HOLA
DOS CAPIS DE GOLPE, UN REGALO...
LLAMADLO COMO QUERAIS.
PARA SALLY... COMO SIEMPRE MI FIC DEDICADO A SALLY
DE TODO CORAZON.
UN BUEN CONSEJO:
UTILIZAD CON CORRECCION ¡¡¡LA CAMA FOLLADORA!!!
CAPITULO 3: EL PRIMER ENCUENTRO.
Draco se levanto temprano, se ducho, y se vistió. Después bajo a la sala común a darle
un repaso a su examen.
Pero el repaso no duro mucho, ya que muy pronto llego Zabinni medio dormido a darle
conversación.
- Hola, ¿qué haces? ¿Estudiar? ¿qué mosca te ha picado? ¿Te vas a volver un empellón
como esa Granger?
- Hola- dijo simplemente Draco.
- Bueno, ya veo que no quieres hablar de ese tema.
- No- se limito a decir.
- Bueno. Como veo que no quieres hablar te hablare yo. Ayer durante la cena, al a que
pude ver que no asististe...
- Me vigilas- interrumpió este.
- NO, - dijo tajante el chico- anunciaron a los prefectos - a Draco esto no le interesaba
lo mas mínimo- De nuestra casa eligieron a....
- Blaisse, no me interesa- dijo por fin.
- A Marcus Flint (ni idea de cómo se escribe eso), de Revenclaw a Cho Chang, como no,
de Hufflepuff a Terry Botts....
- En serio no me importa, son las siete y cuarto de la mañana- dijo mirando su reloj.
- Y bueno de Gryffindor como no a Hermione Granger.
- ¿Que?- dijo este espabilándose de repente.
- Si lo que has oído Hermione Granger.
- Tengo que irme- dijo Draco, se levanto y salió por la puerta secreta de su sala común.
Bajo al Gran comedor muy deprisa desayuno y después espero haber si veía a la chica que la
noche anterior... había visto besarse con Potter, por Merlín, lo había olvidado, con ella no
tendría oportunidad...
Pero en ese momento y como cada mañana la chica bajo la primera de su casa.
Solo estaban en el comedor dos personas, Draco Malfoy y Hermione Granger.
Aun así probaría suerte.
Se le acerco y se paro delante de ella, decidió que para empezar utilizaría su tono arrogante
y después dependiendo de lo que ella le respondiera, tal vez intentara utilizar... sus otros
recursos.
- Valla, valla, La nueva prefecta de Gryffindor Hermione Granger.
- Si, a diferencia de ti, algunos somos elegidos por nuestras cualidades y no por nuestro
dinero.
- Jaja- no le había hecho ninguna gracia- que graciosa Granger.
- A que si Malfoy, bueno que quieres, ¿algo en especial? o solo ¿molestarme?
- Mas bien ninguna de las dos cosa, es tan raro que me acerque a hablar con mi compañera
de curso.
- Si.
- Pues acostúmbrate Granger, te aseguro, que ahora en adelante estare mas pendiente
de ti que nunca.
- ¿Y eso por que?
- Porque ahora se que eso te molesta, te incomoda tenerme cerca, lo noto, estas
temblando.
- Yo no tiemblo.- dijo ella.
- Ya.
La gente comenzaba a entrar en el comedor a forma de avalancha a si que Malfoy decido
retirarse para que nadie le viera hablando con ella, ahora mil cosas pasaban por su cabeza
la vez.
- Bueno Granger adiós.- la miro un momento y al ver que la chica no se despedía le
dijo- ¿dónde están tus modales Granger? ¿Acaso tus padres muggles no te han enseñado a
despedirte debidamente?
- Adiós Malfoy
- Adiós Granger- concluyo este muy contento de su hazaña, la había molestado su
comentario, eso era evidente, lo había conseguido.
Así que se dirigió a un examen muy contento, interiormente por supuesto.
Su día lo paso solitario, deambulando de clase en clase, y por la tarde lo mismo, caminando
por los pasillos solo pensando en lo que haría para hacer su vida mejor.
***
Le costo mucho levantarse, la mañana estaba clara, justo como a ella le gustaban, así que se
metió al baño y cuando se hubo arreglado bajo al gran comedor como era su costumbre, le
gustaba llegar la primera, porque así podía desayunar lentamente como le gustaba a ella.
El comedor estaría vació, de no ser porque Draco Malfoy estaba allí, lo tendría todo para
ella.
"Que raro habitualmente no esta aquí" se dijo a si misma, decidió que lo mejor seria ignorar
su presencia y comenzar su desayuno.
Se sentó mas o menos en el medio de la mesa, y cogió una tostada.
Comenzó a untarla con miel, de repente se dio cuenta de que el caminaba hacia ella, volvió
a dirigirse a si misma, no le gustaba tener cerca a Malfoy "Muéstrate fría ante el, no
dejes que sus comentarios te afecten, habla con voz clara y mírale firme y todo ira bien"
- Valla, valla, La nueva prefecta de Gryffindor Hermione Granger.- Malfoy la hablaba
con su tono arrogante, típico.
- Si, a diferencia de ti, algunos somos elegidos por nuestras cualidades y no por
nuestro dinero.
- Jaja que graciosa Granger.- estaba claro que no le había herido lo mas mínimo.
- A que si Malfoy, bueno que quieres, ¿algo en especial? o solo ¿molestarme?- dijo
con expresión de "no me importa, pero vete"
- Mas bien ninguna de las dos cosa, es tan raro que me acerque a hablar con mi compañera
de curso.- "rarísimo" pensó ella
- Si.- contesto tajante.
- Pues acostúmbrate Granger, te aseguro, que ahora en adelante estaré mas pendiente
de ti que nunca.- estos comentarios asustaron un poco a la chica que no pudo evitar un
escalofrió y ponerse a temblar.
- ¿Y eso por que?
- Porque ahora se que eso te molesta, te incomoda tenerme cerca lo noto, estas
temblando.- "mierda" justo lo que ella no quería se había dado cuenta
- Yo no tiemblo.- dijo ella con voz convincente.
- Ya.
La gente comenzaba a entrar en el comedor a forma de avalancha a si que Malfoy decido
retirarse para que nadie le viera hablando con ella, ahora mil cosas pasaban por su cabeza
la vez.
- Bueno Granger adiós- se quedo parada, no sabia que decir.
- ¿Dónde están tus modales Granger? ¿Acaso tus padres muggles no te han enseñado a
despedirte debidamente?- ella reacción por el comentario
- Adiós Malfoy- dijo con voz ahogada.
- Adiós Granger- concluyo el chico.
¿Por qué ahora Malfoy le iba a estar mas pendiente de ella? No se creía que fuera solo por
molestarla ¿seria tal vez por aburrimiento? No para eso ya estaba Pansy (pobre Pansy se
dan cuenta de que en todos los fics la ponen como tonta o como una puta)
No se lo diría a Harry, no quería preocuparle.
Su día paso tranquilo, estaba deseando que llegara la tarde para que Dumbledore le contara
lo que a partir de ahora iban a ser sus funciones como prefecta.
Camino rápido por los pasillos hasta llegar a donde estaba la gran estatua del fénix, que
por supuesto era la escalera secreta hacia el despacho de Dumbledore.
La profesora McGonagall la estaba esperando en el pasillo.
- Buenas tardes Granger. La estaba esperando señorita.
- Buenas tardes profesora.
- Sígame- se giro y miro a la estatua. Y dijo con voz clara- Banana Split.- de la
estatua nació una escalera de caracol que subía hacia lo alto del castillo.
Hermione nunca había estado en el despacho de Dumbledore, ya que siempre que algo había pasado
con Voldemort el director había mandado a Harry subir solo.
- Buenas tardes Albus.
- Buenas tardes Minerva, buenas tardes Hremione.
- Buenas tardes director.
- Supongo que estarás deseando saber tus nuevas tareas ¿no?- dijo el director mirando
a la chica por encima de sus gafas de media luna.
- Si claro- contesto Hermione.
- Bueno sentaos las dos entonces -dijo señalando dos sillas que estaba delante de la
mesa. El estaba detrás, se sentó también en una silla y saco de un cajón de su mesa un cacho
de pergamino de unos 30 centímetros extendió la mano en dicción a Hermione - bueno aquí están
todas las funciones de un prefecto.
- Gracias profesor Hermione cogió el pergamino.
- Además creo que deberías saber que para un prefecto es muy importante ser respetado.
Es importante que un prefecto cuide de los de su casa estarás encargada también de ellos en
cierto modo. Un prefecto debe de cuidar la imagen de su casa, no debe de participar en peleas
ni revueltas. Y para que no se vea molestado en su tarea ni extorsionado por nadie un
prefecto tiene su propia habitación, estará como no cerca de su casa. Y aunque se que usted
no lo hará debo advertirle.... no descuide sus estudios, recuerde que ahora, señorita es el
ejemplo de los de su casa.
- Estupendo profesor, no habrá ningún problema.
- Acompáñame Hermione te enseñare donde queda tu habitación y te daré las hojas con las
claves.
- Bien. Adiós entonces - dijo el directo.
- Adiós- dijeron las dos.
Las dos caminaron por los pasillos, pasaron por delante del retrato de la dama gorda y
giraron en un pasillo hacia la derecha, este era largo y en el había grandes puertas. Mas o
menos a la mitad del pasillo la profesora McGonagall se paro. Miro a Hermione y se saco una
llave dorada del bolsillo, la metió en la cerradura de la puerta que tenia justo en frente.
La pureta se abrió, todo estaba en silencio.
- Pase Granger- Hermione entro seguida de la profesora- Bueno esta será tu nueva
habitación, el baño esta ahí- señal una puerta que había a la derecha- tus cosas las traerán
los elfos esta misma noche.
- ¿Y las claves?
- Si, las claves debe ser algo secreto, así que guárdalas bien.
- Lo haré- dijo Hermione cogiendo el pergamino que la profesora le entregaba.
- No te entretengo mas Granger, que pases buena noche.
- Igualmente.
Hermione se quedo sola en la habitación, la observo con detenimiento.
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¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡LA COSA SE CALIENTA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡REVIEWWWWWWWWW
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LLAMADLO COMO QUERAIS.
PARA SALLY... COMO SIEMPRE MI FIC DEDICADO A SALLY
DE TODO CORAZON.
UN BUEN CONSEJO:
UTILIZAD CON CORRECCION ¡¡¡LA CAMA FOLLADORA!!!
CAPITULO 3: EL PRIMER ENCUENTRO.
Draco se levanto temprano, se ducho, y se vistió. Después bajo a la sala común a darle
un repaso a su examen.
Pero el repaso no duro mucho, ya que muy pronto llego Zabinni medio dormido a darle
conversación.
- Hola, ¿qué haces? ¿Estudiar? ¿qué mosca te ha picado? ¿Te vas a volver un empellón
como esa Granger?
- Hola- dijo simplemente Draco.
- Bueno, ya veo que no quieres hablar de ese tema.
- No- se limito a decir.
- Bueno. Como veo que no quieres hablar te hablare yo. Ayer durante la cena, al a que
pude ver que no asististe...
- Me vigilas- interrumpió este.
- NO, - dijo tajante el chico- anunciaron a los prefectos - a Draco esto no le interesaba
lo mas mínimo- De nuestra casa eligieron a....
- Blaisse, no me interesa- dijo por fin.
- A Marcus Flint (ni idea de cómo se escribe eso), de Revenclaw a Cho Chang, como no,
de Hufflepuff a Terry Botts....
- En serio no me importa, son las siete y cuarto de la mañana- dijo mirando su reloj.
- Y bueno de Gryffindor como no a Hermione Granger.
- ¿Que?- dijo este espabilándose de repente.
- Si lo que has oído Hermione Granger.
- Tengo que irme- dijo Draco, se levanto y salió por la puerta secreta de su sala común.
Bajo al Gran comedor muy deprisa desayuno y después espero haber si veía a la chica que la
noche anterior... había visto besarse con Potter, por Merlín, lo había olvidado, con ella no
tendría oportunidad...
Pero en ese momento y como cada mañana la chica bajo la primera de su casa.
Solo estaban en el comedor dos personas, Draco Malfoy y Hermione Granger.
Aun así probaría suerte.
Se le acerco y se paro delante de ella, decidió que para empezar utilizaría su tono arrogante
y después dependiendo de lo que ella le respondiera, tal vez intentara utilizar... sus otros
recursos.
- Valla, valla, La nueva prefecta de Gryffindor Hermione Granger.
- Si, a diferencia de ti, algunos somos elegidos por nuestras cualidades y no por nuestro
dinero.
- Jaja- no le había hecho ninguna gracia- que graciosa Granger.
- A que si Malfoy, bueno que quieres, ¿algo en especial? o solo ¿molestarme?
- Mas bien ninguna de las dos cosa, es tan raro que me acerque a hablar con mi compañera
de curso.
- Si.
- Pues acostúmbrate Granger, te aseguro, que ahora en adelante estare mas pendiente
de ti que nunca.
- ¿Y eso por que?
- Porque ahora se que eso te molesta, te incomoda tenerme cerca, lo noto, estas
temblando.
- Yo no tiemblo.- dijo ella.
- Ya.
La gente comenzaba a entrar en el comedor a forma de avalancha a si que Malfoy decido
retirarse para que nadie le viera hablando con ella, ahora mil cosas pasaban por su cabeza
la vez.
- Bueno Granger adiós.- la miro un momento y al ver que la chica no se despedía le
dijo- ¿dónde están tus modales Granger? ¿Acaso tus padres muggles no te han enseñado a
despedirte debidamente?
- Adiós Malfoy
- Adiós Granger- concluyo este muy contento de su hazaña, la había molestado su
comentario, eso era evidente, lo había conseguido.
Así que se dirigió a un examen muy contento, interiormente por supuesto.
Su día lo paso solitario, deambulando de clase en clase, y por la tarde lo mismo, caminando
por los pasillos solo pensando en lo que haría para hacer su vida mejor.
***
Le costo mucho levantarse, la mañana estaba clara, justo como a ella le gustaban, así que se
metió al baño y cuando se hubo arreglado bajo al gran comedor como era su costumbre, le
gustaba llegar la primera, porque así podía desayunar lentamente como le gustaba a ella.
El comedor estaría vació, de no ser porque Draco Malfoy estaba allí, lo tendría todo para
ella.
"Que raro habitualmente no esta aquí" se dijo a si misma, decidió que lo mejor seria ignorar
su presencia y comenzar su desayuno.
Se sentó mas o menos en el medio de la mesa, y cogió una tostada.
Comenzó a untarla con miel, de repente se dio cuenta de que el caminaba hacia ella, volvió
a dirigirse a si misma, no le gustaba tener cerca a Malfoy "Muéstrate fría ante el, no
dejes que sus comentarios te afecten, habla con voz clara y mírale firme y todo ira bien"
- Valla, valla, La nueva prefecta de Gryffindor Hermione Granger.- Malfoy la hablaba
con su tono arrogante, típico.
- Si, a diferencia de ti, algunos somos elegidos por nuestras cualidades y no por
nuestro dinero.
- Jaja que graciosa Granger.- estaba claro que no le había herido lo mas mínimo.
- A que si Malfoy, bueno que quieres, ¿algo en especial? o solo ¿molestarme?- dijo
con expresión de "no me importa, pero vete"
- Mas bien ninguna de las dos cosa, es tan raro que me acerque a hablar con mi compañera
de curso.- "rarísimo" pensó ella
- Si.- contesto tajante.
- Pues acostúmbrate Granger, te aseguro, que ahora en adelante estaré mas pendiente
de ti que nunca.- estos comentarios asustaron un poco a la chica que no pudo evitar un
escalofrió y ponerse a temblar.
- ¿Y eso por que?
- Porque ahora se que eso te molesta, te incomoda tenerme cerca lo noto, estas
temblando.- "mierda" justo lo que ella no quería se había dado cuenta
- Yo no tiemblo.- dijo ella con voz convincente.
- Ya.
La gente comenzaba a entrar en el comedor a forma de avalancha a si que Malfoy decido
retirarse para que nadie le viera hablando con ella, ahora mil cosas pasaban por su cabeza
la vez.
- Bueno Granger adiós- se quedo parada, no sabia que decir.
- ¿Dónde están tus modales Granger? ¿Acaso tus padres muggles no te han enseñado a
despedirte debidamente?- ella reacción por el comentario
- Adiós Malfoy- dijo con voz ahogada.
- Adiós Granger- concluyo el chico.
¿Por qué ahora Malfoy le iba a estar mas pendiente de ella? No se creía que fuera solo por
molestarla ¿seria tal vez por aburrimiento? No para eso ya estaba Pansy (pobre Pansy se
dan cuenta de que en todos los fics la ponen como tonta o como una puta)
No se lo diría a Harry, no quería preocuparle.
Su día paso tranquilo, estaba deseando que llegara la tarde para que Dumbledore le contara
lo que a partir de ahora iban a ser sus funciones como prefecta.
Camino rápido por los pasillos hasta llegar a donde estaba la gran estatua del fénix, que
por supuesto era la escalera secreta hacia el despacho de Dumbledore.
La profesora McGonagall la estaba esperando en el pasillo.
- Buenas tardes Granger. La estaba esperando señorita.
- Buenas tardes profesora.
- Sígame- se giro y miro a la estatua. Y dijo con voz clara- Banana Split.- de la
estatua nació una escalera de caracol que subía hacia lo alto del castillo.
Hermione nunca había estado en el despacho de Dumbledore, ya que siempre que algo había pasado
con Voldemort el director había mandado a Harry subir solo.
- Buenas tardes Albus.
- Buenas tardes Minerva, buenas tardes Hremione.
- Buenas tardes director.
- Supongo que estarás deseando saber tus nuevas tareas ¿no?- dijo el director mirando
a la chica por encima de sus gafas de media luna.
- Si claro- contesto Hermione.
- Bueno sentaos las dos entonces -dijo señalando dos sillas que estaba delante de la
mesa. El estaba detrás, se sentó también en una silla y saco de un cajón de su mesa un cacho
de pergamino de unos 30 centímetros extendió la mano en dicción a Hermione - bueno aquí están
todas las funciones de un prefecto.
- Gracias profesor Hermione cogió el pergamino.
- Además creo que deberías saber que para un prefecto es muy importante ser respetado.
Es importante que un prefecto cuide de los de su casa estarás encargada también de ellos en
cierto modo. Un prefecto debe de cuidar la imagen de su casa, no debe de participar en peleas
ni revueltas. Y para que no se vea molestado en su tarea ni extorsionado por nadie un
prefecto tiene su propia habitación, estará como no cerca de su casa. Y aunque se que usted
no lo hará debo advertirle.... no descuide sus estudios, recuerde que ahora, señorita es el
ejemplo de los de su casa.
- Estupendo profesor, no habrá ningún problema.
- Acompáñame Hermione te enseñare donde queda tu habitación y te daré las hojas con las
claves.
- Bien. Adiós entonces - dijo el directo.
- Adiós- dijeron las dos.
Las dos caminaron por los pasillos, pasaron por delante del retrato de la dama gorda y
giraron en un pasillo hacia la derecha, este era largo y en el había grandes puertas. Mas o
menos a la mitad del pasillo la profesora McGonagall se paro. Miro a Hermione y se saco una
llave dorada del bolsillo, la metió en la cerradura de la puerta que tenia justo en frente.
La pureta se abrió, todo estaba en silencio.
- Pase Granger- Hermione entro seguida de la profesora- Bueno esta será tu nueva
habitación, el baño esta ahí- señal una puerta que había a la derecha- tus cosas las traerán
los elfos esta misma noche.
- ¿Y las claves?
- Si, las claves debe ser algo secreto, así que guárdalas bien.
- Lo haré- dijo Hermione cogiendo el pergamino que la profesora le entregaba.
- No te entretengo mas Granger, que pases buena noche.
- Igualmente.
Hermione se quedo sola en la habitación, la observo con detenimiento.
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