Algunos elfos todavía estaban en la celebración que antes estuviera a toda
su grandiosidad. Grupos pequeños de amigos charlaban a la luz de las
estrellas y la luna. Otros tantos se habían retirado ya de la explanada.
Miluinel no se había atrevido a regresar hasta en un buen rato... y seguía
sin poder creerlo, cada paso que daba era tembloroso e inseguro, con la
sospecha de ver a aquel elfo de dorada cabellera en todos lados; y los
observaba a todos detenidamente y con ansia de saber quién era aquel que le
había robado un beso.
Temerosa y vigilante, como un ciervo, avanzaba y se ocultaba tras los pilares de las construcciones. y mirando hacia todos lados de nuevo se topó con la viva mirada de la Dama Galadriel, pero ahora no desde el sitial de la nobleza, sino a unos cuantos pasos... y esa enigmática expresión que sólo las grandes y sabias elfas poseían.
- Alassëa lóme, Miluinel - dijo inesperadamente la Dama, con su profunda y hermosa voz
- Alassëa lóme, Ninquenis - respondió tímidamente la muchacha, sorprendida de que Galadriel recordara su nombre
-Pareces feliz en Imladris -
-Sí, sí claro... he recibido todo lo que he necesitado -
- Sin embargo... - dijo, enigmática, y como si buscara en lo profundo de su mente, hizo recordar a Miluinel más claramente que nunca a su padre
-Lo extraño -
La Dama sonrió.
-¿Usted... usted vivió en Valinor, no es así? ¿Cómo es allá? -
- "En ese lugar fue construido un jardín,
En ese lugar la luz levantó sus bóvedas
En ese lugar fueron sembrados árboles, cuya forma unía al cielo con la tierra
En ese lugar todas las semillas rindieron fruto..."
Miluinel se quedó pensativa un rato, hasta que la Dama de nuevo habló
-Tu padre se fue de ahí siendo muy joven, fue un gran guerrero en Eregion y seguirá siendo un gran elfo en tu memoria. Ten cuidado... un instante puede durar siglos. Enomentuvalmë (nos volveremos a encontrar) -
Miluinel sólo levantó la mano para despedir a la Dama Galadriel, que ya se alejaba. No comprendía como una sola elfa podía saber tanto... y tampoco comprendía aquellas palabras de futuro entretejidas con el presente; aún no significaban nada para ella, como no habían significado nada hacía años, en Lothlórien...
****************************************************
- ¡No es cierto! - Miluinel gritó tan fuerte que hasta las aves del bosque se estremecieron
-Claro que es cierto, acéptalo, soy mejor arquero que tú, ahí está la prueba - decía Gadonen, con un tono de gran satisfacción. Los amigos de nuevo estaban compitiendo.
- fracasaste, erraste, fallaste - continuaba el joven, burlándose
Miluinel se lanzó sobre el elfo y lo derribó
-Ahora no podrás decir que eres mejor -
- ¡Eso veremos! -
Una juguetona pelea cuerpo a cuerpo empezó en el claro del bosque donde se encontraban los jóvenes, en la guardia de nuevo, varios días después del Solsticio de Verano.
- ¡Hey, eso fue fuerza mayor! ¡está prohibida! - dijo Miluinel, que tenía sangrando levemente el labio después de un golpe bien colocado
- Perdona Milui, no quise lastimarte en serio -
-No te preocupes, está bien... ya me vengaré -
Los jóvenes rieron enérgicamente hasta que un ruido grave y fuerte llegó hasta sus oídos. Se detuvieron en seco, con los ojos muy abiertos
-¿Qué fue eso? -
-No lo sé, avisaré a los demás, quédate aquí -
-Iré allá abajo, quiero saber qué produjo ese estruendo -
-No Milui, espera a que regrese con los demás -
-Tal vez no sea nada- dijo Miluinel que había comenzado a caminar cuesta abajo, en la dirección que sus oídos le habían marcado.
-Está bien, pero ten cuidado... y de todos modos iré por los demás -
Miluinel caminaba mirando hacia delante y fijaba su mirada en cada sombra que aparecía entre los árboles, pero aún así acompañada de su aguda perspectiva no lograba ver nada en claro y ningún árbol derribado o alguna posible explicación de aquel estruendo. Continuaba la marcha, pero ahora estaba temerosa, como si sintiera algo muy cerca... y entonces, justo en frente suyo un enorme árbol cayó estrepitosamente. Sacó arco y flecha de inmediato y miró en todas direcciones, corrió hasta donde las raíces estaban y notó que el tronco estaba cercenado por toscas hachas... chillidos y aullidos se comenzaron a escuchar muy cerca y vio en los lomos de enormes y viles bestias a varios orcos, que bien podría ser un grupo perdido y disperso; habían tirado varios de los árboles del bosque.
Sin dudarlo un solo momento, Miluinel rápidamente se acercó y disparó varias flechas que aniquilaron a dos lobos en los que iban montados los orcos. Estos, al caer de sus bestias, volvieron la mirada y se abalanzaron sobre la ágil elfa; pero certeros tiros los abatió. Miluinel se acercó y recuperó sus flechas
-Trabajo fácil eh - dijo, con un a sonrisa
Entonces una horda enorme de orcos y lobos apareció entre los árboles y la sonrisa de la elfa se borró de inmediato; eran demasiados para ella sola, pero aún así no se acobardó y lanzó todas las flechas que había en su carcaj, matando a varios orcos y bestias, pero aunque fuese aquel un grupo disperso era excesivo para un solo arquero. No se arriesgó a una pelea cuerpo a cuerpo, pues sabía que la acorralarían y sería su fin. Entonces decidió huir veloz y ágil, saltando entre los cuerpos de hacía un momento y las hojas y ramas de los árboles. Corría rápido, pero los enemigos también y no tardarían en darle alcance... y entonces, Miluinel tropezó con los árboles caídos y su pierna quedó atorada bajo un pesado tronco. Se revolvía tratando de zafarse, pero resultaba inútil y mientras más se movía más dolor provocaba a su tobillo.
Las bestias se acercaban y Miluinel gritaba pidiendo ayuda a sus compañeros de la guardia, pero tenía la sospecha de que sería inútil, pues estaba alejada del puesto. Unas lágrimas de desesperación asomaron a sus ojos y entonces la veintena de orcos y lobos se aproximaron. Las fétidas fauces de uno se acercaron tanto a su rostro que pudo sentir a la muerte muy cerca... y cerró los ojos. Pero entonces, un certero golpe de espada relumbrante se clavó en la cabeza del animal, haciéndolo caer al suelo. Alguien la había salvado... Gadonen y los demás compañeros de la guardia terminaron por fin con aquella tropa de bestias.
Entre varios movieron el tronco y sacaron a Miluinel del aprieto.
-¡Exterminaste a la mitad del grupo! - exclamó uno de sus compañeros
- Pudiste haber muerto - una hermosa pero severa voz le habló. Miluinel levantó los ojos. Era Glorfindel - Me encontraba cerca de aquí, tienes suerte de que Gadonen nos haya avisado -
-No creí que fuese a pasar nada... -
-Te repito que pudiste haber muerto, recuerda Miluinel, cuando esto suceda nunca vayas sola, y no dudo de tus habilidades, pero fuiste irresponsable... y al estar en la guardia puedes ser todo menos eso -
Gadonen la ayudó a levantarse, sus ojos aún estaban llorosos. Miluinel no sentía dolor todavía, pero mientras pasaban los minutos las heridas y rasguños empezaron a escocerle, y un fuerte dolor en el tobillo no la dejaba caminar
- Me parece que te lo has roto... ¡qué habilidosa eres, Milui! - dijo irónicamente el joven
-Ya me han reprendido bastante para que me lo eches en cara -
- Aún así, mataste a 15, ya no eres cualquier guardia! -
-Dile eso a Glorfindel, parece que va a estallar de tanto enojo -
Era extraño ver a Glorfindel enfadado de aquella manera. Todos se encaminaron al puesto de avanzada, y cuando estuvieron ahí, algunos se encaminaron hasta la ciudad, para que Miluinel fuera atendida.
Llegaron hasta la Casa de Curación: un hermoso edificio blanco simulando ramas y hojas de árboles. Salió Araneth, la aprendiz, extrañada de que llegara algún herido.
-¿Qué ha sucedido? ¿Ha pasado algo malo? -
-Es Miluinel, tiene algunas heridas... fue sólo un grupo perdido de orcos y lobos, terminamos con todos - le respondió Gadonen. Detrás venían dos elfos de la guardia ayudando a Miluinel a llegar hasta la Casa de Curación
-Llamaré a Isilwen... -
De inmediato llegó Isilwen, la maestra de los sanadores, herboristas y la que llevaba la Casa de Curación.
-¿Qué le ha sucedido a esta muchacha?-
-Tiene algunas heridas... y me parece que su tobillo está roto -
-Muy bien, pueden dejarla en cualquier camastro -
Isilwen se encargó del problema de Miluinel enseguida; tenía un gran rasguño en la frente y otros tantos en brazos y piernas... y sí, su tobillo estaba roto.
Al cabo de una hora todo estaba resuelto, las heridas limpias y el tobillo acomodado; la experiencia y el poder de Isilwen actuaban de manera sorprendente
-Nada se ha complicado, pero tienes que reposar... por lo menos una semana, y nada de correr, saltar o caminar demasiado; lo que significa que te olvidarás de la guardia hasta que estés bien -
-Pero ya me siento mucho mejor... - dijo Miluinel, mientras Isilwen negaba con la cabeza - Está bien, muchas gracias -
-No ha sido nada -
Galadwen y Berianis se habían aparecido por ahí, sabiendo lo que había sucedido por Gadonen. Ambas elfas acompañaron a Miluinel hasta el palacete donde estaba su habitación, en el camino hablaron sobre lo sucedido, alabando lo que había hecho Miluinel, pero ella no dijo nada, sólo se sentía avergonzada. La dejaron en su habitación y se despidieron, prometiéndole que no dejarían que se aburriera mientras su tobillo sanara del todo.
*****************************************************
La divina Noche ha llegado
Por todas partes con sus ojos,
Nos está mirando
Se ha puesto todas sus galas.
La hermosa cancioncilla que Miluinel cantaba fue interrumpida por un toque en la puerta de su habitación.
-Adelante -
-Alassëa lóme, Miluinel... cantas muy bien, deberías hacerlo más seguido - unos dorados cabellos aparecieron en el marco de puerta. Era Glorfindel
-Aiya Glorfindel -
- ¿Cómo va tu tobillo? -
-Mucho mejor, hantalë -
- Miluinel... sé que fui duro el otro día, quería pedirte una disculpa -
-Me lo merecía, no tienes que pedirme perdón por nada -
- Hablaba con el jefe de la guardia, había asuntos que arreglar y cuando Gadonen nos dijo que habías ido sola hasta allá y después escuchamos el estruendo... me preocupé - el elfo hizo una pausa - Mira, si me molesté es por que me importas demasiado - le dijo y le tomó la mano.
- Hantalë - dijo Miluinel, ruborizada
-Eres hábil con el arco. Tal vez en el próximo torneo del Rey Thranduil, en Bosque Negro te admitan para las competiciones -
-Sería fabuloso -
-Me tengo que ir... ¡cuida de ese tobillo! - se despidió el elfo, con su perpetua sonrisa llena de luz.
-Tenna rato -
Salió de la habitación; la risa y la luminiscencia de aquel elfo siempre la alegraban... desde que era una niña y jugaba con él hasta ahora. Se levantó de su lecho un momento y fue al pequeño tocador. Se miró de nuevo al espejo; la herida en la frente todavía se notaba un poco... los ojos de agua, el cabello de atardecer trenzado y prendido por un sencillo broche. En los labios la marca de otra herida. Pensaba que podría ser todo menos una linda y femenina elfa, a la que dieran ganas de conquistar...
- El cabello dorado... ¿Podría ser...?......... ¡Miluinel! ¿Qué te sucede? ¡Él es como un hermano mayor para ti! -
Su monólogo al espejo terminó después de esas palabras y se retiró por fin a dormir, mientras, por la ventana, la escrupulosa luna la cuidaba.
////////////////////////////
EEE bueno, la cosa avanza poco a poco... un poquito de vida cotidiana no cae mal a nadie jejeje.... (sugerencias, comentarios y mentadas de madre a hun_joro@hotmail.com) Por cierto!!! No di significados de los nombres!!
Miluinel: es algo así como "mujer piadosa, bondadosa" en sindarin
Berianis: significa "la dama protectora"
Gadonen: "atrapado del aguas" (en relación con el significado del nombre de un amigo)
Araneth: alba joven
**Anariel y Elanta, hantalë por sus reviews y sus lindos comentarios!**
Temerosa y vigilante, como un ciervo, avanzaba y se ocultaba tras los pilares de las construcciones. y mirando hacia todos lados de nuevo se topó con la viva mirada de la Dama Galadriel, pero ahora no desde el sitial de la nobleza, sino a unos cuantos pasos... y esa enigmática expresión que sólo las grandes y sabias elfas poseían.
- Alassëa lóme, Miluinel - dijo inesperadamente la Dama, con su profunda y hermosa voz
- Alassëa lóme, Ninquenis - respondió tímidamente la muchacha, sorprendida de que Galadriel recordara su nombre
-Pareces feliz en Imladris -
-Sí, sí claro... he recibido todo lo que he necesitado -
- Sin embargo... - dijo, enigmática, y como si buscara en lo profundo de su mente, hizo recordar a Miluinel más claramente que nunca a su padre
-Lo extraño -
La Dama sonrió.
-¿Usted... usted vivió en Valinor, no es así? ¿Cómo es allá? -
- "En ese lugar fue construido un jardín,
En ese lugar la luz levantó sus bóvedas
En ese lugar fueron sembrados árboles, cuya forma unía al cielo con la tierra
En ese lugar todas las semillas rindieron fruto..."
Miluinel se quedó pensativa un rato, hasta que la Dama de nuevo habló
-Tu padre se fue de ahí siendo muy joven, fue un gran guerrero en Eregion y seguirá siendo un gran elfo en tu memoria. Ten cuidado... un instante puede durar siglos. Enomentuvalmë (nos volveremos a encontrar) -
Miluinel sólo levantó la mano para despedir a la Dama Galadriel, que ya se alejaba. No comprendía como una sola elfa podía saber tanto... y tampoco comprendía aquellas palabras de futuro entretejidas con el presente; aún no significaban nada para ella, como no habían significado nada hacía años, en Lothlórien...
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- ¡No es cierto! - Miluinel gritó tan fuerte que hasta las aves del bosque se estremecieron
-Claro que es cierto, acéptalo, soy mejor arquero que tú, ahí está la prueba - decía Gadonen, con un tono de gran satisfacción. Los amigos de nuevo estaban compitiendo.
- fracasaste, erraste, fallaste - continuaba el joven, burlándose
Miluinel se lanzó sobre el elfo y lo derribó
-Ahora no podrás decir que eres mejor -
- ¡Eso veremos! -
Una juguetona pelea cuerpo a cuerpo empezó en el claro del bosque donde se encontraban los jóvenes, en la guardia de nuevo, varios días después del Solsticio de Verano.
- ¡Hey, eso fue fuerza mayor! ¡está prohibida! - dijo Miluinel, que tenía sangrando levemente el labio después de un golpe bien colocado
- Perdona Milui, no quise lastimarte en serio -
-No te preocupes, está bien... ya me vengaré -
Los jóvenes rieron enérgicamente hasta que un ruido grave y fuerte llegó hasta sus oídos. Se detuvieron en seco, con los ojos muy abiertos
-¿Qué fue eso? -
-No lo sé, avisaré a los demás, quédate aquí -
-Iré allá abajo, quiero saber qué produjo ese estruendo -
-No Milui, espera a que regrese con los demás -
-Tal vez no sea nada- dijo Miluinel que había comenzado a caminar cuesta abajo, en la dirección que sus oídos le habían marcado.
-Está bien, pero ten cuidado... y de todos modos iré por los demás -
Miluinel caminaba mirando hacia delante y fijaba su mirada en cada sombra que aparecía entre los árboles, pero aún así acompañada de su aguda perspectiva no lograba ver nada en claro y ningún árbol derribado o alguna posible explicación de aquel estruendo. Continuaba la marcha, pero ahora estaba temerosa, como si sintiera algo muy cerca... y entonces, justo en frente suyo un enorme árbol cayó estrepitosamente. Sacó arco y flecha de inmediato y miró en todas direcciones, corrió hasta donde las raíces estaban y notó que el tronco estaba cercenado por toscas hachas... chillidos y aullidos se comenzaron a escuchar muy cerca y vio en los lomos de enormes y viles bestias a varios orcos, que bien podría ser un grupo perdido y disperso; habían tirado varios de los árboles del bosque.
Sin dudarlo un solo momento, Miluinel rápidamente se acercó y disparó varias flechas que aniquilaron a dos lobos en los que iban montados los orcos. Estos, al caer de sus bestias, volvieron la mirada y se abalanzaron sobre la ágil elfa; pero certeros tiros los abatió. Miluinel se acercó y recuperó sus flechas
-Trabajo fácil eh - dijo, con un a sonrisa
Entonces una horda enorme de orcos y lobos apareció entre los árboles y la sonrisa de la elfa se borró de inmediato; eran demasiados para ella sola, pero aún así no se acobardó y lanzó todas las flechas que había en su carcaj, matando a varios orcos y bestias, pero aunque fuese aquel un grupo disperso era excesivo para un solo arquero. No se arriesgó a una pelea cuerpo a cuerpo, pues sabía que la acorralarían y sería su fin. Entonces decidió huir veloz y ágil, saltando entre los cuerpos de hacía un momento y las hojas y ramas de los árboles. Corría rápido, pero los enemigos también y no tardarían en darle alcance... y entonces, Miluinel tropezó con los árboles caídos y su pierna quedó atorada bajo un pesado tronco. Se revolvía tratando de zafarse, pero resultaba inútil y mientras más se movía más dolor provocaba a su tobillo.
Las bestias se acercaban y Miluinel gritaba pidiendo ayuda a sus compañeros de la guardia, pero tenía la sospecha de que sería inútil, pues estaba alejada del puesto. Unas lágrimas de desesperación asomaron a sus ojos y entonces la veintena de orcos y lobos se aproximaron. Las fétidas fauces de uno se acercaron tanto a su rostro que pudo sentir a la muerte muy cerca... y cerró los ojos. Pero entonces, un certero golpe de espada relumbrante se clavó en la cabeza del animal, haciéndolo caer al suelo. Alguien la había salvado... Gadonen y los demás compañeros de la guardia terminaron por fin con aquella tropa de bestias.
Entre varios movieron el tronco y sacaron a Miluinel del aprieto.
-¡Exterminaste a la mitad del grupo! - exclamó uno de sus compañeros
- Pudiste haber muerto - una hermosa pero severa voz le habló. Miluinel levantó los ojos. Era Glorfindel - Me encontraba cerca de aquí, tienes suerte de que Gadonen nos haya avisado -
-No creí que fuese a pasar nada... -
-Te repito que pudiste haber muerto, recuerda Miluinel, cuando esto suceda nunca vayas sola, y no dudo de tus habilidades, pero fuiste irresponsable... y al estar en la guardia puedes ser todo menos eso -
Gadonen la ayudó a levantarse, sus ojos aún estaban llorosos. Miluinel no sentía dolor todavía, pero mientras pasaban los minutos las heridas y rasguños empezaron a escocerle, y un fuerte dolor en el tobillo no la dejaba caminar
- Me parece que te lo has roto... ¡qué habilidosa eres, Milui! - dijo irónicamente el joven
-Ya me han reprendido bastante para que me lo eches en cara -
- Aún así, mataste a 15, ya no eres cualquier guardia! -
-Dile eso a Glorfindel, parece que va a estallar de tanto enojo -
Era extraño ver a Glorfindel enfadado de aquella manera. Todos se encaminaron al puesto de avanzada, y cuando estuvieron ahí, algunos se encaminaron hasta la ciudad, para que Miluinel fuera atendida.
Llegaron hasta la Casa de Curación: un hermoso edificio blanco simulando ramas y hojas de árboles. Salió Araneth, la aprendiz, extrañada de que llegara algún herido.
-¿Qué ha sucedido? ¿Ha pasado algo malo? -
-Es Miluinel, tiene algunas heridas... fue sólo un grupo perdido de orcos y lobos, terminamos con todos - le respondió Gadonen. Detrás venían dos elfos de la guardia ayudando a Miluinel a llegar hasta la Casa de Curación
-Llamaré a Isilwen... -
De inmediato llegó Isilwen, la maestra de los sanadores, herboristas y la que llevaba la Casa de Curación.
-¿Qué le ha sucedido a esta muchacha?-
-Tiene algunas heridas... y me parece que su tobillo está roto -
-Muy bien, pueden dejarla en cualquier camastro -
Isilwen se encargó del problema de Miluinel enseguida; tenía un gran rasguño en la frente y otros tantos en brazos y piernas... y sí, su tobillo estaba roto.
Al cabo de una hora todo estaba resuelto, las heridas limpias y el tobillo acomodado; la experiencia y el poder de Isilwen actuaban de manera sorprendente
-Nada se ha complicado, pero tienes que reposar... por lo menos una semana, y nada de correr, saltar o caminar demasiado; lo que significa que te olvidarás de la guardia hasta que estés bien -
-Pero ya me siento mucho mejor... - dijo Miluinel, mientras Isilwen negaba con la cabeza - Está bien, muchas gracias -
-No ha sido nada -
Galadwen y Berianis se habían aparecido por ahí, sabiendo lo que había sucedido por Gadonen. Ambas elfas acompañaron a Miluinel hasta el palacete donde estaba su habitación, en el camino hablaron sobre lo sucedido, alabando lo que había hecho Miluinel, pero ella no dijo nada, sólo se sentía avergonzada. La dejaron en su habitación y se despidieron, prometiéndole que no dejarían que se aburriera mientras su tobillo sanara del todo.
*****************************************************
La divina Noche ha llegado
Por todas partes con sus ojos,
Nos está mirando
Se ha puesto todas sus galas.
La hermosa cancioncilla que Miluinel cantaba fue interrumpida por un toque en la puerta de su habitación.
-Adelante -
-Alassëa lóme, Miluinel... cantas muy bien, deberías hacerlo más seguido - unos dorados cabellos aparecieron en el marco de puerta. Era Glorfindel
-Aiya Glorfindel -
- ¿Cómo va tu tobillo? -
-Mucho mejor, hantalë -
- Miluinel... sé que fui duro el otro día, quería pedirte una disculpa -
-Me lo merecía, no tienes que pedirme perdón por nada -
- Hablaba con el jefe de la guardia, había asuntos que arreglar y cuando Gadonen nos dijo que habías ido sola hasta allá y después escuchamos el estruendo... me preocupé - el elfo hizo una pausa - Mira, si me molesté es por que me importas demasiado - le dijo y le tomó la mano.
- Hantalë - dijo Miluinel, ruborizada
-Eres hábil con el arco. Tal vez en el próximo torneo del Rey Thranduil, en Bosque Negro te admitan para las competiciones -
-Sería fabuloso -
-Me tengo que ir... ¡cuida de ese tobillo! - se despidió el elfo, con su perpetua sonrisa llena de luz.
-Tenna rato -
Salió de la habitación; la risa y la luminiscencia de aquel elfo siempre la alegraban... desde que era una niña y jugaba con él hasta ahora. Se levantó de su lecho un momento y fue al pequeño tocador. Se miró de nuevo al espejo; la herida en la frente todavía se notaba un poco... los ojos de agua, el cabello de atardecer trenzado y prendido por un sencillo broche. En los labios la marca de otra herida. Pensaba que podría ser todo menos una linda y femenina elfa, a la que dieran ganas de conquistar...
- El cabello dorado... ¿Podría ser...?......... ¡Miluinel! ¿Qué te sucede? ¡Él es como un hermano mayor para ti! -
Su monólogo al espejo terminó después de esas palabras y se retiró por fin a dormir, mientras, por la ventana, la escrupulosa luna la cuidaba.
////////////////////////////
EEE bueno, la cosa avanza poco a poco... un poquito de vida cotidiana no cae mal a nadie jejeje.... (sugerencias, comentarios y mentadas de madre a hun_joro@hotmail.com) Por cierto!!! No di significados de los nombres!!
Miluinel: es algo así como "mujer piadosa, bondadosa" en sindarin
Berianis: significa "la dama protectora"
Gadonen: "atrapado del aguas" (en relación con el significado del nombre de un amigo)
Araneth: alba joven
**Anariel y Elanta, hantalë por sus reviews y sus lindos comentarios!**
