CAPITULO CUATRO: Mae Govannen
Faramir caminó por los jardines de su palacio, el verde era muy agradable a la vista. Por todos lados se veían árboles y flores cuidadas con esmero, sin duda alguna agradecía la ayuda de los elfos para embellecer su reino. De hecho, esta misma tarde se encontraría con el señor de los elfos en Ithillien, vendría con su familia y se estaba preparando una gran comida formal en su honor.
El príncipe sonrió complacido de tener a quien mostrarle a su heredero, su muy amado hijo. Debía darse prisa para avisar a Tihanä que se alistara, después de todo ella ahora era parte de la familia y debía asistir a tales reuniones, también debían alistar al joven príncipe heredero. Faramir comenzó a subir las escaleras rumbo al palacio, caminó por los corredores con una gran sonrisa en el rostro, los soldados le dedicaban reverencias a su paso sonrientes, estaban felices del cambio de su señor.
Faramir llegó hasta una gran puerta de madera de color caoba, toco la puerta suavemente esperando a que le permitieran pasar.
"adelante"- se escuchó una voz de mujer desde adentro. Faramir entró despacio cuidando de no hacer demasiado ruido para no importunar a su invitada.
"Ah eres tú Faramir"- dijo la mujer sentada en su tocador cepillandose el largo cabello rubio. A Faramir se le nubló la vista un instante al recordar el cabello dorado de su hermosa esposa fallecida, por lo que sacudió la cabeza para alejar tal pensamiento.
"Debes alistarte, en un par de horas se hará una cena en honor del príncipe Legolas de Mirkwood, señor de los elfos en Ithilien, espero contar con tu presencia"- dijo el príncipe agradecido porque la joven no se hubiese percatado del pequeño incidente de hacia unos minutos.
"estaré lista"- fue todo lo que dijo Tihanä por lo que Faramir se despidió con una ligera reverencia y salió de la habitación.
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Faramir caminaba de un lado a otro nervioso, las visitas llegarían en unos minutos y aún no bajaban Tihanä ni Elborón. Un guardia llegó e hizo una reverencia a su señor antes de hablar.
"mi señor Faramir, el señor de los elfos ha llegado"- dijo el guardia solemne
"hazle pasar de inmediato"- dijo Faramir preocupado porque hubiesen hecho esperar a Legolas y a su familia.
La gran puerta se abrió dejando entrar a una comitiva de elfos, a la cabeza venía Legolas vestido de verde claro con una corona de hojas ciñéndole la cabeza, de su mano caminaba una elfa alta de cabellos de color plata y ojos del color del zafiro, entre sus brazos un pequeño bebe elfo dormitaba. Mas atrás venía Haldir acompañado de sus hermanos Rumil y Orophin.
"Mae Govannen, Legolas, Haldir, Orophin, Rumil"- dijo Faramir abriendo los brazos para recibir a sus amigos – "bienvenida, querida señora"- agregó dedicándole una reverencia a la princesa de Mirkwood – "como se encuentra el joven principe Hyrien?"- preguntó mientras le daba el dedo al bebe para que jugase con el.
"todos estamos muy bien, Faramir. Gracias por invitarnos"- respondió Legolas con una sonrisa sin poder ocultar el orgullo que su primogénito le causaba.
"sabemos que tienes algo que mostrarnos"- agregó Haldir con una sonrisa complice. Faramir rió de buena gana al recordar la multitud de alabanzas que hacia de su hijo en las invitaciones a sus amigos
"pues es que....aún no bajan"- declaró Faramir apenado por la falta de puntualidad de su hijo y su invitada.
"oh vamos, amigo. no te preocupes"- rió Legolas al ver la turbación del señor de Ithillien
"ven aca!!"- se escuchó gritar a una voz de mujer y de pronto un niño entro corriendo al salón seguido de cerca por una dama rubia quien acabo por atraparlo de una pierna, por lo que ambos rodaron por el suelo carcajeándose.
Faramir se llevó una mano al rostro apenado mientras los elfos presentes y los guardias reían divertidos por la cómica escena.
"Papá!"- gritó el niño feliz corriendo a abrazarse de su padre quien no pudo mantener su rostro de reprobación y termino cargándolo con una sonrisa.
"bueno, este es mi hijo"- dijo al fin a los elfos quienes se acercaron a hacerle toda clase de mimos al pequeño quien reía feliz – "y esta dama es Tihan"- agregó con una sonrisa para que ella se acercara
Los elfos la observaron con interes, sobretodo por parte de Haldir quien le dedicó una de sus mas hermosas sonrisas lo que provocó que Tihanä sonriera nerviosa y fijara la vista en el suelo.
"es un placer conocerla, dama Tihan"- saludó Legolas dedicándole una reverencia a la joven
"lo mismo digo, señor elfo"- balbuceó la mujer rubia con una timida sonrisa.
"no debes decirle señor elfo, basta con que le llames Legolas"- intervino la dama elfa con una dulce sonrisa – "mi nombre es celtissë, soy la esposa de este señor elfo"- rió la dama elfa mientras le dirigía una mirada traviesa a su marido quien se limitó a guiñarle un ojo.
"y ese elfo coqueto que esta ahí, es Haldir"- prosiguió la dama elfa mientras Haldir le hacia gestos con las manos de que ya se la cobraría después – "esos dos elfos que estan a su lado, son Rumil y Orophyn. Son inseparables"- continuo la elfa – "y por último este pequeño es Hyrien, mi hijo"- la elfa le mostró al bebe quien tenia los ojos azules de su padre y el cabello de plata de su madre.
"es hermoso"- comentó Tihanä maravillada
"se que soy hermoso"- intervino Haldir provocando una carcajada general.
"bien, que les parece si vamos a cenar?"- dijo Faramir por fin a lo que todos aceptaron gustosos.
NOTA DE LA AUTORA:
Este capitulo es cortito pero lo que ocurra durante la comida seguira en el siguiente capitulo, creo que ya estan viendo que Faramir tendra competencia. Adios
