Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling
Antes que todo quisiera agradecer a las personas que leen este fic.
TWINS by Lars Black
Capitulo 16: Castor, el ataque al ministerio y el plan salvemos a Sirius.
El tiempo seguía pasando y Diciembre había llegado, todas las clases eran más duras, la cantidad de deberes que exigía cada maestro iba e aumento. Sin duda la clase más divertida era la de DCLAO, y aunque Henry batallaba horrores para realizar cualquier hechizo, se divertía al ver como los demás trataban de librarse de ellos, la profesora Emily era muy jovial, además de muy poderosa, muy rara vez lograban romper alguna de sus maldiciones. En pociones tampoco la pasaban tan mal, realizaban toda clase de estas, para dormir, para no dormir, para encogerse, revitalizadoras e incluso vieron las bases para la fabricación del Veristatium. Mork inspiraba confianza y explicaba las cosas de una manera perfectamente entendible. Harry y cia. Nunca imaginaron lo divertida que podía ser la clase de pociones.
Aunque Harry no lo aparentara, por dentro lo único que deseaba era saber información acerca de Sirius.
Por fin llegó el día. El examen de regularización sería a las cinco de la tarde, tendría dos etapas, una era la practica, y otra teórica, Henry estaba preocupado, sabía perfectamente toda la teoría, había estudiado tanto, que sentía que su cabeza explotaría en cualquier momento, pero la parte practica no era su fuerte, simplemente nada le salía bien.
-No te preocupes solo concéntrate- le decía Hermione.
-Lo harás bien, estoy seguro hermano- decía Harry.
Todos levantaron pulgares arriba cuando Henry entró en el aula donde lo examinarían, adentro había dos magos del ministerio uno era alto de ojos grises y el otro un poco más bajo pero su mirada era castaña. Ambos parecían cansados y tenían ojeras muy vistosas, en al aula solo había un escritorio justo en el centro.
-Toma asiento chico- dijo uno de ellos. -Primero tedrás la parte teórica.-
Esto era perfecto, así podría vaciar su cabeza antes de realizar los encantamientos. Henry leyó las preguntas, todas eran muy fáciles, al parecer siquiera se esforzaron en realizarlas, las contestó rápidamente, entonces el hombre de los ojos grises dio un bostezo que llenó el aula.
-Lo siento.- dijo algo apenado.
-¿Aún no lo han encontrado, verdad?- preguntó el otro con voz baja
El del bostezo negó con la cabeza.
-Es increíble, todos muertos, es una lástima, pero eso nos dice que sucede cuando uno se mete con los mortífagos-
Ambos hablaban casi en susurros
Henry ya no escribía, solo hacia el ademán, agudizó lo más que pudo su oído.
-¿Y ya saben como paso?- preguntó preocupado el ojos castaños
-No estamos muy seguros, al parecer era una trampa de los mortífagos y Black solo era el señuelo, ya sabes justo llegó al cuartel y atacaron, naturalmente el ministerio ocultó todo, pero nos tienen a todos los del departamento de regulación mágica trabajando día y noche, nadie fuera de ahí lo sabe-
Henry estaba en shock, la pluma se le había caído del escritorio.
-Hey, chico- gritó el ojos grises. -¿Ya terminante?,- miró en su reloj. - Te quedan diez minutos así que apúrate-
El examen practico, fue dificilísimo, Henry no podía concentrarse debido a lo que acababa de oír, tenia que salir pronto de ese lugar, tenía que contarle a Harry. A duras penas logró hacer los encantamientos necesarios.
-Mañana te llegará tu lechuza con el resultado- y los hombres se retiraron.
Henry corrió hasta la sala común, en la carrera casi se lleva a la chica pelirroja que le había dado la rana de chocolate antes de huir del castillo, ya la conocía, era la hermana de Ron, se llamaba Ginny.
-Lo siento mucho Ginny- le gritó mientras seguía corriendo sin detenerse.
-Harry, tenemos que hablar- dijo jadeante cuando se encontró con su hermano.
Les contó lo que había oído.
-¡Eso quiere decir que Voldemort tiene a Sirius!- gritó Harry
-Ya lo sé- contestó Henry. -Me pregunto se Dumbledore lo sabrá.-
Pero las posibilidades de que Dumbledore lo supiera eran nulas desde que había perdido a su espía.
-Tiene que.- repuso Hermione. -Él nos dio su palabra-
Pero los chicos no estaban muy convencidos.
-Tenemos que ayudarlo- dijo Harry
-No,- repuso Hermione. -Lo que tenemos que hacer es preguntarle a Dumbledore, si no lo sabe se lo decimos.-
Pero ya era muy tarde, y era casi imposible que hablaran con el director en ese momento.
A la mañana siguiente durante el desayuno, más de un centenar de lechuzas entraron volando. Henry recibió su repuesta, estaba aprobado y ya podía cursar normalmente el quinto curso, pero la mayoría de la lechuzas llevaban copias del profeta.
Caos en el ministerio.
Hasta nuestra edición, ha llegado una noticia tan terrible para todos. Los mortífagos han atacado el mismísimo corazón de nuestra sociedad, nos referimos al Ministerio de magia. Conducidos por un mortífago al cual lo reconoceremos como Castor, irrumpieron ayer en las oficinas creando un caos total, no se sabe a ciencia cierta cual fue el motivo de su ataque y que fue lo que se llevaron, pero su enfoque fue hacia el departamento de registros. Se sabe de dos bajas y de decenas de heridos.
Al parecer han tomado revancha por la reciente captura de uno de sus grades jefes Sirius Black.
-Hacen quedar al señor Black como un completo villano- dijo Henry indignado.
-Acaso no se dan cuenta, todo esto esta siendo manipulado, solo muy pocas personas saben lo que ocurrió. La verdad dudo que Dumbledore lo sepa.- Terminó Hermione.
++++++++++++++++++++++++++
Castor era uno de los mortífagos más letales de Voldemort, siempre obedecía sus ordenes sin chistar, pero era todo un misterio, nadie sabía quien era, siquiera sus compañeros, su rostro siempre estaba cubierto por una capucha. Voldemort lo había traído de la nada, solo lo presentó como Castor y fue todo, nuca hablaba, solo para echar maldiciones o cosas por el estilo, era el protegido del señor, ya que era un rival formidable casi a la altura del Señor oscuro.
++++++++++++++++++++++++++
Harry siempre que tenía oportunidad de preguntar sobre Sirius, le respondían que no se metiera donde no le incumbía, estaba seguro que Dumbledore no estaba enterado, sino le responderían cosas como -Todo esta bien, o no te preocupes-
Harry estaba rabioso, Dumbledore le había pedido que confiara en él, pero ahora ellos sabían más cosas que nadie.
-Henry, tenemos que salvar a Sirius, nosotros.-
-Estoy contigo Harry-
-¡Acaso están locos!- les gritaron Ron Y Hermione cuando les informaron sus planes.
-Harry, piénsalo, es una locura, mejor díselo a Dumbledore- le regañaba Hermione.
-No tendría caso-
-¿Cómo que no tendría caso?-
-Vamos Hermione, piensa, se lo decimos, y nos saca del asunto, luego no podría hacer nada, mucha gente vigila los movimientos de Dumbledore simplemente no podría ayudar- dijo Harry algo molesto.
-Además a nosotros nadie nos vigila, nadie sabe que tenemos esa información, sería un ataque sorpresa, tendríamos toda la ventaja, estoy seguro que podríamos salvar al señor Black-
Los gemelos se miraron, estaban decididos rescatarían a Sirius de las manos de Voldemort.
Todas las tardes se reunían para prepararse, actuarían justo comenzaran las vacaciones de invierno.
-Se donde pueden tener al Señor Black, conozco el lugar, definitivamente tengo que ir-
-Henry, llámalo Sirius, no creo que eso de señor Black le agrade mucho-
-Bien Harry, se donde lo pueden tener, el problema será llegar hasta allá, si nos vamos volando tardaríamos demasiado y se darían cuanta de nuestra ausencia-
-Que tal polvos flu- Repuso Ron que ya se había echo a la idea de rescatar a Sirius.
-No lo creo, nunca vi llegar a nadie por la chimenea.- negó Henry.
-Un traslador-
El traslador era la opción ideal, podían llegar en segundos a su destino y traerlos de regreso de igual forma, solo había un pequeño inconveniente, no tenían ni idea de cómo hacer uno y eso era devastador para el plan.
-Chicos- repuso Hermione.- No deben hacerlo, es muy peligroso, recuerden Voldemort los quiere atrapar y ustedes van a ir directo a él.
-Si no quieres ir Hermione, no vayas, pero yo no pien...-
-¿Ir a Donde?- lo interrumpió la voz grave de Remus Lupin.
El cuarteto lo miró asombrado, todo sus planes se venían abajo, Remus los había descubierto, y seguro le diría a Dumbledore.
Henry le contó lo sucedido y los planes que tenían, no había caso en ocultarlo, de algún modo lo sabría, y no los hubieran dejado actuar. Hermione no cabía de felicidad, Remus era un mago serio y responsable, seguro sabría que hacer, empezó a imaginarse lo hubiera sucedido si el caso fuera al revez, Seguramente Sirius ya estaría lanzando maleficios con Harry y Henry a su lado.
La mirada de Remus era seria, asimilaba cada detalle de lo que los chicos le decían, cuando por fin terminaron quedó callado unos segundos
-Yo puedo- dijo, llamando la atención de los presentes.
-Yo puedo construirles el traslador-
Los cuatro miraron a Remus, estaban asombrados ante su actitud.
-Pero Prof... digo Remus-
-Lo se Hermione, pero ya estoy harto que me dejen de lado, otros factores ¡JA!, ya deseo ver la cara que ponen todos cuando regresemos con Sirius.-
-¿Estas o no estas?- le preguntaron a Hermione, mientras ponían sus manos juntas en el centro.
-Estoy- Hermione puso la mano con los demás.
Cada día se acercaban más las vacaciones de invierno, y la lista de los que se quedaban era muy reducida, aparte de ellos, se quedaron dos chicas de Hufflepuff. Richard Diggory de Ravenclaw, junto con otra chica, y de Slytherin todos habían partido a festejar las fiestas con sus familiares-
Llegado el día no había marcha atrás, el pretexto irían a Hogsmeade para comprar los regalos de navidad, la hora 1 de la tarde, el día 19 de Diciembre.
Los cinco iban decididos, al primer signo de debilidad regresarían de inmediato, y no llevarían mas que las varitas.
Hermione no dejaba de pensar que esto era un completo error, y a Ron no le hacía mucha gracia entrar directo a la guardia de Voldemort, pero su amistad con Harry lo hacía continuar.
En cambio Harry, Henry y Remus estaban completamente seguros, odiaban que siempre los dejaran de lado, a pesar de ellos tenían que ser los que más participaran ya que por su culpa Sirius había sido capturado.
-Esta bien chicos, he preparado según los datos que me dieron un traslador, nos dejará a un Km. Del lugar, desde ahí, recuerden, alerta total- Remus confiaba en las capacidad de los jóvenes.
-Y entonces- Henry saco un mapa de lo que parecía ser la mansión y sus alrededores.
-Entraremos por aquí- apuntó un ducto de lo que pacería se el viejo sistema de drenaje.
-Nos lleva directo a una trampilla que nadie vigila.-
Todos asintieron, el traslador era una vieja camisa mohosa.
-Uno, Dos, Tre....-
Cayeron al suelo, el clima no podía ser más distinto, mientras que en Hogwarts el cielo era azul y todos los caminos estaban cubiertos de nieve. Cerca de la mansión todo estaba nublado, aunque no lloviera siempre estaba así, los árboles cercanos estaban inclinados en sentido contrario como si quisieran alejarse del lugar.
El aire era mas pesado caminaron cercas de medio Km. y encontraron la entrada del viejo drenaje, la puerta estaba algo oxidada pero con un poco de magia cedió fácilmente.
Adentro reinaba la oscuridad -Lumus- dijo Lupin, y su varita iluminó el lugar, siguieron caminado hasta que a cien metros del final se toparon con su primer obstáculo.
-¿qué es eso?- preguntó Ron, al ver una especie de energía que les impedía continuar
-Rayos- Gritó Henry. -Es el cerco mágico- dijo desganado.
-¿Y como lo pasamos?-
-No podemos- dijo Remus. -Solo un mortífago puede atravesar por el, y no creo que ninguno de nosotros seamos uno.-
-¿Tendremos que volver?- Harry no lo podía creer tan cerca de salvar a Sirius y a la vez tan lejos.
Pero Henry empezó a sonreír
-Podemos pasar- dijo, -Solo un mortífago puede atravesar el cerco y yo he visto como-
Henry sacó su varita y apuntó hacia el cerco.
-No espera- le gritó Hermione. - Si le lanzas un hechizo nos descubrirían.-
Pero Henry no tenía la intención de lanzar nada, caminó hacia el cerco con su varita extendida y con la punta de esta tocó el cerco. Poco a poco en el cerco se fue abriendo hasta dejar espacio suficiente para que pasara una persona.
El primero en pasar fue Harry, seguido de Hermione, Ron y luego Remus, cuando todos pasaron Henry hizo lo mismo y justo cuando su varita dejó de tocar el cerco, este volvió a cerrarse.
-¿Pero como?- le preguntaron.
Henry les contó como había obtenido su varita y quien era su dueño.
"La varita escoge al mago" recordó Harry, fue lo que Ollivander le dijo el día que fue por la suya. En este caso la varita de Henry pertenecía a un Mortífago-
Por fin llegaron al Final. Ahora no había marcha atrás, saliendo de esa trampilla, entrarían en la boca de la serpiente.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Este capítulo ha terminado, siento haber tardado, pero tenía la idea, solo que no se me ocurría como escribirlo.
Dudas o preguntas gustosa las responderé.
El siguiente capitulo se llama : Identidades
