Advertencias: YAOI Lemon
Autor:RavenTears
Beta: Little Kei
Dedicado:Akira Devha
Notas del autor:
~El título es una canción de Glay (¿novedad? ¿Dónde?)
~SIGO SIN COMPUTADORA... pero pude fastidiar a mi tía para usar la suya. No es muy largo el capi, pero al menos lo escribí. Tenedme paciencia ( aunque esto se lo ando diciendo a mi tía, pobre, me tiene casi todo el día en su casa).
However

Reviews:

Jun Tao: Bien, tengo más lectoras. Gracias por el Review; me gustan los reviews largos. Me recuerdan a los de Little Kei, me ve todos los malditos días y me deja reviews de tamaños industriales. Pero me encanta que lo haga. Sobre las zanahorias y los tomates, dije que Kai tenía empatía con sus verduras porque me pareció un gran pasatiempo. ¡Cuánto nos parecemos! Pensé que era el único que confundía librería con biblioteca. Y sobre mis autores: Bram Stoker es el autor del clásico: "Drácula", y César Vallejo es un poeta peruano. Gracias por agregarme a tu lista de autores favoritos.

Kiri Miyamoto: Sí, en algún lugar tenía que poner algo de "información" sobre el desgraciado éste. Y sí, es familia de Kai (más que obvio). Pero "qué" podrá ser. No sé. Un hermano, un primo, un cuñado, su tío, su padre o quizás... Su prometido. Quién sabe. Sobre mi tía, qué suerte que no sabe que es el Yaoi XD Otra cosa, recibí un review en otro fic (de Yugay Oh!) de Ludra-Jenova, diciendo que tú eres su "hijita". Qué lindo. Pero... ¿Cómo lo interpreto? ¡Ah! Sí, antes que me olvide. Little Kei está feliz por tus saludos.

Tidah: ¿¡Qué!? ¿Tu carácter se parece al de Kira? Hombre, anda al doctor, que te revisen. Eso puede ser grave. Y no es que no me guste el carácter de mierd... De Kira, me encanta. Se parece al mío. No por las puras estuve metido casi todos mis años de escuela en el Departamento Psicológico.
Capítulo 11: Viaje a Alaska
-Kai-san.

-No, Kira. No me interesa ese viaje a Alaska.

-¿Seguro?

-¿Y por qué demonios crees que me interesaría?

-No lo sé. Podría ir y dejar algo de equipaje innecesario allá -comentó Kira, mirando a Ray.

-¿Por qué no vas tú primero? -preguntó Ray-. Cosa que nos vas calentando el lugar.

Una vena saltó en la sien de Kai.

-Pero, ¿acaso el equipaje no va primero?

-Depende de qué tan grande y molestoso resulte -contestó Ray.

-Pero hay equipajes que están de más -dijo Kira, mirando despectivamente... Muy despectivamente al chino-. En cambio hay otros equipajes que sí son necesarios.

-No, Kira. Existen equipajes que creen ser importantes y necesarios y NO lo son. Así como también existe gente que se cree importante y no se cansan de repetirlo -se defendió Ray.

La vena en la sien de Kai se estaba agrandando peligrosamente.

-Quizás. Pero también hay gente que parece importante y muy necesaria, pero al final no hacen nada. Así como esa gente que está en casa de uno ocupando espacio.

-No ocupo más espacio que tú. De hecho, no sé porqué estás aquí. De todas las malditas habitaciones de la casa, tienes que terminar en donde estamos nosotros.

-¿Ustedes? -se rió Kira-. No, niño. ¿Qué te incluyes? Yo vengo por Kai-san. El hecho que tú estés con él todo el día no es mi problema.

-Hablas como si ésta fuera tu casa, Kira -le escupió Ray.

Kira no contestó. Ray lo enfrentó con la mirada, tratando de no parpadear. ¿Por qué siempre tenía que aparecerse? Estaban en el estudio de Kai hablando de lo más normal del mundo, y tenía que ir a molestarlos.

Kira cerró lentamente los ojos y pasó una mano por sus arreglados cabellos, todos recogidos en su típica y perfecta coleta atrás. Ray se preguntó cómo se vería con el cabello suelto. Quizás más guapo. Y ese movimiento de la mano le había salido tan malditamente seductor que... ¡¿Qué estupideces estaba pensando?!

-No hagas eso -comentó Ray-. Me haces pensar cosas... Raras.

-¿Hacer qué? ¿Esto? -preguntó Kira, repitiendo el movimiento.

-Me estás asqueando.

-¿Si?

-Sí, así que no lo hagas. No quiero ensuciar el estudio de Kai. Aunque no es mala idea: tú limpiarías.

-Y si te provoco asco, ¿por qué sigues mirándome?

-¡Porque estás en frente de mí!

-¿Quién te manda a ponerte ahí?

-¡Tú te pusiste en frente de mí!

-¡Cállense los dos! -gritó Kai.

La vena en su sien había terminado por reventar. Esos dos jugaban con su paciencia. Paciencia que Kai Hiwatari no tenía.

-Disculpe, Kai-san.

-No te he dicho que hables.

-Tienes que levantar tu bracito y esperar tu turno, Kira -se burló Ray.

-Calla boca.

Ray abrió los ojos. ¿Qué forma de callarlo era esa? ¿Calla boca? Definitivamente Kai usaba unas frases...

Kira, que estaba en medio del estudio frente a Ray, se fue a sentar en la silla más cercana a la de Kai. El patriarca estaba sentado en su cómoda silla y frente a él, sobre la mesa, tenía documentos y papeles viejos. Todos estaban firmados por su abuelo; qué recuerdos. El japonés-ruso había estado sentado todo el bendito tiempo, sin girar a verlos o ponerse de pie para detenerlos; lo que indicaba que estaba irritado con ambos.

Ray estaba sentado en un sillón no muy lejos de Kai. Estaba mirándolo y sentía toda esa tensión en el aire.

Pasaron un par de minutos, pero Kai rompió el silencio con un suspiro de resignación.

-¿Qué querías, Kira?

Era común, asquerosamente común que Kira fuera a buscalo y que provocara a Ray. Pero sentía que Kira tenía una buena excusa para estar ahí en ese momento. Lo malo era que según las reglas del juego, si Kai le hablaba a Kira después de callar a ambos, el punto era para Kira.

-Recibí un mensaje de Dickenson -comenzó a explicar Kira, sonriéndole a Ray-. Sólo llamó para recordarle... Recordarles que dentro de dos días empezarán los preparativos del torneo. Si mal no recuerdo, me dijo que preparara su agenda para que no tuviera muchas cosas que atender en este tiempo.

-¿Dickenson...? ¿Qué? ¿Ya pasó un mes? -preguntó Kai, levantando su vista de los papeles para mirar a Kira.- No lo parece.

-Sí, increíble, ¿verdad? Un mes desde que fue al parque a ver a Dickenson y a sus... Amigos. Un mes desde que su mascotita lo siguió a casa.

-¡¿QUÉ?! -gritó Ray.

Otra vena saltó en la sien de Kai. Kira era experto en sacar de quicio a cualquiera, en especial a su chino. Y su chino que tenía ciertos aires homicidas, aires homicidas que se hacían más notorios cuando Kira estaba cerca... Uno de esos días, uno de los dos aparecería muerto. O en el mejor de los casos, aparecerían muertos los dos. Pero la vida no podía ser tan buena con Kai.

-Sì, ¿no? Un mes. Qué corto me ha parecido. Incluso para Ray se ha visto corto. Después de todo... ¿Cuántas veces hemos dormido juntos?

Ray se sorprendió con el comentario de Kai. El chico de ojos rojos no solía defenderlo así. De hecho, Kai prefería dejar que Kira y él se mataran con insultos ellos solitos.

-No lo recuerdo bien... -continuó Kai-. Creo que sólo nos hemos acostado... Un par de veces. Eres bueno para los números, Kira. ¿Sabes cuántas veces?

Ray miró a Kira. Debió hacerle algo o decirle algo a Kai para que éste se enojara con él. Kai solía ser bueno, a veces, pero cuando era cruel, era mejor.

-Cinco veces -escupió Kira.

Ray se levantó de un salto del sillón. ¡¿Cómo demonios sabía Kira eso?! ¡Momento! ¡¿Cómo sabía Kai que Kira sabía?! ¡¿Cómo es que Kai sabía que Kira sabía y él no?! ¡¿Cómo era que Kai sabía que Kira sabía que Kai sabía?! ¡Y Ray no sabía nada! No podía ser. ¡¿Cómo era que él no sabía que Kira sabía que Kai sabía que Kira sabía?! ¡¿Por qué Kai no le había dicho que Kira sabía que él ya sabía?!

Ray no entendía.

Kira desvió la mirada; sabía que ése era su castigo por meterse en zona peligrosa. Quizás a veces sí se pasaba en su misión de joderle a Ray. Su vista fue hasta los papeles y documentos que Kai estaba revisando sobre la mesa.

-¿Qué está haciendo con esos papeles, Kai-san?

Ray se sorprendió; ese día se lo había pasado sorprendiéndose. Vivir con Kai era soprendente. Kira había desviado la conversación a una zona no menos peligrosa, pero él no solía hacer eso.

-No mucho. Sólo revisando algunos papeles de mi abuelo.

-Podría habérmelo pedido. Lo haré por usted.

-No.

-No se preocupe. Yo lo haré con gusto.

-Kira... No.

-Insisto, Kai-san. Hágame feliz. Deje que me encargue.

Kai se puso de pie. No valía la pena pelearse con Kira. No ese día, no quería que otra vena le reventara. Kira comenzó a recoger los papeles y a apilarlos uno encima de otro.

-Ya pasó un mes. Tendremos que reunirnos y verles las caras.

-¿No te anima verles las caras? En el fondo sí los quieres -comentó Ray.

-Por el jefe y Max no digo nada. Pero Takao es otra cosa.

-Sí, pero es mejor que pasarse el día con... ¡¿QUÉ?!

El grito de Ray cogió desprevenido a Kai. Volteó a ver a Kira. Ray ya estaba de pie junto a su asistente; el pobre infeliz estaba con la cabeza sobre la mesa. No se movía, pero tenía un papel en la mano.

-¿Está muerto? -preguntó esperanzado Ray.

-No te emociones; no lo está. Sólo está dormido.

-¡¿Qué?! ¡Cómo va a estar dormido si apenas unos segundos estaba bien despierto!

-Suele sucederle.

-Insisto, está muerto.

-Lo estará si no se despierta para la noche. Necesito su ayuda.

Kai se acercó a Kira, jaló la silla e hizo que Kira pasara un brazo por detrás de su cuello. Kai lo arrastró lo mejor que pudo hasta el sillón y lo dejó ahí. Ray se preguntó por qué Kai le daba tanta importancia.

-Vamos -dijo Kai, saliendo del estudio-. Tenemos que planear qué haremos.

-¿Con respecto al encuentro con Takao y los otros?

-No, sobre el viaje a Alaska.

Ray torció una sonrisa. Antes de ir tras Kai miró a Kira. Le llamó la atención que aún apretara en el puño el papel. Se preguntó qué era tan importante para él. Sólo era un documento del abuelo de Kai, ¿o no?

Ray fue hasta él y le sacó con mucha dificultad el papel arrugado. Lo guardó en su bolsillo. Más tarde revisaría qué era.
Hasta aquí.
No les cuesta mucho dejarme un Review, así que háganlo y háganme feliz.
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