VIII: Lo que te conté mientras dormías
El día siguiente era viernes. Adrienne bajó acompañada por sus amigos al Gran Comedor pero se detuvo en la entrada, mientras que sus compañeros siguieron para adentro.
-¡Hola Dick! –le dijo Adrienne nada más verlo, esperándola.
Se quedaron dándose un beso de buenos días, lo cual provocó que Malfoy les quitara diez puntos.
-¡Deberías buscarte una novia!
-Otros diez menos Moore.
Malfoy siguió su camino hacia la mesa de los profesores, malhumorado, pasando por entre la de Gryffindor. Allí Karen y Daniel hablaban.
-¿Qué piensas del partido de mañana?
Daniel se encogió de hombros mientras volvía la cabeza para ver si venía Adrienne.
-¡A ver cuando viene Adrienne! –dijo Karen cambiando de tema para ver si Daniel se interesaba algo más por este- ¡Va a llegar tarde a Historia de la Magia!
-Me da asco. Se pasa todo el día con los morros pegados a los de ese tipo.
-¡Pero si solo salen desde ayer! ¿No será que estás celoso?
-¿Insinúas que me gusta Adrienne? ¿Esa ñoña consentida más infantil que un chupete?
-¡Pero que bonito! –exclamó Adrienne que estaba detrás de Daniel y había escuchado todo- ¡Mi supuesto mejor amigo insultándome a las espaldas!
-Yo...
-¡Cállate! ¡Eres la persona más asquerosa que he visto en mi vida! ¡Sucio traidor!
Y con estas palabras Adrienne salió corriendo del Gran Comedor con las mejillas bañadas en lágrimas. Daniel suspiró.
-Tiene razón. Soy asqueroso.
-¿Por qué dijiste eso de Adrienne?
-¡Estaba furioso!
-Ella te gusta.
-¡No! Es solo que... Ni yo mismo puedo explicármelo, así que dudo mucho que te lo pueda explicar a ti.
-Te gusta.
-¿Te vas a callar de una vez?
-Está bien... ¡hay que ver como nos hemos levantado hoy!
Daniel le puso cara de asco a Karen, que se centró en sus huevos revueltos.
* * *
Mientras comían, el ambiente no podía estar mas tenso. Karen estaba sentada al lado de Adrienne, que tenía a Daniel en frente, con el cual no dejaba de lanzarse miradas de odio. De pronto en la gran puerta de Gran Comedor aparecieron dos chicos jóvenes, apuestos y sonrientes. Atravesaron el comedor con todas las miradas puestas sobre ellos y se pusieron delante de la mesa de los profesores, en donde casi fueron ahogados por una chica de pelo castaño.
-¡Harry! ¡Estábamos tan preocupados por ti! ¡No nos vuelvas a dar estos sustos!
Harry Potter sonrió mientras Hermione no cesaba de ahogarlo entre abrazos y besos (N/A: de amigos que ya estaríais pensando otras cosas ;P) Después de haber terminado con Harry pasó con Ron. Cuando los dos quedaron saludados y con marcas de carmín en las mejillas todo el salón aplaudió, haciendo que los tres enrojecieran. Hermione les invitó inmediatamente a que tomaran asiento junto a los profesores. Hermione permaneció en medio con Harry y Ron a su lado, sin dejar de charlar. Malfoy los miró con el ceño fruncido. Ni si quiera se habían percatado de que estaba allí. ¿Tendría que volver a insultarlos?
-¡Vaya Hermione! –dijo Harry- ¡Te ves genial con esos rizos! ¡Ya no tienes el pelo enmarañado!
-Si, tu también estás muy guapo de rubio y sin gafas. ¡No pareces tú!
Malfoy se fijó en Hermione. Verdaderamente estaba muy bien. Se había hecho algo en el pelo... Malfoy no podía saber el qué, pero ahora lo tenía como a capas, y con un flequillo hacia el lado. Le quedaba gracioso, pero no enmarañado. Luego se fijó en su cara. Tenía rasgos suaves, pero serios. Y sus ojos marrones se veían como estrellas de lo feliz que era de tener a sus amigos de nuevo con ella. Luego fue descendiendo por todo su cuerpo. Llevaba la túnica negra medio abierta, lo cual dejaba ver el final de un jersey rosa claro y una mini falda negra de tablas. Tenía las piernas cruzadas y Malfoy no podía evitar mirarlas...
-¡Malfoy! ¿Te ocurre algo? –le dijo Hermione.
-No nada.
El joven profesor miró sus judías verdes mientras el pelo platino le caía sobre la cara. No lo llevaba más largo que hasta la altura de los ojos, pero se movía suavemente al menor movimiento.
-¿Os quedareis esta noche? –les dijo Hermione- mañana tenemos partido de Quidditch: Gryffindor contra Hufflepuff.
-¿Qué tal va el Quidditch? –dijo Harry.
-Slytherin va primero en la clasificación porque ganó a Ravenclaw la semana pasada. Creo que llevan 230 puntos. No es mucho. Tardaron bastante en ganar el partido, como dos horas.
-Yo no me puedo quedar –dijo Ron- Mañana trabajo.
-¿Y tú Harry?
-No sé... ¿no molestaré?
-¿Molestar? ¡Por favor Harry!
-En ese caso me quedo. Tengo muchas ganas de ver un partido de Quidditch de Hogwarts. Cambiando de tema... ¿qué hay de lo de los ataques? ¿Está ya bien la chica?
-¡Mejor que bien! ¡Incluso se ha echado novio gracias al ataque!
-¡Hay que ver! –dijo Ron- Si cada vez que hubiera habido una agresión en Hogwarts me habría echado novia podría presumir de bastantes ¿no creéis?
Todos rieron y siguieron contándose anécdotas de cuando estaban en Hogwarts bajo la envidiosa mirada de Malfoy. ¿Por qué el no tenía amigos así? Crabbe y Goyle estaban a dos metros bajo tierra a saber en qué cementerio. Pansy Parkinson estaba en Azkaban y Millicent Bustrode seguía desaparecida después de 6 años. Y eso teniendo en cuanta que a aquella panda de borregos se les pudiera llamar amigos. Y luego estaba Blaise Zabini. Mientras que los demás se aterrorizaban cada vez de Malfoy les hablaba en un tono más alto, Zabini siempre le había retado. ¿Dónde estaría? Sería bueno hablar con él. Seguramente sería el dueño de algún club de striptease femenino.
-¡Malfoy! ¿Te parece bien?
-¿El qué?
-Que esta tarde de la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras Harry.
-Por mi no hay problema, pero no me los revoluciones mucho Potter, que a última hora tengo yo con los de quinto de Gryffindor y bastante hago ya con soportarlos.
-¿Soportarlos? –dijo Ron- ¡Mas bien debes decir soportarte! ¡Pociones el viernes a última hora de la tarde es lo peor del mundo! (N/A: esto lo saqué de mi vida real xq tengo matemáticas a esa hora!! :S Es horrible! Tanto para la profesora como para los alumnos)
Se sostuvieron sendas miradas de odio.
-Chicos, tengamos la fiesta en paz –dijo Hermione- No os pondréis a pelear como niños ¿no?
Los tres jóvenes miraron a Hermione como niños miran a su profesora avergonzados.
-Así me gusta.
* * *
A primera hora de la tarde los de quinto de Gryffindor estaban en el aula de Defensa Contra las Artes Oscuras esperando ansiosos. ¡Harry Potter les daría clase! A las tres en punto el aula estaba completamente llena. No faltaba ni un rezagado. Harry entró.
-Buenas tardes. Hermione me ha pedido que yo dé esta clase y la siguiente, que será con los de quinto de Hufflepuff. A mi nunca me gustó dar la clase seriamente, así que haced un circulo con las sillas. Yo estaré en medio.
Después de unos minutos de movimiento de sillas y demás, todos acabaron en silencio.
-Bien ahora que ya estamos os contaré lo que queráis, pero nada que tenga que ver con el día que acabé con Voldemort porque ya estoy harto de contarlo una y otra vez y además supongo que sabéis la historia ¿verdad? (Movimiento general de las cabezas de los alumnos de arriba a abajo) ¿Si esto...
-Adrienne Moore. ¿Qué es lo que más teme?
-A los dementores.
-¡A mi me atacó uno el otro día y es horrible!
-Si, Hermione ya me ha contado tu historia. Fuiste muy valiente. -Gracias.
[Silencio...]
-¡Oh está bien! –dijo Harry- Queréis que os cuente como acabé con Voldemort ¿verdad?
Asentimiento de cabezas y murmullos de "si".
-¡Siempre acabo contándolo!
Harry relató una vez más todo, con detalle, para la clase de quinceañeros que le escuchaba con cara de interés. Disponía de toda su atención. Harry estaba por terminar su relato cuando la campana sonó. Pero nadie se movió. Todos querían saber el final. Cinco minutos después estaban saliendo de la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras mientras lo de Hufflepuff entraban. Allí Adrienne se cruzó con Alex, al que miró con otros ojos. Hacía unos días el corazón se le hubiera puesto del revés con solo mirarle de cerca. Pero aquella vez eso no ocurrió. Si que notó algo raro en su interior, pero nada comparado con lo que sentía antes. Seguía encontrando a Alex tremendamente atractivo (N/A: jijiji ¿kien nop?) pero ya no era como antes. ¿Sería por Dick? ¿Dejaría a Dick por Alex si este le pidiera salir? Hacía unos días no habría dudado en dejarlo todo por Alex, pero ahora dudaba... Adrienne se encogió de hombros mientras entraba en la sala de Pociones quitándose de la cabeza aquella idea estúpida de que Alex le pediría salir, porque eso no ocurriría jamás.
-Veinte puntos menos para Gryffindor –dijo Malfoy- ¿Qué hacíais? ¿Es que la clase de Potter era TAN excitante que no podíais llegar a la hora? Baje la mano señorita Petterson (N/A: apellido de Karen porque no lo recordareis). No me hacen falta excusas.
-Pero...
-Cállese señorita Moore si no quiere que el castigo que termina esta tarde termine el próximo año. Pagina 209. Quiero la poción lista para el final de la clase.
Adrienne se puso a mirar la poción. No era ni muy complicada ni muy fácil. Consistía en mezclar todos los elementos y remover sin parar durante diez minutos. Comenzó a llenar su caldero con agua y lo puso al fuego. Cogió un poco de ralladura de caparazón de escreguto, plumas de hipogrifo, pelos de cancerbero y un poco de esencia de veela. Lo mezcló todo bien en el mortero durante muchos minutos. Aquella vez Malfoy no la dejaría en ridículo. Cuando el caldero hirvió echó todos los ingrediente de golpe, aunque picados, tal como indicaba el libro. Luego no dejó de remover en los diez minutos siguiente, mientras los vapores de su poción junto con la del resto de sus compañeros flotaban por la sofocante aula. Iba a tocar la campana que daba paso al fin de semana. Muchos de sus compañeros hablaban ya, pero ella aún no había terminado. Un minuto más y...
-Apagad los fuegos.
-¿Puedo continuar un poco más profesor Malfoy? Al fin y al cabo de me tengo que quedar de todas formas...
-He dicho apagad los fuegos.
Aún así Adrienne no lo apagó y siguió removiendo. Entre que sus compañeros recogían le daba tiempo a terminarla.
-¡Entrena duro Karen! –le gritó mientras su amiga salía por la puerta- ¡Mañana ya es el gran día!
Daniel le miró resentido y ella apartó la vista.
-No podéis seguir así Dani –dijo Karen.
-No me llames Dani, porque así me llamaba siempre Adrienne.
Karen puso los ojos en blanco.
-Está bien DANIEL. ¿Piensas hacer algo?
-¿El qué? No quiere volver a saber nada de mi.
-Adrienne perdona enseguida. Solo tendrías que pedírselo.
-¡Acabo de tener una idea genial!
-¿Qué se te ha ocurrido?
-No te lo pienso decir.
-¡Odio que la gente me haga esas cosas! ¡Es asqueroso!
-Paciencia, querida Karen, paciencia...
* * *
El partido de Quidditch entre Gryffindor y Hufflepuff estaba apunto de comenzar. Jack Simmons ocupaba el lugar del locutor, aunque su voz no resonaba por el campo aún. Sonaba música, sin embargo nadie escuchaba (N/A: como en el cine ponen antes de apagar las luces XP). Adrienne estaba sentada junto a Dick. Siempre había pensado que tendría que ver los partidos de aquel curso sola, pero no podía estar en mejor compañía. El equipo de Gryffindor y el de Hufflepuff salieron al campo y volaron hasta colocarse en sus puestos. Adrienne levantó su pulgar deseándole buena suerte a su amiga. Jack acababa de terminar de presentar al equipo de Hufflepuff y lo había hecho con Alejandro Montero, dando paso así a una multitud femenina gritando y aplaudiendo.
-Y por el equipo de Gryffindor –dijo Jack- tenemos a las tres cazadoras: Karen Petterson, Sandra Snorky y Miriam Decote. Los recién adquiridos golpeadores que hoy se estrenan son Daniel McClain y Paul Alester. Justin Lons es nuestro genial buscador y el capitán más serio del planeta: Dennis Affer.
Más aplausos. Cada vez que había partido de Quidditch en Hogwarts aquello era un desastre. La señora Hooch soltó los bludgers y el snith. Cogió el quaffle en la mano y lo lanzó al aire.
-Gryffindor lo tiene, pasa a Petterson. Se encamina a la meta ¡vamos Karen! ¡No! Hufflepuff se lo quita. Montero en posesión del quaffle. ¡Párala Dennis! 10-0 a favor de Hufflepuff. Saca Gryffindor. Snorky avanza deprisa, pasa a Decote, que devuelve, McClain intercepta un bludger, Petterson recoge el quaffle y ¡gol! 10-10
-¡¡¡VENGA CHICOS!!! –[Adrienne gritando como una loca]
Después de quince minutos de partido se habían marcado muchísimos goles. Hufflepuff ganaba por 70-50.
-¡Parada de Affer! Montero recibe, lo vuelve a intentar. Pero Snorky se lo quita. Esquiva un bludger, tiene a Montero pisándole de los talones. ¡Pásale a Karen! Petterson recibe avanza...y ¡parada! Fimmel (guardián de Hufflepuff) pasa a Yens (cazadora de Hufflepuff). ¡Un momento! ¡¡LOS BUSCADORES CAEN EN PICADO!! Más abajo, más abajo... Lons frena en seco y Trenm se estrella contra el suelo. ¡Bien hecho Justin! ¡Así se juega! Parece que Trenm no tiene más que una leve lesión, que se la cura enseguida la señora Pomfray. ¡Trenm vuelve al juego! Montero recupera para Hufflepuff, pero Petterson se la quita, pasa a Decote que marca un perfecto gol limpio. 70-60. ¿OTRA VEZ? Buscadores en picado, Lons adelanta, Trenm le sigue.
Después de varios minutos en los que todos seguían con la mirada a los buscadores Jack anunció el final del partido, con la captura del snitch por parte de los de Gryffindor. Mientras el estadio estallaba en vítores y aplausos un muchacho de quince años voló hasta la tribuna principal. Tomó el auricular que su amigo Jack le había dejado (N/A: los profes festejan, no se dan cuenta) y una voz se superpone a todas las demás.
-¡¡ADRIENNE PERDÓNAME!! ¡Me he portado fatal! ¡Retiro todo lo que dije de ti! ¡Eres la mejor amiga que se puede tener!
-¡Daniel McClain! –exclamó la voz de Hermione por el micrófono- Su vida personal no nos interesa. Trae aquí.
El altavoz se apagó y Daniel bajó volando con su escoba. Nada más pisar el suelo del campo una chica de húmedos ojos azules y cabello negro como la noche le tiró al suelo del abrazo tan grande que le dio.
* * *
La cena de aquella noche fue muy agradable para todos. Malfoy había desaparecido desde el partido, Adrienne y Daniel estaban perdonados, Gryffindor había ganado el partido... Daniel y Karen subieron a la sala común, mientras Adrienne se quedaba con Dick después de la cena. Estuvieron paseando, charlando, besándose... Finalmente a las diez y media tuvieron que volver a sus respectivas casas, ya que no podían estar más tiempo fuera. De camino a la torre Gryffindor Adrienne se encontró con Harry y con Hermione a los que saludó alegremente. Estos siguieron su camino bajando la escalera.
-¿Y qué tal estos tres meses de vacaciones? –le dijo Hermione.
-Bueno –respondió Harry encogiéndose de hombros- he hecho lo que hago siempre solo que en El Caribe. Debería buscarme un trabajo.
-¡A ti te cogerán de cualquier cosa!
-¡Mira quien fue a hablar! La barrendera del barrio –dijo Harry irónico.
-Si, pero a mi me ha costado mucho llegar a ser la directora de Hogwarts.
-Creía que entraste directamente en este puesto.
-Si, pero después de Hogwarts fui a la UME (Universidad Mágica Estatal) y me lo he tenido que currar mucho.
-Ya lo sé.
[Silencio incómodo] Y así, en silencio, llegaron hasta la habitación donde se quedaba a dormir Harry. Un despacho no muy grande, con una cama, un escritorio y un armario. Harry se tumbó en la cama e indicó a Hermione que hiciera lo propio.
-Endimir –dijo Hermione apuntando con su varita al techó de piedra que estaba sobre ellos. Este se transformó en el cielo, plagado de estrellas.
-Es precioso –dijo Harry.
Allí estaban los dos, mirando el "cielo" estrellado. Hermione miró los verdes ojos de Harry, reflejando miles de puntitos de luz. El moreno, al sentirse observado volvió la cara para encontrarse con la de Hermione. Se sonrieron mutuamente justo unos segundos antes de que sus labios se juntaran. Fue un beso corto, suave, más como una muestra de amistad que por otra cosa. Pero a ambos les gustó y querían ir más allá. Volvieron a besarse, profundizando el beso. Hermione abrió los ojos mientras separaba sus labios de los de Harry. El chico desabrochó la túnica de Hermione mientras esta hacía lo propio con la de Harry. Una vez despojados de las incómodas túnicas, volvieron a besarse. Hermione se montó a horcajadas sobre Harry mientras este le desabotonaba la fina blusa, que rozó suavemente la piel de la chica antes de caer al suelo. Se besaron una vez más, con más pasión aún y Harry se sacó la camiseta de algodón gris. Hermione se apoyó contra Harry, sintiendo su piel contra la suya. Y entonces se dio cuenta de lo que estaba haciendo.
-No Harry no podemos, no debemos...esto sería un error.
-¿Por qué? Tu quieres, yo quiero.
-No.
-Potter, te dejaste la carpeta en clase de Defensa Contra las Artes... ¡vaya! Bonita escena.
-No es lo que tu piensas Malfoy –dijo Hermione levantándose de la revuelta cama de Harry y recogiendo su blusa del suelo.
-¿Ah no? Potter sin camiseta, tu en sujetador, una cama...es obvio ¿no crees?
-Has venido a dejar la carpeta ¿no Malfoy? Pues déjala y no saques conclusiones donde no las haya. –dijo Hermione poniéndose la túnica.
Malfoy dejó la carpeta y salió de la habitación. Se dirigió a su despacho. Necesitaba sacar de su mente lo que acaba de ver. ¡Potter y Granger haciendo el amor! ¡Maldito Potter! Él llevaba intentando reclamar un poco de atención por parte de Hermione desde que el curso comenzara y se diera cuenta de lo mucho que había cambiado aquella muchachita. Y Potter llegaba y en un día conseguía llevarla a la cama. ¿Sería su físico? Draco descartó la idea, ya que ÉL era mucho más guapo que Potter. ¿Debía comportarse como un héroe para que Hermione le hiciera caso? Entonces recordó la cara de Hermione cuando supo que él había salvado a Adrienne Moore. Era como fascinación. Así que él no tendría nada que hacer compitiendo con el héroe entre los héroes: Harry Potter. Sacó una botella de whiskey de fuego de un cajón de su despacho y comenzó a beberla directamente de la botella. Debía olvidar a Hermione de cualquier forma. Llevaba un buen rato posando sus fríos labios en el cuello de la botella. Ya solo le quedaba un poco para acabarla. De pronto se levantó de la silla y salió de su despacho. Tambaleándose un poco llegó a la estatua del fénix.
-Reloj de sol –balbuceó.
El fénix giró dejando entrar así a un ebrio Draco Malfoy en la zona reservada a la directora. Se encaminó a su dormitorio. Tocó la puerta pero nadie respondió al otro lado. No era de sorprender. Eran más de la una de la mañana y Hermione se levantaba a las siete cada día. Draco abrió la puerta suavemente. Era el momento perfecto para decirle lo que sentía. Además, debido a la cantidad de whiskey tomada no era muy conciente de lo que hacía.
-¿Estás dormida?
La respuesta a esa pregunta era evidente, ya que la joven respiraba acompasadamente con los ojos cerrados. La luz dela luna se reflejaba en su cara y Malfoy la miraba como si de una princesa se tratara (N/A: me encanta cuando sale rima sin querer).
-¿Hermione?
La chica, evidentemente no dijo nada. Malfoy la movió un poco, pero ella no se inmutó.
-Tal vez sea mejor que nunca sepas lo que te voy a decir, porque soy demasiado cobarde para decírtelo a la cara. Por eso este momento es lo mejor, porque tu duermes y yo estoy borracho, así que seguramente ninguno recordará nada mañana. Hermione [^pensamiento^: ¿he dicho Hermione?] solo quiero que sepas que te has convertido en alguien muy importante para mi y no quiero que te quedes con Potter. Yo puedo hacerte mucho más feliz. Te quiero.
Se quedó unos instantes observándola, como si esperara una respuesta, aunque sabía que nunca la conseguiría. Salió del cuarto sigilosamente y cerró la puerta a sus espaldas.
*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*
¡¡FIN DEL CHAPY 8!! Me costó un poco tenerlo listo, pero gracias a las geniales ideas de aLyXel lo terminé bien! Aunque creo q al final el fic tendrá más de 10 chapys...igual 12, no se. Ya veré. Aún quedan cosas por aclarar: como entró el dementor, como cambiaron los cuadros, porqué se suicidó Kevin Brials, porqué Dick se quedó con el colgante de Adrienne...todo esto y mucho más en pocos días. (me ha quedado demasiado anuncio ¿nop? XP)
Besazos!! ***MIKITA_WOOD***
PD2: Durante TODO el fic se me ha olvidado decir q no soy JK Rowling porq a mi no me pagan los dineros q gana ella con la saga Harry potter, q debe tener una piscina más grande q la del tío Gilito XD ¿Os acordais de la cámara que tenía llena de monedas, en donde iba a nadar? Pues así tiene JK, pero mucho más grande. Y a mi no me pagan nada!! :( Triste vida la del fanwriter. Bueno, de momento me conformo con vuestras reviews, los millones para después.
PD: Seguid la flecha (ahora si q si)
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El día siguiente era viernes. Adrienne bajó acompañada por sus amigos al Gran Comedor pero se detuvo en la entrada, mientras que sus compañeros siguieron para adentro.
-¡Hola Dick! –le dijo Adrienne nada más verlo, esperándola.
Se quedaron dándose un beso de buenos días, lo cual provocó que Malfoy les quitara diez puntos.
-¡Deberías buscarte una novia!
-Otros diez menos Moore.
Malfoy siguió su camino hacia la mesa de los profesores, malhumorado, pasando por entre la de Gryffindor. Allí Karen y Daniel hablaban.
-¿Qué piensas del partido de mañana?
Daniel se encogió de hombros mientras volvía la cabeza para ver si venía Adrienne.
-¡A ver cuando viene Adrienne! –dijo Karen cambiando de tema para ver si Daniel se interesaba algo más por este- ¡Va a llegar tarde a Historia de la Magia!
-Me da asco. Se pasa todo el día con los morros pegados a los de ese tipo.
-¡Pero si solo salen desde ayer! ¿No será que estás celoso?
-¿Insinúas que me gusta Adrienne? ¿Esa ñoña consentida más infantil que un chupete?
-¡Pero que bonito! –exclamó Adrienne que estaba detrás de Daniel y había escuchado todo- ¡Mi supuesto mejor amigo insultándome a las espaldas!
-Yo...
-¡Cállate! ¡Eres la persona más asquerosa que he visto en mi vida! ¡Sucio traidor!
Y con estas palabras Adrienne salió corriendo del Gran Comedor con las mejillas bañadas en lágrimas. Daniel suspiró.
-Tiene razón. Soy asqueroso.
-¿Por qué dijiste eso de Adrienne?
-¡Estaba furioso!
-Ella te gusta.
-¡No! Es solo que... Ni yo mismo puedo explicármelo, así que dudo mucho que te lo pueda explicar a ti.
-Te gusta.
-¿Te vas a callar de una vez?
-Está bien... ¡hay que ver como nos hemos levantado hoy!
Daniel le puso cara de asco a Karen, que se centró en sus huevos revueltos.
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Mientras comían, el ambiente no podía estar mas tenso. Karen estaba sentada al lado de Adrienne, que tenía a Daniel en frente, con el cual no dejaba de lanzarse miradas de odio. De pronto en la gran puerta de Gran Comedor aparecieron dos chicos jóvenes, apuestos y sonrientes. Atravesaron el comedor con todas las miradas puestas sobre ellos y se pusieron delante de la mesa de los profesores, en donde casi fueron ahogados por una chica de pelo castaño.
-¡Harry! ¡Estábamos tan preocupados por ti! ¡No nos vuelvas a dar estos sustos!
Harry Potter sonrió mientras Hermione no cesaba de ahogarlo entre abrazos y besos (N/A: de amigos que ya estaríais pensando otras cosas ;P) Después de haber terminado con Harry pasó con Ron. Cuando los dos quedaron saludados y con marcas de carmín en las mejillas todo el salón aplaudió, haciendo que los tres enrojecieran. Hermione les invitó inmediatamente a que tomaran asiento junto a los profesores. Hermione permaneció en medio con Harry y Ron a su lado, sin dejar de charlar. Malfoy los miró con el ceño fruncido. Ni si quiera se habían percatado de que estaba allí. ¿Tendría que volver a insultarlos?
-¡Vaya Hermione! –dijo Harry- ¡Te ves genial con esos rizos! ¡Ya no tienes el pelo enmarañado!
-Si, tu también estás muy guapo de rubio y sin gafas. ¡No pareces tú!
Malfoy se fijó en Hermione. Verdaderamente estaba muy bien. Se había hecho algo en el pelo... Malfoy no podía saber el qué, pero ahora lo tenía como a capas, y con un flequillo hacia el lado. Le quedaba gracioso, pero no enmarañado. Luego se fijó en su cara. Tenía rasgos suaves, pero serios. Y sus ojos marrones se veían como estrellas de lo feliz que era de tener a sus amigos de nuevo con ella. Luego fue descendiendo por todo su cuerpo. Llevaba la túnica negra medio abierta, lo cual dejaba ver el final de un jersey rosa claro y una mini falda negra de tablas. Tenía las piernas cruzadas y Malfoy no podía evitar mirarlas...
-¡Malfoy! ¿Te ocurre algo? –le dijo Hermione.
-No nada.
El joven profesor miró sus judías verdes mientras el pelo platino le caía sobre la cara. No lo llevaba más largo que hasta la altura de los ojos, pero se movía suavemente al menor movimiento.
-¿Os quedareis esta noche? –les dijo Hermione- mañana tenemos partido de Quidditch: Gryffindor contra Hufflepuff.
-¿Qué tal va el Quidditch? –dijo Harry.
-Slytherin va primero en la clasificación porque ganó a Ravenclaw la semana pasada. Creo que llevan 230 puntos. No es mucho. Tardaron bastante en ganar el partido, como dos horas.
-Yo no me puedo quedar –dijo Ron- Mañana trabajo.
-¿Y tú Harry?
-No sé... ¿no molestaré?
-¿Molestar? ¡Por favor Harry!
-En ese caso me quedo. Tengo muchas ganas de ver un partido de Quidditch de Hogwarts. Cambiando de tema... ¿qué hay de lo de los ataques? ¿Está ya bien la chica?
-¡Mejor que bien! ¡Incluso se ha echado novio gracias al ataque!
-¡Hay que ver! –dijo Ron- Si cada vez que hubiera habido una agresión en Hogwarts me habría echado novia podría presumir de bastantes ¿no creéis?
Todos rieron y siguieron contándose anécdotas de cuando estaban en Hogwarts bajo la envidiosa mirada de Malfoy. ¿Por qué el no tenía amigos así? Crabbe y Goyle estaban a dos metros bajo tierra a saber en qué cementerio. Pansy Parkinson estaba en Azkaban y Millicent Bustrode seguía desaparecida después de 6 años. Y eso teniendo en cuanta que a aquella panda de borregos se les pudiera llamar amigos. Y luego estaba Blaise Zabini. Mientras que los demás se aterrorizaban cada vez de Malfoy les hablaba en un tono más alto, Zabini siempre le había retado. ¿Dónde estaría? Sería bueno hablar con él. Seguramente sería el dueño de algún club de striptease femenino.
-¡Malfoy! ¿Te parece bien?
-¿El qué?
-Que esta tarde de la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras Harry.
-Por mi no hay problema, pero no me los revoluciones mucho Potter, que a última hora tengo yo con los de quinto de Gryffindor y bastante hago ya con soportarlos.
-¿Soportarlos? –dijo Ron- ¡Mas bien debes decir soportarte! ¡Pociones el viernes a última hora de la tarde es lo peor del mundo! (N/A: esto lo saqué de mi vida real xq tengo matemáticas a esa hora!! :S Es horrible! Tanto para la profesora como para los alumnos)
Se sostuvieron sendas miradas de odio.
-Chicos, tengamos la fiesta en paz –dijo Hermione- No os pondréis a pelear como niños ¿no?
Los tres jóvenes miraron a Hermione como niños miran a su profesora avergonzados.
-Así me gusta.
* * *
A primera hora de la tarde los de quinto de Gryffindor estaban en el aula de Defensa Contra las Artes Oscuras esperando ansiosos. ¡Harry Potter les daría clase! A las tres en punto el aula estaba completamente llena. No faltaba ni un rezagado. Harry entró.
-Buenas tardes. Hermione me ha pedido que yo dé esta clase y la siguiente, que será con los de quinto de Hufflepuff. A mi nunca me gustó dar la clase seriamente, así que haced un circulo con las sillas. Yo estaré en medio.
Después de unos minutos de movimiento de sillas y demás, todos acabaron en silencio.
-Bien ahora que ya estamos os contaré lo que queráis, pero nada que tenga que ver con el día que acabé con Voldemort porque ya estoy harto de contarlo una y otra vez y además supongo que sabéis la historia ¿verdad? (Movimiento general de las cabezas de los alumnos de arriba a abajo) ¿Si esto...
-Adrienne Moore. ¿Qué es lo que más teme?
-A los dementores.
-¡A mi me atacó uno el otro día y es horrible!
-Si, Hermione ya me ha contado tu historia. Fuiste muy valiente. -Gracias.
[Silencio...]
-¡Oh está bien! –dijo Harry- Queréis que os cuente como acabé con Voldemort ¿verdad?
Asentimiento de cabezas y murmullos de "si".
-¡Siempre acabo contándolo!
Harry relató una vez más todo, con detalle, para la clase de quinceañeros que le escuchaba con cara de interés. Disponía de toda su atención. Harry estaba por terminar su relato cuando la campana sonó. Pero nadie se movió. Todos querían saber el final. Cinco minutos después estaban saliendo de la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras mientras lo de Hufflepuff entraban. Allí Adrienne se cruzó con Alex, al que miró con otros ojos. Hacía unos días el corazón se le hubiera puesto del revés con solo mirarle de cerca. Pero aquella vez eso no ocurrió. Si que notó algo raro en su interior, pero nada comparado con lo que sentía antes. Seguía encontrando a Alex tremendamente atractivo (N/A: jijiji ¿kien nop?) pero ya no era como antes. ¿Sería por Dick? ¿Dejaría a Dick por Alex si este le pidiera salir? Hacía unos días no habría dudado en dejarlo todo por Alex, pero ahora dudaba... Adrienne se encogió de hombros mientras entraba en la sala de Pociones quitándose de la cabeza aquella idea estúpida de que Alex le pediría salir, porque eso no ocurriría jamás.
-Veinte puntos menos para Gryffindor –dijo Malfoy- ¿Qué hacíais? ¿Es que la clase de Potter era TAN excitante que no podíais llegar a la hora? Baje la mano señorita Petterson (N/A: apellido de Karen porque no lo recordareis). No me hacen falta excusas.
-Pero...
-Cállese señorita Moore si no quiere que el castigo que termina esta tarde termine el próximo año. Pagina 209. Quiero la poción lista para el final de la clase.
Adrienne se puso a mirar la poción. No era ni muy complicada ni muy fácil. Consistía en mezclar todos los elementos y remover sin parar durante diez minutos. Comenzó a llenar su caldero con agua y lo puso al fuego. Cogió un poco de ralladura de caparazón de escreguto, plumas de hipogrifo, pelos de cancerbero y un poco de esencia de veela. Lo mezcló todo bien en el mortero durante muchos minutos. Aquella vez Malfoy no la dejaría en ridículo. Cuando el caldero hirvió echó todos los ingrediente de golpe, aunque picados, tal como indicaba el libro. Luego no dejó de remover en los diez minutos siguiente, mientras los vapores de su poción junto con la del resto de sus compañeros flotaban por la sofocante aula. Iba a tocar la campana que daba paso al fin de semana. Muchos de sus compañeros hablaban ya, pero ella aún no había terminado. Un minuto más y...
-Apagad los fuegos.
-¿Puedo continuar un poco más profesor Malfoy? Al fin y al cabo de me tengo que quedar de todas formas...
-He dicho apagad los fuegos.
Aún así Adrienne no lo apagó y siguió removiendo. Entre que sus compañeros recogían le daba tiempo a terminarla.
-¡Entrena duro Karen! –le gritó mientras su amiga salía por la puerta- ¡Mañana ya es el gran día!
Daniel le miró resentido y ella apartó la vista.
-No podéis seguir así Dani –dijo Karen.
-No me llames Dani, porque así me llamaba siempre Adrienne.
Karen puso los ojos en blanco.
-Está bien DANIEL. ¿Piensas hacer algo?
-¿El qué? No quiere volver a saber nada de mi.
-Adrienne perdona enseguida. Solo tendrías que pedírselo.
-¡Acabo de tener una idea genial!
-¿Qué se te ha ocurrido?
-No te lo pienso decir.
-¡Odio que la gente me haga esas cosas! ¡Es asqueroso!
-Paciencia, querida Karen, paciencia...
* * *
El partido de Quidditch entre Gryffindor y Hufflepuff estaba apunto de comenzar. Jack Simmons ocupaba el lugar del locutor, aunque su voz no resonaba por el campo aún. Sonaba música, sin embargo nadie escuchaba (N/A: como en el cine ponen antes de apagar las luces XP). Adrienne estaba sentada junto a Dick. Siempre había pensado que tendría que ver los partidos de aquel curso sola, pero no podía estar en mejor compañía. El equipo de Gryffindor y el de Hufflepuff salieron al campo y volaron hasta colocarse en sus puestos. Adrienne levantó su pulgar deseándole buena suerte a su amiga. Jack acababa de terminar de presentar al equipo de Hufflepuff y lo había hecho con Alejandro Montero, dando paso así a una multitud femenina gritando y aplaudiendo.
-Y por el equipo de Gryffindor –dijo Jack- tenemos a las tres cazadoras: Karen Petterson, Sandra Snorky y Miriam Decote. Los recién adquiridos golpeadores que hoy se estrenan son Daniel McClain y Paul Alester. Justin Lons es nuestro genial buscador y el capitán más serio del planeta: Dennis Affer.
Más aplausos. Cada vez que había partido de Quidditch en Hogwarts aquello era un desastre. La señora Hooch soltó los bludgers y el snith. Cogió el quaffle en la mano y lo lanzó al aire.
-Gryffindor lo tiene, pasa a Petterson. Se encamina a la meta ¡vamos Karen! ¡No! Hufflepuff se lo quita. Montero en posesión del quaffle. ¡Párala Dennis! 10-0 a favor de Hufflepuff. Saca Gryffindor. Snorky avanza deprisa, pasa a Decote, que devuelve, McClain intercepta un bludger, Petterson recoge el quaffle y ¡gol! 10-10
-¡¡¡VENGA CHICOS!!! –[Adrienne gritando como una loca]
Después de quince minutos de partido se habían marcado muchísimos goles. Hufflepuff ganaba por 70-50.
-¡Parada de Affer! Montero recibe, lo vuelve a intentar. Pero Snorky se lo quita. Esquiva un bludger, tiene a Montero pisándole de los talones. ¡Pásale a Karen! Petterson recibe avanza...y ¡parada! Fimmel (guardián de Hufflepuff) pasa a Yens (cazadora de Hufflepuff). ¡Un momento! ¡¡LOS BUSCADORES CAEN EN PICADO!! Más abajo, más abajo... Lons frena en seco y Trenm se estrella contra el suelo. ¡Bien hecho Justin! ¡Así se juega! Parece que Trenm no tiene más que una leve lesión, que se la cura enseguida la señora Pomfray. ¡Trenm vuelve al juego! Montero recupera para Hufflepuff, pero Petterson se la quita, pasa a Decote que marca un perfecto gol limpio. 70-60. ¿OTRA VEZ? Buscadores en picado, Lons adelanta, Trenm le sigue.
Después de varios minutos en los que todos seguían con la mirada a los buscadores Jack anunció el final del partido, con la captura del snitch por parte de los de Gryffindor. Mientras el estadio estallaba en vítores y aplausos un muchacho de quince años voló hasta la tribuna principal. Tomó el auricular que su amigo Jack le había dejado (N/A: los profes festejan, no se dan cuenta) y una voz se superpone a todas las demás.
-¡¡ADRIENNE PERDÓNAME!! ¡Me he portado fatal! ¡Retiro todo lo que dije de ti! ¡Eres la mejor amiga que se puede tener!
-¡Daniel McClain! –exclamó la voz de Hermione por el micrófono- Su vida personal no nos interesa. Trae aquí.
El altavoz se apagó y Daniel bajó volando con su escoba. Nada más pisar el suelo del campo una chica de húmedos ojos azules y cabello negro como la noche le tiró al suelo del abrazo tan grande que le dio.
* * *
La cena de aquella noche fue muy agradable para todos. Malfoy había desaparecido desde el partido, Adrienne y Daniel estaban perdonados, Gryffindor había ganado el partido... Daniel y Karen subieron a la sala común, mientras Adrienne se quedaba con Dick después de la cena. Estuvieron paseando, charlando, besándose... Finalmente a las diez y media tuvieron que volver a sus respectivas casas, ya que no podían estar más tiempo fuera. De camino a la torre Gryffindor Adrienne se encontró con Harry y con Hermione a los que saludó alegremente. Estos siguieron su camino bajando la escalera.
-¿Y qué tal estos tres meses de vacaciones? –le dijo Hermione.
-Bueno –respondió Harry encogiéndose de hombros- he hecho lo que hago siempre solo que en El Caribe. Debería buscarme un trabajo.
-¡A ti te cogerán de cualquier cosa!
-¡Mira quien fue a hablar! La barrendera del barrio –dijo Harry irónico.
-Si, pero a mi me ha costado mucho llegar a ser la directora de Hogwarts.
-Creía que entraste directamente en este puesto.
-Si, pero después de Hogwarts fui a la UME (Universidad Mágica Estatal) y me lo he tenido que currar mucho.
-Ya lo sé.
[Silencio incómodo] Y así, en silencio, llegaron hasta la habitación donde se quedaba a dormir Harry. Un despacho no muy grande, con una cama, un escritorio y un armario. Harry se tumbó en la cama e indicó a Hermione que hiciera lo propio.
-Endimir –dijo Hermione apuntando con su varita al techó de piedra que estaba sobre ellos. Este se transformó en el cielo, plagado de estrellas.
-Es precioso –dijo Harry.
Allí estaban los dos, mirando el "cielo" estrellado. Hermione miró los verdes ojos de Harry, reflejando miles de puntitos de luz. El moreno, al sentirse observado volvió la cara para encontrarse con la de Hermione. Se sonrieron mutuamente justo unos segundos antes de que sus labios se juntaran. Fue un beso corto, suave, más como una muestra de amistad que por otra cosa. Pero a ambos les gustó y querían ir más allá. Volvieron a besarse, profundizando el beso. Hermione abrió los ojos mientras separaba sus labios de los de Harry. El chico desabrochó la túnica de Hermione mientras esta hacía lo propio con la de Harry. Una vez despojados de las incómodas túnicas, volvieron a besarse. Hermione se montó a horcajadas sobre Harry mientras este le desabotonaba la fina blusa, que rozó suavemente la piel de la chica antes de caer al suelo. Se besaron una vez más, con más pasión aún y Harry se sacó la camiseta de algodón gris. Hermione se apoyó contra Harry, sintiendo su piel contra la suya. Y entonces se dio cuenta de lo que estaba haciendo.
-No Harry no podemos, no debemos...esto sería un error.
-¿Por qué? Tu quieres, yo quiero.
-No.
-Potter, te dejaste la carpeta en clase de Defensa Contra las Artes... ¡vaya! Bonita escena.
-No es lo que tu piensas Malfoy –dijo Hermione levantándose de la revuelta cama de Harry y recogiendo su blusa del suelo.
-¿Ah no? Potter sin camiseta, tu en sujetador, una cama...es obvio ¿no crees?
-Has venido a dejar la carpeta ¿no Malfoy? Pues déjala y no saques conclusiones donde no las haya. –dijo Hermione poniéndose la túnica.
Malfoy dejó la carpeta y salió de la habitación. Se dirigió a su despacho. Necesitaba sacar de su mente lo que acaba de ver. ¡Potter y Granger haciendo el amor! ¡Maldito Potter! Él llevaba intentando reclamar un poco de atención por parte de Hermione desde que el curso comenzara y se diera cuenta de lo mucho que había cambiado aquella muchachita. Y Potter llegaba y en un día conseguía llevarla a la cama. ¿Sería su físico? Draco descartó la idea, ya que ÉL era mucho más guapo que Potter. ¿Debía comportarse como un héroe para que Hermione le hiciera caso? Entonces recordó la cara de Hermione cuando supo que él había salvado a Adrienne Moore. Era como fascinación. Así que él no tendría nada que hacer compitiendo con el héroe entre los héroes: Harry Potter. Sacó una botella de whiskey de fuego de un cajón de su despacho y comenzó a beberla directamente de la botella. Debía olvidar a Hermione de cualquier forma. Llevaba un buen rato posando sus fríos labios en el cuello de la botella. Ya solo le quedaba un poco para acabarla. De pronto se levantó de la silla y salió de su despacho. Tambaleándose un poco llegó a la estatua del fénix.
-Reloj de sol –balbuceó.
El fénix giró dejando entrar así a un ebrio Draco Malfoy en la zona reservada a la directora. Se encaminó a su dormitorio. Tocó la puerta pero nadie respondió al otro lado. No era de sorprender. Eran más de la una de la mañana y Hermione se levantaba a las siete cada día. Draco abrió la puerta suavemente. Era el momento perfecto para decirle lo que sentía. Además, debido a la cantidad de whiskey tomada no era muy conciente de lo que hacía.
-¿Estás dormida?
La respuesta a esa pregunta era evidente, ya que la joven respiraba acompasadamente con los ojos cerrados. La luz dela luna se reflejaba en su cara y Malfoy la miraba como si de una princesa se tratara (N/A: me encanta cuando sale rima sin querer).
-¿Hermione?
La chica, evidentemente no dijo nada. Malfoy la movió un poco, pero ella no se inmutó.
-Tal vez sea mejor que nunca sepas lo que te voy a decir, porque soy demasiado cobarde para decírtelo a la cara. Por eso este momento es lo mejor, porque tu duermes y yo estoy borracho, así que seguramente ninguno recordará nada mañana. Hermione [^pensamiento^: ¿he dicho Hermione?] solo quiero que sepas que te has convertido en alguien muy importante para mi y no quiero que te quedes con Potter. Yo puedo hacerte mucho más feliz. Te quiero.
Se quedó unos instantes observándola, como si esperara una respuesta, aunque sabía que nunca la conseguiría. Salió del cuarto sigilosamente y cerró la puerta a sus espaldas.
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¡¡FIN DEL CHAPY 8!! Me costó un poco tenerlo listo, pero gracias a las geniales ideas de aLyXel lo terminé bien! Aunque creo q al final el fic tendrá más de 10 chapys...igual 12, no se. Ya veré. Aún quedan cosas por aclarar: como entró el dementor, como cambiaron los cuadros, porqué se suicidó Kevin Brials, porqué Dick se quedó con el colgante de Adrienne...todo esto y mucho más en pocos días. (me ha quedado demasiado anuncio ¿nop? XP)
Besazos!! ***MIKITA_WOOD***
PD2: Durante TODO el fic se me ha olvidado decir q no soy JK Rowling porq a mi no me pagan los dineros q gana ella con la saga Harry potter, q debe tener una piscina más grande q la del tío Gilito XD ¿Os acordais de la cámara que tenía llena de monedas, en donde iba a nadar? Pues así tiene JK, pero mucho más grande. Y a mi no me pagan nada!! :( Triste vida la del fanwriter. Bueno, de momento me conformo con vuestras reviews, los millones para después.
PD: Seguid la flecha (ahora si q si)
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