*^* Fe de errores: en el capitulo anterior, cuando Hermione está mirando a
Harry debería poner "el rubio, al sentirse observado..." no "el moreno, al
sentirse observado..." ya que Harry tiene el pelo teñido.
*^* Disclaimer: Yo no soy JK Rowling ni me pagan nada por que escriba esto, ni muchos de los personajes me pertenecen. Solo lo escribo para que lo leáis vosotros, los fans como yo.
*^* Siento haberme retrasado un poco, pero este chapy es más largo que los otros y siento no poder contestar a las reviews, pero bueno, ya lo hice mediante una review (+ o -) Sin más dilación os dejo con el capitulo 9 de "ES OTRA HISTORIA"
IX: Un diario, un secreto y un beso
-¿Sabéis qué? –le dijo Adrienne a Daniel y a Karen durante la cena- Harry Potter se va a quedar en Hogwarts hasta pasado Halloween.
-Era de suponer –dijo Daniel mordiendo su muslo de pollo- Lleva aquí más de una semana y ya ha dado clase de Defensa Contra las Artes Oscuras a todo Hogwarts. Solo queda otra semana más para Halloween.
-Ya tengo ganas de algún festejo –dijo Adrienne- Este curso está siendo duro. ¿Cuánto queda para los TIMOS?
-Hasta mayo nada –dijo Karen- ¡Qué lastima!
-Me parece que yo voy a ir muy mal –dijo Daniel- Suspendí el último examen de Pociones y también Historia de la Magia.
-Yo te ayudaré –le dijo Karen- ¿Qué sacaste?
-Un tres en Pociones y un cuatro en Historia de la Magia.
-Bueno, con que saques una media de bien ya apruebas. El día 31 tenemos examen de Pociones.
-¿Por qué siempre Malfoy solo se preocupa en molestarnos? –dijo Adrienne.
-Ya sabes, es la ley –dijo Daniel- Los mejores días siempre hay un examen: el día de Halloween, el último día antes de las vacaciones de Navidad...
-¿Tú que tal en pociones Adrienne? –le preguntó Karen.
-Bien. En la última poción Malfoy no tuvo otro remedio que ponerme un sobresaliente... :D
-¡Vaya!
-Si, pero en el teórico que suspendió Daniel saqué un cinco.
-Umm, entonces debemos repasar mucha teoría.
-¿Podemos dejar de hablar de notas y exámenes? –dijo Daniel- ¡Se me está atragantando la cena!
* * *
Mazmorra de Pociones. Día 31 de octubre. Tres y media de la tarde. Solo el sonido de las plumas rasgando el papel se escuchaba. Hacía frío y las paredes estaban húmedas, ya que llevaba lloviendo prácticamente todo el día. Karen había estado preparando a Daniel y a Adrienne para aquel examen mucho tiempo, por lo que les fue muy fácil. Se sabían todo. Cuando terminaron no podía estar más orgullosos. Se dirigieron a clase de Transformaciones, donde una acalorada Hermione llegó desacostumbradamente tarde. Tenía los ojos húmedos y las mejillas encendidas. Prefirieron no preguntar nada, ya que sabían que no les contestaría. Después de una clase tremendamente aburrida salieron al patio a dar una vuelta antes de subir a la sala común. Cuando Hermione estuvo sola, sacó un pequeño pergamino arrugado. Nuevas lágrimas corrieron por sus mejillas. Se dirigió lo más rápido posible a su despacho y se encerró allí. Se asomó a la ventana con el fin de que el aire frío le despajara la cabeza. Siguió llorando y llorando sin parar. Las lágrimas caían suavemente desde su cara para acabar cayendo en picado hacia el suelo. Pero una no se estrelló contra él. Una lágrima se cayó justo en la punta de la afilada nariz de Draco Malfoy. Este miró hacia arriba extrañado. El cielo estaba gris, pero no llovía. Además la gota era extraordinariamente cálida. Entonces descubrió a Hermione en la ventana de su despacho y no le hizo falta discurrir mucho para saber de donde provenía aquella gota. Se dirigió hacia allí. Tal vez tenía algo que contarle.
-¿Si? –dijo Hermione con la voz taponada respondiendo a la llamada de su puerta.
-Soy yo, Draco.
-¡MIERDA! –murmuró la chica.
Se secó las lágrimas y se sonó. No tenía muy buen aspecto. El rimel se le había corrido por las mejillas y sus grandes ojos castaños estaban hundidos y rojos.
-Pasa –se resignó a decir.
Draco entró y dejó sus libros y la carpeta sobre una silla cercana.
-¿Qué quieres?
-¿Es qué tengo que querer algo para venir a verte?
Hermione cogió aire.
-¿Y entonces para qué has venido? ¿Para ver mi estúpida cara? Haz el favor de dejarme sola.
-No. No lo haré hasta que no me digas que te pasa.
-¿Insinúas que me ocurre algo?
-Ummm... si. Pelo más enmarañado que de costumbre, rimel por la cara, ojos rojos, voz tomada... Yo diría que te pasa algo. Además una lágrima tuya se acaba de estrellar contra mi nariz.
-No es de cosas que te importen –dijo Hermione caminando hacia la puerta y abriéndola- Márchate.
-Supongo que esperabas a tu amado Potter, tu salvador, para que viniera a consolarte ¿verdad?
-A ver Malfoy. ¿No entiendes el inglés? ¡L-A-R-G-A-T-E!
-¿Y por qué no me lo cuentas a mi?
-¿Crees que tengo ganas de contarle algo privado al hombre que me hizo llorar todas las noches mientras cursaba séptimo?
Malfoy se quedó callado.
-¿Contento? Tu hiciste mi vida escolar un infierno. Siempre insultándome, dejándome por debajo de los demás... y yo era tan estúpida.
-¿Estúpida? Creía que sacaste los EXTASIS más altos del siglo.
-No me refiero a esa clase de estupidez. Aunque bueno, tu que sabrás. Déjame en paz.
-Está bien. Llamaré a Potter porque seguro que a él se lo cuentas todo. No haces otra cosa que chuparle el culo (N/A: en españa se usa mucho está expresión, no se si en Latinoamérica también, significa hacer todo lo que diga una persona).
-Da la casualidad de que Harry es mi amigo y nunca me ha tratado como un felpudo.
-¿Ah no? ¿Hermione me ayudas con los deberes? ¿Hermione terminas esta redacción por mi? Siempre he pensado que él y Weasley solo te utilizaban por ser la lista del curso, para tener los deberes garantizados.
-¿Pero pensaste alguna vez en mi en los siete años de curso? Pensaba que yo solo era la sangre-sucia pelo de fregona...
-Vale, era un niñato malcriado...
-Y lo sigues siendo.
-¿Crees que un niñato malcriado habría ido a donde la sangre-sucia pelo de fregona para que le contara por qué coño estaba llorando?
-Solo un niñato malcriado se mete en cosas que no le incumben. ¡Cállate ya y lárgate!
-¿Quieres que me vaya?
-¡Por fin me escuchas!
-¡Pues me voy!
-¡Ya era hora!
[Portazo] Hermione se dejó caer en el suelo. Estaba cansada, furiosa y triste. La noticia de que acababan de internar a Lupin en San Mungo le había dejado tremendamente vacía por dentro. Encima atacado por ex – mortifagos. Algo volvía a ir mal en el mundo mágico. En el fondo Malfoy tenía razón. Esperaba a Harry. Él siempre sabía hacerle sentirse mejor... no esa asquerosa sabandija platinada. ¿Qué le importaba? Para colmo, además de meterse en cosas que no le importaban había venido a recordarle cosas de las cuales no quería saber nada. Buscó en lo más profundo de su baúl y encontró un libro de tapas granates con letras en plateado donde ponía: "Hermione Granger" Era un regalo que Harry le hizo en su decimosexto cumpleaños. Lo cogió y lo tiró con fuerza lo más lejos que pudo. No sabía para que guardaba aquello. Salió de la habitación para ir a darle la nefasta noticia a Harry, porque, aunque no quería decirle nada de un modo u otro se acabaría enterando. Nada más la estatua del fénix regresó a su sitio, volvió a ser movida para que Draco Malfoy entrara. Tocó la puerta del despacho de Hermione. Después de unos segundos escuchando nada más que su propia respiración se decantó a decir:
-¿Granger? ¿Estás ahí?
No obtuvo respuesta alguna. Abrió la puerta suavemente. Allí, obviamente, no había nadie. Recogió su olvidada carpeta de la silla y se dispuso a ir. Pero un libro con letras de plata llamó su atención. Lo cogió entre sus manos y abrió una página al azar.
"14 de Diciembre de 1997,
Hoy hemos tenido excursión a Hogsmeade. Tenía ganas de volver, aunque ya lo tenga muy visto. Me lo paso bien con Harry y Ron, da igual donde estemos. Siempre me acaban arrancando una sonrisa. Aunque ahí tenía que estar Malfoy, como siempre, para amargarme el día. Y esta vez no era por uno de sus insultos (por mucho que intente que no me duelan lo hacen) sino por su compañía. Jessica Bessaine, 6º Ravenclaw, la chica más puta de todo el colegio. ¿Y por qué va con ella? Porque solo le interesa el físico. Usa a las chicas. Como está tan bueno... Por otro lado, hoy Dom me ha vuelto a pedir salir, para que pasara la tarde con él en Hogsmeade. Una vez más me he negado. ¡Qué pesado! Quedamos en que lo nuestro sería cosa de una tarde... Aunque pensándolo mejor, a lo mejor saliendo con él consigo dar celos a Malfoy. ¿Por qué siempre los más cretinos son los más atractivos? ¿Dónde está el chico dulce, amable, romántico, guapo, detallista, sincero y simpático? Hermi, baja de las nubes. Eso no existe. Solo tienes dos opciones: usar a Dom o buscarte otro."
Draco no podía creer lo que sus fríos ojos grises estaban leyendo. ¿Hermione Granger enamorada de él en séptimo curso? ¡Era la tontería más grande del mundo! Seguramente lo acabaría de escribir y lo había dejado allí a posta para que lo viera. Si, era lo más lógico. La puerta del despacho se abrió de golpe y Malfoy se asustó, porque de un modo u otro, lo que tenía entre sus manos era privado. Una chica de cabellos castaños y ojos miel le miró de arriba abajo.
-¿Se puede saber que haces aquí de nuevo Malfoy? Creía que te había quedado claro lo de: "LÁRGATE"
-Volví a por la carpeta, pero me encontré con algo mejor. Buen intento Granger, pero no pienses que voy a caer en la trampa.
Malfoy le lanzó el diario a Hermione q lo cogió al vuelo. Las niñas de los ojos de Hermione disminuyeron a causa del pánico. El pequeño libro se abrió en una página donde había una foto de un apuesto chico de diecisiete años, con el cabello rubio platino y unos ojos fríos como el hielo. Alrededor de él había varios corazones dibujados.
-¿Cómo te atreves? ¡Esto es privado!
-Venga Granger, esto no cuela. Es una broma muy mala.
Hermione suspiró aliviada.
-Tienes razón... lo dejé aquí a posta para que lo leyeras...
-¡A ver si maduramos!
Malfoy cogió de una vez por todas su carpeta y salió de la habitación. A pesar de que lo que acababa de leer no era muy coherente, no dejaba de tener una especie de zumbido en el cerebro, preguntándose si sería verdad o no.
* * *
-¡¡Piruletas gigantes!! –exclamó Adrienne- ¡Llevo esperándolas tanto tiempo!
-Adrienne, contrólate –le dijo Karen- El año pasado te comiste siete... y dado su tamaño...
-¡Pero es que solo hay un día!
-Al menos prométeme que la guardarás hasta que terminemos. ¡Odio verte comer el pollo con la piruleta!
-Está bien mami –le dijo Adrienne sacándole la lengua.
-Lo hago por tu bien.
Iban a dar las ocho, hora en la que comenzaría el banquete de Halloween. Todos los alumnos esperaban expectantes a que las mesas se llenaran a rebosar de cosas deliciosas. Cuando todo el salón estaba lleno Hermione, como directora, se puso en pie y dijo.
-Hoy es la noche de brujas, la noche más mágica del año. Espero que la cena sea de vuestro agrado y no os paséis con los dulces o tendremos colapsos en la enfermería. Sin más dilación, ¡que aproveche!
Las mesas se llenaron de comida, al tiempo que los platos y las copas comenzaban a tintinear. No se oía más que un murmullo sordo, fruto de las abundantes conversaciones todas mezcladas entre sí. Era una escena pintoresca. La cena de Halloween era siempre muy alegre en Hogwarts. Cuando todos habían acabado y Adrienne chupaba su tercera piruleta Hermione les indicó que tendrían que ir subiendo, al menos los pequeños. Después de otro rato más todos fueron enviados a sus salas comunes. De los bolsillos de Adrienne asomaban varios palos de madera y las piruletas chocaban entre ellas según subían la interminable escalera.
-Bosque nevado –dijo Karen, para que la señora gorda les dejara pasar.
Sean Cornwall, el prefecto de Gryffindor se acercó a Karen.
-Este sábado excursión a Hogsmeade. Me lo ha dicho Dick Morans.
Adrienne suspiró. Llevaba tiempo sin quedar con Dick. Aquel sábado sería la ocasión perfecta: juntos por Hogsmeade, de la mano, viendo tiendas, en las Tres Escobas...
-¿Hoy que día es? –preguntó Adrienne.
-31 de octubre –le dijo Daniel- ¡Si acabamos de venir del banquete!
-¡Me refiero a día de la semana!
-Jueves.
-Entonces queda poco.
-Me asombra tu capacidad de deducción.
-¿Cuándo dejarás de ser tan sarcástico Dani?
-Cuando dejes de comportarte como una niña.
Se sostuvieron una mirada de odio justo antes de echarse a reír.
* * *
El sábado por la mañana Adrienne se pasó dos horas enteras en el baño. Una vez volviera de desayunar se encerró allí y se duchó, se secó el pelo, se hizo planchas para dejarlo aún si cabe más liso, se puso mascarillas y se depiló. Después se vistió con el conjunto que llevaba eligiendo desde la noche anterior: una mini falda blanca (la cual combinaba perfectamente con las medias de rejilla negras), un jersey de cuello alto rosa claro y un abrigo largo negro, y botas hasta la rodilla negras. Se maquilló, se echó colonia y finalmente salió. Se miró en el espejo de cuerpo entero. Estaba radiante.
-¡Ya era hora! –exclamó Judy Kild, una de sus compañeras de cuarto- ¿Sabes? Yo también me tengo que duchar. Y Beth y Diane.
-Lo siento mucho de verdad. Se me fue el santo al cielo.
La puerta se abrió de golpe mientras Beth Hamilton se tapaba lo más rápido que podía con la túnica al tiempo que gritaba.
-¡Jack! –exclamó Adrienne- ¡Maldito cerdo pervertido! ¡Anda largo!
Adrienne empujó a Jack fuera.
-¡Necesito hablar con Judy!
-Pues tendrás que esperar. Está en la ducha. ¿No será más bien otra de tus tretas para vernos en ropa interior?
-Esta vez no, ya sabes que nunca lo haría tan obviamente. Aunque veo que a funcionado.
-No seas así. ¡Pobre Beth! -Bueno, ya le había visto antes. -¿Quieres decir que nos espías?
-A veces n_n
-¡¡SERÁS...
-¡Tú Simmons! –exclamó una chica de largo cabello rubio.
-Lo siento Sarah...
-¡Cállate!
[PLAF!!]
-Sarah, déjame que te explique... ¡maldita niña de papá! ¡Lárgate y que te compre un novio!
-¿Y eso Jack? ¿Qué te pasa con Sarah Blinks?
-Nada. Ahora nada. Para eso necesitaba a Judy, para que la distrajera, porque sabía que sino pasaría esto ¡Para tener un año menos pega fuerte!
-:D
-No te rías.
-¿Y qué le hiciste?
-Le dije que no quería salir con ella porque no quería novia en estos momentos y me pillo liándome con Kyla Abbot, que encima es su mejor amiga. Escándalo servido.
-¡No me extraña! No deberías tratar tan mal a las chicas Jack. Lo único que conseguirás será quedarte solo. Bueno, me voy a comer, que sino voy a llegar tarde. ¡Ni se te ocurra entrar! ¡Diane! Ocúpate tu de esto.
* * *
Adrienne y Dick paseaban por una de las muchas calles de Hogsmeade. Adrienne había recibido numerosas adulaciones de parte de su novio por haber ido a la cita tan guapa. El cielo otoñal dejó escapar unas gotas, por lo que casi todo el mundo de Hogwarts fue a Las Tres Escobas. Adrienne y Dick se pidieron unas cervezas de mantequilla, mientras Alex Montero se acercaba también a la barra acompañado de una chica muy guapa. Era Miranda Bessaine, hermana de Jessica Bessaine (N/A: Mirad el diario de Hermione), ambas famosas por salir con demasiados chicos y dejarse hacer de todo. Saludó a Dick y se fue con Alex.
-¿Saliste con ella? –le dijo Adrienne en cuanto se pusieron en una mesa.
-¿Con Miranda?
-¿Con quién sino?
-No he salido con ella, pero lo ha intentado. Creo que he sido el único que la ha rechazado.
-¿Y por qué Alex tiene que salir con ella?
-No lo sé.
-Yo sí. Porque los tíos buenos siempre salen con chicas así. Nunca van a por las normales. ¡Dan asco! Aunque tu debes ser la excepción que confirma la regla ¿no?
-Adrienne, tu no eres normal, tu eres una estrella en el firmamento, tu eres...
-¿Vas a dejar de decir estupideces?
-Intentaba hacerte un cumplido.
-Eres idiota... por eso me gustas tanto.
-¡No hay quien te entienda!
Adrienne y Dick se besaron bajo la gris mirada rota de un chico de quince años, tal vez demasiado alto y delgado para su edad. (N/A: Por si no situáis es Daniel :P)
* * *
Draco Malfoy paseaba por entre los desiertos pasillos de Hogwarts. Hermione le había dejado al cargo porque ella, Harry y Neville habían ido a visitar, junto con Ron, a Lupin, que estaba en San Mungo. Al parecer, mientras estaba en su condición de hombre lobo un muggle le disparó y le hirió gravemente el riñón. Por poco muere. Ahora se estaba recuperando, aunque ya fuera de peligro. Por esa razón se había planeado la excursión a Hogsmeade tan de pronto, para que Malfoy solo tuviera que vigilar a los de 1º, 2º y algunos otros que no fueran. De pronto la gran puerta de roble se abrió. Allí entró una mujer joven, calada de pies a cabeza, acompañada por un chico con una cicatriz en la frente, uno pelirrojo y otro de cara redonda. Todos ellos estaban empapados. Malfoy se escondió tras una columna, no tenía ganas de verlos.
-Cada uno a su habitación a cambiarse –ordenó Hermione- Ron, tu ve con Harry.
Malfoy esperó a que los golpes de los pies contra el suelo se desvanecieran. Era la ocasión perfecta para hacer como que iba a la habitación de Hermione por casualidad, a coger algo, y así encontrarla a ella cambiándose. (N/A: ¡pervertido! ;P) Draco se dirigió hacia la estatua del fénix, ("Reloj de sol") que le dejó pasar. No tocó la puerta de la habitación de Hermione, porque alegaría como excusa que no sabía que habían vuelto de San Mungo. Abrió la puerta y allí estaba Hermione, en ropa interior, de espaldas a Draco. Al oír la puerta de giró de golpe.
-¿¿SE PUEDE SABER QUE HACES MALDITO ASQUEROSO??
-Oh, lo siento, no sabía... yo... ¡perdón!
Malfoy cerró la puerta justo a tiempo de que Hermione viera la sonrisa en su rostro. Se puso a pensar en lo que había visto y se fijó en que había algo en la espalda de la chica, justo debajo de su hombro derecho. Una marca azulada. Un tatuaje. Quería verlo más de cerca, saber que era, porque dudaba que Hermione pudiera tener la marca tenebrosa. Se sentó en el suelo, en frente de la puerta del dormitorio de Hermione y allí estuvo un buen rato, escuchando nada más que el correr de los grifos. Después de que los grifos se cerraran estuvo a solas con sus pensamientos hasta que la puerta se abrió.
-¿Otra vez tú? ¿Qué querías? –le dijo Hermione evidentemente molesta.
-No era nada, simplemente estaba buscando mi pluma... la plateada... pensé que a lo mejor la tenías tú. No sabía que habíais vuelto.
-Pues no está en mi dormitorio. ¿Vas a venir a cenar?
Draco miró a Hermione. Se veía estupenda con el pelo mojado y oliendo a champú. Hermione miró a Draco. Se veía muy guapo allí sentado, casi como un pobre niño abandonado. No como el asqueroso chico que le había roto el corazón.
-¿Vas a venir a cenar? –le repitió Hermione.
-¿Qué es el tatuaje?
-No te interesa.
-¿Por qué nunca me cuentas nada?
-Tu y yo no somos nada para que te pueda contar algo. Además, ¿tú me cuentas algo a mi?
Draco se quedó callado.
-Veo que vas captando –le dijo Hermione quitando la mirada.
-Te contaré un secreto si me dices que es el tatuaje.
-No te lo pienso decir porque sería terriblemente vergonzoso.
-¿Qué es? ¿La marca tenebrosa?
-¡NO!
-¿Un elfo domestico desnudo? ¡Ya sabía yo que tanto amor por ellos no tenía que ser bueno!
-No es nada de eso Malfoy. Es un hada, sentada sobre la luna.
-¿Eso es todo? ¡No me lo creo! Eso no tiene nada de vergonzoso. ¡Déjamelo ver!
-¡No quiero!
Malfoy se puso en pie y empujó a Hermione contra la pared.
-Me haces daño Malfoy.
-¡Es que me haces rabiar!
-Malfoy suéltame.
Poco a poco Draco aflojó los dedos que los hombros de la chica.
-Lo siento.
De pronto Hermione echó a reír, bajo la sarcástica mirada de Malfoy.
-¡Mira que ponerte así por un tatuaje!
-¡Pues dime lo qué es!
-Está bien te lo enseñaré. Pero no digas nada a nadie. Ni si quiera Harry y Ron saben que lo llevo.
-Pensaba que te habías acostado con... ambos.
-No me he acostado con ninguno de ellos.
-¿Y lo de Potter el otro día?
-Ya te dije que no pasó nada.
Hermione decidió cambiar de tema.
-¿Quieres ver el tatuaje o no?
-¿Ahora estás ansiosa por enseñármelo?
-He considerado que a lo mejor te hace pensar. Pasa a mi habitación.
Draco pasó y se sentó resuelto sobre la cama con dosel de Hermione. Esta se quitó la túnica y se desabotonó la chaqueta y a continuación la blusa. Le dio la espalda a Malfoy y se apartó el pelo dejando al descubierto su hombro derecho. Malfoy bajó un poco la tira negra el sujetador y miró el tatuaje. En efecto era un hada sobre una luna menguante, pero alrededor de ella, en letras diminutas ponía: "Y te sigo buscando tanto y tu en mi nunca te has fijado"
-¿Y? –dijo Malfoy- ¿Dónde está la vergüenza?
-Da igual. Algún día lo entenderás.
Hermione se vistió de nuevo y ambos se dirigieron en silencio al Gran Comedor.
* * *
-He pensado que ya llevo demasiado tiempo siendo blando con vosotros –dijo Malfoy el lunes por la tarde a la clase de quinto- He puntuado los exámenes como si fueran uno del TIMO de Pociones. He de reconocer que hay dos alumnos que me han dejado muy asombrado.
Malfoy se fue paseando por entre los calderos entregando a cada alumno su correspondiente examen. Daniel tenía una A (Aceptable), Adrienne una S (Supera las expectativas) y Karen una E (Excelente).
-¡No está mal! –exclamó Adrienne- No está nada mal. ¿Cómo consigues sacar esas notazas Karen?
-Esforzándome.
-Trabajas de prefecta, en el equipo de Quidditch, en el club de astronomía y aún sacas tiempo para estudiar y hacer todos los deberes. ¡Y yo que no hago nada no lo encuentro!
-Moore, calladita –dijo Malfoy volviéndose de la pizarra en la cual acababa de terminar de escribir la última palabra- Bien. Devolvedme los exámenes y haced esta poción. Ya podéis ir aprovechando el tiempo porque no es fácil. Yo ahora vengo.
Malfoy salió del aula llevando el cuaderno con las notas de los exámenes bajo el brazo. Más que nada era una nueva excusa para poder ver de nuevo a Hermione. Últimamente no hacía otra cosa que pasarse por su despacho.
-¿Sí? –dijo Hermione al escuchar el "toc" de la puerta.
-Soy yo. Venía a que vieras estos resultados de la clase de 5º. La mayoría son pésimos, excepto un Excelente, de Karen Petterson y un Supera las expectativas de Moore.
Hermione se puso en pie y los ojeó con sus grandes ojos miel.
-Tendrás que prepararlos mejor en cuanto a teoría. ¿Tienes notas de la práctica?
-Si. Son algo mejores, pero también malas.
Draco pasó a la página anterior.
-Bueno, esto no está tan mal. Ya sabes, si hay que mandarles más deberes mándales, si hay que ponerles más exámenes pónselos. La cuestión es que se apliquen. ¿Tú no tienes clase con ellos ahora?
Hermione le tendió el cuaderno sin mirarlo a la cara, dejando que su cabello castaño cubriera su cara, como si tuviera miedo de ver a Draco. Al fin y al cabo no sabía por qué aquellos fríos ojos grises le hacían derretir por dentro.
-Si, será mejor que me marche...
Malfoy tomó el cuaderno pero no se movió. En realidad quería que Hermione le mirara a los ojos, porque hacía mucho tiempo que no lo hacía. Poco a poco la chica fue subiendo la mirada, pero como gobernada por un ataque de pánico la volvió a bajar. El atractivo rostro de Draco era demasiado para ella. No quería volver a caer en la trampa. Hermione se volteó deseando que para cuando se volviera a girar aquel asqueroso rubio platinado hubiera salido de la habitación. Contó hasta cinco y se dio la vuelta, suavemente. De pronto, unos labios finos se posaron en los suyos y notó como si todo su interior se convirtiera en fuego y estuviera a punto de salirle por la boca.
-¿Qué haces?
[PAFF!!] Draco se sostuvo la mejilla. Era la segunda vez que Hermione le hacía aquello y le dolió más que la anterior vez. Los ojos de la chica se llenaron de lágrimas.
-¿NO TIENES OTRA COSA QUE HACER QUE BURLARTE DE MI? Si, como siempre. No sabes hacer otra cosa. Eres lo peor Malfoy.
-Pero...yo...
Hermione le empujó fuera de su despacho y justo antes de cerrarle la puerta de dijo:
-Te odio.
*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^ *^
¡¡FIN DEL CHAPY 9!! Aissss!! Me da pena este final, de verdad. Me ha quedado más largo, aunque pensareis que muchas cosas se podrían suprimir (Jack en el dormitorio, las notas de los protagonistas) pero lo quería poner a propósito para conocer un poco mejor a los personajes. La frase del tatuaje de Hermione es de una canción de El Canto del Loco que se titula Son Sueños. ¡¡ES PRECIOSA!! Bueno, como todas las del canto, pero esta es como muy romántica. Os la recomiendo. Deberíais bajarla.
Ya se que no tiene que ver nada con Harry Potter ni con el fic, pero quiero publicarlo para que nunca se me olvide: ¡¡HOY HA NEVADO!! :D Si!! No es que yo sea muy forofa de la nieve, pero es bonito ver todo blankito n_n Lo que me ha costado llegar al cole!! Eran las 8:25 (como siempre que salgo) salgo de casa y casi me mato en el suelo, que estaba todo nieve congelada. Y para llegar hasta el cole tengo que subir por un montón de cuestas... la cuestión es que estoy a punto de subir la última (la más grande xq el cole está arriba) y me empiezo a resbalar andando como en cinta transportadora (vamos, q me quedaba en el sitio) y xq ha aparecido un amigo y la profesora que me he encontrado camino al cole que iba conmigo tambien me ha ayudado, que sino todavía sigo allí (y no me he estampado contra el suelo!! :D) Después de llegar hasta arriba a las 8:35 (entramos a y media y suelo llegar con el tiempo justo) ¡¡el cole estaba cerrado!! Enseguida lo han abierto :S y en clase estábamos 11 (hemos ido a los ordenadores), luego ha llegado el autobús a las 9 pasadas y ya estábamos 15 (hemos tenido lengua). Y a las 10 y cinco ha venido el último chico. Los otros tres ni rastro. (Somos pokisimos en mi clase como podeis ver *19*) Luego en el recreo hemos hecho peleas de bolas y demás. Ha sido un día especial, por eso lo kiero tener wardado, aunq a nadie le interese, pero yo me lo he pasado muy bien, aunque el camino al cole ha sido lo peor!! :/ Y lo malo es que dicen que esta noche va a helar mucho más!! ¿Cómo iré mañana? ¿Patinando? :P Si el fic no sigue es que me han hospitalizado por resbalarme de culo!! :P
***MIKITA_WOOD***
PD: El señor de los anillos, el retorno del rey 11 oscars de 11 nominaciones!!! :D:D:D
PD2: ¡¡¡¡REVIEWS POR FAVOR!!!! Solo seguid la flecha y dad a GO (a la tercera va la vencida! Juas!)
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*^* Disclaimer: Yo no soy JK Rowling ni me pagan nada por que escriba esto, ni muchos de los personajes me pertenecen. Solo lo escribo para que lo leáis vosotros, los fans como yo.
*^* Siento haberme retrasado un poco, pero este chapy es más largo que los otros y siento no poder contestar a las reviews, pero bueno, ya lo hice mediante una review (+ o -) Sin más dilación os dejo con el capitulo 9 de "ES OTRA HISTORIA"
IX: Un diario, un secreto y un beso
-¿Sabéis qué? –le dijo Adrienne a Daniel y a Karen durante la cena- Harry Potter se va a quedar en Hogwarts hasta pasado Halloween.
-Era de suponer –dijo Daniel mordiendo su muslo de pollo- Lleva aquí más de una semana y ya ha dado clase de Defensa Contra las Artes Oscuras a todo Hogwarts. Solo queda otra semana más para Halloween.
-Ya tengo ganas de algún festejo –dijo Adrienne- Este curso está siendo duro. ¿Cuánto queda para los TIMOS?
-Hasta mayo nada –dijo Karen- ¡Qué lastima!
-Me parece que yo voy a ir muy mal –dijo Daniel- Suspendí el último examen de Pociones y también Historia de la Magia.
-Yo te ayudaré –le dijo Karen- ¿Qué sacaste?
-Un tres en Pociones y un cuatro en Historia de la Magia.
-Bueno, con que saques una media de bien ya apruebas. El día 31 tenemos examen de Pociones.
-¿Por qué siempre Malfoy solo se preocupa en molestarnos? –dijo Adrienne.
-Ya sabes, es la ley –dijo Daniel- Los mejores días siempre hay un examen: el día de Halloween, el último día antes de las vacaciones de Navidad...
-¿Tú que tal en pociones Adrienne? –le preguntó Karen.
-Bien. En la última poción Malfoy no tuvo otro remedio que ponerme un sobresaliente... :D
-¡Vaya!
-Si, pero en el teórico que suspendió Daniel saqué un cinco.
-Umm, entonces debemos repasar mucha teoría.
-¿Podemos dejar de hablar de notas y exámenes? –dijo Daniel- ¡Se me está atragantando la cena!
* * *
Mazmorra de Pociones. Día 31 de octubre. Tres y media de la tarde. Solo el sonido de las plumas rasgando el papel se escuchaba. Hacía frío y las paredes estaban húmedas, ya que llevaba lloviendo prácticamente todo el día. Karen había estado preparando a Daniel y a Adrienne para aquel examen mucho tiempo, por lo que les fue muy fácil. Se sabían todo. Cuando terminaron no podía estar más orgullosos. Se dirigieron a clase de Transformaciones, donde una acalorada Hermione llegó desacostumbradamente tarde. Tenía los ojos húmedos y las mejillas encendidas. Prefirieron no preguntar nada, ya que sabían que no les contestaría. Después de una clase tremendamente aburrida salieron al patio a dar una vuelta antes de subir a la sala común. Cuando Hermione estuvo sola, sacó un pequeño pergamino arrugado. Nuevas lágrimas corrieron por sus mejillas. Se dirigió lo más rápido posible a su despacho y se encerró allí. Se asomó a la ventana con el fin de que el aire frío le despajara la cabeza. Siguió llorando y llorando sin parar. Las lágrimas caían suavemente desde su cara para acabar cayendo en picado hacia el suelo. Pero una no se estrelló contra él. Una lágrima se cayó justo en la punta de la afilada nariz de Draco Malfoy. Este miró hacia arriba extrañado. El cielo estaba gris, pero no llovía. Además la gota era extraordinariamente cálida. Entonces descubrió a Hermione en la ventana de su despacho y no le hizo falta discurrir mucho para saber de donde provenía aquella gota. Se dirigió hacia allí. Tal vez tenía algo que contarle.
-¿Si? –dijo Hermione con la voz taponada respondiendo a la llamada de su puerta.
-Soy yo, Draco.
-¡MIERDA! –murmuró la chica.
Se secó las lágrimas y se sonó. No tenía muy buen aspecto. El rimel se le había corrido por las mejillas y sus grandes ojos castaños estaban hundidos y rojos.
-Pasa –se resignó a decir.
Draco entró y dejó sus libros y la carpeta sobre una silla cercana.
-¿Qué quieres?
-¿Es qué tengo que querer algo para venir a verte?
Hermione cogió aire.
-¿Y entonces para qué has venido? ¿Para ver mi estúpida cara? Haz el favor de dejarme sola.
-No. No lo haré hasta que no me digas que te pasa.
-¿Insinúas que me ocurre algo?
-Ummm... si. Pelo más enmarañado que de costumbre, rimel por la cara, ojos rojos, voz tomada... Yo diría que te pasa algo. Además una lágrima tuya se acaba de estrellar contra mi nariz.
-No es de cosas que te importen –dijo Hermione caminando hacia la puerta y abriéndola- Márchate.
-Supongo que esperabas a tu amado Potter, tu salvador, para que viniera a consolarte ¿verdad?
-A ver Malfoy. ¿No entiendes el inglés? ¡L-A-R-G-A-T-E!
-¿Y por qué no me lo cuentas a mi?
-¿Crees que tengo ganas de contarle algo privado al hombre que me hizo llorar todas las noches mientras cursaba séptimo?
Malfoy se quedó callado.
-¿Contento? Tu hiciste mi vida escolar un infierno. Siempre insultándome, dejándome por debajo de los demás... y yo era tan estúpida.
-¿Estúpida? Creía que sacaste los EXTASIS más altos del siglo.
-No me refiero a esa clase de estupidez. Aunque bueno, tu que sabrás. Déjame en paz.
-Está bien. Llamaré a Potter porque seguro que a él se lo cuentas todo. No haces otra cosa que chuparle el culo (N/A: en españa se usa mucho está expresión, no se si en Latinoamérica también, significa hacer todo lo que diga una persona).
-Da la casualidad de que Harry es mi amigo y nunca me ha tratado como un felpudo.
-¿Ah no? ¿Hermione me ayudas con los deberes? ¿Hermione terminas esta redacción por mi? Siempre he pensado que él y Weasley solo te utilizaban por ser la lista del curso, para tener los deberes garantizados.
-¿Pero pensaste alguna vez en mi en los siete años de curso? Pensaba que yo solo era la sangre-sucia pelo de fregona...
-Vale, era un niñato malcriado...
-Y lo sigues siendo.
-¿Crees que un niñato malcriado habría ido a donde la sangre-sucia pelo de fregona para que le contara por qué coño estaba llorando?
-Solo un niñato malcriado se mete en cosas que no le incumben. ¡Cállate ya y lárgate!
-¿Quieres que me vaya?
-¡Por fin me escuchas!
-¡Pues me voy!
-¡Ya era hora!
[Portazo] Hermione se dejó caer en el suelo. Estaba cansada, furiosa y triste. La noticia de que acababan de internar a Lupin en San Mungo le había dejado tremendamente vacía por dentro. Encima atacado por ex – mortifagos. Algo volvía a ir mal en el mundo mágico. En el fondo Malfoy tenía razón. Esperaba a Harry. Él siempre sabía hacerle sentirse mejor... no esa asquerosa sabandija platinada. ¿Qué le importaba? Para colmo, además de meterse en cosas que no le importaban había venido a recordarle cosas de las cuales no quería saber nada. Buscó en lo más profundo de su baúl y encontró un libro de tapas granates con letras en plateado donde ponía: "Hermione Granger" Era un regalo que Harry le hizo en su decimosexto cumpleaños. Lo cogió y lo tiró con fuerza lo más lejos que pudo. No sabía para que guardaba aquello. Salió de la habitación para ir a darle la nefasta noticia a Harry, porque, aunque no quería decirle nada de un modo u otro se acabaría enterando. Nada más la estatua del fénix regresó a su sitio, volvió a ser movida para que Draco Malfoy entrara. Tocó la puerta del despacho de Hermione. Después de unos segundos escuchando nada más que su propia respiración se decantó a decir:
-¿Granger? ¿Estás ahí?
No obtuvo respuesta alguna. Abrió la puerta suavemente. Allí, obviamente, no había nadie. Recogió su olvidada carpeta de la silla y se dispuso a ir. Pero un libro con letras de plata llamó su atención. Lo cogió entre sus manos y abrió una página al azar.
"14 de Diciembre de 1997,
Hoy hemos tenido excursión a Hogsmeade. Tenía ganas de volver, aunque ya lo tenga muy visto. Me lo paso bien con Harry y Ron, da igual donde estemos. Siempre me acaban arrancando una sonrisa. Aunque ahí tenía que estar Malfoy, como siempre, para amargarme el día. Y esta vez no era por uno de sus insultos (por mucho que intente que no me duelan lo hacen) sino por su compañía. Jessica Bessaine, 6º Ravenclaw, la chica más puta de todo el colegio. ¿Y por qué va con ella? Porque solo le interesa el físico. Usa a las chicas. Como está tan bueno... Por otro lado, hoy Dom me ha vuelto a pedir salir, para que pasara la tarde con él en Hogsmeade. Una vez más me he negado. ¡Qué pesado! Quedamos en que lo nuestro sería cosa de una tarde... Aunque pensándolo mejor, a lo mejor saliendo con él consigo dar celos a Malfoy. ¿Por qué siempre los más cretinos son los más atractivos? ¿Dónde está el chico dulce, amable, romántico, guapo, detallista, sincero y simpático? Hermi, baja de las nubes. Eso no existe. Solo tienes dos opciones: usar a Dom o buscarte otro."
Draco no podía creer lo que sus fríos ojos grises estaban leyendo. ¿Hermione Granger enamorada de él en séptimo curso? ¡Era la tontería más grande del mundo! Seguramente lo acabaría de escribir y lo había dejado allí a posta para que lo viera. Si, era lo más lógico. La puerta del despacho se abrió de golpe y Malfoy se asustó, porque de un modo u otro, lo que tenía entre sus manos era privado. Una chica de cabellos castaños y ojos miel le miró de arriba abajo.
-¿Se puede saber que haces aquí de nuevo Malfoy? Creía que te había quedado claro lo de: "LÁRGATE"
-Volví a por la carpeta, pero me encontré con algo mejor. Buen intento Granger, pero no pienses que voy a caer en la trampa.
Malfoy le lanzó el diario a Hermione q lo cogió al vuelo. Las niñas de los ojos de Hermione disminuyeron a causa del pánico. El pequeño libro se abrió en una página donde había una foto de un apuesto chico de diecisiete años, con el cabello rubio platino y unos ojos fríos como el hielo. Alrededor de él había varios corazones dibujados.
-¿Cómo te atreves? ¡Esto es privado!
-Venga Granger, esto no cuela. Es una broma muy mala.
Hermione suspiró aliviada.
-Tienes razón... lo dejé aquí a posta para que lo leyeras...
-¡A ver si maduramos!
Malfoy cogió de una vez por todas su carpeta y salió de la habitación. A pesar de que lo que acababa de leer no era muy coherente, no dejaba de tener una especie de zumbido en el cerebro, preguntándose si sería verdad o no.
* * *
-¡¡Piruletas gigantes!! –exclamó Adrienne- ¡Llevo esperándolas tanto tiempo!
-Adrienne, contrólate –le dijo Karen- El año pasado te comiste siete... y dado su tamaño...
-¡Pero es que solo hay un día!
-Al menos prométeme que la guardarás hasta que terminemos. ¡Odio verte comer el pollo con la piruleta!
-Está bien mami –le dijo Adrienne sacándole la lengua.
-Lo hago por tu bien.
Iban a dar las ocho, hora en la que comenzaría el banquete de Halloween. Todos los alumnos esperaban expectantes a que las mesas se llenaran a rebosar de cosas deliciosas. Cuando todo el salón estaba lleno Hermione, como directora, se puso en pie y dijo.
-Hoy es la noche de brujas, la noche más mágica del año. Espero que la cena sea de vuestro agrado y no os paséis con los dulces o tendremos colapsos en la enfermería. Sin más dilación, ¡que aproveche!
Las mesas se llenaron de comida, al tiempo que los platos y las copas comenzaban a tintinear. No se oía más que un murmullo sordo, fruto de las abundantes conversaciones todas mezcladas entre sí. Era una escena pintoresca. La cena de Halloween era siempre muy alegre en Hogwarts. Cuando todos habían acabado y Adrienne chupaba su tercera piruleta Hermione les indicó que tendrían que ir subiendo, al menos los pequeños. Después de otro rato más todos fueron enviados a sus salas comunes. De los bolsillos de Adrienne asomaban varios palos de madera y las piruletas chocaban entre ellas según subían la interminable escalera.
-Bosque nevado –dijo Karen, para que la señora gorda les dejara pasar.
Sean Cornwall, el prefecto de Gryffindor se acercó a Karen.
-Este sábado excursión a Hogsmeade. Me lo ha dicho Dick Morans.
Adrienne suspiró. Llevaba tiempo sin quedar con Dick. Aquel sábado sería la ocasión perfecta: juntos por Hogsmeade, de la mano, viendo tiendas, en las Tres Escobas...
-¿Hoy que día es? –preguntó Adrienne.
-31 de octubre –le dijo Daniel- ¡Si acabamos de venir del banquete!
-¡Me refiero a día de la semana!
-Jueves.
-Entonces queda poco.
-Me asombra tu capacidad de deducción.
-¿Cuándo dejarás de ser tan sarcástico Dani?
-Cuando dejes de comportarte como una niña.
Se sostuvieron una mirada de odio justo antes de echarse a reír.
* * *
El sábado por la mañana Adrienne se pasó dos horas enteras en el baño. Una vez volviera de desayunar se encerró allí y se duchó, se secó el pelo, se hizo planchas para dejarlo aún si cabe más liso, se puso mascarillas y se depiló. Después se vistió con el conjunto que llevaba eligiendo desde la noche anterior: una mini falda blanca (la cual combinaba perfectamente con las medias de rejilla negras), un jersey de cuello alto rosa claro y un abrigo largo negro, y botas hasta la rodilla negras. Se maquilló, se echó colonia y finalmente salió. Se miró en el espejo de cuerpo entero. Estaba radiante.
-¡Ya era hora! –exclamó Judy Kild, una de sus compañeras de cuarto- ¿Sabes? Yo también me tengo que duchar. Y Beth y Diane.
-Lo siento mucho de verdad. Se me fue el santo al cielo.
La puerta se abrió de golpe mientras Beth Hamilton se tapaba lo más rápido que podía con la túnica al tiempo que gritaba.
-¡Jack! –exclamó Adrienne- ¡Maldito cerdo pervertido! ¡Anda largo!
Adrienne empujó a Jack fuera.
-¡Necesito hablar con Judy!
-Pues tendrás que esperar. Está en la ducha. ¿No será más bien otra de tus tretas para vernos en ropa interior?
-Esta vez no, ya sabes que nunca lo haría tan obviamente. Aunque veo que a funcionado.
-No seas así. ¡Pobre Beth! -Bueno, ya le había visto antes. -¿Quieres decir que nos espías?
-A veces n_n
-¡¡SERÁS...
-¡Tú Simmons! –exclamó una chica de largo cabello rubio.
-Lo siento Sarah...
-¡Cállate!
[PLAF!!]
-Sarah, déjame que te explique... ¡maldita niña de papá! ¡Lárgate y que te compre un novio!
-¿Y eso Jack? ¿Qué te pasa con Sarah Blinks?
-Nada. Ahora nada. Para eso necesitaba a Judy, para que la distrajera, porque sabía que sino pasaría esto ¡Para tener un año menos pega fuerte!
-:D
-No te rías.
-¿Y qué le hiciste?
-Le dije que no quería salir con ella porque no quería novia en estos momentos y me pillo liándome con Kyla Abbot, que encima es su mejor amiga. Escándalo servido.
-¡No me extraña! No deberías tratar tan mal a las chicas Jack. Lo único que conseguirás será quedarte solo. Bueno, me voy a comer, que sino voy a llegar tarde. ¡Ni se te ocurra entrar! ¡Diane! Ocúpate tu de esto.
* * *
Adrienne y Dick paseaban por una de las muchas calles de Hogsmeade. Adrienne había recibido numerosas adulaciones de parte de su novio por haber ido a la cita tan guapa. El cielo otoñal dejó escapar unas gotas, por lo que casi todo el mundo de Hogwarts fue a Las Tres Escobas. Adrienne y Dick se pidieron unas cervezas de mantequilla, mientras Alex Montero se acercaba también a la barra acompañado de una chica muy guapa. Era Miranda Bessaine, hermana de Jessica Bessaine (N/A: Mirad el diario de Hermione), ambas famosas por salir con demasiados chicos y dejarse hacer de todo. Saludó a Dick y se fue con Alex.
-¿Saliste con ella? –le dijo Adrienne en cuanto se pusieron en una mesa.
-¿Con Miranda?
-¿Con quién sino?
-No he salido con ella, pero lo ha intentado. Creo que he sido el único que la ha rechazado.
-¿Y por qué Alex tiene que salir con ella?
-No lo sé.
-Yo sí. Porque los tíos buenos siempre salen con chicas así. Nunca van a por las normales. ¡Dan asco! Aunque tu debes ser la excepción que confirma la regla ¿no?
-Adrienne, tu no eres normal, tu eres una estrella en el firmamento, tu eres...
-¿Vas a dejar de decir estupideces?
-Intentaba hacerte un cumplido.
-Eres idiota... por eso me gustas tanto.
-¡No hay quien te entienda!
Adrienne y Dick se besaron bajo la gris mirada rota de un chico de quince años, tal vez demasiado alto y delgado para su edad. (N/A: Por si no situáis es Daniel :P)
* * *
Draco Malfoy paseaba por entre los desiertos pasillos de Hogwarts. Hermione le había dejado al cargo porque ella, Harry y Neville habían ido a visitar, junto con Ron, a Lupin, que estaba en San Mungo. Al parecer, mientras estaba en su condición de hombre lobo un muggle le disparó y le hirió gravemente el riñón. Por poco muere. Ahora se estaba recuperando, aunque ya fuera de peligro. Por esa razón se había planeado la excursión a Hogsmeade tan de pronto, para que Malfoy solo tuviera que vigilar a los de 1º, 2º y algunos otros que no fueran. De pronto la gran puerta de roble se abrió. Allí entró una mujer joven, calada de pies a cabeza, acompañada por un chico con una cicatriz en la frente, uno pelirrojo y otro de cara redonda. Todos ellos estaban empapados. Malfoy se escondió tras una columna, no tenía ganas de verlos.
-Cada uno a su habitación a cambiarse –ordenó Hermione- Ron, tu ve con Harry.
Malfoy esperó a que los golpes de los pies contra el suelo se desvanecieran. Era la ocasión perfecta para hacer como que iba a la habitación de Hermione por casualidad, a coger algo, y así encontrarla a ella cambiándose. (N/A: ¡pervertido! ;P) Draco se dirigió hacia la estatua del fénix, ("Reloj de sol") que le dejó pasar. No tocó la puerta de la habitación de Hermione, porque alegaría como excusa que no sabía que habían vuelto de San Mungo. Abrió la puerta y allí estaba Hermione, en ropa interior, de espaldas a Draco. Al oír la puerta de giró de golpe.
-¿¿SE PUEDE SABER QUE HACES MALDITO ASQUEROSO??
-Oh, lo siento, no sabía... yo... ¡perdón!
Malfoy cerró la puerta justo a tiempo de que Hermione viera la sonrisa en su rostro. Se puso a pensar en lo que había visto y se fijó en que había algo en la espalda de la chica, justo debajo de su hombro derecho. Una marca azulada. Un tatuaje. Quería verlo más de cerca, saber que era, porque dudaba que Hermione pudiera tener la marca tenebrosa. Se sentó en el suelo, en frente de la puerta del dormitorio de Hermione y allí estuvo un buen rato, escuchando nada más que el correr de los grifos. Después de que los grifos se cerraran estuvo a solas con sus pensamientos hasta que la puerta se abrió.
-¿Otra vez tú? ¿Qué querías? –le dijo Hermione evidentemente molesta.
-No era nada, simplemente estaba buscando mi pluma... la plateada... pensé que a lo mejor la tenías tú. No sabía que habíais vuelto.
-Pues no está en mi dormitorio. ¿Vas a venir a cenar?
Draco miró a Hermione. Se veía estupenda con el pelo mojado y oliendo a champú. Hermione miró a Draco. Se veía muy guapo allí sentado, casi como un pobre niño abandonado. No como el asqueroso chico que le había roto el corazón.
-¿Vas a venir a cenar? –le repitió Hermione.
-¿Qué es el tatuaje?
-No te interesa.
-¿Por qué nunca me cuentas nada?
-Tu y yo no somos nada para que te pueda contar algo. Además, ¿tú me cuentas algo a mi?
Draco se quedó callado.
-Veo que vas captando –le dijo Hermione quitando la mirada.
-Te contaré un secreto si me dices que es el tatuaje.
-No te lo pienso decir porque sería terriblemente vergonzoso.
-¿Qué es? ¿La marca tenebrosa?
-¡NO!
-¿Un elfo domestico desnudo? ¡Ya sabía yo que tanto amor por ellos no tenía que ser bueno!
-No es nada de eso Malfoy. Es un hada, sentada sobre la luna.
-¿Eso es todo? ¡No me lo creo! Eso no tiene nada de vergonzoso. ¡Déjamelo ver!
-¡No quiero!
Malfoy se puso en pie y empujó a Hermione contra la pared.
-Me haces daño Malfoy.
-¡Es que me haces rabiar!
-Malfoy suéltame.
Poco a poco Draco aflojó los dedos que los hombros de la chica.
-Lo siento.
De pronto Hermione echó a reír, bajo la sarcástica mirada de Malfoy.
-¡Mira que ponerte así por un tatuaje!
-¡Pues dime lo qué es!
-Está bien te lo enseñaré. Pero no digas nada a nadie. Ni si quiera Harry y Ron saben que lo llevo.
-Pensaba que te habías acostado con... ambos.
-No me he acostado con ninguno de ellos.
-¿Y lo de Potter el otro día?
-Ya te dije que no pasó nada.
Hermione decidió cambiar de tema.
-¿Quieres ver el tatuaje o no?
-¿Ahora estás ansiosa por enseñármelo?
-He considerado que a lo mejor te hace pensar. Pasa a mi habitación.
Draco pasó y se sentó resuelto sobre la cama con dosel de Hermione. Esta se quitó la túnica y se desabotonó la chaqueta y a continuación la blusa. Le dio la espalda a Malfoy y se apartó el pelo dejando al descubierto su hombro derecho. Malfoy bajó un poco la tira negra el sujetador y miró el tatuaje. En efecto era un hada sobre una luna menguante, pero alrededor de ella, en letras diminutas ponía: "Y te sigo buscando tanto y tu en mi nunca te has fijado"
-¿Y? –dijo Malfoy- ¿Dónde está la vergüenza?
-Da igual. Algún día lo entenderás.
Hermione se vistió de nuevo y ambos se dirigieron en silencio al Gran Comedor.
* * *
-He pensado que ya llevo demasiado tiempo siendo blando con vosotros –dijo Malfoy el lunes por la tarde a la clase de quinto- He puntuado los exámenes como si fueran uno del TIMO de Pociones. He de reconocer que hay dos alumnos que me han dejado muy asombrado.
Malfoy se fue paseando por entre los calderos entregando a cada alumno su correspondiente examen. Daniel tenía una A (Aceptable), Adrienne una S (Supera las expectativas) y Karen una E (Excelente).
-¡No está mal! –exclamó Adrienne- No está nada mal. ¿Cómo consigues sacar esas notazas Karen?
-Esforzándome.
-Trabajas de prefecta, en el equipo de Quidditch, en el club de astronomía y aún sacas tiempo para estudiar y hacer todos los deberes. ¡Y yo que no hago nada no lo encuentro!
-Moore, calladita –dijo Malfoy volviéndose de la pizarra en la cual acababa de terminar de escribir la última palabra- Bien. Devolvedme los exámenes y haced esta poción. Ya podéis ir aprovechando el tiempo porque no es fácil. Yo ahora vengo.
Malfoy salió del aula llevando el cuaderno con las notas de los exámenes bajo el brazo. Más que nada era una nueva excusa para poder ver de nuevo a Hermione. Últimamente no hacía otra cosa que pasarse por su despacho.
-¿Sí? –dijo Hermione al escuchar el "toc" de la puerta.
-Soy yo. Venía a que vieras estos resultados de la clase de 5º. La mayoría son pésimos, excepto un Excelente, de Karen Petterson y un Supera las expectativas de Moore.
Hermione se puso en pie y los ojeó con sus grandes ojos miel.
-Tendrás que prepararlos mejor en cuanto a teoría. ¿Tienes notas de la práctica?
-Si. Son algo mejores, pero también malas.
Draco pasó a la página anterior.
-Bueno, esto no está tan mal. Ya sabes, si hay que mandarles más deberes mándales, si hay que ponerles más exámenes pónselos. La cuestión es que se apliquen. ¿Tú no tienes clase con ellos ahora?
Hermione le tendió el cuaderno sin mirarlo a la cara, dejando que su cabello castaño cubriera su cara, como si tuviera miedo de ver a Draco. Al fin y al cabo no sabía por qué aquellos fríos ojos grises le hacían derretir por dentro.
-Si, será mejor que me marche...
Malfoy tomó el cuaderno pero no se movió. En realidad quería que Hermione le mirara a los ojos, porque hacía mucho tiempo que no lo hacía. Poco a poco la chica fue subiendo la mirada, pero como gobernada por un ataque de pánico la volvió a bajar. El atractivo rostro de Draco era demasiado para ella. No quería volver a caer en la trampa. Hermione se volteó deseando que para cuando se volviera a girar aquel asqueroso rubio platinado hubiera salido de la habitación. Contó hasta cinco y se dio la vuelta, suavemente. De pronto, unos labios finos se posaron en los suyos y notó como si todo su interior se convirtiera en fuego y estuviera a punto de salirle por la boca.
-¿Qué haces?
[PAFF!!] Draco se sostuvo la mejilla. Era la segunda vez que Hermione le hacía aquello y le dolió más que la anterior vez. Los ojos de la chica se llenaron de lágrimas.
-¿NO TIENES OTRA COSA QUE HACER QUE BURLARTE DE MI? Si, como siempre. No sabes hacer otra cosa. Eres lo peor Malfoy.
-Pero...yo...
Hermione le empujó fuera de su despacho y justo antes de cerrarle la puerta de dijo:
-Te odio.
*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^*^ *^
¡¡FIN DEL CHAPY 9!! Aissss!! Me da pena este final, de verdad. Me ha quedado más largo, aunque pensareis que muchas cosas se podrían suprimir (Jack en el dormitorio, las notas de los protagonistas) pero lo quería poner a propósito para conocer un poco mejor a los personajes. La frase del tatuaje de Hermione es de una canción de El Canto del Loco que se titula Son Sueños. ¡¡ES PRECIOSA!! Bueno, como todas las del canto, pero esta es como muy romántica. Os la recomiendo. Deberíais bajarla.
Ya se que no tiene que ver nada con Harry Potter ni con el fic, pero quiero publicarlo para que nunca se me olvide: ¡¡HOY HA NEVADO!! :D Si!! No es que yo sea muy forofa de la nieve, pero es bonito ver todo blankito n_n Lo que me ha costado llegar al cole!! Eran las 8:25 (como siempre que salgo) salgo de casa y casi me mato en el suelo, que estaba todo nieve congelada. Y para llegar hasta el cole tengo que subir por un montón de cuestas... la cuestión es que estoy a punto de subir la última (la más grande xq el cole está arriba) y me empiezo a resbalar andando como en cinta transportadora (vamos, q me quedaba en el sitio) y xq ha aparecido un amigo y la profesora que me he encontrado camino al cole que iba conmigo tambien me ha ayudado, que sino todavía sigo allí (y no me he estampado contra el suelo!! :D) Después de llegar hasta arriba a las 8:35 (entramos a y media y suelo llegar con el tiempo justo) ¡¡el cole estaba cerrado!! Enseguida lo han abierto :S y en clase estábamos 11 (hemos ido a los ordenadores), luego ha llegado el autobús a las 9 pasadas y ya estábamos 15 (hemos tenido lengua). Y a las 10 y cinco ha venido el último chico. Los otros tres ni rastro. (Somos pokisimos en mi clase como podeis ver *19*) Luego en el recreo hemos hecho peleas de bolas y demás. Ha sido un día especial, por eso lo kiero tener wardado, aunq a nadie le interese, pero yo me lo he pasado muy bien, aunque el camino al cole ha sido lo peor!! :/ Y lo malo es que dicen que esta noche va a helar mucho más!! ¿Cómo iré mañana? ¿Patinando? :P Si el fic no sigue es que me han hospitalizado por resbalarme de culo!! :P
***MIKITA_WOOD***
PD: El señor de los anillos, el retorno del rey 11 oscars de 11 nominaciones!!! :D:D:D
PD2: ¡¡¡¡REVIEWS POR FAVOR!!!! Solo seguid la flecha y dad a GO (a la tercera va la vencida! Juas!)
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