CAPITULO TRES: Elborón

Tihanä se levantó trabajosamente, hacia apenas un día que había llegado al palacio del príncipe de Ithillien. La joven arrugó la nariz al recordar los sucesos del día anterior, casi no se le había pasado nada a Faramir por decirle, solo una insignificancia de que trabajaría para el príncipe y viviría en el palacio. Tihanä se levanto furiosa, el baño ya estaba listo así que se desvistió y ahogo su furia con el agua tibia.

Unos minutos después salió de su habitación, comenzó a caminar lentamente por los grandes corredores admirando las esculturas y relieves de caballos que ahí habían. Habían sido hechas con mucha maestría de eso no tenía duda, siguió caminando hasta toparse con un par de guardias.

"disculpen....donde esta Faramir?"- preguntó la joven ignorando el gesto de asombro de los hombres al ver a una joven referirse de esa forma a su señor Faramir.

"mi señor debe encontrarse en su despacho"- dijo el guardia

"bien"- dijo ella dirigiéndose rumbo a donde el guardia le indicara sin siquiera darle las gracias.

Tihanä caminó por los pasillos aún con algo de sueño, en realidad no tenía idea donde estaba el despacho pero el guardia le había indicado este corredor así que ahora se limitaba a seguirlo con la esperanza de encontrarse con Faramir o alguien que le dijera donde debía ir. La joven continuó caminando hasta que se topo con un gran balcón, seguramente se había pasado y ahora tendría que volver sobre sus pasos, iba a darse la vuelta cuando vio un niño pequeño jugueteando en un jardín unos metros mas abajo. Tihanä miró al niño unos minutos, era extraño que un niño tan pequeño estuviese solo; la joven no tuvo que pensarlo mucho, saltó del balcón hasta caer en la hierba y comenzó a caminar al encuentro del pequeño.

"hola"- saludó Tihanä una vez que estuvo lo suficientemente cerca para que el niño le escuchara.

"hola"- saludo el pequeño mirándola con curiosidad

"me llamo Tihanä y tú?"- preguntó de nuevo la joven sentándose a lado del pequeño

"Elborón"- respondió el niño con una dulce sonrisa.

"y que haces aquí solo?"- preguntó la humana comenzando a jugar con una flor que había arrancado.

"es que todos están muy ocupados para cuidarme"- Tihanä sintió como su corazón se enternecía cuando Elborón le respondió tristemente.

"y tu mamá y papá?"- volvió a preguntar la joven

"mi mamá se fue al cielo y mi papá nunca me quiere ver"- respondió el niño acercándose a Tihanä para ver mas de cerca la flor que ella tenía entre sus manos.

"quién es tu papá?"- preguntó la joven furiosa por la falta de sentimientos del hombre que dejaba solo a ese adorable niño

mi papá se llama Faramir, es el príncipe de Ithilien"- respondió el niño con orgullo

"QUE??? TU PAPA ES FARAMIR???"- gritó Tihanä incrédula

"si"- respondió el niño con una sonrisa

"ahora que lo mencionas....si te pareces bastante a él, solo que tu cabello es rubio"- meditó la joven un momento y luego sonrió – "ya desayunaste?"- agreg

"no"- contestó el niño sonrojándose cuando su panzita hizo ruidos extraños

"jajajaja ya veo que no, que te parece si vamos por algo de comer?"- preguntó la joven riéndose por lo que el niño asintió feliz

Tihanä y Elborón comenzaron a caminar mientras jugaban, Elborón de vez en cuando corría y Tihanä iba tras él fingiendo que no lo veía cuando el niño trataba de esconderse tras algún pilar. Después de muchas correrías, escondidillas y risas llegaron por fin a la cocina, ahí todos los presentes les miraron incrédulos cuando vieron llegar al pequeño príncipe riendo feliz y a la extraña joven que le acompañaba.

"disculpe, Elborón y yo queremos comer algo"- dijo la joven al acercarse a una de las cocineras.

"siiiiiiii, yo quiero un pastel!!!!"- gritó el niño feliz mientras se mecía tomado de la mano de Tihan

"creo que nos conformaremos con algo de huevos"- Tihanä dijo a la cocinera mientras se reía por el puchero que Elborón había puesto al escuchar la que sería su comida.

"oh vamos, me dirás que no te gustan los huevos?"-agregó Tihanä a lo que el niño solo la miró con cara de cachorrito triste

"muy bien....y algo de pastel de chocolate de postre"- volvió a decir la joven a la cocinera por lo que el niño sonrió complacido – "manipulador"- agregó la joven a lo que el niño solo le mostró la lengua y rió.

~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.

Faramir  se encontraba sentando en su despacho sumido en sus recuerdos, cada día extrañaba mas a Eowyn pero no había nada que pudiera hacer. No podía dejarse invadir por la tristeza puesto que un reino dependía de él. Faramir suspiró con tristeza al ver un retrato de su amada esposa, aún recordaba como si fuese ayer esos días de oscuridad entre las murallas de Minas Tirith donde la conoció, su boda y cuando ella le dijo que tendrían un bebe.

Su hijo.....hacía tanto tiempo que no veía al niño, de hecho desde el día que nació solo le había visto un par de veces. Sabía que estaba mal, recordaba lo mucho que había sufrido él mismo en su infancia por causa de la indiferencia de su padre pero no era lo suficientemente fuerte para deshacerse de ese rencor que existía en su corazón contra su primogénito por haberle robado a su amada Eowyn.

Ahora Tihanä se haría cargo del niño, eso le aligeraba un poco el peso que le producía la culpabilidad por el abandono en el que tenía sumido a su hijo, quizás con el paso del tiempo podría vencer esa renuencia a verle y hasta podría llegar a amarle.....Faramir cerró los ojos un momento, la vida que antes le resultara tan bella y llena de posibilidades ahora le resultaba cruelmente dolorosa, no tenía deseos ni motivos para ese continuo esfuerzo de levantarse cada día por la mañana. Sería tan feliz si tan solo un día de estos muriera mientras dormía, en uno de esos sueños donde ella venía a visitarle y le sonreía como antaño.

Unas risas le sacaron de sus pensamientos, parecían risas de niño y de una mujer. Faramir se levantó intrigado y se asomó a la puerta, ahí venía Tihanä con un niño de unos 6 años de edad; Faramir se preguntó quien sería el pequeño hasta que estuvieron lo suficientemente cerca para que le reconociera. Era su hijo, el hombre se sorprendió de lo mucho que había crecido en estos últimos tiempos, hasta que cayó en cuenta que tenía mas de 2 años sin ver a su hijo.

"hola, Faramir"- saludó Tihanä cuando se percató de que alguien se asomaba a la puerta.

"hola, padre"- saludó el niño un tanto temeroso por lo que se ocultó tras Tihan

"hola"- replicó Faramir intrigado por el miedo que el pequeño le tenía. El príncipe se acercó a donde estaba el niño y se hincó para quedar mas o menos a su altura – "por que te ocultas de mí?"- preguntó a su hijo quien le veía desde atrás de Tihan

"porque tú has dicho que quieres verme"- respondió el niño con tristeza. Faramir al escuchar la respuesta de su hijo, se quedó en silencio por unos minutos. Nunca había pensado realmente lo que sentía el niño o que es lo que él creía que ocurría por lo cual su padre no quería verle.

"ven aquí"- dijo Faramir suavemente a su hijo con una sonrisa. El niño dudo unos minutos pero al final se acercó a su padre y en un súbito impulso se arrojó a sus brazos sollozando.

Faramir se quedó pasmado varios minutos, nunca había abrazado a su hijo. Cerró el abrazo y estrechó a su hijo mas cerca de él, era increíble lo mucho que se parecía a su madre y a él mismo cuando tenía su edad. El niño continuaba llorando y aferrado a él sin quererle soltar por lo que Faramir se limito a besarle los cabellos conmovido, estaba tan sumido en los sentimientos que su paternidad le causaba que ni siquiera notó que unas lágrimas comenzaban a escurrírsele por el rostro. Tihanä se limitó a sonreír enternecida y darse la vuelta para retornar a sus habitaciones, dejándoles a solas.

"gracias"- dijo Faramir en casi un susurro pero suficientemente alto para que ella le escuchase. La joven volteó por unos segundos y le dedicó una sonrisa antes de partir.

NOTAS DE LA AUTORA:

Espero mi fic les guste y me dejen reviews ya que tiene muy poquitos ¬¬. Por cierto...no estoy segura que así se llame el hijo de Faramir y Eowyn pero...que le vamos a hacer jeje.