Cementerio de Mascotas
Tres meses... ¿Tres meses? ¿En serio han pasado tres meses? Vaya, tres meses... Increíble que haya pasado tanto tiempo. Increíble que aun de todo este tiempo la siga extrañando... ¿Por qué acepté esto? ¿Por qué ella aceptó? ¿Qué estará haciendo en estos momentos? ¿Pensará en mí como yo pienso en ella? ¿O acaso tiene nuevos amigos?
Es el pan de cada día, cada mañana desde hace tres meses despierto y me hago las mismas preguntas, al igual que cuando estoy a punto de dormir. Hace tres meses, en la liga pokémon, mi vida cambió por completo. Vi personas morir, fui derrotado, adquirí tres nuevos pokémon fuera de lo normal, fui rebautizado, me di cuenta que en este mundo existían fuerzas muy poderosas, perdí las dos cosas que más quería en este mundo: Mi novia y querer ser el mejor entrenador del mundo. Aun así podría ser el mejor entrenador del mundo, pero desde aquel día guardé todo mi equipo pokémon en la PC, solo guardo tres pokébolas en mi cinturón. Tres pokébolas con un extraño pokémon al que se le conoce como unnown. Tres unnown, cada uno con una forma diferente y un poder especial. Con ellos luché contra un semi-dios. Gracias a ellos no puedo hablar con mi novia o invocaría otro semi-dios. Si al menos me mandara una carta sería feliz.
En estos tres meses he recorrido el mapa y he andado de aquí para allá. Nunca me había sentido tan solo en toda mi vida. Visité la casa de mis padres para pedirles que no siguieran ahorrando mi dinero, pero no había nadie en casa, habían salido en un crucero. De pronto voy a ciudades y veo a los demás entrenadores competir entre ellos. Recuerdo con gracia como me había prometido a mí mismo entrenar a estos malditos unnown. Pero simplemente no puedo. Después de salir de la Meseta Añil, aquel día en el que Estela me había dejado, alguien me retó, con gran confianza en mis unnown me preparé para luchar, mandé a w, usé su poder escondido y mordí el polvo. Un Balbeet me había derrotado. Mandé a K, y usé su poder escondido, "Kadhoe", de nuevo fui derrotado por un Balbeet. Mandé a Z, "Zrenya", y la historia se repitió con "w". Desde ese entonces he evadido cualquier enfrentamiento pokémon. El entrenador que me derrotó era un niño muy joven, de 10 años, 5 años más joven que yo. Me sentí ridiculizado.
Comprendí las palabras de BHo, tratar de entrenar a un unnown es tan patético como tener un Magikarp de nivel 100.
¿Dónde estoy ahora?
Parece que de nuevo acampé en una zona boscosa que no reconozco. Recojo mi casa de campaña, como algo de frutas de un árbol, después me lavo la cara en un río cercano... Es increíble que el agua de este lugar esté tan pura... y emprendo de nuevo el camino... este lugar ciertamente me es muy familiar... ¿Por qué será? ¿Por qué siento que he estado aquí antes? Sólo hay formaciones rocosas por donde las plantas crecen, y parece como si esas formaciones rocosas fueran ruinas o... ¿Templos?
Es muy extraño... cómo llegué aquí... muy extrañamente puedo recordar lo que hice el día de ayer, tampoco recuerdo donde estuve el día anterior. Me acerco a una de las que parecen ser paredes, cuidadosamente retiro las plantas que la cubren parcialmente... ¿Acaso estoy en... ¡Las Ruinas Alph!?
Mi asombro es cortado por una sombra que pasa a gran velocidad por detrás de mí, instintivamente saco una de las pokébolas. Observo por todos lados con la mirada, cierro mis dientes mientras mis músculos se contraen. De nuevo el sonido, el pasto y las ramas de los arbustos se agitan, luego el movimiento se detiene. ¿Será un pokémon o una persona?
Mis dudas se disiparon al ver una luz brillante nacer entre las sombras de los arbustos, mis pokébolas comenzaron a temblar, inclusive la que tenía en la mano... después comenzó un temblor aun mucho mayor, una extraña melodía escuchada antes por mis oídos comenzó, no cabía duda... eran los unnown... de entre las grietas, del suelo, por todos lados salían hacia aquella luz que comenzó a moverse rápidamente al percatarse de que era perseguida por un enjambre gigantesco de unnown... De pronto mis pokébolas se abrieron, 'K', 'w' y 'Z' se unieron al ejambre que perseguía aquella luz que se movía por todas partes, manipulando al gigantesco enjambre a su antojo... entonces recordé aquello que leí hace tiempo, aquello referente a los pokémon más rápidos de la tierra, de aquellos tres pokémon legendarios que corrían como relámpagos por las tierras de Johto... Suicune, Entei y Raikou... Recordé el agua que vi en la mañana... era tan pura... ¡Se trataba de Suicune!
La melodía siniestra de los unnown crecía cada vez más y más mientras se desesperaban al no poder atrapar a Suicune, hasta que llegó un momento en el que la luz desapareció en el horizonte y los unnown regresaron.
"Impresionane, ¿o no?" me dijo un sujeto que salía de entre los arbustos. Hace tiempo que no hablo con personas, de hecho aunque quiera saludar ni una palabra sale de mi boca.
"No sabes la suerte que tienes, he intentado ver un espectáculo como éste por años y muy pocas veces como hoy lo he logrado, y tu solo llegas y lo vez. En serio, tienes mucha suerte." El sujeto sigue hablándome aun cuando yo no lo he saludado. 'K', 'w' y 'Z' regresan volando hacia mí, K y Z se ven mucho más grandes que los demás unnown, rayos, odio que este sujeto tenga que ver mis pokémon, con el rostro escondido los llamo y me preparo para seguir explorando.
"¿Hermandad Unnown? ¿O me equivoco?" Cuando el sujeto dijo esas palabras me quedé pretificado.
"Ahora lo comprendo. Por cierto, mi nombre es Eusine, mucho gusto."
