Harry Potter es Potter es propiedad de J. K. Rowling
Gracias a todos por leer mis fics
TWINS by Lars Black.
Capítulo 24: Actitudes.
Apenas entraron a la sala común y fueron abordados por Ron y Hermione. Ambos grupos se contaron todo lo sucedido, intercambiaron datos y unieron hechos e ideas.
-Entonces la sangre de la túnica era de Lucius Malfoy- dijo Harry.
Ron asintió, pero Hermione estaba ida, tenia una cara de felicidad y asombro que no podía con ella.
-¿Hermione?- preguntaron al unísono.
-¡No lo puedo creer! Eduardo Adalid en persona, ¡Harry deberías estar orgulloso te quiera instruir!, Rayos que tonta fui al no reconocerlo antes, ya decía que se me hacia muy familiar-
Pero los chicos no entendían el porque la fascinación de su amiga..
-Acaso no lo saben, La MANCO es una organización mundial, han hecho muchas cosas por las minorías, Adalid ha estado en muchos enfrentamientos, es un mago muy poderoso y lo mejor de todo defiende los derechos de las criaturas mágicas, hizo un trabajo estupendo en la India-
Al escuchar "derechos de las criaturas mágicas" Harry y Ron comprendieron de inmediato en motivo de su fascinaron.
-No pensarás incluirlo en la PEEDO, ¿Verdad?- dijo el pelirrojo
Y Hermione se indignó con ese comentario, Henry mejor no dijo nada.
-Pero aun así- dijo Harry para cambiar de tema. -¿Qué tiene de especial?-
Hermione le soltó toda la biografía de Adalid desde que fundó la MANCO, era increíble la cantidad de detalles que su amiga podía saber sobre alguien.
-Adalid formó la MANCO cuando solo tenía 17 años, y gracias a sus contactos y a su facilidad para hablar varios idiomas logró conseguir más adeptos a su causa, aquí en Europa es considerado como un rebelde, pero en América y Asia es todo un héroe.
-Bueno eso explica muchas cosas- dijo Henry. -Como el hecho de que Dumbledore lo considere una gran persona y que crea que puede instruir a Harry.
-Ya lo creo Henry, pero aún así no me debo de fiar, además me intriga lo que Dumbledore le dio en despacho "tu mejor que nadie sabes a lo que me refiero" ¿A que se refería con eso?-
-Bueno Hermano, eso Yo lo sé-
-Pero ¿Cómo?-
-Se lo he preguntado a Nynphandora.-
-¿A quien?-
-A Tonks, Ella me lo contó cuando veníamos para acá, me ha dicho que cuando Adalid tenía 17 años su mejor amigo tuvo una disputa con otro mago, que resultó ser hijo del ministro de magia de su país. Como Adalid es de familia Muggle no pudieron hacerle mucho, pero su amigo y toda su familia sufrió bastante, de hecho, creo que a su amigo lo incriminaron de un delito que no cometió y fue enviado a Prisión (Azkaban), fue un golpe muy duro para Eduardo, y todo por no ser de los que poseían el poder. Y desde entonces lucha por los que no pueden defenderse-
El trío estaba conmocionado por escuchar algo así, Harry comprendió que Henry solo se había ganado la confianza de Tonks para poderle sacar algo de información. Henry era tan diferente a él.
Esa noche No pudieron conciliar el sueño, Harry que últimamente se había sentido excluido de todo, ahora tenía una gran responsabilidad encima y no estaba seguro de querer tenerla.
Al día siguiente mientras desayunaban no pudieron evitar mirar constante mente hacia la mesa de los Slytherins. Draco se comportaba con normalidad, poseía esa mirada arrogante y de vez en cuando les enviaba miradas gélidas, al parecer no perdería su orgullo tan fácilmente.
-Hola Ginny- saludó Henry, pero la pelirroja lo pasó de largo sin siquiera voltear a mirarlo.
-Espera Ginny te puedo explicar-
A Harry le pasó lo mismo con Cho, la chica Ravenclaw siquiera se acercaba a él. Al parecer las chicas estaban decididas a aplicarle la ley del Hielo a los gemelos.
En la comida, Harry recibió el horario de clases que tendría con Adalid, el cual platicaba alegremente con Emily en la mesa de profesores, Harry no podía creer que alguien tan joven fuera realmente el responsable de la vida de muchos magos y brujas.
Tendría clases los Martes , Jueves y Sábados a las 4 d la tarde. A eso se le unía el entrenamiento de Quidditch, todos los deberes que les encargaban los profesores (sobre todo Snape, que gozaba en enviarle a Potter trabajo de más) dejaban su tiempo reducido a Estudiar, realizar deberes, entrenar, si acaso comer a medias y dormir lo mínimo, ese era un ritmo agotante..
Las primeras clases con Adalid fueron algo curiosas, él simplemente llegaba le daba a Harry un libro (según Harry, el más largo y aburrido que encontraba) y le decía que sacara el resumen, mientras que Adalid solo lo observaba, era tan tedioso y aburrido que innumerables ocasiones siguió el rumbo de una mosca hasta que desapareciera. Harry tenía la impresión de que Adalid siquiera leía sus resúmenes.
En los entrenamientos Angelina era una capitana Ruda, incluso más que Wood, repetían al menos 100 veces una jugada hasta que saliera perfecta.
Con todo esto pasó un mes.
Estaba completamente oscuro, la único que se podía ver era a si mismo, caminó tanteando con las manos para ver si lograba sentir algo, entonces una luz lo encandeció, pero no era un luz cualquiera, esta proveía de una persona, un niño, su cabello corto y negro y sus ojos azules intensos irradiaban felicidad, tendría 6 años, en sus pies había una caja, el niño la tomó y un cachorro salió de ella......... el niño desapareció.
Todo volvió a oscurecerse, siguió avanzando y otra luz apareció, se trataba del mismo niño, pero ahora tendría 11 años, se encontraba sentado sobre un taburete, en su cabeza se encontraba un sombrero puntiagudo, su expresión era de sorpresa. Cuando trató de alcanzarlo este desapareció.
La oscuridad reinó otra vez. Cuando dio un paso otra luz apareció, no era tan brillante como las últimas, pero también provenía de una persona. Era un muchacho, tendría 16, al parecer discutía con alguien, en su rostro se expresaba odio y frustración, dio media vuelta y salió corriendo....... desapareció.
No sabía si continuar o no, ¿Qué le esperaba más adelante?, tenía miedo, pero necesitaba continuar, más adelante otra luz apareció, esta era opaca y mucho más débil que las anteriores, apenas si podía distinguirla, era un hombre adulto, reía sin parar mientras era arrastrado hacia la oscuridad, no se oponía, simplemente reía.
-¡NO!- gritó y corrió para alcanzarlo, para ayudarlo, pero apenas comenzó a correr y chocó contra algo, era duro y frío, lo tanteó para descifrar de que se trataba, entonces poco a poco una imagen se fue aclarando frente a él, aquella cosa era un espejo y este solo lo reflejaba, se veía agotado, de cabello enmarañado y dientes sucios, su mirada era opaca y abatida, era una imagen lastimera. Pero entonces la imagen comenzó a cambiar, el cabello se hacia lacio y brillante, los dientes blancos relucían en una flamante sonrisa, su mirada cobraba vida y su rostro se llenaba de fortaleza y vigor, aquélla imagen brillaba aún más de la del niño del principio. Esa imagen disfrutaba y dijo:
-YO SOY SIRIUS BLACK-
Sirius despertó, se encontraba en el cuarto que Dumbledore le había acondicionado, se había quedado dormido mientras escribía en su diario, leyó las sus ultimas palabras "Maldita soledad".
cerró el diario y lo guardó en uno de los cajones del escritorio, recorrió la habitación hasta llegar al espejo. Su aspecto era deprimente, se había dejado durante casi todo un mes.
-Este no soy Yo-
Entró a las duchas, se afeitó la barba y el bigote que se había dejado crecer, pero faltaba algo, empezó a cortarse el cabello, quedó tan corto como nunca lo había tenido (tal vez solo de niño).
Al verse de nuevo en el espejo río de su nueva apariencia, parecía al menos 10 años más joven de lo que realmente era. Entonces miró hacía el cuarto de su compañero.
Decidido salió de la habitación, no le importaba que alguien pudiera verlo., iría a buscar a su amigo.
Remus Lupin la noche anterior había sufrido su Transformación y eso lo agotaba mucho, pero esta vez era diferente, al parecer la poción matalobos perdía su efecto en él y se comportaba más salvaje, la luna pasada perdió completamente el control y destrozó media habitación antes de que pudieran hacer algo, así que esta vez prefirieron llevarlo a la casa de los gritos, el lugar en el que se trasformaba cuando niño.
La mirada de los alumnos curiosos no se dio a esperar, ver andar a un hombre solo andar por los pasillos era tan inusual como que Snape regalara puntos a otra casa que no fuera Slytherin.
Para su suerte al parecer nadie lo reconoció.
[Lo más probable es que se encuentre en la enfermería] pensó, y fue directo hacía ella.
Cando llegó la imagen que vio le hizo un nudo en el estómago.
Remus se encontraba en la última cama de la enfermería, a su lado Tonks curaba muchas de sus heridas , ella se encontraba afligida y miraba a Remus con cierto toque maternal.
-¿Tonks, que le sucedió?- Preguntó Alarmado mientras se acercaba.
Tonks se sorprendió, al ver al hombre. Y desenfundó su varita rápidamente.
-¿Quién es usted?, ¿Sirius eres tú?-
A lo que el ojiazul asintió.
Tonks le explicó lo que había sucedido, Remus perdió el control, justo cuando se transformó, y por la desesperación del encierro se había herido el mismo, solo que esta vez había sido grave, Remus tenía herida en los brazos, piernas pero la peor era una que tenía en el rostro, esta abarcaba desde la ceja, hasta su pómulo izquierdo.
Sirius estaba indignado, ¿Cómo era posible que sucediera esto?-
-¡De seguro ese maldito Snape lo ha hecho!, el y su tonto odio, me las pagará- Sirius perdía el control.
-¡Cálmate Sirius!- le gritó Tonks, Snape realiza correctamente a poción, es solo que el cuerpo de Remus la ha empezado a rechazar.-
Sirius respiró hondo, sabía lo que sucedía si se exasperaba de más, no quería perder el control.
Entonces la puerta de la enfermería se abrió de golpe, y una escolta de profesores entró por ella.
-¿Quién es usted?, y ¿Que hace aquí?- Gritó la profesora McGonagall, tras ella veían Emily, Snape y Dumbledore.
Sirius se sorprendió ante tal pregunta, ¿Realmente se veía tan diferente?.
-¡BLACK!- gritó Snape. -Sabes la cantidad de Alumnos que han venido a decirnos que un hombre había entrado al castillo.- La vena de su frente resaltaba más que nunca.
-Black, sabe la suerte que tuvo en que nadie lo reconociera- ahora era McGonagall quien lo regañaba.
Dumbledore seguía sin decir nada.
-¡ESO NO ME IMPORTA!- contestó ante la mirada de incredulidad de todos, dio media vuelta tomó un paño húmedo y se lo colocó a su amigo en la frente.
Les había dado la espalda a todos. Snape sacó su varita y apuntó directo hacía él.
-Solo atrévete Snivellus- dijo, las facciones de su rostro habían cambiado, no mostraban emoción alguna, era como si no le importase que Snape lanzase una maldición mortal ahí mismo y lo matara.
Dumbledore entró en acción.
-Severus baja tu varita por favor-
Snape y Dumbledore se miraron y Snape bajó su varita, salió de inmediato del lugar.
Nunca se había visto a Snape tan molesto, la vena de su frente estaba más resaltada que nunca, y un tic acababa de aparecer en su ojo. Llegó a su despacho, golpeó una de las estanterías y varias botellas estallaron, los vidrios cortaron su mano, tenía que tranquilizarse, tenía que sacar su ira o si no sería consumido. Por dentro sabía que Dumbledore tenía razón, pero tampoco podía dejar su orgullo de lado. Sacó un frasco en donde un liquido Plateado daba vueltas, colocó su varita en la cien, y un montón de pensamientos se vaciaron en el frasco.
Logró tranquilizarse un poco.
Voldemort se paseaba por su mansión, estaba feliz, su plan marchaba a la perfección, ya tenia casi todo lo que necesitaba, pronto juntaría a sus más leales súbditos, y Dumbledore caería en su trampa, ya tenía a alguien dentro de Hogwarts, solo necesitaba algo.
Se detuvo, a la mitad de la habitación. Ya lo tenía, podría ser lo que necesitaba,
-¡Wormtail!-
Y Peter apareció. -Reúne a los demás, tenemos algo que hacer-
Este capítulo ya terminó.
El siguiente se llama: El descubrimiento
Promociono mis otros fics.
Trough the dragon eyes
Aquel al que siempre temi
La sangre que nos une
¿Igualito a papá?
La leyenda de las dragon ball, Remus, desire.
Dudas gustosa les responderé.
