Capítulo VI: La Esperanza
¿En qué quedé la vez anterior?... Ah, eso, iría la Inframundo a ver mi próximo paso en el plan para lograr mi objetivo
Al parecer, las cosas no estaban saliendo muy mal... me refiero a que el hecho de que los chicos estén despertando su cosmos es una muy buena señal a que el futuro no será tan complicado (lo que me hace respirar algo más tranquila)
Inmediatamente después de descansar algo (dormí un rato... ¡sólo un rato!), me dirigí al Inframundo, y esta vez fue de la forma correcta
-¡Hola, Destyn!
-Hola Caronte- le dije al barquero, entrando al único medio de transporte para la gran masa de agua que debía cruzar
El rato fue bastante agradable (sobretodo porque él no cantó ( ), y hablamos de varias cosas relacionadas con el Hades (¿qué otro tema podíamos tener, si es lo único de lo que sabe...) admito que las copuchas que supe están bastante buenas...
Al fin después de caminar algo, llegué al palacio de Hades, y adivinen con quienes me encontré...
Ahí estaban Hades y Atenea, nada más y nada menos que jugando ajedrez, felices de la vida. Me acerqué a ellos
-¿Y ustedes?- les pregunté, algo molesta con Atenea
-Oh, Destyn, estábamos justamente hablando de ti- admito que el tono que usó Hades para decirme la anterior frase no me gustó, inconscientemente me puse a la defensiva
-¿Y de qué hablaban?
-¡No te molestes!- me dijo Atenea
-Estábamos a punto de apostar si logras solucionar el problema- dijo Hades, me crucé de brazos
-Para tú información, las cosas han marchado bastante bien- dije
-¡Qué buena noticia!- aplaudió Atenea, Hades sólo gruñó
-¿Y a qué se debe tu visita?- preguntó
-Necesito ir a los Campos Eliseos a ver a alguien- dije, sin dar más detalles -y es tan urgente, que debo dejarlos. ¡Adiós!
-¡Chao Destyn!- me dijo Atenea, bastante contenta, lo que me alegró a mi también
Bien, continuando con la historia, llegué a los Campos Eliseos en busca de Hypnos, el Dios del Sueño, para pedirle su ayuda
Los Campos Eliseos sin duda es el lugar más hermoso en el que he estado (y admito que han sido muchos). ¡Se respira una tranquilidad cuando se está aquí!. Es una lástima por lo que tendrá que pasar el lugar en unos años más cuando los chicos de bronce vengan a matar a Hades...
Bien, caminé durante un rato y no encontré a quien buscaba, así que decidí preguntar:
-Disculpe, ¿usted sabe donde puedo ubicar a Hypnos?- le pregunté a un viejo que pasaba por ahí. Antes de responder, meditó un poco
-Mira...- me dijo -Si caminas un poco más encontrarás como un camino, y al costado de este una banquita. Bien, un poco más allá hay una fuente...
-¿Entonces está en la fuente?- pregunté, adelantándome a las palabras del viejo
-No- dijo algo ofendido por mi actitud -está en un templo que está un poco más allá...
-Bien... gracias- lo que no entiendo es por qué me empezó a hablar de la fuente si lo que debía hacer era seguir el camino hasta el templo. Cuando por fin llegué, me encontré con que estaba vacío
-¡Demonios!- murmuré, justo en ese momento una chica pasaba por ahí -¡Hey, espera un momento!
-¿Yo?- preguntó, me acerqué a ella
-Sí, gracias. ¿Me puedes decir donde ubico a Hypnos?
-¡Claro!, en la fuente que está un poco antes de llegar acá
¡Demonios!...
Claro, y ahí estaba Hypnos. Me acerqué a él, que estaba rodeado de algunos muchachos
-¡Hola, permiso!- dije, abriéndome paso. Hypnos me vio y, algo sorprendido me preguntó:
-¿Y este milagro a qué se debe?
-Al dicho "la esperanza es lo último que se pierde"- dije, me senté a su lado y tomándole las manos (tenía que hacerlo más dramático) le dije
-Necesito tu ayuda
Me miró por unos momentos y sonrió
-Bueno chicos- dijo -hoy hasta aquí llegamos
-¡¡¡Gracias, gracias!!!- dije, y cuando al fin todos se fueron, hablamos tranquilos
-¿Y qué favor deseas?
-Necesito inducirles sueños a unos niños
-¿Inducirles sueños?, ¿a quienes?
-A los elegidos por Atenea para ser sus caballeros más cercanos
Era lógico, me miro sin entender ni media palabra mía, así que decidí contarle todo el problema lo más resumido posible. Cuando terminé, me miró divertido
-¿Así que Hermes?- me dijo
-Sí, el idiota de Hermes... ¿me ayudarás?
-Deja meditarlo...- le conozco, eso era seguramente un no
-¿Y qué gano?- se atrevió a preguntar, pensé en algo rápido
-Eh... ¡la satisfacción de haber hecho una buena obra!- sí, lo sé, pensé demasiado rápido...
-No me convence- me dijo, cruzándose de brazos. Se me ocurrió una idea y espero de corazón que funcione
-Ah, bueno... en ese caso mejor para nosotros, así Hades nunca tendrá el cuerpo que supuestamente utilizaría para esta reencarnación- lo sé también, me pasé a temas demasiado delicados, pero era la única opción que tenía. Tal y como lo esperaba, Hypnos me miró sin comprender mis palabras
-¿A qué te refieres?- me peguntó, medité unos momentos
-Digamos que el cuerpo de Hades tiene mucho que ver con los caballeros de Atenea... y además, ¡piensa!. Se supone que si las cosas siguen ESTE curso, los caballeros de Atenea no lograrán derrotar a Ares y, en ese caso, ¿quién va a derrotar a Poseidón?, porque si lo pensamos, para ese entonces no habrán ni caballeros dorados, es lo más seguro- miré por unos momentos a Hypnos, estaba muy serio, al parecer mi plan estaba dando resultado, continué
-Ah, ¿y tu sabes de qué forma ataca Poseidón, cierto?, con un diluvio, en donde morirán (seguramente) todas las personas y, junto con ellas, el cuerpo de tu adorado señor Hades Bien, el discurso estaba bastante bien hecho, hay que aceptarlo, y tuvo el efecto deseado en Hypnos
-¿Hablas en serio?- me preguntó
-Claro que sí, ¿por qué demonios crees que estoy tan preocupada?
Suspiró, y luego me miró
-¿Y qué tienes en mente?
-¡Excelente!
Y comenzó el duro trabajo. Tenía pensado demorar cerca de una semana (y algo más) con esta etapa (recordemos que el tiempo en el mundo de los muertos y en el mundo de los vivos es distinto) y luego pasar a pensar en la siguiente (que, sinceramente, no tengo idea qué será). Bueno, hay que darle tiempo al tiempo, porque, como dije antes, "la esperanza es lo último que se pierde", y a mi aún me queda algo de ella
¿En qué quedé la vez anterior?... Ah, eso, iría la Inframundo a ver mi próximo paso en el plan para lograr mi objetivo
Al parecer, las cosas no estaban saliendo muy mal... me refiero a que el hecho de que los chicos estén despertando su cosmos es una muy buena señal a que el futuro no será tan complicado (lo que me hace respirar algo más tranquila)
Inmediatamente después de descansar algo (dormí un rato... ¡sólo un rato!), me dirigí al Inframundo, y esta vez fue de la forma correcta
-¡Hola, Destyn!
-Hola Caronte- le dije al barquero, entrando al único medio de transporte para la gran masa de agua que debía cruzar
El rato fue bastante agradable (sobretodo porque él no cantó ( ), y hablamos de varias cosas relacionadas con el Hades (¿qué otro tema podíamos tener, si es lo único de lo que sabe...) admito que las copuchas que supe están bastante buenas...
Al fin después de caminar algo, llegué al palacio de Hades, y adivinen con quienes me encontré...
Ahí estaban Hades y Atenea, nada más y nada menos que jugando ajedrez, felices de la vida. Me acerqué a ellos
-¿Y ustedes?- les pregunté, algo molesta con Atenea
-Oh, Destyn, estábamos justamente hablando de ti- admito que el tono que usó Hades para decirme la anterior frase no me gustó, inconscientemente me puse a la defensiva
-¿Y de qué hablaban?
-¡No te molestes!- me dijo Atenea
-Estábamos a punto de apostar si logras solucionar el problema- dijo Hades, me crucé de brazos
-Para tú información, las cosas han marchado bastante bien- dije
-¡Qué buena noticia!- aplaudió Atenea, Hades sólo gruñó
-¿Y a qué se debe tu visita?- preguntó
-Necesito ir a los Campos Eliseos a ver a alguien- dije, sin dar más detalles -y es tan urgente, que debo dejarlos. ¡Adiós!
-¡Chao Destyn!- me dijo Atenea, bastante contenta, lo que me alegró a mi también
Bien, continuando con la historia, llegué a los Campos Eliseos en busca de Hypnos, el Dios del Sueño, para pedirle su ayuda
Los Campos Eliseos sin duda es el lugar más hermoso en el que he estado (y admito que han sido muchos). ¡Se respira una tranquilidad cuando se está aquí!. Es una lástima por lo que tendrá que pasar el lugar en unos años más cuando los chicos de bronce vengan a matar a Hades...
Bien, caminé durante un rato y no encontré a quien buscaba, así que decidí preguntar:
-Disculpe, ¿usted sabe donde puedo ubicar a Hypnos?- le pregunté a un viejo que pasaba por ahí. Antes de responder, meditó un poco
-Mira...- me dijo -Si caminas un poco más encontrarás como un camino, y al costado de este una banquita. Bien, un poco más allá hay una fuente...
-¿Entonces está en la fuente?- pregunté, adelantándome a las palabras del viejo
-No- dijo algo ofendido por mi actitud -está en un templo que está un poco más allá...
-Bien... gracias- lo que no entiendo es por qué me empezó a hablar de la fuente si lo que debía hacer era seguir el camino hasta el templo. Cuando por fin llegué, me encontré con que estaba vacío
-¡Demonios!- murmuré, justo en ese momento una chica pasaba por ahí -¡Hey, espera un momento!
-¿Yo?- preguntó, me acerqué a ella
-Sí, gracias. ¿Me puedes decir donde ubico a Hypnos?
-¡Claro!, en la fuente que está un poco antes de llegar acá
¡Demonios!...
Claro, y ahí estaba Hypnos. Me acerqué a él, que estaba rodeado de algunos muchachos
-¡Hola, permiso!- dije, abriéndome paso. Hypnos me vio y, algo sorprendido me preguntó:
-¿Y este milagro a qué se debe?
-Al dicho "la esperanza es lo último que se pierde"- dije, me senté a su lado y tomándole las manos (tenía que hacerlo más dramático) le dije
-Necesito tu ayuda
Me miró por unos momentos y sonrió
-Bueno chicos- dijo -hoy hasta aquí llegamos
-¡¡¡Gracias, gracias!!!- dije, y cuando al fin todos se fueron, hablamos tranquilos
-¿Y qué favor deseas?
-Necesito inducirles sueños a unos niños
-¿Inducirles sueños?, ¿a quienes?
-A los elegidos por Atenea para ser sus caballeros más cercanos
Era lógico, me miro sin entender ni media palabra mía, así que decidí contarle todo el problema lo más resumido posible. Cuando terminé, me miró divertido
-¿Así que Hermes?- me dijo
-Sí, el idiota de Hermes... ¿me ayudarás?
-Deja meditarlo...- le conozco, eso era seguramente un no
-¿Y qué gano?- se atrevió a preguntar, pensé en algo rápido
-Eh... ¡la satisfacción de haber hecho una buena obra!- sí, lo sé, pensé demasiado rápido...
-No me convence- me dijo, cruzándose de brazos. Se me ocurrió una idea y espero de corazón que funcione
-Ah, bueno... en ese caso mejor para nosotros, así Hades nunca tendrá el cuerpo que supuestamente utilizaría para esta reencarnación- lo sé también, me pasé a temas demasiado delicados, pero era la única opción que tenía. Tal y como lo esperaba, Hypnos me miró sin comprender mis palabras
-¿A qué te refieres?- me peguntó, medité unos momentos
-Digamos que el cuerpo de Hades tiene mucho que ver con los caballeros de Atenea... y además, ¡piensa!. Se supone que si las cosas siguen ESTE curso, los caballeros de Atenea no lograrán derrotar a Ares y, en ese caso, ¿quién va a derrotar a Poseidón?, porque si lo pensamos, para ese entonces no habrán ni caballeros dorados, es lo más seguro- miré por unos momentos a Hypnos, estaba muy serio, al parecer mi plan estaba dando resultado, continué
-Ah, ¿y tu sabes de qué forma ataca Poseidón, cierto?, con un diluvio, en donde morirán (seguramente) todas las personas y, junto con ellas, el cuerpo de tu adorado señor Hades Bien, el discurso estaba bastante bien hecho, hay que aceptarlo, y tuvo el efecto deseado en Hypnos
-¿Hablas en serio?- me preguntó
-Claro que sí, ¿por qué demonios crees que estoy tan preocupada?
Suspiró, y luego me miró
-¿Y qué tienes en mente?
-¡Excelente!
Y comenzó el duro trabajo. Tenía pensado demorar cerca de una semana (y algo más) con esta etapa (recordemos que el tiempo en el mundo de los muertos y en el mundo de los vivos es distinto) y luego pasar a pensar en la siguiente (que, sinceramente, no tengo idea qué será). Bueno, hay que darle tiempo al tiempo, porque, como dije antes, "la esperanza es lo último que se pierde", y a mi aún me queda algo de ella
