Pesadilla en la calle del infierno
Cuando dijo esto presionó un botón, y al instante, los demás miembros de la
hermandad aperecieron.
- El mayor es BHo, como sabes, su unnown B tiene la habilidad de
telentransporte, los dos hombres de cabellos oscuro son sLT y FgJ, aquella que
acaba de entrar es DrI, y tal vez recuerdes a VuW y PyZ, aun no han respondido
a mi llamado, tal vez ya se fueron.
- ¡Wow! ¡Son muchos nombres! Espero poder recordarlos todos... Pero tengo una
duda.
- ¿Si? ¿Cuál es?
- Hablaste de uno llamado VuW, pero se supone que yo tengo al unnown "w".
- Así es, como ya te lo había mencionado el ciclo de vida de unnown es una
especie de reencarnación, o sea que tal vez algun día, tu w se convierta en el
mítico W.
- ¡Vaya! Que bien, ¿Y cuando conoceré los poderes de los demás miembros?
- Todo a su tiempo... mira tu reloj, ya es muy tarde... Tal vez necesites ir a
descansar como los demás.
- Pero... – respondí con duda antes de que se levantara - ¿Cuándo nos
reuniremos?
- Nosotros te lo haremos saber – respondió firmemente BHo.
- ¿Y mientras...?
- Puedes seguir con tu vida normal, como todos nosotros, pero ten esto muy
presente, si nos vemos en la calle o en una ciudad con nuestras verdaderas
"identidades" no deberemos de cruzar palabra alguna.
- ¿Porqué?
- Ya lo sabrás – dijo BHo.
Todo lo demás pasó muy rápido, BHo sacó su pokémon y me dejó justo enfrente de
la casa de Mya, ya era muy tarde, ella tenía su hogar muy cerca de la liga
pokémon, en ciudad verde, espero que no haya habido problemas entre Estela y
Mya, ya que Mya es mi Ex...
Tomo las copias de las llaves que ella me dio hace mucho tiempo y lo que
encuentro al abrir la puerta es algo que no esperaba, en vez de ver un campo de
batalla y sillones y cosas rotas me encuentro a Estela y Mya platicando como
las mejores amigas mientras Pedro les servía una taza de café.
- Vaya que tardaste – dijo Pedro
- ¡Que bueno que has regresado! – dijo Estela mientras corría hacia mis brazos
– Pedro me contó todo – continuó sollozando en mi hombro – se que tu amigo fue
asesinado, estaba preocupadísima, pero tú ¿Estas bien? ¿Por qué desapareciste?
- Todo a su tiempo, contesté, todo a su tiempo – respondí mientras veía a Mya
por encima de su hombro con cierta mirada de tristeza.
- Me alego que estes bien, ¿Qué te sucedió? – preguntó Mya.
Ni siquiera pudimos dormir esa noche, al principio no estaba seguro si
contarles toda la historia, así que les tuve que mentir, eran las mejores
personas que había conocido en todo el mundo y aun así les mentí, les dije que
los sujetos tenían que ver con la policía y me interrogaron sobre los sujetos
llevándome a una estación con un Abra que usaba teletransporte muy avanzado,
claro que el único que no me creyó fue Pedro, pero aun así no me dijo nada, les
dije que los unnown ahora estaban bajo mi cuidado.
Dormimos hasta muy tarde, y tuve varios sueños muy extraños debido tal vez a la
información que había recibido, mi imaginación estaba al borde, al igual que
mis sueños... y mis pesadillas... ¿Cómo luciría el rey Unnown? ¿Y si llegara a
morir como el otro KwZ?
Eran las 4 de la tarde cuando desperté yo, Pedro no estaba en el sofá, así que
tal vez se levantó muy temprano, para mi sopresa, lo encontré en la cocina
haciendo de comer.
- Se que estabas mintiendo anoche, pero no te lo voy a reprochar, se que esos
sujetos no eran oficiales. Solo te digo una cosa: No quiero que metas a Mya ni
Estela en ninguno de tus asuntos – dijo firmemente y con cara seria
- Está bien – contesté – tienes razón, estaba mintiendo, pero lo hago porque
precisamente no quería ver involucrados a ninguno de ustedes.
- Me parece perfecto – dijo.
Me senté en la mesa del comedor, entonces me puse a pensar sobre el asunto muy
seriamente... ¿Porqué aquel KwZ siempre andaba solo? ¿Tendría amigos como yo?
¿La misma hermandad lo habría hecho perder sus amistades?
Diablos, la casa estaba muy callada.
- ¿Y donde están Mya y Estela? – Pregunté más para romper el silencio que para
hacer conversación.
- Se fueron de compras.
De nuevo el silencio reinaba, solo se oía el fuego sobre la cacerola y el
movimiento de la cuchara.
- ¿Y los padres de Mya?
- Parece que salieron de viaje desde hace tiempo, ella estaba sola en casa.
- Y dime... ¿Cómo se llevaron Estela y Mya?
- No preguntes eso Félix, es tal vez lo que más me tiene enfurecido, no el
hecho de que mintieras, sino que mandaras sola a Estela con Mya.
- ¿Porqué? – respondí ofendido - ¿Qué otra cosa podría haber hecho?
- Sabes muy bien lo que pasó la ultima vez que ellas estuvieron bajo un mismo
techo, supongo que a ti aun debe de dolerte el brazo como a mí me duele mi
rodilla.
- jejeje, así es – respondí con una sonrisa - Te juro que no sabía lo que iba a
encontrar al abrir la puerta – agregué.
- Yo tampoco, Félix.
Durante el siguiente silencio me puse a pensar sobre lo ocurrido aquella vez,
rayos, ya hacen 2 años de aquel suceso, en aquella ocasión iniciaba mi viaje
pokémon y andaba con Mya, yo era de pueblo Paleta y ella, por supuesto de
Ciudad Verde. Inicié mi viaje pokémon, todo iba con normalidad, caminaba con mi
nuevo amigo de ciudad plateada, Pedro, experto en Pokémon tipo Roca, al llegar
al monte Luna fue donde conocí a Estela, e inmediatamente me cautivó su
belleza... Pero olvidé por completo a Mya...
Estela adoraba entrenar sus pokémon tipo agua, por el contrario, Mya entrenaba
pokémon tipo voladores, y creo que fue un día cualquiera el día que la
encontramos en el camino, ella vio a Estela y estalló en furia, usando su
Fearrow el infierno se desató entre ella y la Azumarril de Estela, jeje, creo
que por ahí se hizo un corrido acerca de esa pelea. Lo peor no fue eso, sino
los ataques que recibíamos Pedro y yo al tratar de detenerlas. Ahora que lo
pienso mejor... Tal vez Pedro esté enamorado de Mya... Bueno, lo que realmente
me sorprende es que ahora ellas dos se lleven tan bien.
- ¿Y que haremos hoy? – preguntó Pedro, tal vez desesperado por el silencio
- Se supone que hoy es el enfrentamiento final del torneo de la liga pokémon.
- ¿Aun piensas ir? – preguntó Pedro.
- Claro - le respondí – Me gustaría ver quienes se enfrentan en la final.
- Jamás cambiarás ese espíritu combativo.
- Por supuesto que no. Esperemos a las chicas y luego vamos al torneo.
