DÍAS OSCUROS

Capítulo XI

Ginny había notado un gran cambio en su amiga Sheila desde que Touya había llegado a Hogwarts de esa manera tan de improvisto. Cuando los vio hablando tranquilamente en el jardín notó como ella parecía un poco más alegre de lo que la había visto en los últimos días. Desde el primer día Sheila y Touya se habían hecho inseparables.

Touya estaba con Hagrid en el bosque, tenían que ayudar a un animal que estaba herido. Él se había adaptado muy bien a su nueva vida. Todos los del colegio se sorprendieron mucho, nunca se hubieran imaginado que éste sujeto realizaría tan bien su trabajo. Tenía un humor especial y hablaba con poca gente, pero se acostumbraron a su manera de ser.

-Touya, ¿qué tal la vida en el castillo?- le preguntó Hagrid mientras regresaban después de haber realizado con éxito su trabajo.

-Bien Hagrid, ya me he acostumbrado a estar por aquí- le respondió éste-. Por cierto, hay algo que me tiene algo intrigado, ¿Cuántas maneras de llegar a Hogwarts existen?.

-Pues la verdad es que en teoría sólo hay dos maneras para poder llegar a este castillo y como requisito imprescindible se tiene que saber el sitio exacto donde se encuentra y también se debe tener algo de magia-. Le respondió Hagrid.

-¿Sólo dos maneras?- preguntó Touya algo confundido-. Es extraño, ya que este castillo es muy grande y se ve desde lejos. Lo que no entiendo muy bien es cómo aparecí yo por aquí.

-Eso no lo entiende nadie, pero visto que eres un buen compañero de trabajo y que cuentas con el apoyo de Dumbeldore nadie te hará nada- dijo Hagrid sonriendo-. Dumbeldore es el mago más poderoso y el hombre más bueno que conozco, daría la vida por él sin ni siquiera pensarlo. Después de todo, él me ha salvado muchas veces, incluso estuve encarcelado en Azkaban por algo que no cometí y él me sacó de allí.

-No sabía que era tan poderoso, la verdad es que no lo parece- dijo Touya-. Y esas dos maneras de llegar a Hogwarts... ¿cuáles son?.

-La primera es mediante el Hogwart's Express, es el tren de Londres que llega hasta este colegio, así es como llegan todos los alumnos- empezó a explicar Hagrid-, la otra es utilizando un conjuro que sólo pueden realizar los magos con un nivel bastante algo, se trata de aparecer en este lugar.

-Entiendo- dijo Touya-. ¿Para qué tantas medidas de seguridad?.

-Tenemos la obligación de que los muggels no sepan sobre nuestra existencia, eso les extrañaría tanto y no sabemos exactamente de que manera actuarían- decía Hagrid-. Otra cosa que tenemos en cuenta es la seguridad de nuestros alumnos, además en estos momentos esto es lo principal para nosotros. Corren unos tiempos muy extraños.

-¿Qué está ocurriendo?- preguntó Touya sin entender muy bien-. Yo no veo nada que pueda hacer peligrar a los que nos encontramos aquí.

-Las cosas no son siempre lo que parecen- dijo Hagrid-. Esta tranquilidad está llena de elementos que la rarifican. ¿No notas como el aire es muy pesado?. Parece que se está preparando algo en contra de nosotros.

-Pues la verdad es que yo no noto nada de eso- dijo Touya.

-Entonces no seré yo quién te diga nada, eso tendrás que descubrirlo por ti mismo- dijo Hagrid-. Además tengo órdenes explícitas del profesor Dumbeldore para que no le explique a nadie que Lord Voldemort está preparando un ataque sobre Hogwarts.

Al darse cuenta de lo que había dicho, Hagrid se tapó la boca enseguida. Siempre se le escapaban las cosas, no podía seguir así, tenía que ser más cuidadoso. Enseguida siguió actuando como si no hubiera dicho nada, aunque estaba un poco nervioso y estudiaba a Touya para ver si había entendido algo de lo que había dicho.

-¿Lord Voldemort?- preguntó Touya un poco extrañado-. Vaya nombre más raro.

-Mira Touya ya es la hora de comer- dijo Hagrid mientras lo arrastraba hacia el castillo-. Me han comentado que te llevas muy bien con una alumna, Sheila Mankiw ¿me equivoco?.

-Es cierto, le dije que cuando regresara pasaría a recogerla de la biblioteca- dijo Touya recordando enseguida-. Adiós Hagrid-.

Así fue como Touya Kinomoto entró corriendo directamente hacia la biblioteca, no entendía como se había vuelto tan despistado, por un momento no se había acordado de su misión. Cuando llegó, Sheila ya se encontraba fuera esperando junto a su amiga Ginny. Las dos estaban conversando sobre los deberes de Futurología. A poca gente le gustaba realmente esta asignatura, la mayoría se dedicaban a inventar sus propias profecías.

-Estaba segura que ya no te acordabas de mí- le reprochó Sheila-.

-Lo siento, estaba con Hagrid trabajando, ya sabes- le contestó él, después se giró y miró a Ginny-. Hola Weasley- la saludó.

-Hola Touya- dijo sonriendo Ginny-. Hagrid te da mucho trabajo, ¿verdad?.

-Pues sí, pero me gusta el trabajo que estoy haciendo- le contestó.

-Ya les dejo solos, no se preocupen- dijo Ginny mientras se iba por el pasillo.

Ella estaba muy contenta por su amiga, pero había algo que no le gustaba y no sabía exactamente que era. Había decidido olvidarse de ello, seguramente era una tontería que se le había metido en la cabeza y no tenía ninguna importancia. Se fue hacia el gran salón donde le esperaban su hermano y sus dos amigos inseparables.

-Buenas!- saludó ella alegremente como siempre-. Ahora mismo he dejado a Sheila con su Romeo- dijo sonriendo.

-Vaya, si que se han hecho inseparables ese par- comentó Harry-. Nunca me lo hubiera pensado, ella tiene un carácter muy extraño y él no digamos...

-Eso no importa si ellos se aman de verdad- dijo Hermione-, el amor no tiene fronteras.

-Ya para Hermione- dijo molesto Ron- cuando te pones sentimental de esa manera eres una pesada.

Hermione le dedicó una mirada que heló la sangre en las venas de Ron. Realmente daba miedo cuando se ponía así. Suerte que siempre el enfado le pasaba enseguida.

-No entiendo como podremos aguantar a Snape durante toda la tarde- se quejaba Harry- además que nos han puesto muchas más horas de Defensa contra las Artes Oscuras.

-Harry, tienes que reconocer que no lo hace tan mal- dijo Ginny-. Me pensaba que sería peor. Me gusta más como profesor de Defensa contra las Artes Oscuras que como profesor de Pociones.

-Pero igualmente da asco verle en el puesto de profesor- dijo Ron que estaba completamente de acuerdo con su amigo.

-Dejemos ya el tema, por mucho que nos quejemos no se solucionará nada- dijo Hermione.

Decidieron que se irían a fuera un rato para descansar de las pesadas clases del día. Había muchos alumnos que hacían lo mismo que ellos. Mientras iban bajando las escaleras se encontraron a un grupo de Slytherin que estaban hablando sobre algo que según parecía les alegraba mucho. Pasaron por su lado sin darles mucha importancia, esos siempre estaban igual.

-Potter- se escuchó la voz de Malfoy- disfruta de tu vida mientras puedas- dijo riéndose con ganas.

-Gracias por el consejo Malfoy- le respondió Harry muy molesto- ahora hazme el gran favor de dejarme en paz ¿quieres?.

-Sí todo lo que desee el señor Potter- dijo mofándose Draco-. Seguro que ya estás avisado de todos modos. Nos veremos las caras pronto.

Con eso Draco Malfoy les giró la cara y dejó de prestarles atención. Todos los Slytherin que se encontraban con él empezaron a burlarse de ellos, sobretodo de Harry.

Mientras aún no habían encontrado un lugar para sentarse vieron como había una figura que se acercaba hasta donde ellos se encontraban. Después de un rato reconocieron al profesor Hiraguizawa. ¡Había vuelto!, todos los alumnos que se percataron de ello fueron enseguida a saludarle. Eriol se vio rodeado de sus antiguos alumnos, de veras se le había echado de menos en Hogwarts. Cuando pasó al lado de Ginny, Harry, Ron y Hemrione les sonrió de una manera que ellos no pudieron entender.

-Veo que estáis contentos de verme de nuevo, ¿eh?- dijo el con su habitual sonrisa-. Siento mucho deciros que me iré pronto, solo pasaré un par de horas por aquí.

Hizo oídos sordos a todas las súplicas para que se quedara de nuevo con ellos y entró hacia el castillo yendo directamente hacia el despacho del profesor Dumbeldore. El director del colegio le había llamado expresamente para tener una audiencia con él.

Al llegar a la puerta que estaba buscando vio que estaba entreabierta, entonces entró sin llamar. El señor Dumbeldore sabía que ya había llegado. Dentro se encontró con él de la misma manera que estaba siempre que se iba a hablar de cosas serias.

-Encantado de verle de nuevo señor Hiraguizawa- le dijo sonriendo el director-. ¿Se quedará un tiempo con nosotros?

-Lo siento pero eso es imposible- contestó Eriol-. Esta misma tarde me voy a Hong Kong, debo una visita a unos amigos.

-Entiendo, entonces no nos vayamos por las nubes y empecemos directamente con el asunto que quiero comentarle- dijo Dumbeldore-. He hablado con los profesores y hemos decidido que la idea de los señores Li de entrenar especialmente a los alumnos más capacitados para ayudarnos a proteger a los demás es una buena idea.

-¿Ahora reconocen que es una buena idea?- preguntó Eriol un poco molesto- ¿Qué dicen los de la Orden?.

-Ellos no están muy de acuerdo, pero como dije que si no se hacía eso declararía la Orden del Fénix como incompetente al final decidieron aceptar. Sé que he utilizado medidas drásticas, pero a veces esa es la manera de hacer lo que creemos que es correcto.

-Bien entonces, si ya han tomado su decisión, ¿Qué piensan hacer?- preguntó Eriol-. Porque conociendo a Sakura y a Shaoran ellos no van a aceptar actuar junto a la Orden del Fénix después de las palabras que les dedicaron.

-Lo sé, por eso esperaba a ver si por lo menos escucharían al director de Hogwarts- dijo Dumbeldore-. Pensaba ir yo mismo a Hong Kong para volver a expresarles mis disculpas por lo que pasó y pedirles una segunda oportunidad. Lo que pasa es que últimamente ocurren cosas extrañas. Lord Voldemort ha vuelto a dar señales de vida, aunque aún no ha ocurrido ningún hecho que pueda comprobarlo.

-Harry Potter ha sentido de nuevo que Voldemort está en sus plenas facultades, ¿verdad?- preguntó Eriol mirando de manera resuelta a Dumbeldore.

-Así es- le contestó éste.

-Entonces voy a hablar con Sakura y Shaoran y les explicaré la situación actual- dijo Eriol-. Me he mantenido en contacto con ellos y se ve que en Oriente también están ocurriendo cosas, por eso había decidido ir a visitarles antes de lo que me había propuesto. ¿Cuál es el plan que debo comentarles?.

-He estado avisando a algunos alumnos de lo que está pasando, sólo son unos pocos pero yo les veo bastante capacitados para realizar ese gran esfuerzo. Son los que tienen un potencial más grande, aunque para eso he necesitado más tiempo del que tuvo que utilizar la señora Li- Dumbeldore hacía cara de estar un poco cansado-. Ya me estoy volviendo viejo, no soy lo mismo que antes.

-Supongo que aceptarán, ellos aún confían en usted- dijo Eriol intentando tranquilizar a Dumbeldore-. Pienso que la mejor manera de llevar esto a cabo es que en las vacaciones se empiecen los entrenamientos. La casa de los Li es uno de los mejores lugares habilitados para eso, si no hay problemas supongo que se podrá ir allí.

-Estoy de acuerdo con usted- dijo Dumbeldore- ahora sólo falta que ellos acepten. Espero que así sea por el bien de todos.

-Si ya no queda nada más que decir me voy a casa, Nakuru y Spinel Sun se estaban peleando en el momento en que vine hacia aquí. Esos dos siempre están igual. Ya le enviaré noticias.

Así los dos se despidieron y Eriol regresó a casa sin ningún incidente digno de comentar. De camino a casa estaba contento de que al final en Hogwarts se hubieran dado cuenta de la verdad, eso facilitaría las cosas. Estaba seguro que Sakura y Shaoran aceptarían lo que el señor Dumbeldore le había pedido. Miró su reloj y se dio cuenta de que tenía que ir rápido, aún no se había preparado todo lo que tenía que llevarse a Hong Kong. Luego empezó a pensar la cara que pondrían cuando vieran que había ido allí, seguro que se divertiría un rato.

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Todos los presentes miraron a su alrededor, se encontraban en un sitio muy extraño. La cueva era muy oscura y dentro hacía un frío que calaba los huesos, pero eso a ellos no les afectaba. Se encontraban sentados encima de las rocas que había en el suelo, hacían una serie de círculos concéntricos. De veras eran muchos.

Todos estaban situados según su especie y habilidad. Por un lado se encontraban los Ogros, que eran de una gran estatura y en sus manos llevaban algunos objetos que se veían muy pesados.

Por otro lado estaban una serie de figuras envueltas con ropajes color violeta, ellos eran los que pertenecían al clan Wu. Tenían toda una serie de armas, cada uno la suya. En total eran unas 30 personas que conformaban este clan, junto al clan Li eran de los más numerosos de Hong Kong.

Al lado del clan Wu se encontraba a una serie de personajes que iban vestidos de diferentes maneras, ellos eran los que se habían cambiado de bando. Cada color significaba que pertenecían a uno u otro clan. No había muchos de esos. Desobedecer al clan era algo muy penado y enseguida se perdía el honor y esa persona era considerada como muerta si era el caso de que se produjera una traición tan fuerte.

También había toda una serie de deméntores. Esos monstruos siempre envueltos en capas que eran el terror de sus enemigos. Desprendían una fría corriente de sus cuerpos envueltos. Nadie podía ver exactamente como eran, mejor así porque si se llegaba a ver su apariencia real era que estabas cerca de lo peor que podía pasarte: se quedaban con tu alma y quedabas expuesto a ser un ser sin vida pero que aún no estaba muerto.

Otras figuras que se encontraban con el extraño grupo eran unas personas envueltas en capas negras. Los caballeros de la muerte o, como eran comúnmente llamados, los mortifagos. También eran unos treinta. Eran los más fieles a Lord Voldemort, durante su época de esplendor habían ejecutado las más tremendas matanzas junto a su señor. Eran unos seres que odiaban a los muggels y a todo aquél que no se postrara a sus pies. Seguían fielmente a su señor a dónde fuera.

En el centro del círculo se encontraban dos personajes, uno de ellos era un hombre que se veía poco corpulento, envuelto en una capa negra, éste era el temido Lord Voldemort. El otro era un hombre de mediana edad que se veía con todas sus facultades, estaba cubierto por una túnica color violeta con los símbolos de su clan: él era el líder del clan Wu, Wu Zhaodao.

Cuando estos dos personajes se levantaron todos los que se encontraban a su alrededor callaron. Se produjo un silencio sepulcral.

-Nos hemos reunido aquí para poder ver cuántos somos los que estamos dispuestos a acabar con el mundo- dijo el hombre de la túnica violeta-. Como sabéis, este es el resultado de la unión de las fuerzas de la Oscuridad tanto de Oriente como de Occidente. Nunca antes se había producido una alianza de este tipo.

Todos empezaron a aclamar a éstas palabras, de veras que se sentían muy contentos. Esta vez nadie podría pararles, una alianza como la que se había realizado era difícil de vencer.

-Hoy vamos a empezar a planear nuestras acciones conjuntas- dijo la voz chirriante de Lord Voldemort-. Pasaremos a la acción dentro de poco, pero antes se tiene que tener unas perspectivas de acción muy concretas para disfrutar el máximo viendo como eliminamos a nuestros enemigos. Por eso se ha decidido esta reunión. Después de investigar durante un rato su comportamiento, vamos a pensar ya como hacer para que sufran todos aquellos a los que odiamos.

-La alianza que se ha intentado realizar contra nosotros se ha roto- dijo Wu Zhaodao-. Hace un tiempo que los líderes del clan Li regresaron a Hong Kong. Eso significa que nuestros enemigos no están unidos, así es más fácil terminar con ellos.

-Eso es una buena noticia, si señor- dijo Voldemort-. Conozco los punto débiles del colegio Hogwarts, si el director Dumbeldore no está allí, nadie puede garantizar su supervivencia. Eso es algo que ha quedado demostrado muchas veces. ¿Cuál es el punto débil de Oriente?.

-Ése son los líderes del clan Li- dijo Zhaodao-. Él es el jefe del Concilio de Hechiceros de Oriente, sin ellos no hay unidad. Pero aquí tenemos un pequeño problema y es que ellos son dos. Se dice que son los hechiceros más poderosos de Oriente. También he oído hablar de la reencarnación de Clow, que es un gran amigo de ellos.

-Estando así la situación será un poco más complicado de lo que parecía en un principio- dijo pensativamente el sujeto cubierto por la capa negra-. Primero debemos descubrir quién es esa reencarnación. Es la única pieza que nos falta.

-Señor Voldemort- se escuchó una voz joven que pertenecía a un mortifago- eso ya lo hemos solucionado. Descubrí quién era y por medio de mi padre me puse en contacto con el señor Zhaodao para explicarle todo lo que sabía.

-Puedes estar orgulloso de tu hijo Lucius- dijo muy contento Voldemort-. Me estás prestando un gran servicio como espía en Hogwarts. ¿Entonces ese problema ya está solucionado?.

-Deja eso en mis manos- dijo Wu Zhaodao con una sonrisa en sus labios-. No durará mucho tiempo más. Ya he puesto en marcha un plan para eliminarlo.

-De acuerdo, según lo que parece ellos no están unidos... qué ilusos si piensan que pueden terminar con nosotros así- dijo riendo Lord Voldemort-. Creo que nos subestiman amigos, ¿qué pensáis vosotros?- preguntó a todos los que asistieron a la reunión.

Todos los presentes empezaron a hablar entre ellos. Los murmullos de todas las voces se unieron y llenaron la cueva donde se encontraban. Al final se pudo oír el sonido de una risa siniestra.

-Creo que es mejor empezar primero por los más débiles- dijo un mortifago-. La Orden del Fénix, tal vez.

-Pero para esto tenemos que esperar a que Dumbeldore no se encuentre con ellos- dijo pensando Voldemort-. A ver, joven Draco estarás atento a todo lo que ocurra allí y cuando encuentres una oportunidad para nosotros nos avisas.

-Haré lo que me dice señor- le respondió Draco muy contento. Ésa era la primera misión que Lord Voldemort le confiaba, ya empezaba a sentirse como un miembro importante.

-Así como están las cosas estoy seguro que Dumbeldore intentará arreglar las cosas con Oriente- dijo pensando Voldemort- por eso cuando vaya a ver al clan Li a Hong Kong será nuestra oportunidad para empezar a actuar.

Todos los presentes lanzaron un grito de alegría. Ya querían pasar a la acción, estaban cansados de esperar. Ellos iban a acabar con el mundo y lo harían ya.

-Entonces cuando sea la oportunidad esperada se nos avisará- dijo Wu Zhaodao-. Hasta entonces voy a explicarte algunos planes que tengo pensados. Por cierto, tengo algo muy importante, un nuevo guerrero que nos ayudará a hacer un trabajo muy eficaz, al menos a la hora de acabar con la señora Li- dijo sonriendo-. Como se atrevió esa estúpida a rechazarme... ya he hecho que se acuerde de mí durante esos dos años y ahora va a sufrir de verdad.

Wu Zhaodao estaba oprimiendo la mandíbula, estaba lleno de rabia. Daba miedo cuando se ponía así, su mirada se volvió la más mortífera que se pueda ver. Nunca perdonaría a es chica que no aceptó unirse a él. Sufriría por el desprecio que le había hecho en esa ocasión. Además que no había conseguido matarla antes y ahora tenía todo lo necesario para acabar con ella. Esta vez seguro que no fallaría, lo tenia todo demasiado bien planeado.

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Notas de la autora. Buenas de nuevo!. Hacía bastante tiempo que no me pasaba por aquí... deseo que la espera haya servido para algo!. Bueno, aquí está el capítulo XI, casi no me puedo creer que haya llegado tan lejos.

Uuuuuh! Bueno, no se si la historia hasta ahora resulta algo pesada, se que a veces se explican cosas que no son importantes, pero es que a mi me gusta tenerlo todo a punto antes de que empiece la acción de verdad. No se, puede que sea algo lenta pero que se le va a hacer...

Otra cosa, Dark Knight Zero puedo asegurarte que ésta es la primera vez que escribo una historia, lo único que había escrito hasta ahora eran los relatos de lenguaje cuando iba al colegio y los trabajos que me mandan actualmente en la uni, jeje. Pero lo que sí pasa es que siempre me ha gustado escribir lo que sea.

Sin nada más que decir, sólo espero que nos veamos en el próximo capítulo!.