HOLA A TODOS LOS QUE DEDICAIS VUESTRO TIEMPO A LEER ESTE FIC:

LA ESPERA HA CONCLUIDO YA ESTA AQUI EL CORRESPONDIENTE

CAPITULO QUE COMPLETA ESTA HISTORIA.

QUIERO DEDICARLE ESTE CAPITULO A TODA ESA GENTE QUE HAN

ESTADO CERCA DE MI, A TODOS LOS QUE HAN ESTADO CERCA DE MI

MIENTRAS ESCRIBIA ESTE FIC.

HABEIS SIDO MUCHOS... OS QUIERO A TODOS.

TAMBIEN QUIERO DEDICAR UNAS LINEAS A LOS ANONIMOS QUE DESDE SUS

ORDENADORES SE HAN DECIDIDO A LEER MI HISTORIA. PORQUE SIN DUDA

VOSOTROS TAMBIEN AMAIS LA LECTURA.

PARA MUCHOS UN LIBRO NO SON MAS QUE LETRAS Y PALABRAS, NO SON MAS

QUE HOJAS DE PAPEL ESCRITAS, MECANOGRAFIADAS CARA POR CARA,

PERO PARA MI UN LIBRO SON SENTIMIENTOS Y FRASES, INQUIETUDES,

PENSAMIENTOS, AVENTURAS, PERIPECIAS...ETC

GRACIAS A TODOS.

CAPITULO 26: LA BOCA DEL INFIERNO.

La mañana paso muy rápido, junto a ella el tiempo se le pasaba volando.

Le gustaba tanto aquella chica... aun no creía que ella le hubiera

dado esa oportunidad... pero ¿acaso le hacia falta a ella que él

probara que su amor era desesperado?

No ella no era de esa clase de chicas celosas y desconfiadas, ella

era sumamente inteligente y razonable. Por eso le gustaba, porque

tenia talento, carácter... porque no era solo una cara bonita.

La hora de comer fue otro cantar... como describirlo... INSOPORTABLE.

Todos aquellos falsos y petulantes... preguntándole acerca de su salud,

como si les importara lo mas mínimo... y haciendo hincapié en que él

les contara el motivo de su intento de suicidio...

Por favor.... el clan de los Slytherin ya no tenia mayor repercusión

en su persona... simplemente hacia oídos sordos y mientras disfrutaba

de su comida se deleitaba mirando a la chica de sus sueños.

Aquella tarde ella le invito a ir a su habitación para que pudieran

estar a solas y parlamentar a sus anchas. Hablaron sobre muchas cosas

y temas muy variados... pero la conversación tomo un rumbo escabroso

cuando ella le pregunto:

- ¿Bueno y que harás pasado mañana? Si pedimos permiso, como somos de

séptimo alo mejor nos dejan ir a Hosmeade, ya tenemos 18 años y somos

mayores de edad ¿no?- dijo ella que los había cumplido mientras el

estaba inconsciente en la enfermería... doce días antes.

- De veras siento no haber estado en tu cumpleaños Hermione...

- Bueno, no pasa nada, ya sabes, estuve con Harry y Ron, tomamos una

tarta, mas tarde vinieron Dean, Seamus, Parvati, Lavander, Nevil y

Ginny, a hermana de Ron. No fue gran cosa, tomamos té y pasteles y

nos reímos un rato con los artículos de broma que Ron se había

comprado el fin de semana anterior.

- Ya... pero aun así me hubiera gustado estar contigo...

- Bueno si te parece bien mi idea podemos celébralo el sábado, ósea,

pasado mañana, en Hosmeade será mas divertido.

- Yo... pasado mañana me es imposible- dijo este sintiendo una

punzada aguda y dolorosa en el corazón.

- ¿A no... que es lo que tienes que hacer?- pregunto curiosa.

- Yo... voy a salir del castillo con mi madre para ir ... ira a

visitar a mi padre a Azkaban... se muere, y mi madre ha pedido un

permiso para ir a verle.

- De veras lo siento Draco, ven aquí- digo acercándose a el y dándole

un abrazo tierno y reconfortante.

Esos dos días pasaron mas rápido de o normal, como si el caprichoso

reloj hubiera decidido echarle una carrera a la integridad psíquica

del joven... no estaba preparado ni para ir a Azkaban , ni para ver

a su padre querido en las lamentables condiciones en las que debía

encontrarse.

Pero había prometido a su madre que iría y no iba a dejarla sola

sabia que ella se derrumbaría sin su presencia. Y además era su padre

y hacia mucho tiempo que no le había visto y ya llevaba un mes largo

en la mágica prisión... tal vez aquella fuera la única vez que le

viera con vida.

No podía permitirse el lujo de faltar a la citación.

Se levanto mas temprano que de costumbre paso al cuarto de baño y se

ducho... dejo que el agua le aclarara las ideas. Se puso frente al

espejo y se engomino el pelo y se hecho colonia. Después se vistió

con la ropa mas sinuosa y ostentosa que tenia, abrillanto los zapatos

y se coloco la capa de forma elegante.

Bajo al hall y espero allí a que llegara Hagrid con su madre. Sin

duda seria el guardián de las llaves de los terrenos del colegio el

acompañante de Narcisa.

A penas habían pasado diez minutos cuando ambos aparecieron. Saludo

al guardabosques con un escueto "hola " y beso a su madre en la

mejilla.

Los tres salieron del castillo. EL guardabosques les acompaño hasta

el lindero del colegio mas tarde estos dos tomaron una carroza hasta

el pueblo de Hosmeade, entraron en la taberna de Las Tres Escobas, la

madre pidió dos cafés y ambos desayunaron allí.

A los tres cuartos de hora mas o menos apareció Cornelius Fudge, el

ministro de magia. Vestido con una capa de rayas que a Draco le

pareció horrible y un sombrero de hongo que hacia conjunto con la

capa, lo cual quería decir que era igual de horrible... "ministro

de magia y con tal mal gusto"pensó él.

Se acerco a los Malfoy y los saludo sin demasiado énfasis. Estaba

claro que Fudge no mostraba demasiada simpatía por su madre... y

por el menos. A juzgar por como le había mirado seguro que había

pensado que Draco era como una "miniatura" de su padre.

Este les rogó que le acompañasen y el los llevo asta una casa. Toco

tres veces en la puerta y del interior asomo una bruja joven de pelo

negro, figura escuálida y bello rostro. Subieron por una escalera

hasta la tercera planta de la casa. Ninguno de los cuatro pronuncio

una palabra.

Llegaron a lo que aparentemente parecía un despacho, amplio con el

suelo enmoquetado de color verde oscuro, las paredes estaban pintadas

de gris oscuro y los muebles que había en aquella habitación

únicamente eran una mesas larga y unas sillas de madera barnizada de

cerezo, con un color rojizo intenso.

- Bien- dijo el ministro de magia- esta es mi secretaria, se llama

Nora, ella no nos acompañara a la prisión de Azkaban en nuestra visita

matinal.

- Muy bien señor ministro- contesto la madre con una sonrisa

forzada- pero podría explicarme como vamos a llegar hasta la prisión.

- Querida señora Malfoy- increíble, aquel hombre era casi tan

hipócrita como su madre- no puedo decirle eso, ya sabrá usted que

además de que su ubicación es secreta, la prisión de Azkaban es

inmarcable, ni usted sabría donde esta.

- Entiendo. Pero no perdamos mas tiempo por favor.

- Le ruego que no sea impaciente, señora estamos esperando a que

llegue....

En ese momento la puerta se abrió con gran estrépito y u personaje

pintoresco y desfigurado se persono antes los allí reunidos. Draco

Malfoy le reconoció en seguida... le había visto en Hogwarts durante

su cuarto curso... era Ojoloco Moddy.

El viejo y supersticioso auror, decían de el que estaba paranoico y

un poco esquizofrénico pero sin duda llevaba sobre su nombre la lacra

de haber causado estragos en las filas del terror de Lord Voldemort.

Un auror se encargaba de detener y apresar, incluso matar en casos

extremos, a los seguidores de la magia tenebrosa, es decir a los

mortifagos.

El aspecto de Ojoloco era curioso y a la vez repugnante; una larga

melena gris enmarañada cubría su cabeza, la cara llena de cicatrices,

le faltaba un cacho importante de nariz, y lo mas curioso de su cara

eran sus ojos, uno era de mirada serena paciente y penetrante y el

otro un ojo.... siniestro que no paraba de dar vueltas para todos los

lados en la cuenca del anciano, de un color azulado, vítreo... a

Draco le recordaba los ojos de una trucha... pero lo cierto es que

ese ojo le ponía de los nervios.

- Bueno ya estamos todos- dijo Fudge jovialmente- supongo que ya

conocerá al señor Alastor Moddy ¿no?

- Su fama le precede- contesto su madre con una sonrisa, le tendió

la mano- ¿Cómo esta usted señor Moddy?

- Muy bien gracias- dijo el auror sin estrechar la mano de Narcisa...

este detalle de descortesía despertó la cólera del joven, el cual

garraspeó de forma falsa, en ese momento Ojo Loco le miro- Ohh valla

me acuerdo de ti... Draco Malfoy... si... ¿qué tal te va chico?- Draco

imitando la descortesía del auror no le contesto y miro para otro

lado.

- Contesta al señor, Draco, no seas mal criado- le reprendió su madre.

- Ha sido él el que no ha querido estrecharte la mano madre... yo

muestro el mismo desinterés que él ha mostrado.

- Valla... tiene carácter el muchacho- contesto Moddy elevando la

voz y dibujando en su rostro lo que parecía una sonrisa- me gusta...

- Bueno vamonos ya- dijo Fudge sintiendo que debía romper la tensión de aquella escena. -Siéntense cada uno en una silla -dijo señalando las mismas, a continuación agito la varita y delante de Draco y su madre apareció un vaso de agua y una pastilla- tómensela por favor, les hará dormir durante un rato, es por precaución.

La madre tomo la pastilla y la trago rápidamente, Draco la imito.

Al despertar se encontraban sentados en otras sillas, estas eran de

un metal frió, pero no era aquel frió el que les había echo

despertarse... era otra clase de frió, otra que Draco ya había

sentido antes... el frió de los dementores... aquellos seres

diabólicos, misteriosos y encapuchados que roban la alegría, la

cordura, la memoria y las ganas de vivir. Aquellos que podían llegar

incluso a robarte la vida.

Draco despertó primero se encontraban sentados solos su madre y el

en una silla cada uno, delante de ellos había una mesa también

metálica y detrás de la misma otra silla también de metal, la

habitación era pequeña estrecha y cuadrada, solo tenia una puerta de

color negro, el resto de la habitación estaba pintada de un blanco

pulcro.

Despertó a su madre con delicadeza, esta parpadeo un par de veces y

le cogió de la mano... ya estaban dentro de la prisión de Azkaban,

lo que decían era el lugar mas horrible del mundo. La boca del

infierno.

A los pocos minutos de espera la puerta se Abrió, un frió intenso

penetro en la sala, como si aquélla habitación se hubiera convertido

en un frigorífico.

Fudge y Moddy pasaron a la habitación detrás suyo venían dos

dementores y entre medias un hombre alto y delgado, enjuto, escaso de

carnes... desnutrido, con el cabello rubio, desaliñado... muy

descuidado, la ropa estaba raída y harapienta, manchada y desgajada,

le temblaban las manos de una forma incontrolable y andaba

torpemente casi arrastrando los pies. Los dos dementores se acercaron

un poco mas a Draco y a su madre y hicieron que el hombre se sentara

en la silla. La madre al notar a los horribles seres solo a unos

metro apretó la mano de su hijo.

Pero lo que a Draco mas le asusto... lo que mas miedo, lastima, ira,

lo que mas le dolió fue ver el rostro de su padre tal cual estaba

demacrado, lleno de pequeñas heridas, visiblemente mas viejo como

diez años mas, los labios temblorosos, y lo peor sin duda eran sus

ojos. La mirada gris... perdida aquella pupila dilatada... llorosos

miraba como sin comprender nada hasta que reparo en las dos personas

que tenia delante.

Su mujer y su hijo.

Sonrió levemente y digo... con voz áspera, ronca y entrecorta.

- Que sorpresa... hacia tanto tiempo que no os veía... Narcisa...

Draco...

- Nosotros nos vamos- dijo Fudge con una sonrisa cordial, que por

supuesto era mas falsa que un gato de escayola.

Con aquello lo había dicho todo, no quería estar ni un minuto mas a

su lado, al lado de los Malfoy, sentía asco hacia aquella familia.

Draco no sabia que decir... tanto tiempo sin ver a su padre y no

sabia que decirle. De improviso y sin motivo aparente la madre

comenzó a sollozar en silencio, las lagrimas se le escurrían por

las mejillas.

- ¿Que? ¿No vais a preguntarme que tal es aquí el alojamiento?- pregunto

el padre con pesadumbre- llevo aquí un mes y apenas e podido

dormir... la comida, bueno la bazofia a la que llaman comida... la

detesto- dijo con cara de asco- así que prácticamente tampoco

como- una sonrisa irónica se dibujo en su cara.

- Lucius... no puedes seguir aquí...-dijo el chico bajando la vista.

- Lo se, hace poco he comenzado a delirar... veo... al señor

Tenebroso en todas partes... se que él vendrá a salvarme. No me

importa lo que estos necios digan, él siempre recompensa a sus

vasallos.

- Padre, Lord Voldemort ha caído... él no te salvara de Azkaban.

- Como osas pronunciar el nombre del Señor Tenebroso en vano... hijo

mío... no vuelvas a decir eso nunca. Porque si te oye... pensara que

le eres desleal.

- No va a oírme, ha caído, sucumbió al poder de Harry Potter, él le

destrono de su reino de poder-contesto Draco con suma repulsión.

- Él te oirá si sigues diciendo esas cosas, te busca, te esta

buscando porque sabe que tu serás mi sucesor. Te pedirá que te unas

a sus filas de terror... en sustitución de tu padre, y te convertirás

en un mortifago de renombre... con tu inteligencia llegaras a

lugarteniente.

- Padre, yo no me voy a convertir en mortifago. Tengo claro lo que

quiero hacer de mi futuro.

- ¿QUE? ¿TE ATREVES A CONTRADECIR MIS EXIGENCIAS?

- Lucius, yo personalmente tampoco quiero que Draco sea

mortifago- dijo Narcisa, que hasta entonces había permanecido en

silencio- Él es un buen chico, merece algo mejor...

- Narcisa... me muero, puede ser mañana, hoy, ahora... ¿lo entiendes?

Un beso me separa de la muerte, si uno de esos... dementores me besa,

moriré. Lo sabes, estoy sometido dentro de esta jaula mágica, si no

muero de pena, de asco... el ministerio me mandara matar.

- Por Dios....... no digas eso- sollozo con mas ímpetu, mientas le

cogía las manos a su marido- Lucius, amor mío.

- Lo único que quiero es ver a mi hijo seguir mis pasos.

- De ninguna forma voy a seguir tus pasos, yo no quiero acabar en

Azkaban.

- ¿Cumplirás aunque sea mi ultima voluntad? Lo ultimo que te pida

tu padre antes de perecer... ¿lo harás por mi memoria?

- ¿Qué deseas padre?- dijo el chico mirando los tristes ojos de

su progenitor.

- Mi ultima voluntad es que acabes con la vida de Harry Potter...

Mátalo. Venga la derrota de mi mentor de mi parte. Sabes que yo no

podré hacerlo, sabes que no puedo seguir aquí y aunque quisiera

estoy muy débil ahora y soy vulnerable a la fuerza de un adolescente,

como ese Potter. Arráncale el corazón y tíralo al fuego, asegúrate

de que le arrancas la vida por completo. Hazlo por mi, hijo.

Tu sabes que estas, al igual que yo, condenado a vagar eternamente

entre el amor y el odio.

AMIGOS MIOS AHORA, DESPUES DE QUE HABEIS LEIDO EL CAPITULO DESEO

COMUNICAROS QUE ESTE FIC SE ACABA AQUI.

CADA UNO PUEDE SACAR

SU PROPIA CONCLUSION, IMAGINAR SINO SU PROPIO FINAL ALTERNATIVO,

PERO EL OBJETIVO DE TODA ESTA HISTORIA ES DEMOSTRAR QUE LAS PERSONAS

PUEDEN O NO CAMBIAR.

SOMOS CAPACES DE CAMBIAR, DE VOSOTROS DEPENDE DECIDIR SI DRACO CAMBIA

Y OMITE LA PETICION DE SU PADRE O DECIDE MATARLO Y CONVERTIRSE EN UN

MORTIFAGO COMO AL PRINCIPIO DEL RELATO PENSABA QUE SERIA SU DESTINO.

SIN MAS QUE DECIROS SE DESPIDE HASTA ME DESPIDO HASTA LA

PROXIMA HISTORIA.

CUIDAROS MUCHO. SER FELICES Y NUNCA OS OLVIDEIS DE LA LECTURA.

HASTA PRONTO.

GINXLOVE/GINNY