Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling
Capitulo 2 El ataque
Cuando Henry regresó de su viaje, sus padres no lo esperaban en la estación
-No te preocupes amigo- le dijo Michael- Si quieres nosotros te llevamos a casa
-No- contestó -seguramente se han retrasado un poco, no tardarán en llegar-
Michael dejó a Henry y se marchó con sus padres
El tiempo seguía transcurriendo, ya habían pasado dos horas y Henry se habia desesperado, así que llamó a su casa pero nadie le contestó y tomó un taxi.
Cuando llegó a su casa un aire frío sopló provocándole un escalofrío -¿Qué extraño?- pensó y miro hacia la calle, a esa hora nadie transitaba por ahí.
Siguió hasta llegar a la entrada, la puerta se encontraba entreabierta, adentro todo estaba muy oscuro, trató de encender las luces pero no funcionaban. En la sala habia un montón de adornos y carteles que decían ¡BIENVENIDO A CASA! y ¡FELICIDADES!.
Todo era muy extraño, siguió caminando y vió una luz que se encendía y apagaba, ésta provenía de la cocina, Henry recorrió lentamente la sala y el comedor, pero cuando llegó a la cocina vió algo que lo dejó helado.
Había dos bultos tirados en el suelo, estaban completamente inertes, corrió hacia ellos, pero lo que estaba ahí le partió el corazón.
Sus padres yacían en el suelo, completamente pálidos y sus ojos, sus ojos eran iguales a los del chico de su sueño, completamente llenos de horror.
Se incorporó de inmediato, llamaría a la policía pero cuando se levantó chocó contra algo , o alguien
El ser estaba cubierto por una capucha.
-Nos volvemos a ver- dijo
Henry no comprendió, pero el sujeto le golpeó el rostro haciéndolo caer varios metros atrás. Su capucha se habia caído, era un hombre de ojos grises fríos como el hielo y su cabello era tan rubio que casi llegaba a plateado.
Rió sarcásticamente y detrás de él aparecieron varios hombres, unos mucho más corpulentos que el rubio y otros un poco mas chicos y raros
-¿Quiénes son ustedes?- Gritó Henry -¿Qué le han hecho a mi familia?-
Los hombres rieron aún mas fuerte. -Entonces es cierto- dijo el rubio y miró fijamente el rostro de Henry, éste se encontraba cubierto de sangre
-¡pero si son idénticos- dijo el mas pequeño de todos. -Serás tonto Wormtail, son Gemelos, pero te equivocas en algo-
-La cicatriz- murmuró el hombrecillo.
Henry se levantó y salió corriendo por la puerta trasera de la cocina, dentro los otros dejaron de reír y fueron tras él.
La sangre en su rostro le dificultaba su andanza, gritaba para que alguien viniera en su ayuda, cuando volteó para mirar a sus perseguidores vió como éstos le apuntaban con algo, - Un arma - pensó, pero del arma no salieron balas sino una luz blanca que en el último segundo logró evitarla y esta golpeó una de las estatuas del patio de su vecina la cual explotó en pedazos.
Volvió a ponerse de pie para correr, pero de pronto su frente le empezó a doler aún mas intensamente que la última vez, ya no aguantaba más cayó de rodillas al suelo, levantó su rostro y ahí estaba, aquel ser que habia tratado de recordar, aquel que lo había hecho sufrir, no aguantó más y se desmayó
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Tras el incidente de la estatua la vecina se había despertado, siempre dormía con tapones para los oídos pero el estallido la despertó, se puso sus gafas y miró por la ventana para ver que ocurría.
Y fue allí cuando unos tipos perseguían a su vecino, el joven Jenkins, vió como se encontraba tendido en el piso rápidamente llamó a la policía
-¡Atacan a mis vecinos! - gritó por el teléfono, dio todos los datos, corrió al cuarto de su hijo mayor y juntos bajaron para tratar de ayudar a Henry, pero cuando salieron ya no había nadie ahí.
-¿Cómo es posible?, hace apenas unos segundo estaban allí-
Su hijo negó con la cabeza, pero en el lugar donde Henry se encontraba tendido ahora sólo se encontraba una gran manca de sangre.
La policía tenía acordonada el área, un gran número de curiosos habían llegado al lugar, entre ellos Michael -¡Tengo que pasar!- gritaba -¿Dónde esta mi amigo?-
-Lo siento chico- le respondían - pero no puedes -.
A unos cuanto metros de allí un grupo formado por cuatro personas inusuales, por no decir extrañas presenciaban lo acontecido.
-Recuerden solo tenemos 10 minutos antes de que los demás lleguen- y con un suave movimiento de varita todo a su alrededor empezó a moverse más y más despacio hasta el punto en que los únicos que se movían eran ellos.
Los cuatro entraron a la casa
-Hemos llegado tarde ¿verdad?- preguntó uno de ellos
-Me temo que si Remus- le contestó el más viejo de todos Albus Dumbledore.
Los otros dos hombres que venían eran de cabello negro pero uno de ellos tenía los ojos negros y el otro azules muy intensos. Ellos eran Severus Snape y Sirius Black
-Dumbledore- dijo Snape -éstas personas han sido atacadas por la maldición del AVADA KEDAVRA no hay forma de ayudarlos-.
La mirada de Dumbledore falleció -Es realmente lamentable que haya ocurrido esto-
-¿Pero y el chico?- preguntó Remus
Seguramente estará con él-
Sirius miró a su alrededor y en una de las mesitas de la sala se encontraba una fotografía de Henry. ÉL sonreía alegremente, tendría apenas 10 años y abrazaba a un cachorro que seguramente le habían regalado
-¿¡ Como has dejado que esto sucediera Dumbledore!?- dijo ahogadamente mientras aunque lo negara una lágrima salía de su ojo.
- lo siento Sirius, no lo sabía.-
Capitulo 2 El ataque
Cuando Henry regresó de su viaje, sus padres no lo esperaban en la estación
-No te preocupes amigo- le dijo Michael- Si quieres nosotros te llevamos a casa
-No- contestó -seguramente se han retrasado un poco, no tardarán en llegar-
Michael dejó a Henry y se marchó con sus padres
El tiempo seguía transcurriendo, ya habían pasado dos horas y Henry se habia desesperado, así que llamó a su casa pero nadie le contestó y tomó un taxi.
Cuando llegó a su casa un aire frío sopló provocándole un escalofrío -¿Qué extraño?- pensó y miro hacia la calle, a esa hora nadie transitaba por ahí.
Siguió hasta llegar a la entrada, la puerta se encontraba entreabierta, adentro todo estaba muy oscuro, trató de encender las luces pero no funcionaban. En la sala habia un montón de adornos y carteles que decían ¡BIENVENIDO A CASA! y ¡FELICIDADES!.
Todo era muy extraño, siguió caminando y vió una luz que se encendía y apagaba, ésta provenía de la cocina, Henry recorrió lentamente la sala y el comedor, pero cuando llegó a la cocina vió algo que lo dejó helado.
Había dos bultos tirados en el suelo, estaban completamente inertes, corrió hacia ellos, pero lo que estaba ahí le partió el corazón.
Sus padres yacían en el suelo, completamente pálidos y sus ojos, sus ojos eran iguales a los del chico de su sueño, completamente llenos de horror.
Se incorporó de inmediato, llamaría a la policía pero cuando se levantó chocó contra algo , o alguien
El ser estaba cubierto por una capucha.
-Nos volvemos a ver- dijo
Henry no comprendió, pero el sujeto le golpeó el rostro haciéndolo caer varios metros atrás. Su capucha se habia caído, era un hombre de ojos grises fríos como el hielo y su cabello era tan rubio que casi llegaba a plateado.
Rió sarcásticamente y detrás de él aparecieron varios hombres, unos mucho más corpulentos que el rubio y otros un poco mas chicos y raros
-¿Quiénes son ustedes?- Gritó Henry -¿Qué le han hecho a mi familia?-
Los hombres rieron aún mas fuerte. -Entonces es cierto- dijo el rubio y miró fijamente el rostro de Henry, éste se encontraba cubierto de sangre
-¡pero si son idénticos- dijo el mas pequeño de todos. -Serás tonto Wormtail, son Gemelos, pero te equivocas en algo-
-La cicatriz- murmuró el hombrecillo.
Henry se levantó y salió corriendo por la puerta trasera de la cocina, dentro los otros dejaron de reír y fueron tras él.
La sangre en su rostro le dificultaba su andanza, gritaba para que alguien viniera en su ayuda, cuando volteó para mirar a sus perseguidores vió como éstos le apuntaban con algo, - Un arma - pensó, pero del arma no salieron balas sino una luz blanca que en el último segundo logró evitarla y esta golpeó una de las estatuas del patio de su vecina la cual explotó en pedazos.
Volvió a ponerse de pie para correr, pero de pronto su frente le empezó a doler aún mas intensamente que la última vez, ya no aguantaba más cayó de rodillas al suelo, levantó su rostro y ahí estaba, aquel ser que habia tratado de recordar, aquel que lo había hecho sufrir, no aguantó más y se desmayó
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Tras el incidente de la estatua la vecina se había despertado, siempre dormía con tapones para los oídos pero el estallido la despertó, se puso sus gafas y miró por la ventana para ver que ocurría.
Y fue allí cuando unos tipos perseguían a su vecino, el joven Jenkins, vió como se encontraba tendido en el piso rápidamente llamó a la policía
-¡Atacan a mis vecinos! - gritó por el teléfono, dio todos los datos, corrió al cuarto de su hijo mayor y juntos bajaron para tratar de ayudar a Henry, pero cuando salieron ya no había nadie ahí.
-¿Cómo es posible?, hace apenas unos segundo estaban allí-
Su hijo negó con la cabeza, pero en el lugar donde Henry se encontraba tendido ahora sólo se encontraba una gran manca de sangre.
La policía tenía acordonada el área, un gran número de curiosos habían llegado al lugar, entre ellos Michael -¡Tengo que pasar!- gritaba -¿Dónde esta mi amigo?-
-Lo siento chico- le respondían - pero no puedes -.
A unos cuanto metros de allí un grupo formado por cuatro personas inusuales, por no decir extrañas presenciaban lo acontecido.
-Recuerden solo tenemos 10 minutos antes de que los demás lleguen- y con un suave movimiento de varita todo a su alrededor empezó a moverse más y más despacio hasta el punto en que los únicos que se movían eran ellos.
Los cuatro entraron a la casa
-Hemos llegado tarde ¿verdad?- preguntó uno de ellos
-Me temo que si Remus- le contestó el más viejo de todos Albus Dumbledore.
Los otros dos hombres que venían eran de cabello negro pero uno de ellos tenía los ojos negros y el otro azules muy intensos. Ellos eran Severus Snape y Sirius Black
-Dumbledore- dijo Snape -éstas personas han sido atacadas por la maldición del AVADA KEDAVRA no hay forma de ayudarlos-.
La mirada de Dumbledore falleció -Es realmente lamentable que haya ocurrido esto-
-¿Pero y el chico?- preguntó Remus
Seguramente estará con él-
Sirius miró a su alrededor y en una de las mesitas de la sala se encontraba una fotografía de Henry. ÉL sonreía alegremente, tendría apenas 10 años y abrazaba a un cachorro que seguramente le habían regalado
-¿¡ Como has dejado que esto sucediera Dumbledore!?- dijo ahogadamente mientras aunque lo negara una lágrima salía de su ojo.
- lo siento Sirius, no lo sabía.-
