EN EL CAPÍTULO ANTERIOR...
- Abridme la puerta, ya estoy aquí -dijo a través de la pajarita simulando la voz de mujer de Mikae Soimu. Al instante ésta se abrió y apareció un hombre alto vestido de negro, Conan se apresuró y lo durmió con un dardo anestesiante de los que usaba para dormir a Kogoro sobreponiéndose a su sorpresa. El cuerpo muerto cayó al suelo del rellano pesadamente, con un golpe seco. El joven detective se asomó por la puerta, no veía a Ran pero sí a otro hombre que lo miraba incrédulo apuntándolo con una pistola. Por un segundo Conan pensó que no tenían a Ran pero de pronto la vio en el suelo maniatada, estaba inconsciente, o por lo menos parecía estarlo pues no se movía. Dio un paso para acercarse pero el hombre cargó la pistola amenazadoramente. Conan a su vez también estaba preparado para lanzar otro dardo tranquilizante pero sin darse cuenta alguien por detrás le asestó un contundente golpe en la cabeza que le hizo perder el conocimiento, lo último que vio fueron sus gafas tiradas en el suelo.
CAPÍTULO 5: ¿DÓNDE?
Voces... gritos... voces... sólo una voz... Después de unos instantes en la semi inconsciencia Conan pudo abrir, aunque con dificultad, los ojos. Todo negro. Se reincorporó en el suelo. ¿Estaba ciego? ¡¡No veía absolutamente nada!! Asustado se echó hacia atrás impulsivamente pero algo frenó su retroceso y volvió a la realidad, le habían asestado un duro golpe, la cabeza le dolía terriblemente, y ahora estaba secuestrado.
- ¿Conan? -preguntó una voz que él en seguida reconoció, era la de Ran, estaba junto a él, ella era contra lo que había chocado, ahora notaba la calidez de su cuerpo tembloroso.
- Soy yo, Ran -le dijo recostándose nuevamente. Tenía las manos atadas a la espalda con fuertes cuerdas que le impedían mover los brazos, además notaba las piernas doloridas a causa del contacto con el frío suelo- ¿Estás bien? -quiso saber después de analizar brevemente la situación en la que se encontraban.
- Sí -contestó ella controlando su miedo para intentar dar seguridad a Conan y que no tuviera más miedo del que ella suponía que debía tener en esos momentos. Aún así, Conan notó que estaba asustada.
Permanecieron sentados en el suelo durante lo que les parecieron horas. Conan trataba de hayar la solución al problema, pero ni siquiera podía soltarse las manos él mismo, y a Ran tampoco. El sitio en el que se encontraban estaba completamente a oscuras, no había ventanas, sólo una puerta que Conan pudo distinguir palpando su contorno, había intentado abrirla pero le fue imposible. Ran no podía ni levantarse pues tenía también los pies atados, eso demostraba que quien los había raptado, por lo menos, sabía algo de ellos pues había tenido la sutileza de inmovilizarle las piernas a una karateka experta. El pequeño detective continuaba dándole vueltas al asunto cuando se oyeron voces distantes, los dos se tensaron, aguardando. Sus respiraciones se detuvieron hasta que la puerta se entreabrió y una luz potente les alumbró directamente a los ojos, cegándolos momentáneamente. Dos personas entraron en la oscura estancia y los cogieron pesadamente. Los trasladaron a la sala contigüa y los sentaron en unas sillas, poniéndoles las manos por detrás de éstas de modo que aunque quisieran no podían usarlas. Conan no pudo reconocer a ninguno de ellos porque iban con unos trajes negros y unos pasamontañas del mismo color, dejando descubiertos sólo los ojos, a su vez ocultos tras unas gafas oscuras. Ran permaneció en silencio, observando los movimientos de las dos personas, que parecían estar preparando algo en la mesa que Conan no lograba ver a causa de su baja línea visual. Esperaron sin hablar, nadie hablaba, ni siquiera las dos personas enmascaradas, que al poco tiempo salieron de la estancia.
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Ayumi llamaba insistentemente al timbre de la oficina Mouri pero nadie le contestaba, aguardó unos segundos más, ¿dónde se habría metido? se preguntó la niña mirando el reloj, ¡habían quedado para ir a junto de sus vecinos, además Henta y Mitsuhiko estarían esperándolos!. Seguía sin recibir respuesta, llamó una vez más pero nada, finalmente se dio por vencida. Bajó las escaleras de la oficina Mouri y tomó rumbo hacia la casa del profesor, seguramente Conan estaría allí, se alentó. Apuró el paso mientras la lluvia aumentaba su intensidad, cuando dislumbró la mansión de los Kudo, aquella que tiempo atrás habían tomado como casa encantada, se alegró y echó a correr para refugiarse. Fue Haibara la que le abrió la puerta, su mirada reflejaba que la había interrumpido en algo que estaba haciendo, temió por lo que le pudiera decir, seguro que le daba una reprimenda, aunque se sorprendió cuando la expresión de su compañera se relajó y la invitó a pasar.
- ¿Qué haces aquí? Llueve mucho, deberías de estar en casa -le dijo Ai conduciéndola a través del pequeño pasillo de la casa del profesor. Agasa apareció por una puerta con su bata blanca y los bigotes chamuscados, a Ayumi le dio la risa- ¿Qué pasa? -quiso saber Haibara con su tono serio habitual. Cuando siguió la mirada de la niña no pudo evitar que se le escapara un suspiro de resignación.
- ¿No está Conan con vosotros? -preguntó Ayumi sentándose en el cómodo sofá, al ver la negativa de Haibara y de Agasa continuó- Habíamos quedado con él para... -se interrumpió, no le habían dicho nada a Haibara, seguro que se iba a enfadar con ellos- ... bueno, para un asunto de la Liga Jr. de Detectives, pero no está en casa, ni si quiera Ran o su papá -dijo dudosa.
- Habrán ido a algún sitio -aclaró la pequeña científica cruzándose de brazos- Seguro que ha surgido algún caso nuevo y él ha metido las narices -supuso la niña refiriéndose a Conan, aunque Ayumi no lo entendió muy bien.
- No, Conan no haría eso, nos hubiera avisado de que no venía -aseguró Ayumi con tono infantil. Haibara levantó una ceja en señal de que no estaba segura de que él fuera de ese tipo de personas- Profesor, ¿por qué no le llamas y así le preguntas dónde está? -insistió la niña pequeña sin darse por vencida.
- Está bien -aceptó Agasa tecleando unos datos en el ordenador pensando que si lo hacía se quedaría más tranquila y se iría pronto - Con esto sabremos exactamente dónde está, sus gafas tienen incorporado un pequeño trasmisor, así será más fácil -esperó un momento y la pantalla se iluminó, las dos niñas se acercaron a comprobar el resultado- Ya está en la oficina -concluyó el profesor, a continuación se acercó al teléfono y marcó el número de la agencia de detectives Mouri, dejó que sonara varias veces antes de colgar- No responden -comentó algo contrariado.
- ¿Y qué? -preguntó Haibara sin darle importacia al tema.
- Pues que las gafas están allí, no creo que 'Conan' -dijo remarcando esa última palabra- saliera sin ellas, es extraño -volvió a marcar el número pero esta vez tampoco obtuvo respuesta- Bueno, para salir de dudas iremos hasta allí, ¿vienes Ai? -quiso saber el profesor cogiendo las llaves de su coche amarillo. La joven asintió.
NOTAS: Jojojo... interesante¿? xDD Supongo que sí, os habré dejado con las ganas de más (es lo que pretendía, sino no tendría emoción :P) pero no os preocupéis que para la semana subiré el capítulo 6 titulado 'El puzzle'. ¿Cómo estarán Ran y Conan? :P Hay que esperar un poco... pero bueno, os gustó¿? ^.^ siento que este capítulo quede tan pequeño pero el siguiente es más largo n.n
En fin, ya nus veremos!! Y dejad R/R que sino me pongo mu triste V.V
- Abridme la puerta, ya estoy aquí -dijo a través de la pajarita simulando la voz de mujer de Mikae Soimu. Al instante ésta se abrió y apareció un hombre alto vestido de negro, Conan se apresuró y lo durmió con un dardo anestesiante de los que usaba para dormir a Kogoro sobreponiéndose a su sorpresa. El cuerpo muerto cayó al suelo del rellano pesadamente, con un golpe seco. El joven detective se asomó por la puerta, no veía a Ran pero sí a otro hombre que lo miraba incrédulo apuntándolo con una pistola. Por un segundo Conan pensó que no tenían a Ran pero de pronto la vio en el suelo maniatada, estaba inconsciente, o por lo menos parecía estarlo pues no se movía. Dio un paso para acercarse pero el hombre cargó la pistola amenazadoramente. Conan a su vez también estaba preparado para lanzar otro dardo tranquilizante pero sin darse cuenta alguien por detrás le asestó un contundente golpe en la cabeza que le hizo perder el conocimiento, lo último que vio fueron sus gafas tiradas en el suelo.
CAPÍTULO 5: ¿DÓNDE?
Voces... gritos... voces... sólo una voz... Después de unos instantes en la semi inconsciencia Conan pudo abrir, aunque con dificultad, los ojos. Todo negro. Se reincorporó en el suelo. ¿Estaba ciego? ¡¡No veía absolutamente nada!! Asustado se echó hacia atrás impulsivamente pero algo frenó su retroceso y volvió a la realidad, le habían asestado un duro golpe, la cabeza le dolía terriblemente, y ahora estaba secuestrado.
- ¿Conan? -preguntó una voz que él en seguida reconoció, era la de Ran, estaba junto a él, ella era contra lo que había chocado, ahora notaba la calidez de su cuerpo tembloroso.
- Soy yo, Ran -le dijo recostándose nuevamente. Tenía las manos atadas a la espalda con fuertes cuerdas que le impedían mover los brazos, además notaba las piernas doloridas a causa del contacto con el frío suelo- ¿Estás bien? -quiso saber después de analizar brevemente la situación en la que se encontraban.
- Sí -contestó ella controlando su miedo para intentar dar seguridad a Conan y que no tuviera más miedo del que ella suponía que debía tener en esos momentos. Aún así, Conan notó que estaba asustada.
Permanecieron sentados en el suelo durante lo que les parecieron horas. Conan trataba de hayar la solución al problema, pero ni siquiera podía soltarse las manos él mismo, y a Ran tampoco. El sitio en el que se encontraban estaba completamente a oscuras, no había ventanas, sólo una puerta que Conan pudo distinguir palpando su contorno, había intentado abrirla pero le fue imposible. Ran no podía ni levantarse pues tenía también los pies atados, eso demostraba que quien los había raptado, por lo menos, sabía algo de ellos pues había tenido la sutileza de inmovilizarle las piernas a una karateka experta. El pequeño detective continuaba dándole vueltas al asunto cuando se oyeron voces distantes, los dos se tensaron, aguardando. Sus respiraciones se detuvieron hasta que la puerta se entreabrió y una luz potente les alumbró directamente a los ojos, cegándolos momentáneamente. Dos personas entraron en la oscura estancia y los cogieron pesadamente. Los trasladaron a la sala contigüa y los sentaron en unas sillas, poniéndoles las manos por detrás de éstas de modo que aunque quisieran no podían usarlas. Conan no pudo reconocer a ninguno de ellos porque iban con unos trajes negros y unos pasamontañas del mismo color, dejando descubiertos sólo los ojos, a su vez ocultos tras unas gafas oscuras. Ran permaneció en silencio, observando los movimientos de las dos personas, que parecían estar preparando algo en la mesa que Conan no lograba ver a causa de su baja línea visual. Esperaron sin hablar, nadie hablaba, ni siquiera las dos personas enmascaradas, que al poco tiempo salieron de la estancia.
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Ayumi llamaba insistentemente al timbre de la oficina Mouri pero nadie le contestaba, aguardó unos segundos más, ¿dónde se habría metido? se preguntó la niña mirando el reloj, ¡habían quedado para ir a junto de sus vecinos, además Henta y Mitsuhiko estarían esperándolos!. Seguía sin recibir respuesta, llamó una vez más pero nada, finalmente se dio por vencida. Bajó las escaleras de la oficina Mouri y tomó rumbo hacia la casa del profesor, seguramente Conan estaría allí, se alentó. Apuró el paso mientras la lluvia aumentaba su intensidad, cuando dislumbró la mansión de los Kudo, aquella que tiempo atrás habían tomado como casa encantada, se alegró y echó a correr para refugiarse. Fue Haibara la que le abrió la puerta, su mirada reflejaba que la había interrumpido en algo que estaba haciendo, temió por lo que le pudiera decir, seguro que le daba una reprimenda, aunque se sorprendió cuando la expresión de su compañera se relajó y la invitó a pasar.
- ¿Qué haces aquí? Llueve mucho, deberías de estar en casa -le dijo Ai conduciéndola a través del pequeño pasillo de la casa del profesor. Agasa apareció por una puerta con su bata blanca y los bigotes chamuscados, a Ayumi le dio la risa- ¿Qué pasa? -quiso saber Haibara con su tono serio habitual. Cuando siguió la mirada de la niña no pudo evitar que se le escapara un suspiro de resignación.
- ¿No está Conan con vosotros? -preguntó Ayumi sentándose en el cómodo sofá, al ver la negativa de Haibara y de Agasa continuó- Habíamos quedado con él para... -se interrumpió, no le habían dicho nada a Haibara, seguro que se iba a enfadar con ellos- ... bueno, para un asunto de la Liga Jr. de Detectives, pero no está en casa, ni si quiera Ran o su papá -dijo dudosa.
- Habrán ido a algún sitio -aclaró la pequeña científica cruzándose de brazos- Seguro que ha surgido algún caso nuevo y él ha metido las narices -supuso la niña refiriéndose a Conan, aunque Ayumi no lo entendió muy bien.
- No, Conan no haría eso, nos hubiera avisado de que no venía -aseguró Ayumi con tono infantil. Haibara levantó una ceja en señal de que no estaba segura de que él fuera de ese tipo de personas- Profesor, ¿por qué no le llamas y así le preguntas dónde está? -insistió la niña pequeña sin darse por vencida.
- Está bien -aceptó Agasa tecleando unos datos en el ordenador pensando que si lo hacía se quedaría más tranquila y se iría pronto - Con esto sabremos exactamente dónde está, sus gafas tienen incorporado un pequeño trasmisor, así será más fácil -esperó un momento y la pantalla se iluminó, las dos niñas se acercaron a comprobar el resultado- Ya está en la oficina -concluyó el profesor, a continuación se acercó al teléfono y marcó el número de la agencia de detectives Mouri, dejó que sonara varias veces antes de colgar- No responden -comentó algo contrariado.
- ¿Y qué? -preguntó Haibara sin darle importacia al tema.
- Pues que las gafas están allí, no creo que 'Conan' -dijo remarcando esa última palabra- saliera sin ellas, es extraño -volvió a marcar el número pero esta vez tampoco obtuvo respuesta- Bueno, para salir de dudas iremos hasta allí, ¿vienes Ai? -quiso saber el profesor cogiendo las llaves de su coche amarillo. La joven asintió.
NOTAS: Jojojo... interesante¿? xDD Supongo que sí, os habré dejado con las ganas de más (es lo que pretendía, sino no tendría emoción :P) pero no os preocupéis que para la semana subiré el capítulo 6 titulado 'El puzzle'. ¿Cómo estarán Ran y Conan? :P Hay que esperar un poco... pero bueno, os gustó¿? ^.^ siento que este capítulo quede tan pequeño pero el siguiente es más largo n.n
En fin, ya nus veremos!! Y dejad R/R que sino me pongo mu triste V.V
