Fe de errores: de nuevo fallitos que se me quedan x ahí!! . Le cambié de sexo a Daniel en plena declaración xP "en primero era demasiado pequeña....." ¡¡a ver que se pensó Adrienne!! ;) Me comí una línea en la traducción de la canción ¬¬ en fin!

Disclaimer: NO SOY JKR Ya me he cansado de repetirlo pero las normas son las normas...... ¬¬ Personajes suyos balbalbla, algunos mios blablabla

Bueno, como bien todos sabeis y con solo mirar el título....... ¡se acabó lo que se daba!

XV: Todo principio tienen un fin

Adrienne se sentó junto a Daniel. Se abrazó a las rodillas porque hacía frío. Los labios del muchacho tenían un color a mitad de camino entre el gris y el morado, debido al frío que llevaba soportando.

-Vamos dentro Daniel –le dijo Adrienne- Te estás helando. ¿Dónde está tu capa? ¿Y tu jersey?
-No los quiero.
-Anda, no digas tonterías, te estás muriendo de frío. ¡Estamos en diciembre! Ten mi capa.
-Déjalo Adrienne.

Como de costumbre la chica no hizo caso de lo que le decían y le pasó su capa por encima de los hombros.

-¿Y bien? –dijo Adrienne con la voz un poco temblorosa por el frío- ¿No vas a decirme nada?
-¿Para qué? No tengo nada que decirte.
-¿Y la carta?
-¡Vaya! ¡Por fin la nombras!
-¿Qué? Mira la acabo de abrir...
-Claro, la carta de Dick era mucho más importante que la mía y la apartaste hasta hoy. ¿Verdad?

Adrienne no dijo nada, porque no sabía que decir. Decidió cambiar de tema.

-¿Y entonces para qué me dices que me reúna contigo? ¿Para ver como te hielas?

Esta vez fue Daniel el que se quedó sin palabras. Sus miradas se cruzaron por un instante.

-¡Si te vas a quedar callado me voy!

Adrienne se levantó y se dispuso a dar media vuelta pero una mano fría la tomó del brazo.

-Quédate conmigo, Adrienne –dijo Daniel con un hilillo de voz.

(N/A: :'))

Draco caminaba hacia el Gran Comedor algo nervioso. Su espalda seguía llena de sudor frío y tenía un agudo dolor en la ceja y en el labio. Se sentía confuso, quería que Hermione le viera pero al mismo tiempo deseaba ocultarse de todos. Finalmente cogió aire y entró. Caminó entre la mesa de Gryffindor y Ravenclaw deprisa, no quería que nadie se fijara en él. En cuanto se puso cara al salón sus miedos se disiparon de golpe. El era un Malfoy y los Malfoy eran todo menos vergonzosos. La joven que se sentaba a su lado miraba anonadada las dos bolitas metálicas que asomaban por cada lado de la ceja izquierda y el aro que adornaba la parte derecha de sus finos labios.

-¿Draco? –dijo Hermione sorprendida- ¿y los piercings?
-Cambio de look –se limitó a decir este.

Harry, que se sentaba al otro lado de Hermione rió un poco. Después de pasar una buena sesión en la enfermería, Hermione le había ofrecido a Harry el puesto de profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, por eso se sentaba en la mesa de profesores. Draco le puso cara de asco, lo cual le hizo tirar del labio y le dolió. No estaba acostumbrado a llevar hierros en la cara.

La cena no fue una que todos recordarán por ser muy especial. Karen estaba preocupada por Adrienne porque no la había visto y sabía que llegaba aquella tarde. También estaba preocupada por Daniel porque no había ido al entrenamiento. En la mesa de Slytherin el chico más popular apenas comía nada, pensando en Adrienne. Le odiaba. Y no era para menos... Lo mejor era quitársela de la cabeza. A lo mejor debía volver con Miranda y olvidarse de Adrienne. No podía...

Adrienne Moore no se encontraba precisamente pensando en Dick Morans. Estaba más interesada en saber que había dentro de Daniel McClain. Temblaba de frío, de nervios y de exasperación. Miró de nuevo a Daniel. Volvía a estar callado y observando los terrenos. Al parecer no quería nada más que tenerla allí, pendiente de sus palabras.

-Dani... ¿qué quieres? ¿Qué te mire? ¿Qué te diga algo? ¡Tu eres el que tienes que explicarme cosas a mi!
-Adrienne, todo está en la carta.
-¿Pero que quieres? ¿Qué salgamos? ¿Qué sigamos siendo amigos? Yo... Mira no estoy preparada, Daniel. Yo no quiero que lo que teníamos cambie...
-Ya ha cambiado.
-Pero... es que...
-Sí, lo sé. Tu no quieres nada conmigo.
-No es eso...
-Sí lo es. Y no quieres que nuestra amistad se rompa por culpa de mis sentimientos.

Adrienne quedó en silencio. ¿Qué podía hacer? No quería herir a Daniel, pero tampoco quería salir con él.

-¿Por qué te has tenido que enamorar de mi? –murmuró Adrienne con lágrimas en los ojos.
-No te quiero comprometer. No quiero que sufras. Solo quería que supieses lo que verdaderamente siento por ti...

Las lágrimas empezaron a correr por las mejillas de Adrienne haciéndole daño, porque las tenía muy frías y las lágrimas eran demasiado cálidas. No sabía muy bien por qué lloraba, tal vez dudas, rabia, tristeza... Daniel se dio cuenta e hizo algo que Adrienne pensó que nunca haría en su vida: la abrazó. Estaba frío y temblaba, más de nervios que por los cero grados que había.

-Sabía que llorarías... eres demasiado blanda Adrienne –le susurró.
-Tú lloraste por mi. O no sé si fue una ilusión.
-¿Qué?
-Si, cuando yo estaba en san mungo, entre la vida y la muerte vi unas imágenes. Y tú estabas llorando... en Clase de Criaturas Mágicas... y no creo que fuera por otra cosa que por lo que me había pasado a mi. Hay veces que dejarse llevar por los sentimientos no es malo.
-Yo me dejé llevar por ellos y ahora te estoy haciendo sufrir.

Adrienne miró hacia arriba y su húmeda mirada azul se cruzó con la gris de Daniel, que parecía de mármol. Este la apretó con más fuerza.

-Siempre he querido hacer esto Adrienne.

Los alumnos estaban saliendo del Gran comedor mientras Karen buscaba en todas direcciones. No tenía la menor idea de dónde podrían estar sus amigos. Caminaba distraída, lo cual hizo que por poco se cayera al suelo cuando Draco pasó a su lado como una exhalación. Estaba de muy mal humor. Se dirigió lo más rápido que pudo a su despacho, maldiciendo a todas las personas que conocía y diciendo todas las palabrotas que sabía. Cerró la puerta con un portazo y se dejó caer contra ella. Hundió la cara entre sus rodillas lamentando todo. ¿Para qué preocuparse en llamar la atención de Hermione si no le quería ni ver?

-Soy imbécil –se dijo en voz alta.
-Un poco –dijo una voz femenina, divertida, al otro lado de la puerta.
-¡Lárgate!
-Tienes que explicarme algo.

Draco se puso en pie y abrió la puerta suavemente, como con miedo a encontrarse con la chica que quería hablar con él al otro lado. Su corazón latió de golpe. Hermione se encontraba preciosa. (N/A: ¿¿KIEN SINO?? :P)Parecía mentira que la acabara de ver hacía unos minutos. Le parecía la persona más increíble del mundo.

-¿Y bien? –dijo tratando de parecer arisco.

Hermione no esperó invitación y pasó adentro. Se apoyó en la mesa y cruzó los brazos.

-¿Y bien? –repitió Draco.
-¿Qué te pasa?
-¿Qué te pasa a ti? Normalmente no me quieres ver ni en pintura.
-Está bien, enfocaré la pregunta de otro modo. ¿Por qué te has hecho los piercings?

Aunque Hermione parecía calmada en realidad estaba hirviendo por dentro. La forma en que Draco había adornado su cara le encantaba. Quería besarlo, sentir contra sus labios el frío metal del aro, mezclado con la calidez de los de Draco. La voz proveniente de los labios que miraba con tanto entusiasmo le sacó de su ensimismamiento.

-Ya te lo dije: cambio de look.
-No te creo.
-Tampoco me crees cuando te digo que te quiero.

Hermione recibió esa frase como un golpe en el pecho. El corazón le bombeó demasiada sangre y le hizo marear. Draco sonrió de medio lado.

-Ese tema está cerrado Draco. Yo no siento nada por ti.

Nada le había costado más que pronunciar esas palabras. Pero era para protegerse. No debía comenzar una relación con Draco. Era mejor que cada cual dejara que las cosas se enfriasen y seguir con sus vidas. No quería sufrir una vez más. Draco no tardaría en dejarla, mientras ella seguiría enamorada de él. Y tendría que verlo en todas partes...

-No te creo.
-¡Pues créetelo! ¡Lo único que quieres es divertirte conmigo unos cuantos meses para luego dejarme tirada! ¡COMO TODOS HAN HECHO CONMIGO! ¡Y COMO TU HAS HECHO CON TODAS!
-¡Eso no es cierto! ¡Te quiero!
-¡Cállate!

Draco no se puedo resistir más y se lanzó contra Hermione. Ella estaba tensa, pero al final desistió al tener entre sus labios el frío aro metálico. Deseaba tanto besarle. Y se besaron muy intensamente, dejándose llevar por la pasión que ambos ocultaban desde hacía tanto tiempo.

Los minutos pasaban sin que Daniel y Adrienne se dieran cuenta, cada uno sumergido en sus propios pensamientos. La noche los cubría por completo mientras no dejaban de temblar. Pero era el único sitio donde podían estar a solas a pesar de que no hablaran nada. En realidad ambos estaban demasiado confusos como para poder hablar de algo concreto.

-Dani ya no aguanto más. Me voy dentro. Deberías venir tú también. Lo único que vamos a conseguir es un resfriado. ¡No hablamos de nada!

Daniel sonrió. Adrienne le tendió la mano para que se levantara, pero al tirar del muchacho ella perdió el equilibrio y dio unos pasos por el tejado, por inercia.

-¡Adrienne!

La adrenalina de Daniel subió de golpe. Adrienne había desaparecido de su vista. Hubiera deseado ser sordo para no haber oído el agudo grito de Adrienne, desgarrando el silencio y desgarrándole por dentro. No era posible. No se podía haber acabado tan pronto. No podía haber caído del tejado.

-¡Adrienne! –volvió a gritar Daniel, esta vez como suplicando.

De pronto, agarrándose al borde del tejado, vio dos manos de piel pálida.

-¡Adrienne! –exclamó Daniel por tercera vez.

Le tomó fuertemente de las manos y tiró de ella con todas sus fuerzas (N/A: q Evanescence!! xP). Después de varios intentos Daniel consiguió subir a Adrienne. Se dejaron caer de rodillas en el tejado, con el aire haciéndoles temblar más incluso que el miedo pasado. Con las piernas temblorosas decidieron que era mejor abandonar el tejado. Cuando entraron dentro ambos tiritaban y se dispusieron a ir a la sala común para arrimarse cuanto antes al fuego. Pero una voz severa les interrumpió justo cuando iban a entrar.

-¡¿Se puede saber donde estabais?! –exclamó Karen- ¡Toda la tarde preocupada!
-¡Ay Karen! ¡A veces eres clavadita a mi madre! ¡Ni siquiera me das la bienvenida!
-¡Perdona! ¡Es que estaba tan preocupada!

Karen corrió a abrazar a su amiga, y Daniel como Adrienne se iba alejando dentro de la sala común arrastrada por Karen.

Hermione aún temblaba de la impresión, mientras era rodeada por los fuertes brazos de Draco. Le había encantado besarlo, sobre todo con el piercing... llevaba tanto tiempo esperándolo... Se encontraba tan a gusto, envuelta por su olor, mientras no decían nada, solo notaban sus respectivos corazones latiendo uno contra el otro...

-Te quiero –susurró Draco al oido de Hermione- Y sé que aún piensas que te miento. Por eso quiero que veas esto.

Draco apartó a Hermione de si. Se abrió la túnica y se subió la camiseta y bajó un poco el pantalón. En el lado izquierdo de su pelvis se veía un corazón con una cinta en el que ponía "Hermione".

-Esta es la verdadera razón por la que fui al local de tatuajes y piercing. Porque sé que tu tatuaje habla de mi. Lo del diario era cierto ¿verdad? Y te hiciste ese tatuaje porque yo no sentía nada por ti.

Hermione asintió y le reprochó.

-¡Te ha costado bastante adivinarlo!
-Lo sabía desde el primer día.

Draco le tomó por las manos y le dio un corto beso mientras reía.

-Bueno... ya que estamos siendo sinceros... yo tengo algo que confesarte.

El joven de cabellos platinos levantó sus cejas sorprendido.

-Esto... no sé si lo recordarás... em, un día tu estabas completamente borracho y viniste a mi cuarto. Y me dijiste algo... Y creíste que estaba dormida. Pero estaba completamente despierta. Y no te he querido decir nada porque pensaba que no querías mas que usarme... pero te has tatuado mi nombre... y eso es para toda la vida.
-Bueno, tu lo hiciste antes por mi. Es una forma de devolverte el detalle.
-Es muy bonito. Gracias.

Esta vez fue Hermione la que tomó la iniciativa en el beso, beso con tanta pasión que jamás nadie había visto tal cosa. (N/A: cuando exagero bien q exagero).

De vuelta a la rutina, los días pasaban a mucha velocidad, y, debido a que no quedaban muchos, se plantaron en el último día del trimestre. La torre Gryffindor era un hervidero de baúles, conversaciones, capas, gente... La gran mayoría iba a pasar las navidades con sus familiares y prácticamente todo el mundo se encontraba en la sala común con sus pertenencias. Adrienne, Karen y Daniel no eran la excepción. La madre de Daniel era una mujer muy ocupada y se encontraba en el extranjero, por lo que Adrienne invitó a Daniel a su casa. Karen pasaría las vacaciones en la montaña, en una casita que tenía su familia donde se reunían cada invierno. Los tres se hallaban comentando sus planes para las vacaciones mientras bajaban al Gran Comedor, cuando un muchacho muy guapo de séptimo curso captó la atención de Adrienne, lo cual hizo entristecer a Daniel, que no se le veía de tan buen humor desde... nunca.

-Llevas sin dirigirme la palabra desde que volviste de San Mungo –dijo Dick Morans.
-No tengo nada que decirte. Lo nuestro no llega a ninguna parte.
-Vives en Minbury ¿verdad?
-Si.
-Entonces a lo mejor me paso por allí.
-Dudo mucho que quiera recibirte. Tengo mejores planes que perder mi tiempo contigo. Por cierto, se me olvidaba algo. Tengo un regalo de navidad para ti. Espera voy a buscarlo.

Adrienne guiñó un ojo a Karen y a Daniel que miraban asombrados preguntándose que haría su loca amiga. Ella se acercó a Alex Montero y le susurró unas palabras. La cara prácticamente perfecta de él pasó de la risa al enfado en segundos.

-¿Va? –dijo Adrienne.

Y ambos le pegaron un puñetazo a Dick, que lo dejó tirado en el suelo mientras ellos dos reían. Al minuto, Jack Simmons se reía junto a Adrienne mientras se sentaban en la mesa de Gryffindor.

-¿Veis aquella chica de allí? –dijo Jack Simmons señalando a la mesa de ravenclaw.
-¿Alice Gregson? –inquirió Adrienne.
-La misma. Es mi novia. Y sé que con esta voy a durar más de dos meses.
-¡Por fin quieres asentar la cabeza! ¡Ya era hora!
-Bueno... hablando de noviazgos... Dennis y yo tenemos algo que deciros –dijo Karen- O qué enseñaros...

Todas las personas que andaban por allí cerca giraron la cabeza en dirección a ella y Dennis Affer, el capitán del equipo, que se besaban. Los murmullos invadieron la zona de 5º curso de Gryffindor.

-Bueno, parece que todo va volviendo a la normalidad: Jack tiene novia, Dennis y Karen por fin son novios...¿Y tú Adrienne? ¿Tienes algún chico en mente? –le preguntó Eric Pearce.

De manera instintiva miró a Daniel que observaba muy entretenido los huevos revueltos.

-Alex Montero vuelve a estar disponible, dado que yo le he dicho lo de que su novia le puso los cuernos... Pero lo dudo mucho. En este momento no quiero novios. Me conformo con una buena amistad.

Daniel levantó la cabeza de los huevos (N/A: dios! Como suena .) e intercambió una mirada cómplice con Adrienne.

-¿Quién sabe? La vida da muchas vueltas. Sino mirad Draco y Hermione...
-¡Incluso el último día del trimestre cotilleando sobre mis líos amorosos!

Hermione se llevó de allí a Draco antes de que pudiera quitarles puntos.

-Bueno, parece que todo ha vuelto a la normalidad en Hogwarts... ¿verdad?
-No del todo...

Draco tomó a Hermione por la cintura y la besó mientras todo el Gran Comedor estallaba en aplausos.

FIN

Wenoo!!! Esto es todo amigos! :) Sé que algunos queríais más, pero es mejor dejarlo aquí. Todas las notas que tenía ya están puestas y no quiero desviarme mucho del tema. Es prácticamente lo que quería hacer con mi fic, a pesar de que hubiera tenido que terminar pasada una semana de Halloween, xq la escena de los dementores y los mortifdagos la tenía programada para la noche de Halloween. Pero no me costó alargarlo hasta navidades. Improvisé. Y la verdadera historia Adrienne (q pertenece a los black) estaba programada para antes de que fuera atacada, pero modificando y modificando conseguí dejarlo así que tampoco están nada mal nn Me ha encantado escribir ES OTRA HISTORIA, a pesar de que he tenido mis momentos de blokeo, pero como todos los escritores! Y lo que más espero de haberla escrito es que vosotros, los que me leeis, la halláis disfrutado! Es para lo que escribo! Para que disfruteis leyéndome nn Tengo en mente un nuevo fic de Harry potter y otro que no es un fic, vamos q es cosecha propia. Pero weno, tiempo al tiempo. Pues eso, que os halla gustado, que lo halláis pasado bien leyéndolo y que os halla hecho emocionaros. Es lo más que puedo pedir como fanwriter :) :)

Wenooooooo ahora pasamos a dedicarlo:

Kiero dedicar este fic a todas las personas que lo han leido, pero puse de norma que el que no me dejaba review solo conseguía dedicatoria general nn Sin nombre. Así que lo dedico a todas las personas que lo han leido, a las del foro y en especial a (voy por orden para q no haya pegas):

-Angus y Moony (q fue la primera persona en dejarme una review cuando estaba en otro link) -La-ura -Alyxel -Lara (kerias dedicatoria gorda pero no seeeeeee te lo dedico sin mas :P) -Khye -Nevichii -Cristina -Marce -Vesta -Jenny Tonks -Lizzie Malfoy -Angelina -Chan fa -NOKE (al final pusiste noke! :P besazos wapisima! TQM!) -Paola Patr¨®n

Vaya, viéndolo así no tanta gente me dejó reviews!! :/ pero se que hay muchOs insensibles q leen y no dejan review ;; y digo muchOs xq la mayoría q no me habeis dejado review y leeis el fic sois chicos... ¬¬ Bueno, lo importante es q lo leais :D Aunq una review hace mucho ilusión... Bueno, con todo esto me despido, pero volveré pronto a la carga con un nuevo fic (supongo) y espero que lo disfruteis tanto como habeis disfrutado ES OTRA HISTORIA.

BESAZOS A TODOS/AS!! :

MIKITAWOOD AINHOA

PD: Aunq el fic haya terminado me podeis seguir enviando reviews (muajajajaja soy avariciosa). Ya sabeis, seguis la flecha y dais a GO

V