DÍAS OSCUROS

Epílogo

Ya habían pasado ocho meses desde que todo había terminado. Lentamente las cosas habían vuelto a su sitio y la vida seguía como debía ser. Pero no todo el mundo había conseguido salir de ese agujero que les había dejado la batalla. Sakura se encontraba en su cama como siempre hacía pensando en como deberían haber sido las cosas.

Desde que habían regresado a Hong Kong casi nadie la veía. Se había encerrado en su habitación y salía muy pocas veces. Las únicas personas que recibía de vez en cuando eran la señora Yelan y Wei. Sólo salía para ir a comer o para ir a visitar la tumba de su marido, donde se pasaba horas y nadie sabia lo que hacía allí.

Todos estaban preocupados por ella en el principio pero al ver que sólo les contestaba mal o ni siquiera se dignaba a ello decidieron hacer como que lo olvidaban. Sabían el dolor que sentía y lo mal que estaba en esos momentos. Todo lo que habían intentado para animarla fue inútil, por eso ya se habían cansado de intentarlo hacía bastante tiempo.

Ni siquiera se ocupaba de su propio clan, las funciones habían sido delegadas en Yelan, que había vuelto a ocupar la posición de líder ya que la que debería hacerlo se negaba a ello. A veces Yelan le pedía la opinión en algunos asuntos pero Sakura sólo decía que era ella quien debía decidir.

Ese día se había levantado con los mismos ánimos de siempre. Mientras estaba en su cama mirando el techo y pensando sintió una punzada de dolor y se dio cuenta enseguida de lo que estaba pasando. Se puso feliz porque sabía que el sufrimiento terminaría pronto. Se levantó y salió de su habitación en busca de Wei.

Lo encontró enseguida en el jardín arreglando algunas plantas. Él al verla la miró como intentando saber lo que ocurría.

-Llama a los médicos Wei- fue lo que le pidió Sakura mientras volvía hacia su habitación para irse en la cama otra vez.

Con esto Wei entendió y fue corriendo en busca de los médicos del clan y a avisar a la señora Yelan. La expectación llenó la casa e incluso las cuatro hijas de Yelan intentaron entrar en la habitación aunque no les dejaron ir, lo que necesitaban era tranquilidad en estos momentos. Así, ellas se quedaron fuera en el pasillo delante de la habitación y esperando.

-Oh! No me lo puedo creer- decía Fuutie emocionada- Por fin podremos jugar con el bebé.

-Seguro que es tan mono como sus padres- decía otra de las hermanas Li.

-¿Y que no nombre le vamos a poner?- decía otra.

-Pues a mi me gusta

-Basta chicas- dijo Yelan saliendo de la habitación desde donde se escuchó un llanto de bebé-. Dejad ese tema ya. Será su madre quien elija el nombre del bebé. Podéis entrar ya.

Las cuatro hermanas entraron todas juntas en la habitación. Sakura estaba tranquilamente en la cama mirando el techo como siempre, ni se había inmutado de su presencia y tampoco mostraba la alegría de las madres que habían dado a luz a sus bebés. Seguía con su expresión de hielo y sus ojos tampoco mostraban ninguna señal de vida.

A su lado había una cunita con un pequeño bebé que estaba durmiendo plácidamente. Se pusieron alrededor de la cuna mirando a su ocupante.

-¿Cómo se va a llamar?- preguntó Shiefa.

-Shaoran- fue lo que contestó Sakura. Todos entendieron el porqué del nombre-. Por favor, déjenme sola.

Asintiendo fueron dirigiéndose a la puerta, justo entonces Sakura habló de nuevo.

-Wei, Yelan, ustedes quédense.

Ellos hicieron lo que ella había pedido y se quedaron en la habitación. Cuando ya los habían dejado solos se dispusieron a escuchar lo que Sakura tenía que decirles.

-Quiero que me prometan que le entrenarán para que sea el hechicero más poderoso del mundo y un buen líder del clan. Sé que pueden hacerlo muy bien. Pero necesito que me lo prometan.

-Claro que si señora, se hará como usted pida- contestó Wei y Yelan asentía con la cabeza.

-Esto es todo, pueden retirarse.

Asintiendo de nuevo salieron de la habitación y dejaron a Sakura sola con sus propios pensamientos.

-Vas a ser el mejor hechicero del mundo, deberás vengar la muerte y la memoria de tu padre- decía Sakura acercándose a la cuna para ver a su hijo- . Puedes estar tranquilo, tu padre y tu madre estarán contigo en todo momento, nunca estarás solo.

Como si el niño hubiera entendido todo eso, abrió lentamente los ojos y se vio como los tenía de un color ámbar muy claro. El bebé sonrió a su madre y ella interpretó eso como una señal de que todo iría bien. Sakura devolvió la sonrisa al bebé y se levantó de la cama.

Salió de la habitación rápidamente. Como todos se habían ido a celebrar la buena nueva nadie vio hacia donde se dirigía. Con pasos rápidos llegó hasta la tumba de Shaoran y se puso de rodillas delante de ella. Iba con el camisón y sin nada que cubriera sus pies.

-Ya he hecho lo que te prometí Shaoran, no queda nada para que ahora no pueda seguirte.

Con esto, sacó un arma que había guardado en la tumba y se la clavó, ahora ya nada la separaba de Shaoran y estaba feliz por esto. Todo su sufrimiento había terminado.

Notas de la autora. Ahora si es el fin, un poco corto ya lo sé. Estoy muy feliz de haber terminado mi primera historia! Casi no me lo puedo creer.

Ya me han llegado informaciones sobre el que en el final he matado a mucha gente, pos ahora después de esto... pero que se le va a hacer. Pienso que una historia un poco dramática también està bien. Espero que no os haya molestado mucho este final.

También me gustaria aclarar que no soy una sádica (jeje, los que se tengan que dar por aludidos ya lo entienden), la verdad es que me muero con las pelis de miedo y si veo una gota de sangre me desmayo... Bueno, sólo quería justificarme, jaja.

Ahora sí, creo que ya está todo dicho, a quienes les interese decir que ya he puesto el primer capítulo de mi nueva historia que se titula La princesa y la profecía, no soy muy buena con los títulos, que se le va a hacer... Bueno, si tienen ganas (y tiempo, que es muy importante) pueden pasar a verla y de paso decirme algo sobre ella.

Y, por último darles las gracias a los que habéis leído la historia y me habéis apoyado para que la continuara. Escribir parece fácil pero una vez que te has puesto te encuentras con algunos problemillas que hacen que pierdas las ganas y las esperanzas de que algún dia podrás temrinar la historia. Dejo ya mi monólogo filosófico, esto me está afectando.