Advertencias: YAOI Lemon
Autor: RavenTears
Beta: Little Kei
Dedicado: Akira Devha
Notas del autor:
~El título es una canción de Glay (¿novedad? ¿Dónde?)
~SIGO SIN COMPUTADORA... pero pude fastidiar a mi tía para usar la suya. No es muy largo el capi, pero al menos lo escribí. Tenedme paciencia.


Nota de Little Kei: Raven me pidió que dejara el anuncio de la remodelación de nuestra humilde vivienda (ahora sí lo parece). Piensa que nos salió tan simpática la nota, que mejor la dejábamos para la posteridad. Disculpen los inconvenientes.



However



Capítulo 9: Tiempo de cosechar tomates


Ray estaba en el salón de juegos tratando de pasar por tercera vez Castlevania X para hacer que su espera sea menos aburrida.

Habían pasado un par de días y ya estaba acostumbrado a su nueva vida junto a Kai. No eran un matrimonio feliz ni nada de eso. Tampoco salían juntos al cine o a cenar. Pero eso a ellos no les importaba. Lo que SÍ importaba era esa cosa que tenía Kai como asistente, jodiendo a cada rato, cada segundo de sus vidas.

Ray, siguiendo lo que le había dicho Kai, trataba de ignorarlo. Cosa que era más que un acto sobrehumano. Pero, ¿qué más podía hacer? No deseaba pelear con Kai por estupideces como ésa, por estúpidos como él.

-¿Y Kai-san?

Ray se sobresaltó. Detrás de él estaba Kira. Alto, refinado, con el cabello sujeto en una perfecta cola, con una sonrisa bien marcada en el rostro y mirándolo fijamente. Odiaba cuando se aparecía de improviso y con esa maldita sonrisa en el rostro.

-¿No sabes dónde estás? Entonces no eres tan bueno en tu trabajo -se burló Ray, tratando de ser amable y fracasando en el intento.

-Verás, Ray, lo que sucede es que Kai-san no DISFRUTA de mi trabajo tanto como disfruta del suyo.

Ray se sonrojó ligeramente y no respondió. No tenía comentario alguno para responder al comentario de Kira.

Y así era como estaban las cosas. Aquel que tuviese la última palabra era quien ganaba. A veces ganada Ray y otras, Kira. Aunque a Ray le parecía que Kai salía para dejarlos solos en la mansión a propósito. Cosa que el japonés-ruso nunca admitía.

-Dejando los jueguitos de Kai-san de lado, ¿por qué no me dice dónde está?

-Dame una buena razón para que YO te responda algo a TI.

-Porque una vez que lo sepa, me iré. ¿O es que quiere que me quede lo que resta de mañana con usted? Si es así, tengo un sinfín de cosas que podríamos hacer juntos, empezando por...

-¡Se fue a comprar! -interrumpió Ray. La idea de hacer algo con Kira lo asustaba.

-¿Comprar qué? Ya tiene una mascota nueva; una muy molesta, por cierto. Quizás una cama nuevo, una que no suene tanto.

-¿No tienes nada mejor qué hacer? -preguntó Ray, fastidiado-. No sé, documentos que firmar, teléfonos que reparar, empresas que arruinar, vidas que destruir.

Kira lo miró con más detalle.

-Lo dice como si yo fuera la clase de... Persona que molesta a los demás por el simple gusto de fastidiar.

-Claro que no. Nunca diría una cosa así. Para empezar, sé que no eres una p... Persona.

-¿Decía algo? No le presté atención. Estaba ocupado mirando.

Kira estaba observando el juego de video que trataba de pasar Ray.

-¿No quieres jugar? -preguntó, con malicia-. El prota del juego es un vampiro que está en un gran... Castillo, matando CRIATURAS ASQUEROSAS que tratan de matarlo a él. Te va a encantar.

-¿Y quién se supone es el protagonista? -preguntó Kira, volviendo su mirada a Ray.

-Ambos podemos serlo, si lo deseas. ¿Quién dice que no podemos jugar el mismo juego?

Kira estrechó sus ojos y se inclinó sobre él.

-Pronto se va a aburrir de este juego.

Un celular sonó y Kira contestó mientras salía de la habitación, dejando a un Ray muy confundido. No sabía qué era exactamente lo que había dicho.

Quizás había insinuado que él, Ray, se aburriría del jueguito que tenía con Kira, el de joderse mutuamente. O que Kai se aburriría de él. ¡Demonios! Cómo odiaba que ese maldito malnacido no hablara claro.

Ray se hartó del juego, apagó todo e intentó salir del salón, pero se percató de que Kira seguía hablando por celular al otro lado de la puerta, en el pasillo.

-Ése no es el punto. -Su voz era diferente; sonaba ¿irritada? Ray pensó que nada sobre este mundo podía irritarlo-. ¿Cómo conseguiste mi número?... No me importa lo tengas que decirme. No me llamen... No, no está en casa. No se a qué hora vendrá y no te quiero aquí cuando llegue. Idiota, claro que se va a dar cuenta. ¿Quién crees que es Kai Hiwatari?

Ray escuchó sus pasos alejarse de la puerta. ¿Qué demonios había sido todo eso? El chino estaba muy confundido. Deseó no haber escuchado la conversación. Mentira. Sí deseó haberla escuchado, aunque no hubiera entendido ni jota de lo que hablaban.

Pero cualquier cosa, por pequeña que fuera, podía servirle para joderle la paciencia a Kira.

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No hace mucho había pasado el medio día. Kai estaba contemplando su invernadero terminado. Había ido a comprar más semillas. Le gustaba cultivar plantas. Cualquier tipo de plantas: flores, vegetales, amapolas, orquídeas, etc. En especial zanahorias; cómo le gustaban. Su última compra era tomates. Decía que era buen tiempo para cosechar. Ray no entendía nada, pero le gustaba ver a Kai tirado en el suelo. Le daba ideas al chino.

-¿Qué? ¿Nunca has visto a alguien sembrando algo?

-No en esa pose.

-No es "pose": es arte.

-¿Y te has demorado... 3 horas en comprar semillas? -preguntó Ray, mirando de cerca el invernadero de Kai-. ¿Qué? ¿Tu arte consiste en escoger semillas una por una? ¿O esperas que vengan hacia ti?

-Claro~~~~ -contestó Kai-. ¿Qué crees? No escojo cualquier lata de semillas. Escojo la mejor. Ya deberías saber, Ray, que yo sólo escojo lo mejor.

Ray pareció conforme, muy conforme con el comentario de Kai. Después de todo ¿quién era Ray para negar una verdad como esa?

-¿Y tú? No habrás pasado toda la mañana durmiendo con Kira.

-¡Qué asco! Me viene una imagen mental de eso....¡Agggg!

-No es tan malo -dijo Kai, acercándose a su chinito-. Si le quitas ese carácter de mierda que se manda Kira, no queda muy mal.

-¿A qué te refieres?

-Oh, vamos, Ray. Sé que lo odias, y él a ti. Pero no puedes negar que se ve muy bien.

Ray se ¿asustó? con el comentario. ¿Kira? No, nada de eso. Le parecía que era un sujeto insoportable, engreído, caprichoso, celoso, ordenado al punto de ser maniático... etc, etc, etc. Pero tenía lindos ojos. Era poco común encontrarse con gente que tuviera los ojos a dos colores. Y no importara en qué situaciones lo encontraras, siempre iba a tenr el mejor peinado del mundo: nunca tenía un cabello fuera de lugar; todos bien sujetos a una cola. Y su rostro, pues tenía las facciones agudas y bien definidas y... ¡Y Ray estaba pensando en lo bien que se veía Kira!

La idea lo estaba aterrando.

-Por la cara de horror que tienes parece que por fin admites que Kira tiene cosas MUy buenas.

-¿Qué insinúas? -preguntó Ray, con un leve tono de celos.

-No puedes tener a un asistente así sin fijarte en las cualidades que posee.

-Pensé que lo odiabas.

-Odio muchas cosas de él. De hecho, casi todas, pero nunca dije que no me gustara su aspecto.

Ray estrechó los ojos. Tenía a Kai, su Kai, platicándole de lo bien que se veía la peor criatura de todas que, casualmente, vivía en esa misma casa.

Kai desapareció la poca distancia que los separaba y atrapó a Ray en un beso. Largo y asfixiante.

-¿Celoso, Ray? -preguntó Kai, cuando se separaron-. ¿Celoso de Kira?

-Nunca -mintió Ray.



Hasta aquí.

No les cuesta mucho dejarme un Review, así que háganlo y háganme feliz.
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