. Albus sabía que Harry moriría de alguna enfermedad heredada por alguien en su familia. Preferiblemente por su lado muggle.

-¿Sabes que es?- la voz del hombre mayor vaciló un poco, no quería saber como perdería al pequeño. Poppy se mordió los labios, desviando su mirada de la penetrante del director.

-Creo que debería decirnoslo, Madame Pomfrey- intervino Snape.

-Leucemia. Harry tiene Leucemia y por los análisis esta muy avanzada, no entiendo como no nos hemos dado cuenta antes. Aparte, hay problemas con su corazón, aunque este pueda curarlo en cierta medida- Ambos hombres abrieron los ojos enormemente, antes de mirar la figura postrada en la cama, pálida y apenas respirando.- El mundo magico no tiene cura para la leucemia, pero hay un tratamiento en el mundo muggle, no es seguro que se salve, pero es mejor que nada-

El director miró al vacío, tratando de que las lagrimas no cayera de sus ojos, si tan solo él le hubiese dado mas pistas a Legolas. Se retiró a su oficina, debía contactar a Sirius y Remus antes de que fuera demasiado tarde.

Luego de dormir una hora, Harry se levantó sintiendose un poco mejor, no recordaba como había terminado en la enfermería, pero debía darse prisa si no quería que perderse toda la clase de pociones, a fin de cuentas, lo mas posible es que lo que Snape enseñara saliera en los NEWTs.

Llegó rapidamente, rogando porque Snape no le quitara todos los puntos a Gryffindor. Esa era la ultima clase de la semana y gracias al cielo solo era para los Gryffindor. Al entrar vio que todos escribían furiosamente en los pergaminos ante algun pequeño discurso que hubiese dado Hermione. Afortunadamente, Snape no estaba en el salón.

Se sentó rapidamente en su lugar habitual (donde se encontraban sus libros regados) y empezó a anotar lo que Hermione le dictaba. Diez minutos después, el maestro de pociones entreba de nuevo al salón, sin embargo no le dirigió ningún mal comentario a Harry, ni rebajo puntos a Gryffindor. Al terminar la clase, Snape pidió (ordenó) a Harry que se quedara unos minutos.

-Potter...-

-supongo que fue usted el que me llevó a la enfermería, ¿verdad?- sin esperar respuesta siguió- Gracias- Severus sacudió su cabeza.

-Potter...-

-Llámeme Harry, por favor, aunque sea como una petición de alguien a punto de morir-

-¿Sabes lo que sucede?-

-Si lo que se pregunta es si se lo que tengo, la respuesta es no. Si por el contrario la pregunta es si sé que voy a morir, la respuesta es sí. Puedo sentirlo-

-Po... Harry, lo mas seguro es que te vayan a internar en un hospital, trataran de que mejores...- se interrumpió cuando vio que Harry sacudía su cabeza.

-No, de una u otra forma voy a morir, si lo que me esta afectando ahora lo controlan, cosa que dudo puedan hacer, vendrá otra enfermedad, por que no puedo escapar a la muerte, no por mas tiempo, porque ya no tengo una razon para vivir- aunque no habían lagrimas en los ojos del chico, Severus pudo intuir su gran dolor.

Levantó el rostro del chico, quedaron mirandose el uno al otro. Había odiado al chico por culpa de lo que el padre le había hecho, sin querer aceptar que Harry no tenía nada que ver. Lo menos que el chico merecía era una disculpa.

-Lo siento, Harry-

-No debes sentir nada. Lo que es, es. Debe haber una razón por lo que todo ocurre-

-Que Gryffindor de tu parte-

-Gracias- ambos sonrieron.

Harry deseaba desahogarse, abrirse a Sna... no, a Severus, pero las lagrimas no acudían a sus ojos y las palabras no salían de su boca. El dolor volvió nuevamente, con mayor intensidad. Sus rodillas se doblaron, sintió que caía, cuando unos fuertes brazos lo agarraron y apretaron contra un pecho duro.

En medio del dolor escuchó como alguien entraba al salón, como el ambiente se volvió tenso y como el dolor poco a poco menguaba. Paso los brazos alrededor del cuello de Severus para tener mayor soporte. Poco después pudo pararse facilmente, cuando se dio la vuelta, pudo observar como la puerta era azotada.

Ambos se quedaron de pie en el salón de pociones sin saber que había pasado.

*

Legolas no entendía que le sucedía. Había bajado al salón de pociones, en busca de unos analgésicos para Draco (quien se obstinaba a ir a la enfermería) y de repente se encuentra con una imagen sacada de sus pesadillas. ¡¡El maestro de Pociones tenía entre sus brazos a Harry!! Snape podría ser su padre (omitió el hecho de que con su edad el podría se el tataratataratatara-(cuarenta veces)- abuelo de Harry). Ademas Snape era muy frío y escueto y Harry se merecía algo mejor. No podía permitir que cualquier persona se quedara con su Harry, con su tesoro.

Se sorprendió de sus pensamientos, el no tenía ningún derecho sobre Harry, pero no podía evitar sentirse traicionado. Además, el mismo fue el que le pidió al joven de cabellos azabaches que se alejara de él, eso no quería decir que tuviese derecho a ser abrazado por cualquier aparecido.

Sacudió la cabeza, tratando de aclarar sus pensamientos. Tenía que definir que era lo que sentía hacia Harry, antes de hacer una decisión final con respecto a Draco. Imperceptiblemente, el color del cristal fue bajando en intensidad.

El elfo llegó donde se encontraba el pequeño rubio y nada mas verlo supo que no había nada que pensar, Draco era su futuro. El cristal retomó su antiguo color, mientras Harry caía en los brazos de Severus una vez mas.

TBC...

A/N: ¿Triste? Eso espero, me esmeré mucho haciendo este capítulo. Y cada vez la idea de Harry muriendo y Legolas con su dolor me gusta mas. Claro que como Legolas es un elfo, lo mas seguro es que no dure mucho vivo para pagar por el dolor que le causo a Harry ;_;, a menos que la piedra interfiera de nuevo ^-~.

Tampoco estoy muy segura si salvar a Harry por medio de otros medios, algo asi como que Voldie interfiera y salve a Harry sin darse cuenta, o que Tommy se haya dado cuenta de algo asi como 'si Harry muere, él se muere', esa seria la razon para rendirse ('ya que el tonto Gryffindor no dudaria en matarse por el bien del mundo magico') y sacarle el mejor provecho a su recignacion. No se, recivo toda clase de ideas, porque a este paso, Harry va a terminar muerto.

Muchas gracias a todos los que me han enviado un review y a los que leen esta historia, principalmente a:

Ruby Andariel Claw: Creo que es una buena idea, al principio tuve la idea de hacerlos romper por lo de la comida, ahora no estoy muy segura, si de qui te sale alguna idea para solucionar el embrollo estaria muy feliz. Besos, cuidate, gracias por el review.

Sakura Snape: *gulp* no... no creo que vaya a despertar deseos de suicidarte (o eso espero). Muchas gracias por el review, me alegro que continues la historia. Besitos, cuidate.

Jenny Anderson: Yo tambien amo a los dos y espero te siga gustando esta historia, muchas gracias por el comentario, besos. Cuidate.

Beth Malfoy: Que te puedo decir, a mi Draco me parece un buen personaje, aunque algo mimado y siempre empeñado a obtener lo que quiere, no una buena persona, pero tampoco una mala. Como decirlo, algo ambisioso. A el lo pienso dejar feliz, solo que no me trama con legolas. Me gusta mas el contraste en una pareja que siendo tan parecidos (fisicamente, bueno a excepcion de Haldir que me fascina). Gracias por el comentario. Besos.