Advertencias: YAOI Lemon
Autor: RavenTears
Beta: Little Kei
Dedicado:Akira Devha
Notas del autor:
~El título es una canción de Glay (¿novedad? ¿Dónde?)
~Los " - " son los diálogos y los " * " son los diálogos telefónicos.
~Mamoru es uno de los mayordomos de Kai. Le puse Mamoru por Mamoru Chibo, perdón, Mamoru Chiba, porque en este fic lo voy a dejar más pisado que alfombra, lo que siempre quice hacer al imbécil de Tuxedo Agg!, perdón, Tuxedo Mask.
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Kiri Miyamoto ¿Neko-jin? Sí, neko significa gato en japonés mientras que jin significa persona. Eso nos dá como resultado: Hombre-Gato. Lo de jin es como por ejemplo: saiya-jin (Dragon Ball). Me alegra saber que mi personaje, Kira, te esté interesando. Que así sea porque va a pintar mucho en este fic.
Tidah No. No soy de los sujetos que se tiran 33 capítulos para que suceda algo. Sólo me demoraré 32. Es decir, Kai no lo hará esperar demasiado.
Dark Lilith Evolution Sí, ese error como que se me pasó y también a mi beta. Aprovecho para darle crédito. Litle Kei es mi beta, me da clases de gramática, me traduce fics del inglés (tambien me traduce los mangas de One Piece), y se tiene que quemar las retinas leyendo y corrigiendo mis errores. Hasta es quien me publica los fics. ¡Lo mejor es que no me cobra!
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Capítulo 3: Supongo...
Ya en su habitación se tiró en la cama sin más. Estaba algo cansado a pesar de no haber hecho mucho. Se estiró sobre la cama y se recostó sobre su espalda para ver el techo; por más raro que sonara, a Kai le relajaba mirar el techo de su habitación; de todas, en general. Tener la vista en algo tan monótono como una pared le ayudaba a pensar, y como estaban las cosas en ese momento necesitaba pensar mucho. Sin saber cuándo, se quedó dormido.
En la primera planta Kira estaba terminando de revisar algunos documentos. Él había sido desde hace varios años el asistente de Voltaire. Había empezado como asistente de oficina pero sus habilidades no tardaron en llamar la atención de Voltaire, quien le pidió sea su asistente personal. Lo que equivalía a decir que era quien se encargaba de todos los documentos; Voltaire sólo tenía que firmarlos. No sólo era una máquina en cuestiones de negocios, también era muy buen espía, asesino y experto en torturas (o interrogatorios; para él era lo mismo). A pesar de tener una "buena" trayectoria era relativamente joven. No pasaba de los 24 años, lo cual era extraordinario teniendo en cuenta la perfección en sus habilidades.
Cuando Kira terminó de revisar todos los documentos que tenía sobre el escritorio el sol ya se había ocultado en el horizonte. Le gustaba hacer todo el trabajo de tirada para no tener que preocuparse por él más tarde y así poderse distraer en otras cosas. Con un largo suspiro salió del estudio y se dirigió al comedor.
Cuando entró en el comedor todos voltearon a verlo (los mayordomos, aistentes, guardaespaldas y demás). Sólo faltaba él, así que tomó asiento en la gigantesta mesa rectangular. Nadie se sentaba a los extremos de la mesa, ni siquiera Kai lo hacía ahora que era él el patriarca de la familia.
-¿Ya comió? -preguntó Kira al mayordomo encargado de hacer la mesa.
-No, señor. Aún no ha bajado.
-No ha bajado desde que llegó -comentó otro mayordomo al otro lado de la mesa.
-¿Se sentirá bien? -preguntó el médico de la casa.
-Iré a ver -dijo Kira al tiempo que se ponía de pie-. Ustedes sigan cenando; no es necesario que se preocupen tanto.
Salió a un amplio pasillo y se dirigió al cuarto de Kai, que estaba algo más alejado que el resto de habitaciones. No había tomado las del tercer piso puesto que una de ellas había sido de Voltaire.
No tardó en llegar al último cuarto del segundo piso. Tocó la puerta.
-¿Kai-san?
Kira no escuchó respuesta alguna. Tocó de nuevo, pero no contestó.
-¿Se encuentra bien, Kai-san? -dijo mientras giraba la perilla y entraba en el cuarto. Estaba muy oscuro; a penas podía distinguir los muebles. Cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad pudo distinguir la silueta de Kai tendida sobre la cama.
Kira se acercó a la cama para asegurarse de que estaba bien cuando Kai movió la cabeza para mirarlo.
-¿Quién es? -la pregunta de Kai cortó el aire.
-Lamento venir a molestarlo, Kai-san. Pero los muchachos están preocupados por usted.
-Ahora sucede que no sólo eres reloj; también tienes despertador incluído -dijo Kai, sentándose en la cama. Movió el cuello y le sacó unos cuantos sonidos a las vértebras. No le gustaba que lo despertaran, pero suponía que como era Kira, tendría una buena razón para haberlo hecho.
-¿Se siente bien? Se ve muy cansado. Aunque la verdad hoy no lo he visto entrenar.
-¿Cómo que no me has visto? ¡Y te haces llamar mi mano derecha! ¿Insinúas que hoy no he hecho nada? -dijo Kai, alzando un poco la voz y poniéndose de pie-. De seguro todos en esta casa me han visto entrenar y tú eres el único que ha estado lo suficientemente ocupado como para no verme.
-Lo siento, Kai-san -respondió Kira algo confundido; estaba seguro de que ese día Kai no había entrenado-. No quise decir eso. Sólo que siempre me percato de cuando está entrenando. Y me pareció que utilizó el tiempo de entrenamiento para salir a dar una vuelta.
-¿Ah, sí? -preguntó Kai mientras salía del cuarto-. Tienes razón: hoy no he entrenado.
Kira pudo escuchar cómo Kai se reía.
-Debí suponerlo.
-Siempre supones cosas. Pero nunca lo dices -escuchó decir a Kai desde el pasillo.
-Está muy gracioso hoy, Kai-san -comentó Kira mientras salía del cuarto y caminaba detrás de él.
-Kai.
-¿Perdón?
-Me estoy hartando tener que decirte que me digas sólo Kai.
-Como usted diga, Kai-san.
-Tu también estás muy graciosito hoy, Kira-chan. Tu sarcasmo me divierte.
-Aprendí de usted.
Kai lo miró y suspiró, encogiéndose de hombros. Ya estaba canasado de repetirle a Kira que lo llamase por su nombre y que no le dijese "usted". Pero Kira nunca le hacía caso.
-No trates de arruinarme lo que me queda de día.
-Vaya, vaya. Definitivamente hoy se encuentra de buen humor. Supongo que el dar un par de vueltas como aburrido en el parque han ayudado.
-Supones bien. No sabes lo relajante que es darle 24 vueltas al mismo parque. Ver el mismo árbol una y otra vez. En especial, lo mejor del día fue ver cómo crecía el pasto. Deberías intentarlo -dijo Kai, torciendo su sonrisa-. Espera, ¿cómo sabías que fui al parque?
-Lo supose.
-¿Lo supusiste o me espiaste?
-Mis suposiciones se basan en hechos.
-Es realmente molesta esa regla tuya.
-"Espíame mientras que no lo sepa". A mí me gusta. Así usted también puede espiarme; sólo cuide de que no me de cuenta.
-No me interesa hacerlo. Y a ti no debería interesarte espiarme a mí.
-Eso queda a mi criterio, no al suyo.
-¿¡Qué demonios dices!? Claro que también queda a mi criterio.
-Bueno. Sí, queda a su criterio también. Tiene derecho a saber porqué lo espío. Yo no estaría tan molesto si supiera que es por una buena causa. Los chicos abajo también dirán lo mismo. Lo que me hace recordar que están preocupados por usted.
-¿Y eso por qué?
-Porque no ha bajado a cenar, Kai-san. Supongo que irá conmigo al comedor. Por eso me atreví a despertarlo.
-Sí, sí. Cenaré luego; tengo algo que hacer.
-¿Alguna cita no planeada? -Kira tenía la manía de saber exactamente que hacía Kai; claro que al futuro patriarca de la familia Hiwatari le molestaba. En especial si su mano derecha no sólo era reloj con alarma, sino también agenda humana.
-Nada que debería interesarte.
-Sabe que todo lo referente a usted me interesa.
-Sólo cállate -ordenó Kai, dirigiéndose a un pasillo más iluminado-. Sólo me estás molestando porque ésta es tu manera de cambiar de tema. Aún tenemos que conversar sobre el hecho de que me espíes.
-Vaya, no se le escapa nada.
-Supones bien -dijo Kai, burlándose de la forma de hablar de Kira. Quien suponía muchas cosas.
-Supongo que sí.
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Ya pasaban de las 7:30 de la noche y por fin Kai se había dignado ir a cenar. Para entonces todos en la casa ya habían terminado, así que comió solo. Pero en una casa así y con un asistente-reloj-alarma-agenda humana-espía no podía estar solo mucho tiempo.
-Lo estaba buscando -dijo Kira, entrando en el gran comedor.
-¿Sí? Qué casualidad; yo me estaba escondiendo de ti.
-Dickenson llamó hace un par de minutos y dijo que tenía un trato con su equipo de beyblade.
-Ex equipo -corrigió Kai, llevándose un pedazo de zanahoria a la boca-. ¿Qué dijo?
-Que los preparativos comenzarán en un mes -contestó Kira-. Y que tratara de no tener muchos compromisos para dedicarse al proyecto.
-Así que un mes -comentó Kai jugando con sus verduras.
-Kai-san, ¿no se le olvida decirme algo?
-No.
-¿Nada? ¿Quizás un trato con Dickenson?
-Ah, eso.
-Estoy de acuerdo con los tratos que usted haga pero me gustaría, al menos, saber que está haciendo contratos con alguien. Sólo por cortesía, usted sabe -dijo Kira con un tono de sarcasmo que llegó a sonar como Kai. Kai era quien aceptaba o rechazaba los contratos, quien decidía, quien ponía en su lugar a los empresarios que tomaban a la ligera el apellido Hiwatari. Pero, al fin y al cabo, era Kira quien peleaba todas las tardes con el papeleo. Era más que obvio que tenía que saber sobre cualquier contrato que hiciera Kai.
-¡Ah, sí! Lo olvidaba, Kira. Hice un trato con el señor Dickenson. Podrías arreglar para que dentro de un mes no tenga mucho que hacer para dedicarme al proyecto -contestó Kai con un tono muy serio y enfatizando cada palabra. Lo decía como si fuera algo que Kira no supiera y deseara que tomara mucha atención.
Kira frunció el seño ligeramente; ante esto, Kai sonrió unos instantes para echarse a reír. La risa no le duró mucho (cosa que molestó a Kira) porque un mayordono entró en el comedor.
-Kai-san, tiene una llamada.
-¿Pero qué dices, Mamoru? ¿No ves que está demasiado ocupado con su zanahoria? No lo interrumpas -dijo Kira haciendo un movimiento con la mano para que Mamoru se retirara.
-Lo siento mucho. Pero afirma que es muy importante, Kai-san.
-Dile que estoy deliberando con mi zanahoria.
-Pero, Kai-san. Sé que no debe imporme, pero creo que sí es importante.
Kai soltó el tenedor para mirar a Kira con una cara de "¿Quién se atreve a interrumpirme cuando estoy con mi zanahoria?". Kira sabía que Kai odiaba que lo interrumpieran, más si era por teléfono. A Kai le irritaba hablar por teléfono, celular, intercomunicador, o cualquier aparato parecido.
Mamoru se llevó el teléfono inalámbrico a la oreja y dijo que "Kai-san se encontraba en un asunto muy importante y no le era posible interrumpirlo". Luego miró a Kai. El chico de cabellos azules estaba dispuesto a insultar a Mamoru si es que le pedía que contestara el teléfono.
-Sólo me pidió que le preguntara si se encontraba... Ray con usted- dijo por fin Mamoru, esperando toda la ira de Kai sobre él.
Kai se levantó de la mesa y extendió la mano para que le diera el teléfono.
-Kai -dijo cuando se llevó el teléfono a la oreja-. ¿Qué demonios dices?... Claro que no está aquí... ¿Cómo voy a saberlo?... ¿Y dónde demonios se supone que estaban ustedes?... No... ¿Y qué?... ¡Eso no te interesa, Takao!... Ya, bueno.... ¿Tú también, Max?... ¡No!... Ya tuve suficiente.... Habla rápido... Sí... No... Sí.... No.... ¿¡Y qué demonios crees que le dije!?... ¿Sigue con ustedes Kenny?... Sí... Bien... Sólo una cosa: llámenme cuando sepan algo.
Acto seguido, Kai devolvió el teléfono a Mamoru y se volvió a sentar para terminar con su zanahoria.
Mamuro tardó un poco en darse cuenta que Kai no iba a insultarlo, así que se retiró. Pero si Mamoru estaba confundido, entonces Kira estaba en la cuarta dimensión. Estaba seguro de que Kai no contestaría el teléfono; es más, nunca lo hacía y menos si lo estaban interrumpiendo en medio de su comida. Por nada permitía que lo interrumpan estando con su zanahoria. Kira analizó la situación y se dio cuenta de que sólo había aceptado contestar el teléfono después de escuchar el nombre de Ray. Supuso que era el chico con quien había pasado la tarde.
-¿Qué? -preguntó Kai, mirándolo a los ojos. Ante esto Kira salió de sus pensamientos.
-Disculpe. Aún no me recupero del trauma.
-Sí, a mí también me duele despedazar de esta manera la zanahoria, pero... Alguien tiene que hacerlo, ¿no? -dijo, sarcástico y jugando con lo poco de zanahoria que le quedaba en el plato.
-¿Dejó su zanahoria por contestar el teléfono?
-Qué feo, ¿no? ¿Cómo pude dejar mi zanahorita por un llamada? -contestó Kai enfatizando la palabra "zanahorita" para indicar que el chiste de su zanahoria ya empezaba a irritarlo. No es que no soportara el sarcasmo de Kira; de hecho, le encantaba, pero la conversación se estaba haciendo monótona y eso era algo que detestaba.
Kira no contestó; estaba muy ocupado suponiendo un sinfín de cosas. Suponía que ese tal Ray era la razón del comportamiento raro de Kai. Recordaba que en la mañana Kai había mencionado que iría a ver a unos amigos. Sabía que sus amigos sentían cariño por él, ¿quién no? Pero Kai era muy cerrado como para aceptar que sentía aprecio por ellos. Sin embargo, con ese chico, Ray, Kai se comportaba diferente: más cercano. Y eso era algo que ponía a Kira de muy mal humor. Tenía que saber quién era en verdad Ray y qué quería de su Kai-san.
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Eran las 7:25 de la noche; el resto del equipo estaba en casa de Max, menos uno: Ray.
-Chicos, ¿creen que esté bien? Ya es muy tarde.
-Tranquilo, Max: está con Kai.
-Por eso estamos preocupados, jefe -dijo Takao, tan impaciente como Max.
-Ray sabe cuidarse solo. Además, fuimos nosotros quienes regresamos sin buscarlo o decirle algo.
-Tienes razón, jefe, pero de todas maneras ya es muy tarde. ¿Por qué no llamamos a Kai? De seguro sigue con él.
-¡Claro! Llamamos y decimos algo así como: "Hola Kai. ¿ya mataste a Ray? Si no es así, dile que regrese que estamos muy preocupados por él". ¡Por favor, Max! ¡Es Kai! A él no le importamos.
-No digas eso, Takao. Sabes muy bien que Kai no es así -el jefe trataba de salvar la situación, sin éxito-. Sé que Kai diría que no le importamos, pero sí le importamos. ¡Y lo sabes muy bien!
-Está bien, jefe -respondió Takao bajando la cabeza y dándose cuenta que así Kai fuera una basura, en verdad sí se preocupaba por ellos. Después de todo, ellos lo veían como un hermano mayor.- Llamémoslo entonces.
Los tres se dirigieron al pasillo donde estaba el teléfono. Marcaron el número de Kai (que el jefe tenía en Dizzy) mientras Takao esperaba a que le contestaran .
-¡Ponlo en altavoz! -dijo Max.
-¿Por qué?
-También queremos escuchar.
-Sí, ya sé.
*Residencia Hiwatari.
-¿Eh?... Hola. ¿Se encuentra Kai?
*¿De parte de...?
-Un amigo.
*¿Su "amigo" tiene nombre?
-¡Sí! Y es Takao. Sólo páseme con él; dígale que es muy importante.
*No conozco a ningún Takao.
-Pues no es contigo con quien quiero hablar. Sólo llama a Kai. Es urgente. Y si sabes lo que te combiene, me harías caso. ¡Kai te despedirá si sabe que por tu culpa no llegamos a hablarle!
*...Un momento por favor.
-Vaya, hablar con Kai es más difícil de lo que pensé -comentó Max suspirando-. Sólo espero que sepa algo.
Esperaron un buen rato hasta que el hombre (que suponían era un mayordomo) les dijo que "Kai-san se encontraba en un asunto muy importante y no le era posible interrumpirlo". Ante lo que Takao gritó:
-¡No tiene que decirle mucho! Sólo pregúntele si Ray está con él. Nada más.
-No creo que eso funcione, Takao -comentó Max, sintiéndose derrotado al igual que el jefe.
*Kai -escucharon los tres.
-¡Kai! ¡Hombre, por fin! -gritó Takao al mismo tiempo que Max y el jefe dijeron algo que sonó como ¡Milagro!
*¿Qué demonios dices?
-No, nada. ¿Está Ray contigo?
*Claro que no está aquí.
-¡¿No!? ¡¿Entonces en dónde está?- gritó Takao fuera de sí.
*¿Cómo voy a saberlo?
-No te enojes, Kai -dijo el jefe escuchando el tono de amargura de Kai por el altavoz-. Es que Ray aún no regresa. Creemos que está perdido. Estamos muy preocupados porque hace mucho que no está con nosotros.
*¿Y dónde demonios se supone que estaban ustedes? -escucharon a Kai; parecía un poco más molesto. De seguro le era molesto hablar con el altavoz con dos personas a la vez.
-Regresamos a casa de Max pensando que quizás él ya estaba aquí. ¿No sabes nada?
*No.
-Pero tú estabas con él -dijo Takao.
*¿Y qué?
-Que seguro le dijiste algo que lo hizo enojar y por eso aún no viene. ¿Qué tanto hicieron ustedes dos cuando salieron del restaurante?
*¡Eso no te interesa, Takao!
-¡Está bien! No te enojes; sólo fue una preguntita.
*Ya, bueno.
-¿Pero estás seguro que no le hiciste o dijiste nada? -preguntó el rubio que ya no soportaba seguir en silencio.
*¿Tú también, Max?
-Sólo queremos estar seguros de que quizás tu...
*¡No! -lo interrumpió Kai.
-Lo siento, lo siento. Sólo quería estar seguro -se disculpó Max, algo avergonzado por volver a preguntarle lo mismo a Kai.
*Ya tuve suficiente.
-¡No, Kai! No nos cortes, por favor.
*Habla rápido.
-¿Estuviste con Ray largo rato? -preguntó Max pensando más en sus preguntas.
*Sí.
-¿No regresaron después al restaurante?
*No.
-¿Entones se quedaron cerca del lugar? ¿Por el parque, por ejemplo?
*Sí.
-¿Salieron del parque?
*No.
-¿Cómo es que estás tan tranquilo, Kai? Para mí que sí le dijiste algo -interrumpíó Takao.
*¿¡Y qué demonios crees que le dije!?
-¡Ya, ya, ya, ya! No me grites tanto, Kai. Sólo quería estar seguro para que Max estuviera seguro de que no le dijiste nada.
*¿Sigue con ustedes Kenny? -por el tono de la voz de Kai, parecía que se estaba hartando de tener que hablar con ellos. Quería hablar con alguien con un poco más de materia gris.
-Sí, aquí estoy, Kai -dijo el jefe penssativo; tenía que tener cuidado en su siguiente pregunta o Kai los mataría de un grito por el teléfono-. Entonces, ¿estuvieron en el parque, tú te fuiste a tu casa y no supiste más de él?
*Sí.
-Gracias, Kai. Y disculpa que te molestemos en tu casa. Sólo es que... pensamos... que podrías saber algo... Disculpa.
*Bien.
-De verdad, Kai, gracias. Aunque en realidad no nos dijiste mucho -comentó Takao.
*Sólo una cosa; llámenme cuando sepan algo.
-¡No te preocupes, Kai! Te llamaremos -dijo el jefe.
Luego siguió un gran silencio sólo sortado por el tono muerto en la línea. Kai ya había cortado, pero ellos seguían de pie en el pasillo escuchando el tono de teléfono.
-¿Kai quiere que lo llamemos...? -comenzó al fin Takao.
-¿...Para saber de Ray? -terminó de decir Max.
-¡Lo ven! Kai sí se preocupa por nosotros... Sólo que le cuesta admitirlo.
-Sí, pero aún tenemos un problema: ¡¿Dónde demonios está Ray?! -gritó Takao.
-Sí, sí. Tenemos que ir a buscarlo. Pero primero corta la línea; ese tonito me está volviendo loco -dijo el jefe algo mareado.
Hasta aquí.
Este capítulo es algo más largo. No puedo evitar colocar ese tipo de conversaciones de tono sarcástico. Parece que sarcasmos es lo único que saben decir Kai y Kira.
No les cuesta mucho dejarme un Review, así que háganlo y háganme feliz.
Críticas y comentarios:
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