BUENO RECIENTITO Y RECIEN SALIDO DEL HORNO....
UN CAPITULO NUEVO PARA AQUELLOS QUE AUN GUARDAN ESPERANZA...
A ESOS POKOS SOLO LES QUEDA ESPERAR....
CAPITULO 24: ESPERAR
Desapareció entre las sombras con el corazón destrozado, su vida se
había roto, se resquebrajaba su porvenir como una figura de porcelana
que se golpea contra el suelo al caer de una vitrina, eso era lo que
a él le había pasado, se había caído de su vitrina de perfección, y
se había golpeado, después de todos estos años, contra la realidad.
Esto supuso experimentar el dolor de la humanidad como una persona
normal. Su vida ya no era perfecta, ya no era el chico preferido de
Slytherin, la figura idealizada de el éxito, ya no era Draco Malfoy
ahora simplemente era uno mas, un civil, un estudiante, un chico,
normal...
Bueno normal en un sentido figurado, pues el sabia muy bien que nunca
podría llegar a ser normal, pero sentir este dolor era lo mas cercano
a lo vulgar que iba a estar. Así que en el fondo le gustaba, aunque
sentía asco de su persona y repelencia por todo lo que tuviera que
ver consigo.
Se odiaba a si mismo.
La gran evidencia callo por su peso y emponzoño el pensamiento y la
carne de aquel muchacho.... la verdad mas terrible, la desdicha mas
horrible, algo que le causaba pánico y hacia que se marchitara en
aquella soledad demoledora.
Sin darse cuenta se vio llorando amargamente, él casi nuca lloraba y
cuando lo hacia era cuando estaba solo, jamás delante de nadie.
"Solo los cobardes y los débiles lloran" le dijo su padre una vez.
Cuanto se equivocaba.
Un pasillo tétrico se vio testigo de aquellas lagrimas, cuando solo
la luna iluminaba los baldosines del suelo, cuando solo unos pocos
rayos de claridad entraban por una ventana solitaria, cuando una
pared sólida servia de apoyo a una espalda que se quebraba bajo el
peso del dolor, cuando un chico ya no soportaba mas aquel abismo...
entonces lo oyó:
Era la voz del mismo Belcebú que le gritaba que bajara a su reino,
que le entregara su vida, el regente del tártaro que le imploraba que
se matara.
Puede que fuera una voz en su cabeza... pero en aquel momento la
muerte le pareció la mejor solución aunque este sabia que si se
quitaba la vida iría de cabeza al infierno.
Así es que allí mismo lo decidió, no le tenia miedo a la muerte, se
enfrentaría a su guadaña sin temor, tampoco le temía al dolor, por que... ¿qué es la muerte sin dolor? Y ¿qué es el dolor sin muerte?
La vida empieza con la sangre y con esta debía de acabar, drenaría sus
venas en aquel mismo pasillo, dejaría que un charco de rojo liquido
purificara y diera paz a su interminable tormento.
Así pues saco su varita y conjuro un puñal, entre chispas de color
verde este resurgió. Era frió como los hielos de Groenlandia y
centelleaba aun con la mortecina luz de la luna.
Arremango entonces su túnica y dejo su carne blanca al descubierto,
las venas azuladas del chico destacaban con gran intensidad en una
piel casi transparente, sintió que su corazón se apresura y le
golpeaba el pecho con un fulgor indescriptible. Acerco entonces la
afilada punta del puñal a su carne y la rasgo con pericia. Una gota
roja se derramo desde su muñeca...
***
Sentía que se había equivocado, había cometido un error de portentosa
envergadura y no solo ella había sido la perjudicada sabía muy bien
que le había hecho daño, la ultima cosa que le hubiera gustado era
ver sufrir a su querido amante, pero así era, ella había sido la
causante de su desdicha.
No.
Esta vez se tragaría el orgullo, dejaría toda su vanidad a un lado,
le haría de caso omiso a su materia gris y pasaría de escuchar sus
consejos por una vez, oiría solo lo que su músculo motor tenia que
decirle.
No había entendido ni una sola palabra de lo que el chico la había
dicho... aun apretaba en su mano aquel colgante con forma de lagrima,
no se había movido aun del sitio.
Había recapacitado ya lo suficiente y quería encontrarle cuanto antes,
pero el castillo era inmenso y la oscuridad creciente, por o hablar
de que el celador patrullaba los pasillos siempre acompañado por su
desagradable compañera la Señora Norris.
Pero le daba igual tomo la misma dirección que el chico había seguido
y corrió por el pasillo lo mas en silencio que pudo, era recto y
angosto, bajaba en dirección a las mazmorras, la humedad era creciente
y el frió se destacaba mas en aquella parte de Hogwarts.
Llego al fin a un cruce de tres pasillos, a su derecha uno
medianamente iluminado por algunas antorchas, a ambos lados de las
paredes había puertas de roble cerradas. El de su izquierda sin
embargo parecía mas oscuro y se distinguía a pocos metros la boca de
unas escaleras que descendían aun mas y finalmente el de enfrente
suya que era similar al que se encontraba, tan solo iluminado por la
luna y las estrellas y con las paredes pulimentadas y sin una sola
puerta.
Quiso gritar el nombre de Draco y dejar que el eco lo difundiera,
pero eso habría alertado al celador, así que no tuvo mas remedio que
elegir.
Decidió seguir por el estrecho pasillo, no supo porque había elegido
ese, de todas formas por alguno debía empezar su búsqueda. Apresuro
el paso y siguió hacia delante, girando a la derecha al cabo de un
rato, pudo observar que el pasillo se ensanchaba y se convertía en
una galería de tamaño normal, oscura y silenciosa como todas, pero
este era diferente...
Algo... no sabia bien que... le daba... miedo.
Decidió adentrarse en ella a pesar de que le temblaba el pulso y su
corazón se había acelerado, pero no podía hacerlo con aquella
oscuridad. Aquella oscuridad que solo contrastaba con la luna,
aquella oscuridad que bañaba todo de tiniebla.
Saco de la túnica su varita y susurro "lumus"
Centelleo la varita y salió un chorro de luz de la punta de esta, la
luz inundo el corredor. Y al final de este diviso...
***
El dolor era profundo al igual que sus cortes, fue siguiendo la forma
de sus venas igual que un ermitaño sigue un camino, trazando en su
piel un mapa de dolor.
Cuando su muñeca derecha demasiado ensangrentada ya le pareció
grotesca comenzó con la izquierda empuñando el puñal esta vez con mas
dificultad ya que la mano con la que lo cogía estaba visiblemente
herida.
Y de nuevo corto. Corto. Corto.
Dolía pero las lagrimas no le caían por el dolor, le caían por el
despecho, le caían por que veía que su fin estaba próximo que su vida
concluía, que su reclusión en aquel cuerpo maldito tocaba a su fin.
Dentro de poco seria libre...
Pensaba deliraba sentía que su corazón latía y latía y veía la sangre
manchar el suelo y sus ropas... hasta que finalmente se le quedo la
mente en blanco y solo oía en su cabeza una canción.
Si es verdad que hay algo más
yo te esperaré.
Necesito descansar,
tu amor me llevaré.
Me voy hacia un lugar
donde el tiempo es una ilusión,
la brisa es de color,
la voz música, y el sol es de algodón.
Atravesaré la luz
en forma de eternidad,
mi voz se silenciará,
mi cuerpo será el ayer.
En gotas de alma voy
navegando hacia el final,
no dudes que al mirar
hacia tu interior, me podrás hallar.
Cuando tu tiempo se va
es hora de marchar.
Prepara tu viaje bien,
no tengas miedo y ve.
No llores más por mí,
siempre estoy cerca de ti.
Te esperaré en la luz,
allí donde no, no existe el dolor.
(Mägo de Oz)
Finalmente se desmayó.
***
Y al final de este diviso... a un muchacho tendido en el suelo bañado
en un chaco de sangre. Corrió hacia él lo mas rápido que pudo,
observo sus muñecas llenas de cortes, y un puñal que yacía en el
suelo junto a su mano derecha.
Una sensación de pánico se apodero de ella comenzó a llorar con
amargor y desesperación. Solo se le ocurrió trasladar el cuerpo del
joven hasta la enfermería y tal vez el milagro de la magia pudiera
hacer algo por su vida... por sanar sus heridas y restituir su
circulación sanguínea.
Elevo el cuerpo de Draco con un hechizo sencillo "wingardiun leviosa"
(N/A vale no se como se escribe eso...) y lo llevo lo mas rápido que
pudo hacia la dependencia donde habrían de sanarlo.
Abrió la puerta de un golpe y dejo pasar el cuerpo del chico grito el
nombre de la enfermera un par de veces en tono desesperado. Esta
salió en camisón y con los rulos aun puestos.
- SANTO CIELOOOOO- Exclamo muy asustada al ver el estado del muchacho
que ya había sido puesto sobre una camilla de sabanas blancas que
había encharcado en seguida con su sangre.
- Ayúdele por favor.... a intentado quitarse la vida..... ayúdele,
haga algo, por dios se lo ruego.
- Tranquilízate chiquilla, enciende las luces, tráeme agua caliente
de la pila y un par de vendas de aquel armario, después corre a
llamar a Dumbledore. La clave del despacho es tiramisu...
Así lo hizo Hermione dio a la Señora Pomfrey todo lo que le pidió
mientras ella cogía de un armario unos frascos que contenían líquidos
de diferentes colores. Le hubiera gustado quedarse a ver que era
lo que hacia la enfermera, pero esta le apremio y la mando que fue
a buscar al director del colegio.
Corrió por el pasillo esta vez sin miedo a que la viera Filch,
llego a su despacho casi sin aliento y se paro enfrente de aquella
portentosa gárgola... con voz entrecortada dijo Tiramisu... y con
elegancia esta cedió dando paso a una escalera de caracol.
Hermione la subió rápido saltando los escalones de dos en dos.
Toco en la puerta muy fuerte, mas bien se podría decir que la
aporreo. Estaba sudando el corazón le latía muy deprisa y el
aliento se escapaba de su boca de forma apresurada.
Abrió el director con su talante majestuoso y señorial, vestido con
una túnica azul... ¿acaso no dormía? Diviso tras el la mesa llena
de papeles y un candelabro que alumbraba el escritorio.
- ¿Qué se le ofrece señorita Granger? Algo de suma importancia
supongo, sino no conocería la contraseña- aclarose a si mismo el
director
- Es Draco Malfoy, señor, ha intentado suicidarse, lo encontré en
un pasillo, esta muy grave en la enfermería. La señora Ponfrey me
mando buscarle.
- Dame la mano Hermione, nos vamos a aparecer.
Le dio la mano sin rechistar, las tenia frías y eran de poca carne
y dedos finos. Un torbellino de color los envolvió cuando el profesor
Albus Dumbledore cerro los ojos y se concentro en aparecerse en
la enfermería.
Aparecerse era la forma mas rápida de llegar a los sitios pero solo
los magos mayores de edad y con un titulo podían hacerlo, así que
Hermione viniendo de familia muggle lógicamente nunca había
experimentado lo de aparecerse....
A los pocos segundos el remolino se disolvió y la enfermería se
presento ante ellos. Draco seguía tumbado, inconsciente en la
camilla. La enfermera a su lado practicaba el coserle las heridas
con un hilo y una aguja cuando vio al profesor levanto la vista y
le llamo con ansia. Dumbledore se giro y le dijo en tono suave a
Hermione:
- Se que eres la prefecta y también se que estarás preocupada por tu
compañero pero debo pedirte que e marches, que vallas a tu cuarto e
intentes dormir.... de acuerdo....
- No yo, no voy a dejarle solo, él me necesita....
- Se pondrá bien, márchate y descansa, mañana si no es necesario que
acudas a las clases si te encuentras indispuesta, se pondrá bien.
Prácticamente la echo fura de la enfermería así que Hermione puso
rumbo a su cuarto y con pesadumbre camino por el pasillo.
Estaba segura de que esa noche no pegaría ojo...
Que estúpida había sido, ahora todo lo que el chico la había dicho
tenia sentido, pretendía quitarse la vida.
Esta oportunidad había sido para el la ultima y como había sido
rechazado por su amada había decidido que la muerte era mejor que
el sufrimiento.
Y todo por su culpa, por su egoísmo, por ser tan necia, por su...
futuro...
Esa noche Hermione comprendió que en los libros no vienen todas
las respuestas y que no siempre hay que escuchar lo que te dice
tu mente.... a veces hay que seguir tu instinto arriesgar, lanzar
la moneda esperar a que caiga para ver si tu apuesta es la correcta.
Comprendió que a veces el azar es as importante, que no hay que
tener miedo de querer a nadie, que el dolor es bueno... y que el
sufrimiento es un sentimiento humano. Comprendió que todo en esta
vida tiene una solución, que no hay problema que no pueda resolverse.
Aquella noche fue una lección moral que ella nunca olvidaría...
Pero si Draco moría... el no olvidarla se convertiría en su calvario
y en su tormento.
Ahora solo le cabía esperar.
Esperar.
VALEEEEEEEEEE LO RECONOZCO ESTE CAPI ES MAZO DE DRAMA
PERO ESKE SI ALGUIEN NO SE AUTOLEXIONA EN MIS FICS NO ESTOY CONTENTA
JEJEJE
ADRI WAPISIMA QUE LO TUYO.... YA ESTA AHI, DANDO VUELTAS EN MI CABEZA
MUY PRONTO, CREO QUE PODRAS COMPROBAR HASTA QUE PUNTO LLEGA MI LOKURA.
BESOS A TODOS Y EN ESPECIAL, ALOS QUE ME DEJAN REVIEWWWWWWW
UN CAPITULO NUEVO PARA AQUELLOS QUE AUN GUARDAN ESPERANZA...
A ESOS POKOS SOLO LES QUEDA ESPERAR....
CAPITULO 24: ESPERAR
Desapareció entre las sombras con el corazón destrozado, su vida se
había roto, se resquebrajaba su porvenir como una figura de porcelana
que se golpea contra el suelo al caer de una vitrina, eso era lo que
a él le había pasado, se había caído de su vitrina de perfección, y
se había golpeado, después de todos estos años, contra la realidad.
Esto supuso experimentar el dolor de la humanidad como una persona
normal. Su vida ya no era perfecta, ya no era el chico preferido de
Slytherin, la figura idealizada de el éxito, ya no era Draco Malfoy
ahora simplemente era uno mas, un civil, un estudiante, un chico,
normal...
Bueno normal en un sentido figurado, pues el sabia muy bien que nunca
podría llegar a ser normal, pero sentir este dolor era lo mas cercano
a lo vulgar que iba a estar. Así que en el fondo le gustaba, aunque
sentía asco de su persona y repelencia por todo lo que tuviera que
ver consigo.
Se odiaba a si mismo.
La gran evidencia callo por su peso y emponzoño el pensamiento y la
carne de aquel muchacho.... la verdad mas terrible, la desdicha mas
horrible, algo que le causaba pánico y hacia que se marchitara en
aquella soledad demoledora.
Sin darse cuenta se vio llorando amargamente, él casi nuca lloraba y
cuando lo hacia era cuando estaba solo, jamás delante de nadie.
"Solo los cobardes y los débiles lloran" le dijo su padre una vez.
Cuanto se equivocaba.
Un pasillo tétrico se vio testigo de aquellas lagrimas, cuando solo
la luna iluminaba los baldosines del suelo, cuando solo unos pocos
rayos de claridad entraban por una ventana solitaria, cuando una
pared sólida servia de apoyo a una espalda que se quebraba bajo el
peso del dolor, cuando un chico ya no soportaba mas aquel abismo...
entonces lo oyó:
Era la voz del mismo Belcebú que le gritaba que bajara a su reino,
que le entregara su vida, el regente del tártaro que le imploraba que
se matara.
Puede que fuera una voz en su cabeza... pero en aquel momento la
muerte le pareció la mejor solución aunque este sabia que si se
quitaba la vida iría de cabeza al infierno.
Así es que allí mismo lo decidió, no le tenia miedo a la muerte, se
enfrentaría a su guadaña sin temor, tampoco le temía al dolor, por que... ¿qué es la muerte sin dolor? Y ¿qué es el dolor sin muerte?
La vida empieza con la sangre y con esta debía de acabar, drenaría sus
venas en aquel mismo pasillo, dejaría que un charco de rojo liquido
purificara y diera paz a su interminable tormento.
Así pues saco su varita y conjuro un puñal, entre chispas de color
verde este resurgió. Era frió como los hielos de Groenlandia y
centelleaba aun con la mortecina luz de la luna.
Arremango entonces su túnica y dejo su carne blanca al descubierto,
las venas azuladas del chico destacaban con gran intensidad en una
piel casi transparente, sintió que su corazón se apresura y le
golpeaba el pecho con un fulgor indescriptible. Acerco entonces la
afilada punta del puñal a su carne y la rasgo con pericia. Una gota
roja se derramo desde su muñeca...
***
Sentía que se había equivocado, había cometido un error de portentosa
envergadura y no solo ella había sido la perjudicada sabía muy bien
que le había hecho daño, la ultima cosa que le hubiera gustado era
ver sufrir a su querido amante, pero así era, ella había sido la
causante de su desdicha.
No.
Esta vez se tragaría el orgullo, dejaría toda su vanidad a un lado,
le haría de caso omiso a su materia gris y pasaría de escuchar sus
consejos por una vez, oiría solo lo que su músculo motor tenia que
decirle.
No había entendido ni una sola palabra de lo que el chico la había
dicho... aun apretaba en su mano aquel colgante con forma de lagrima,
no se había movido aun del sitio.
Había recapacitado ya lo suficiente y quería encontrarle cuanto antes,
pero el castillo era inmenso y la oscuridad creciente, por o hablar
de que el celador patrullaba los pasillos siempre acompañado por su
desagradable compañera la Señora Norris.
Pero le daba igual tomo la misma dirección que el chico había seguido
y corrió por el pasillo lo mas en silencio que pudo, era recto y
angosto, bajaba en dirección a las mazmorras, la humedad era creciente
y el frió se destacaba mas en aquella parte de Hogwarts.
Llego al fin a un cruce de tres pasillos, a su derecha uno
medianamente iluminado por algunas antorchas, a ambos lados de las
paredes había puertas de roble cerradas. El de su izquierda sin
embargo parecía mas oscuro y se distinguía a pocos metros la boca de
unas escaleras que descendían aun mas y finalmente el de enfrente
suya que era similar al que se encontraba, tan solo iluminado por la
luna y las estrellas y con las paredes pulimentadas y sin una sola
puerta.
Quiso gritar el nombre de Draco y dejar que el eco lo difundiera,
pero eso habría alertado al celador, así que no tuvo mas remedio que
elegir.
Decidió seguir por el estrecho pasillo, no supo porque había elegido
ese, de todas formas por alguno debía empezar su búsqueda. Apresuro
el paso y siguió hacia delante, girando a la derecha al cabo de un
rato, pudo observar que el pasillo se ensanchaba y se convertía en
una galería de tamaño normal, oscura y silenciosa como todas, pero
este era diferente...
Algo... no sabia bien que... le daba... miedo.
Decidió adentrarse en ella a pesar de que le temblaba el pulso y su
corazón se había acelerado, pero no podía hacerlo con aquella
oscuridad. Aquella oscuridad que solo contrastaba con la luna,
aquella oscuridad que bañaba todo de tiniebla.
Saco de la túnica su varita y susurro "lumus"
Centelleo la varita y salió un chorro de luz de la punta de esta, la
luz inundo el corredor. Y al final de este diviso...
***
El dolor era profundo al igual que sus cortes, fue siguiendo la forma
de sus venas igual que un ermitaño sigue un camino, trazando en su
piel un mapa de dolor.
Cuando su muñeca derecha demasiado ensangrentada ya le pareció
grotesca comenzó con la izquierda empuñando el puñal esta vez con mas
dificultad ya que la mano con la que lo cogía estaba visiblemente
herida.
Y de nuevo corto. Corto. Corto.
Dolía pero las lagrimas no le caían por el dolor, le caían por el
despecho, le caían por que veía que su fin estaba próximo que su vida
concluía, que su reclusión en aquel cuerpo maldito tocaba a su fin.
Dentro de poco seria libre...
Pensaba deliraba sentía que su corazón latía y latía y veía la sangre
manchar el suelo y sus ropas... hasta que finalmente se le quedo la
mente en blanco y solo oía en su cabeza una canción.
Si es verdad que hay algo más
yo te esperaré.
Necesito descansar,
tu amor me llevaré.
Me voy hacia un lugar
donde el tiempo es una ilusión,
la brisa es de color,
la voz música, y el sol es de algodón.
Atravesaré la luz
en forma de eternidad,
mi voz se silenciará,
mi cuerpo será el ayer.
En gotas de alma voy
navegando hacia el final,
no dudes que al mirar
hacia tu interior, me podrás hallar.
Cuando tu tiempo se va
es hora de marchar.
Prepara tu viaje bien,
no tengas miedo y ve.
No llores más por mí,
siempre estoy cerca de ti.
Te esperaré en la luz,
allí donde no, no existe el dolor.
(Mägo de Oz)
Finalmente se desmayó.
***
Y al final de este diviso... a un muchacho tendido en el suelo bañado
en un chaco de sangre. Corrió hacia él lo mas rápido que pudo,
observo sus muñecas llenas de cortes, y un puñal que yacía en el
suelo junto a su mano derecha.
Una sensación de pánico se apodero de ella comenzó a llorar con
amargor y desesperación. Solo se le ocurrió trasladar el cuerpo del
joven hasta la enfermería y tal vez el milagro de la magia pudiera
hacer algo por su vida... por sanar sus heridas y restituir su
circulación sanguínea.
Elevo el cuerpo de Draco con un hechizo sencillo "wingardiun leviosa"
(N/A vale no se como se escribe eso...) y lo llevo lo mas rápido que
pudo hacia la dependencia donde habrían de sanarlo.
Abrió la puerta de un golpe y dejo pasar el cuerpo del chico grito el
nombre de la enfermera un par de veces en tono desesperado. Esta
salió en camisón y con los rulos aun puestos.
- SANTO CIELOOOOO- Exclamo muy asustada al ver el estado del muchacho
que ya había sido puesto sobre una camilla de sabanas blancas que
había encharcado en seguida con su sangre.
- Ayúdele por favor.... a intentado quitarse la vida..... ayúdele,
haga algo, por dios se lo ruego.
- Tranquilízate chiquilla, enciende las luces, tráeme agua caliente
de la pila y un par de vendas de aquel armario, después corre a
llamar a Dumbledore. La clave del despacho es tiramisu...
Así lo hizo Hermione dio a la Señora Pomfrey todo lo que le pidió
mientras ella cogía de un armario unos frascos que contenían líquidos
de diferentes colores. Le hubiera gustado quedarse a ver que era
lo que hacia la enfermera, pero esta le apremio y la mando que fue
a buscar al director del colegio.
Corrió por el pasillo esta vez sin miedo a que la viera Filch,
llego a su despacho casi sin aliento y se paro enfrente de aquella
portentosa gárgola... con voz entrecortada dijo Tiramisu... y con
elegancia esta cedió dando paso a una escalera de caracol.
Hermione la subió rápido saltando los escalones de dos en dos.
Toco en la puerta muy fuerte, mas bien se podría decir que la
aporreo. Estaba sudando el corazón le latía muy deprisa y el
aliento se escapaba de su boca de forma apresurada.
Abrió el director con su talante majestuoso y señorial, vestido con
una túnica azul... ¿acaso no dormía? Diviso tras el la mesa llena
de papeles y un candelabro que alumbraba el escritorio.
- ¿Qué se le ofrece señorita Granger? Algo de suma importancia
supongo, sino no conocería la contraseña- aclarose a si mismo el
director
- Es Draco Malfoy, señor, ha intentado suicidarse, lo encontré en
un pasillo, esta muy grave en la enfermería. La señora Ponfrey me
mando buscarle.
- Dame la mano Hermione, nos vamos a aparecer.
Le dio la mano sin rechistar, las tenia frías y eran de poca carne
y dedos finos. Un torbellino de color los envolvió cuando el profesor
Albus Dumbledore cerro los ojos y se concentro en aparecerse en
la enfermería.
Aparecerse era la forma mas rápida de llegar a los sitios pero solo
los magos mayores de edad y con un titulo podían hacerlo, así que
Hermione viniendo de familia muggle lógicamente nunca había
experimentado lo de aparecerse....
A los pocos segundos el remolino se disolvió y la enfermería se
presento ante ellos. Draco seguía tumbado, inconsciente en la
camilla. La enfermera a su lado practicaba el coserle las heridas
con un hilo y una aguja cuando vio al profesor levanto la vista y
le llamo con ansia. Dumbledore se giro y le dijo en tono suave a
Hermione:
- Se que eres la prefecta y también se que estarás preocupada por tu
compañero pero debo pedirte que e marches, que vallas a tu cuarto e
intentes dormir.... de acuerdo....
- No yo, no voy a dejarle solo, él me necesita....
- Se pondrá bien, márchate y descansa, mañana si no es necesario que
acudas a las clases si te encuentras indispuesta, se pondrá bien.
Prácticamente la echo fura de la enfermería así que Hermione puso
rumbo a su cuarto y con pesadumbre camino por el pasillo.
Estaba segura de que esa noche no pegaría ojo...
Que estúpida había sido, ahora todo lo que el chico la había dicho
tenia sentido, pretendía quitarse la vida.
Esta oportunidad había sido para el la ultima y como había sido
rechazado por su amada había decidido que la muerte era mejor que
el sufrimiento.
Y todo por su culpa, por su egoísmo, por ser tan necia, por su...
futuro...
Esa noche Hermione comprendió que en los libros no vienen todas
las respuestas y que no siempre hay que escuchar lo que te dice
tu mente.... a veces hay que seguir tu instinto arriesgar, lanzar
la moneda esperar a que caiga para ver si tu apuesta es la correcta.
Comprendió que a veces el azar es as importante, que no hay que
tener miedo de querer a nadie, que el dolor es bueno... y que el
sufrimiento es un sentimiento humano. Comprendió que todo en esta
vida tiene una solución, que no hay problema que no pueda resolverse.
Aquella noche fue una lección moral que ella nunca olvidaría...
Pero si Draco moría... el no olvidarla se convertiría en su calvario
y en su tormento.
Ahora solo le cabía esperar.
Esperar.
VALEEEEEEEEEE LO RECONOZCO ESTE CAPI ES MAZO DE DRAMA
PERO ESKE SI ALGUIEN NO SE AUTOLEXIONA EN MIS FICS NO ESTOY CONTENTA
JEJEJE
ADRI WAPISIMA QUE LO TUYO.... YA ESTA AHI, DANDO VUELTAS EN MI CABEZA
MUY PRONTO, CREO QUE PODRAS COMPROBAR HASTA QUE PUNTO LLEGA MI LOKURA.
BESOS A TODOS Y EN ESPECIAL, ALOS QUE ME DEJAN REVIEWWWWWWW
