Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling

Gracias por leer esta historia, y gracias por los reviews que me han dejado, la verdad me gustaría llegar al 50, en este capítulo.

TWINS by Lars Black

Capítulo 25: El descubrimiento.

Harry estaba exhausto, la última clase con Adalid había sido tremenda.

Llegaba como de costumbre al salón donde Adalid le hacía leer esos libros, ya estaba aburrido de esas clases, no les veía sentido alguno, si realmente lo entrenaban para ser el que guiaría a todos, la cosa no marchaba bien.

Adalid entró pero esta vez no llevaba ningún libro.

-Acompáñame Harry, esta vez la clase será afuera-

Ambos salieron del castillo, Harry estaba ansioso, por fin vería algo de acción.

Caminaron durante 10 minutos, hasta que llegaron a un claro, en este se encontraban, lo que para Harry eran grandes piedras labradas, algunas con jeroglíficos, otras con dibujos de animales y personas, en el centro se encontraba la más grande, la cual era completamente lisa.

Harry no tenía ni idea de lo podría hacer con esas piedras.

-Mira Potter, eso son "Setos Mágicos", sirven para entrenar la fuerza de la magia y la capacidad de dirección de la persona, cada uno de ellos es débil a algún hechizo o punto, se necesita una capacidad extraordinaria para poder vencerlos, pero no te emociones demasiado, pensé que los podríamos usar el día de hoy, pero me temo que no será así-

Harry miró a Adalid.

-Verás Harry, debo decir que estoy algo decepcionado, tu capacidad de concentración es mínima-

Adalid sacó una libreta y le mostró a Harry todo lo que había hecho durante las primeras clases. Había  por lo menos seguido a una mosca 10 veces, jugado con la pluma 20, mirar al techo 20, suspirar de aburrimiento 30, buscar algo más interesante que hacer 25.

-Además de que tus resúmenes eran de lástima, solo ponías palabras sin sentido, no buscabas la esencia de lo que leías-

Harry aún no creía que Adalid había captado todo eso.

-Entonces ¿qué haremos?- preguntó el ojiverde.

-Mediré tu perseverancia y tu condición-

Adalid se quitó la túnica y se puso ropa deportiva Muggle, le dio a Harry  un juego igual.

-¿Y que tengo que hacer?.

-Atraparme-

-¿Cómo?-

-Solo atraparme Harry, no se vale usar varita, simplemente tienes que alcanzarme y atraparme-

-Eso será fácil- dijo Harry.

-Yo que tú no me confiaba demasiado Potter, además si me atrapas entrenaremos con los setos, ¿Listo?-

-Cuando quieras-

Empezó la persecución. Harry sin duda tenía muy buenos reflejos, pero Adalid era muy bueno y escapaba con facilidad de Harry, además de que era muy rápido, debido a su constitución (gruesa)  daba la impresión de que sus movimientos no eran humanos. Al final del día Harry no lo pudo atrapar, pero había quedado completamente rendido.

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-No es justo- reclamaban Henry y Ron.

Harry había perdido casi todo el día tratando de atrapar a Adalid, y por consecuencia no había tenido tiempo de realizar ningún deber, pero lo peor de todo es que siquiera podían ayudarlo, ya que los profesores usaban hechizos especiales para detectar al autor del trabajo, lo único que podían hacer era dejarle todo listo, para que solo llegara a copiar.

Lo peor del caso era que no tenía oportunidad de visitar a Sirius, y los demás tampoco lo hacían ya que consideraban injusto que Harry (el más importante) no pudiera ir, así que la mayoría del tiempo lo observaban entrenar.

Era su cuarta sesión de persecución, Harry  era mucho más rápido, y reaccionaba mejor a los cortes de Adalid,  solo era cuestión de tiempo para atraparlo.

-Vamos Harry, Tu puedes- le animaban sus amigos.

Adalid estaba acorralado, Harry estaba seguro de que ahora si lo atrapaba, corrió hacia él, ya lo tenía, pero Adalid desapareció.

-¡HARRY A TU DERECHA!- le gritó Henry y el ojiverde instintivamente giró y saltó. 

Adalid había sido atrapado.

-Muy bien Harry, me atrapaste- pero Adalid miraba directo a Henry.  -Potter ve y cámbiate, pasaremos a cosas más interesantes.-

Harry salió rumbo al castillo.

Adalid se acercó a Henry.

-Tienes buena percepción muchacho, realmente me sorprendió que me vieras-

Henry no sabía que contestar. -Eh, creo que solo fue suerte-

-Lo dudo, esto no tiene nada que ver con la suerte ¿podrías decirme que fue lo que viste?-

-Solo a usted- contest

En ese momento Harry regresó.

-Muy bien, pasemos a otra cosa- dijo jovial.  -Harry te haré otra pregunta, y quiero que me contestes con honestidad, ¿En la lucha, matarías a tu enemigo?-

Esa pregunta ya había sido contestada por él, en su tercer curso, no pudo matar a Sirius cuando creía que era el responsable de la muerte de sus padres, tampoco pudo matar a Peter, aunque eso solo logró que Voldemort pudiera regresar.

-Me parece bien Harry- dijo Adalid. -Si en la lucha llegas a un momento en que tengas que matar a tu  enemigo es porque no has hecho un buen trabajo, nosotros no somos nadie para decidir quien vive o quien muere, y eso nos hace diferentes a los mortífagos, a ellos no les importa matar.-

-Pero eso no tiene sentido- interrumpió una voz. -Si tu enemigo te quiera acabar, ¿Por qué no defenderte y acabar con él?.

Todos voltearon para ver quien había dicho aquello, y justo en el extremo del campo de Setos un hombre de cabellos negros y cortos apareció.

Caminaba lentamente entre las piedras, aquel hombre se les hacía demasiado familiar.

-¿Sirius, eres tu?-

-Vaya chicos, se acuerdan de mi nombre, con eso de que ya no me visitan, pensé que ya no se acordaban de que existo-

-Señor Black, se ve usted-

-Mejor, sin duda- dijo Sirius.

-Iba a decir diferente-

-Como digas chico, veo que entrenas a mi ahijado, espero que no seas muy rudo con él-

-Solo lo necesario, de hecho ahora le mostraba la diferencia entre un vil mortífago y una persona que lucha por algo.-

Ambos hombres se miraron fijamente.

-Como quieras chico, pero más vale que le enseñes algo de utilidad, no esas cosas de niños-

-Sirius- interrumpió Hermione. -¿No se suponía que debías estar oculto?-

-Así su supone- contestó. -Pero Dumbledore me ha dado permiso de andar libre.

Eso no era del todo cierto, Dumbledore le había dicho que hiciera lo que pensaba que fuera mejor.

Los chicos no podían creer la actitud de Sirius, pero sabían que a la mínima provocación podrían causarle una recaída y podría volver a perderse.

Por su parte Sirius, sintió que alguien lo observaba.

-Ya me voy, y ya saben si me necesitan para algo más que consejero matrimonial saben donde me encuentro.

Sirius se retiró, fervientemente esperaba que Harry lo siguiera, que lo detuviera, que lo invitara a quedarse, que le pidiera algo, pero no fue así, nadie lo detuvo, así que continuó su camino.

Llegó hasta un claro, se detuvo y miró hacia arriba.

-¿Qué deseas?, ¿Por qué me has estado siguiendo?-

Y de entre la sombras del murallas del castillo salió un chico, su cabello rubio plateado era inconfundible.

-Solo quería darle las gracias-

Sirius lo miró directo a los ojos, El chico ya no poseía esa mirada de completa superioridad, realmente era honesto.

-No deberías dármelas, sabes, eres casi de mi familia, hay un parentesco sanguíneo entre nosotros, eres hijo de una de mis primas, y aunque ella no fuera mi favorita, no podía permitir que ese inepto de Lucius Malfoy.........-

Draco y Sirius guardaron silencio

-Por cierto señor Black, se ve usted mejor, no soy muy partidario del cabello largo- Dicho esto Draco se retiró del lugar.

Sirius no se movió, pensaba en lo mucho que tenían en común, recordó como él y su padre peleaban todo el tiempo solo porque no quería seguir sus pasos, era increíble como la historia se repetía una y otra vez.

¿Cuál era el motivo por el cual seguía ahí?, serían acaso los gemelos, lo dudaba, ellos siquiera lo necesitaban, Harry tenía a ese tal Adalid para ayudarlo y Henry, Henry tenía su propia familia, su deseo de adoptar a ambos y formar una familia se había venido abajo. La verdad no tenía motivo para quedarse ahí.

-Pero Sirius ¿Qué piensas?- El ojiazul reaccionó, algo no andaba bien, ¿Y que demonios hacía afuera?, cualquiera podría reconocerlo, se trasformó en hocicos y regresó al castillo. No podía creerlo, su otro yo se había apoderado de él, le había dicho a Harry que matar era bueno y lo que más odiaría en el mundo sería ver a Harry convertido en asesino.

Llegó a  su habitación, se transformó en humano, y vio su reflejo en el espejo. ¿Qué se había hecho?, ¿Dónde estaba todo su cabello?

Ahora parecía tan ordinario.

En eso la puerta  se abrió, y un Famélico Remus entró,  se veía agotado y una profunda cicatriz decoraba su pómulo izquierdo.

Al ver a Sirius no pudo evitar soltar una carcajada. La única vez que había visto a Sirius así era cuando eran niños, y solo porque en un accidente todo su cabello se había quemado.

-No te burles Moony, tu no te vez muy bien que digamos, además yo no estaría tan contento, ¿Sabes?, cierta personita, hija de mi prima favorita (Sirius puso ojos pícaros) te vio con muy poca ropa, mientras estabas en la enfermería.

Remus se puso rojo de vergüenza, Al menos empezaba a recuperar el color, Aquellos dos juntos siempre se apoyaban en todo.

Los dos echaron a reír.

-Remus, se que estas exhausto pero amigo, tienes que ayudarme-

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Ya eran más de las diez de la noche, Dumbledore y Adalid discutían.

-Dumbledore, se lo aseguro, creo que esta equivocado, el chico no tiene madera de líder, le falta la disciplina adecuada- Adalid estaba convencido de lo que decía.

-Estuvimos practicando con los Setos, no dio en ninguna, en cada  sesión los perdió todos, se que es algo difícil, pero con dos o tres  intentos cualquiera hubiera logrado mejoría-

-Honestamente creo que el hermano es el indicado, él me vio cuando realicé  el movillus rapster   y eso es casi imposible-

-¡Déjeme probar con él!, si no funciona regresaré con el chico Potter-

-Estoy seguro de que usted no pondría el destino de muchos de nosotros en alguien que no sea capaz ahora entiendo cuando dijo que las circunstancias habían cambiado, no estaba seguro de que Harry fuera el indicado Y si Harry no lo es ¿Qué haremos?-

Dumbledore miraba a Eduardo, el chico tenía sus motivos, y si lo dejaba intentar también resolvería sus dudas.

-Esta bien, Adalid puedes probar con Henry-

Adalid salió de la habitación, satisfecho de haber conseguido que Dumbledore le dejara probar con Henry, ahora solo tenía que esperar el momento indicado.

Por su parte Dumbledore tenía mucho en que pensar, cerró los ojos, y vació su cabeza de todo pensamiento.

Todo era blanco, entonces de entre la nada un punto verde apareció, cada vez se fue acercando más y más hasta que todo a su alrededor quedó de ese color.

Una risa.

JA JA JA.

-¿Qué me dices viejo? Tus opciones se agotan, no me digas que tus planes se vinieron abajo JA JA JA..-

-Caerás Tom- dijo AD tranquilamente. -Se que caerás-.

Voldemort estaba furioso.

-¡No me llames por mi sucio nombre muggle!, Dumbledore te lo advierto, tu serás el que caerá, tu y todos los que están de tu lado. No creas que ese niño Potter podrá vencerme-

 Voldemort rió y el enlace mental se rompió.

-¡Wormtail ven!- gritó y su vasallo corrió para encontrarse con su amo, Voldemort  levantó la manga de la túnica de su sirviente y tocó la marca tenebrosa, la cual se encendió como el mismísimo fuego. Uno a uno los mortífagos fueron apareciendo.

Dumbledore estaba intranquilo, Tom tenía razón, la aparición de Henry había cambiado por completo sus planes, había perdido a su espía, Había perdido hombres importantes en la lucha y sobre todo había perdido la ventaja que la profecía tenía sobre Harry, y si Adalid tenía razón, si Harry no era el elegido, tendría que enfocar todos sus esfuerzos en la otra persona, tendría que comenzar desde el principio y a estas alturas eso significaría perder la guerra.

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Ya pasaba  la media noche y los chicos aún ayudaban a Harry con sus deberes, a ellos se había sumado Neville ya que era mucho mejor en el herbología.

-No tienes que hacer esto- dijo Harry.

Pero Neville insistía en ayudar, a pesar de que fuera muy bueno su presencia le impedía hablar de ciertas cosas.

Como a la 1:30 Neville se marchó, seguido de Hermione, Ron ya había caído en el sofá.

A Harry le ardían los ojos, el único que parecía tener fuerza era Henry.

-¿Cómo le haces?-  Preguntó Harry.

-Hermano, somos jóvenes,  se supone que nos desvelamos, en fiestas y haciendo relajo, una vez fui a una fiesta la cual terminó como a las cinco de la mañana...........-

Henry dio una gran bostezo y cayó dormido. Harry no lo aguantaba más, aún tenía que hacer el resumen de metro y medio para Snape, no soportó y cayó dormido sobre sus apuntes.

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Este capítulo ya termin

El siguiente se llama:  Revelaciones.

Espero sus Reviews

Promociono mis otras historias:

Through the dragon eyes:

La leyenda de las dragon ball, Remus desire,

¿Igualito a papá?

La sangre que nos une.

Aquel al que siempre temió.

 Dudas gustosa les responder

De verdad espero llegar al review 50  en este capítulo