Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling
Gracias a todos los que leen este fic
TWINS by Lars Black
Capítulo 32: Ataque a dos frentes Gryffindor vs Hufflepuff
La mañana no podía ser más agitado, todos desde muy temprano habían bajado a desayunar, solo para poder estar listos para el juego. Durante el desayuno vieron a un Snape ya recuperado, aunque aún tenía cara de pocos amigos, esa nadie se la podía quitar, estaba molesto, pero nadie sabía el porque.
Draco se acercó a Harry.
-Vas a jugar Potter- dijo. -Pensé que eras más sensato-
-Ni te molestes Malfoy- le contestó Harry. -Ya lo sé todo-
Ambos se miraron desafiante.
-Escúchame Harry, Adalid no es de confiar-
Pero esta vez Harry no caería en su juego, saldría en el partido y ganaría.
Henry y Draco se miraron, el ojiverde confiaba en su amigo, pero no podía dejar a Harry solo, al menos no esta vez, y si iba a correr peligro al menos estaría ahí para ayudarlo, para protegerlo.
Todos salían, todos querían tener los mejores lugares, el día no podía ser mejor. Las porras de ambos equipos se escuchaban a lo lejos. Las pancartas se mostraban alrededor de las tribunas, Harry se separ+o del grupo y se dirigió a vestidores.
Henry se detuvo. -Ahorita los alcanzo- dijo. Y salió corriendo hacia el castillo
-¡Pero el partido esta a punto de comenzar!- le gritaron.
Henry corría, en el castillo ya no quedaba nadie, todos habían asistido a presenciar el partido, sabía que no podía dejar las cosas de esa manera con su amigo. -Lo mas probable es que se encuentre en el comedor- pensó.
Llegó a la entrada principal, justo entraba cuando lo jaló por la espalda.
Era un hombre mayor, de complexión gruesa, se notaba entre desesperado y asustado, lo sujetó con fuerza por los hombros.
-¡Harry, Harry! Necesito hablar con el profesor Dumbledore de inmediato-
-Yo no soy Harry señor, y suelteme-
-Lo siento Harry, he hecho algo terrible- Del rostro del hombre empezaban a salir lágrimas.
-Lo siento Harry, debo encontrar a Dumbledore, debo decirle...- El hombre soltó a Henry y salió del lugar
Henry estaba desconcertado, ¿Quién diablos era aquel sujeto?, sin embargo se le hacía muy familiar, sobre todo en su mirada.... No tenía tiempo de pensar en ello, debía encontrar a Draco.
Llegó al salón, el rubio se encontraba sentado solo en su mesa, miraba con detenimiento su varita.
-No te perderás el partido- dijo Henry. -Tu vendrás conmigo, ¿Cuándo has escuchado que un Malfoy se esconda de algo?.
-Nunca- contestó el rubio mientras le daba una sonrisa.
-Además, si algo ocurre mientras más seamos... mejor-
Draco y Henry salieron de inmediato. Cuando llegaron al campo, el marcador ya se encontraba 50-50. Ambos equipos jugaban de maravilla, y las faltas era algo que no se mostraba en absoluto en el encuentro. Harry y Heyworth peleaban por la snitch ferozmente. Ya la habían visto por lo menos dos veces, pero en su lucha ambos la perdían de vista inmediatamente. El buscador de Hufflepuff era muy hábil y Harry anhelaba una lucha como esta.
En las tribunas Hermione y Ron se asombraron al ver llegar a Henry con Draco, Tanto Malfoy, como Weasley se dieron miradas de desprecio, y Hermione mejor no dijo nada.
Al grupo que alentaba a Harry se unieron Ginny y Neville.
-¡CUIDADO Harry!-
Una bludger fue lanzada directo a Harry, el cual logró evitar que la pelota le golpeara el cuerpo, pero la saeta no corrió con mucha suerte, le pegó en el mango y esta comenzó a girar rápidamente. Harry se sujetó firmemente de la escoba, pero su varita salió volando de su túnica, Harry recuperó el control de la escoba y se lanzó por su varita, con un vuelo dificultoso logró tomarla de nuevo.
Angelina pidió tiempo fuera para checar a Harry, el cual solo estaba algo mareado, pero su saeta había recibido un fuerte golpe, la punta del mango estaba desecha, y algo del equilibrio de esta había desaparecido; sin embargo eso no era lo que le preocupaba, por poco perdía su varita, y esa era una posesión muy preciada, Por lo regular los jugadores de Quidditch no la llevan consigo por si ocurre algún percance, pero él desde su tercer curso siempre salía con ella. Decidió que lo mejor sería dejársela a Henry.
Antes de el juego se reanudara, voló hasta su hermano y se sorprendió de ver a Draco en las tribunas.
-Conque muchos peligros, Eh Malfoy-
-Mejor cállate Potter, ya que la única razón por la cual estoy aquí es por si caes, al menos debe haber alguien aquí lo suficiente bueno para salvarte-
El partido reanudó y se volvió más pesado, los aficionados no cabían en emoción y los maestros disfrutaban en grande; pero el palco principal hacía falta mucha gente, entre los cuales se encontraba Dumbledore, Adalid, La Profesora de DCLAO Emily, y Remus. Harry lo notó justo después de esquivar una bludger
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
En el castillo, más precisamente en la habitación que Dumbledore había designado para tener a Sirius.
El ojiazul, no dejaba de quejarse.
-Pero tengo que ir a ver a Harry, Ya me siento mejor, si tan solo me soltara por cinco minutos, le juro que volveré-
-No se queje Señor Black- decía Madam Pomfrey.
Sirius estaba consiente, sin embargo tenia sobre si un hechizo que le impedía moverse.
-Sabe que si se mueve, la medicina no surgirá ningún efecto, y si hubiera tratado de escaparse el otro día, no hubiéramos tenido que aplicarle ese hechizo inmovilizador-
De pronto la puerta de la habitación se abrió
-No tiene permitido entrar aquí- dijo Madam Pomfrey.
Se escuchó un grito ensordecedor y la enfermera cayó desmayada. Sirius trataba de ver que había sucedido.
La persona se acercó lentamente a su cama.
-¡TU!- gritó Sirius y luchó con toda su fuerza para soltarle.
La persona rió a carcajadas. -He venido por ti- dijo - tu me entregarás lo que necesito- ña persona colocó su varita sobre la frente de Sirius y recitó un conjuro, sacó de su bolsillo un frasco el cual contenía un líquido negro y espeso.
Los ojos de Sirius se llenaron de profundo odio y malicia, eran fríos.
-Si mi señor- contestó.
Afuera el calor del juego llegaba al límite, en tantos iban muy parejos, todo sería decidido por el buscador, pero la lucha era muy dura, ya tenían casi una hora tratando de atrapar a la dorada,
Harry la divisó, esta volaba sobre el público, no lo pensó y se lanzó sobre ella, Heyworth voló tras él, la saeta de fuego no tenía comparación, Harry atraparía la snitch primero, pero la escoba perdió velocidad súbitamente y el buscador de Hufflepuff le dio alcance, atraparía la golden Snitch aquel que tuviera mejores reflejos, faltaba poco Harry casi la tenía, pero algo lo distrajo. Estaba seguro de haber visto algo negro sobre la tribuna, pero esa distracción fue lo suficiente para que Heyworth tomara la snitch.
-¡HUFFLEPUFF HA GANADO, DENEHEY TIENE LA SNITCH!-
Harry se sintió estúpido, volteó a donde había visto aquella cosa negra y no había nada, perdió, Heyworth le había vencido, justo estrechaba su mano cuando un grito se escuchó del otro lado del campo, luego otro y otro.
Harry miró a su alrededor, montones de cosas negras invadían el campo y atacaban a los estudiantes.
Ron se quedó sin habla, aquellas cosas negras era a lo que más le temía : ARAÑAS.
Y de las grandes (como las que persiguieron a Ron y a Harry mientras huían del nido), atacaban a todos, Harry tenía que hacer algo, pero no tenía su varita, tenía que llegar a ella.
Las arañas mordían a los estudiantes y se los llevaban. Los profesores de inmediato empezaron el contra ataque.
-¡TODOS AL CASTILLO!- gritó Snape y los estudiantes empezaron a correr. Harry voló hasta donde se encontraba Henry y su varita, pero en pleno vuelo una araña le saltó encina, haciendo que perdiera el control y se estrellara en el centro del campo.
Las arañas no eran rivales para los profesores, pero de pronto se escuchó un estruendo, uno de los costados del campo voló en pedazos y alguien entró al campo, Su cabello negro y sus ojos azules lo delataban de inmediato, se trataba de Sirius.
-¿Pero si es Black?- gritó Snape. -¿Qué demonios hace aquí?-
Muchos al oír el nombre de Black, entraron en pánico, Los mortífagos los atacaban y el caos se hizo aún mayor.
Harry corrió hasta él.
-Sirius tienes que salir de aquí-
Pero Sirius siquiera lo miró, solo alzó su mano señalando el lugar en donde se encontraba Henry y un montón de arañas, al menos 10 veces más grandes que las otras entraron por donde el había pasado.
Varios hechizos les fueron lanzados, pero estas arañas repelían la magia muy fácilmente.
Arriba Henry apenas podía defenderse, Draco hacía lo que podía, junto a Ron Hermione, Ginny y Neville.
Una de las arañas mordió a Ginny, y caypi desmayada, las arañas trataban de llevarsela cuando Draco, corrió en su ayuda.
-Ni lo pienses maldita araña- y le lanzó un hechizo petrificador.
Ron corrió enseguida hacía Ginny, y detrás de él Henry. El pelirrojo miró al rubio.
-Un simple gracias es suficiente Weasley- dijo Draco, pero algo lo golpeó fuertemente en la cara y cayó por el borde de las gradas, -¡DRACO!-
Ron trató de alcanzarlo pero ya no veía nada.
Henry corrió hacia Ron, pero una de las grandes se interpuso.
-¡RON!.- La araña golpeo fuertemente al pelirrojo en el rostro, le había noqueado por completo, y lo zangoloteaba por los aires.
Henry lanzó varios hechizos pero nada,
-¡HENRY!, a las patas.- gritó Hermione
Y Henry lanzó un hechizo a estas, la araña se tambaleó y soltó a Ron.
Cuando corría para ver el estado del pelirrojo, se detuvo en seco, miró su hombro derecho, montones de sangre brotaban por ahí.
Otra araña lo había mordido por la espalda, su veneno era potentísimo, más no mortal, sintió todo su cuerpo entumirse, soltó su varita, y cayó desmayado. La araña lo tomó y se lo llevó hasta donde Sirius. Henry colgaba de sus colmillos.
Harry miraba pasmado la escena , si tan solo tuviera su varita.
-Sirius, Sirius- pero el Animago estaba fuera de sí.
Snape y los demás profesores apenas si podían defenderse así mismos.
Entonces una araña se abalanzó sobre Harry, pero s último instante se detuvo y cambió de dirección.
Del otro lado estaba el pequeño Richard Diggory, le arrojaba a la araña toda clase de escombros.
-No, Richard, corre- le gritó pero era tarde, la araña arremetió contra él, Harry corrió para ayudarlo, pero no era lo suficientemente rápido, Richard iba a ser.............. La araña cayó desplomada a un metro del chico, justo enfrente de ella Sirius la apuntaba con su varita. Richard miraba al ojiazul temeroso
Sirius le sonrió y le dio un golpe, en el estómago noqueándolo por completo. Lo cargó, y saltó sobre una de las arañas, hizo varios movimientos con su varita y las arañas comenzaron a retirarse. Todas protegían a las que llevaban a Sirius, Richard y Henry.
Pronto las arañas habían regresado al bosque prohibido, muchos estudiantes habían desaparecido y los heridos eran muchos. Hermione y Neville, llevaron los cuerpos de Ron y Ginny en camillas y corrieron hasta Harry.
-Tengo que ir por ellos.- dijo el ojiverde, -Sé a donde los llevaron-
-Tu no iras a ningún lado Potter- le gritó Snape, el cual llegaba. -Tenemos que esperar a Dumbledore-
-¡NO!- gritó Harry, será demasiado tarde, además ¿en donde se encuentra Dumbledore?-
-En Azkaban- dijo Snape. -Lo han atacado y el mismo ministro le ha pedido que ayudara-
-Una trampa, solo lo querían fuera de aquí- dijo Hermione.
-Así es Granger-
-¿Y cuando regresa?- preguntó Harry.
A lo que Snape se quedó sin respuesta.
Harry salió corriendo, pero Snape no podía seguir al niño de Potter, había demasiados heridos, y no podía ausentarse -Eres un tonto Potter-
Harry llegó hasta los linderos del bosque, vió la cabaña de Hagrid y escuchó un grito, vió como Hagrid salía del bosque, se encontraba completamente cubierto de un líquido espeso y negro.
Harry reconoció aquel momento, era igual al que había soñado aquella tarde en adivinación, y si era igual entonces justo detrás de él se encontrarían la profesora McGonagall y el profesor Dumbledore. Harry volteó
-Profesor Dumbl..................
Pero no era Dumbledore el que se encontraba ahí, sino Adalid, el cual le apuntaba con su varita.
-El profesor Dumbledore no se encuentra Potter, así que será mejor que dejes esto a los grandes-
--Tengo que ayudar-
-¡No!- gritó Adalid. -No eres mas que un niño, dejándote fuera, Dumbledore verá quien tiene la razón-
Harry reconoció el timbre de voz.
-Era usted, aquella noche, en el corredor, era usted, usted-
-Por supuesto Potter, quien más podría ser, Cuando Albus me pidió ayuda, jamás imaginé que me encontraría con esto, solo niños, no podía creer que Dumbledore dejara caer tanta responsabilidad a solo unos niños, tuve que actuar de inmediato, demostrarle que estaba en un error-
Harry lo miraba con recelo.
-Bueno Potter, Buenas noches- Adalid movió su varita.
Se escuchó un grito ahogado y Adalid cayó inconsciente y justo detrás de él Draco le apuntaba.
-Ves Potter, te dije que no confiaras en él-
Harry no perdió tiempo, tomó la varita de Adalid y corrió hasta donde Hagrid.
-¡Hagrid!, ¿Qué ha pasado?-
-Han salido de los terrenos, no pude detenerlos me atacaron, pero tenemos que rescatar a los chicos que fueron atrapados o si no........- la voz de Hagrid se quebró.
-Pero Hagrid, ¿Por qué no atacaron, acaso.........-
Harry miró a Hagrid y este entendió.
-No lo sé, hace tiempo que no lo veo, pero eso no importa ahora, tenemos que salvarlos, rápido reúnan a todos los que estén dispuestos, tenemos que actuar pronto.-
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Este capi ya terminó.
El siguiente se llama: Ácaro.
Gracias a todos los que me han dejado Reviews, y les recuerdo que la historia se encuentra cerca del final.
Promociono mis otros Fics
Through the Dragon Eyes: La primera parte de Twins vista desde los ojos de Draco.
La leyenda de las Dragon Ball, Remus Desire: Sexto curso de los merodeadores, Algo cae del cielo, que los lleva a una gran aventura.
La sangre que nos une: El padre de Lily, tuvo un hijo antes de casarse, ahora busca a la su familia. Harry deja a los Dursleys, para irse a vivir con el.
Aquel al que siempre temió: Tras un accidente Dumbledore regresa a sus 15, su plan proteger a Harry, pero no todo resulta tan sencillo.
-¿Igualito a papá?- Remus y Snape, son padres, y sus hijos son realmente especiales.
Gracias a todos los que leen este fic
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Capítulo 32: Ataque a dos frentes Gryffindor vs Hufflepuff
La mañana no podía ser más agitado, todos desde muy temprano habían bajado a desayunar, solo para poder estar listos para el juego. Durante el desayuno vieron a un Snape ya recuperado, aunque aún tenía cara de pocos amigos, esa nadie se la podía quitar, estaba molesto, pero nadie sabía el porque.
Draco se acercó a Harry.
-Vas a jugar Potter- dijo. -Pensé que eras más sensato-
-Ni te molestes Malfoy- le contestó Harry. -Ya lo sé todo-
Ambos se miraron desafiante.
-Escúchame Harry, Adalid no es de confiar-
Pero esta vez Harry no caería en su juego, saldría en el partido y ganaría.
Henry y Draco se miraron, el ojiverde confiaba en su amigo, pero no podía dejar a Harry solo, al menos no esta vez, y si iba a correr peligro al menos estaría ahí para ayudarlo, para protegerlo.
Todos salían, todos querían tener los mejores lugares, el día no podía ser mejor. Las porras de ambos equipos se escuchaban a lo lejos. Las pancartas se mostraban alrededor de las tribunas, Harry se separ+o del grupo y se dirigió a vestidores.
Henry se detuvo. -Ahorita los alcanzo- dijo. Y salió corriendo hacia el castillo
-¡Pero el partido esta a punto de comenzar!- le gritaron.
Henry corría, en el castillo ya no quedaba nadie, todos habían asistido a presenciar el partido, sabía que no podía dejar las cosas de esa manera con su amigo. -Lo mas probable es que se encuentre en el comedor- pensó.
Llegó a la entrada principal, justo entraba cuando lo jaló por la espalda.
Era un hombre mayor, de complexión gruesa, se notaba entre desesperado y asustado, lo sujetó con fuerza por los hombros.
-¡Harry, Harry! Necesito hablar con el profesor Dumbledore de inmediato-
-Yo no soy Harry señor, y suelteme-
-Lo siento Harry, he hecho algo terrible- Del rostro del hombre empezaban a salir lágrimas.
-Lo siento Harry, debo encontrar a Dumbledore, debo decirle...- El hombre soltó a Henry y salió del lugar
Henry estaba desconcertado, ¿Quién diablos era aquel sujeto?, sin embargo se le hacía muy familiar, sobre todo en su mirada.... No tenía tiempo de pensar en ello, debía encontrar a Draco.
Llegó al salón, el rubio se encontraba sentado solo en su mesa, miraba con detenimiento su varita.
-No te perderás el partido- dijo Henry. -Tu vendrás conmigo, ¿Cuándo has escuchado que un Malfoy se esconda de algo?.
-Nunca- contestó el rubio mientras le daba una sonrisa.
-Además, si algo ocurre mientras más seamos... mejor-
Draco y Henry salieron de inmediato. Cuando llegaron al campo, el marcador ya se encontraba 50-50. Ambos equipos jugaban de maravilla, y las faltas era algo que no se mostraba en absoluto en el encuentro. Harry y Heyworth peleaban por la snitch ferozmente. Ya la habían visto por lo menos dos veces, pero en su lucha ambos la perdían de vista inmediatamente. El buscador de Hufflepuff era muy hábil y Harry anhelaba una lucha como esta.
En las tribunas Hermione y Ron se asombraron al ver llegar a Henry con Draco, Tanto Malfoy, como Weasley se dieron miradas de desprecio, y Hermione mejor no dijo nada.
Al grupo que alentaba a Harry se unieron Ginny y Neville.
-¡CUIDADO Harry!-
Una bludger fue lanzada directo a Harry, el cual logró evitar que la pelota le golpeara el cuerpo, pero la saeta no corrió con mucha suerte, le pegó en el mango y esta comenzó a girar rápidamente. Harry se sujetó firmemente de la escoba, pero su varita salió volando de su túnica, Harry recuperó el control de la escoba y se lanzó por su varita, con un vuelo dificultoso logró tomarla de nuevo.
Angelina pidió tiempo fuera para checar a Harry, el cual solo estaba algo mareado, pero su saeta había recibido un fuerte golpe, la punta del mango estaba desecha, y algo del equilibrio de esta había desaparecido; sin embargo eso no era lo que le preocupaba, por poco perdía su varita, y esa era una posesión muy preciada, Por lo regular los jugadores de Quidditch no la llevan consigo por si ocurre algún percance, pero él desde su tercer curso siempre salía con ella. Decidió que lo mejor sería dejársela a Henry.
Antes de el juego se reanudara, voló hasta su hermano y se sorprendió de ver a Draco en las tribunas.
-Conque muchos peligros, Eh Malfoy-
-Mejor cállate Potter, ya que la única razón por la cual estoy aquí es por si caes, al menos debe haber alguien aquí lo suficiente bueno para salvarte-
El partido reanudó y se volvió más pesado, los aficionados no cabían en emoción y los maestros disfrutaban en grande; pero el palco principal hacía falta mucha gente, entre los cuales se encontraba Dumbledore, Adalid, La Profesora de DCLAO Emily, y Remus. Harry lo notó justo después de esquivar una bludger
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
En el castillo, más precisamente en la habitación que Dumbledore había designado para tener a Sirius.
El ojiazul, no dejaba de quejarse.
-Pero tengo que ir a ver a Harry, Ya me siento mejor, si tan solo me soltara por cinco minutos, le juro que volveré-
-No se queje Señor Black- decía Madam Pomfrey.
Sirius estaba consiente, sin embargo tenia sobre si un hechizo que le impedía moverse.
-Sabe que si se mueve, la medicina no surgirá ningún efecto, y si hubiera tratado de escaparse el otro día, no hubiéramos tenido que aplicarle ese hechizo inmovilizador-
De pronto la puerta de la habitación se abrió
-No tiene permitido entrar aquí- dijo Madam Pomfrey.
Se escuchó un grito ensordecedor y la enfermera cayó desmayada. Sirius trataba de ver que había sucedido.
La persona se acercó lentamente a su cama.
-¡TU!- gritó Sirius y luchó con toda su fuerza para soltarle.
La persona rió a carcajadas. -He venido por ti- dijo - tu me entregarás lo que necesito- ña persona colocó su varita sobre la frente de Sirius y recitó un conjuro, sacó de su bolsillo un frasco el cual contenía un líquido negro y espeso.
Los ojos de Sirius se llenaron de profundo odio y malicia, eran fríos.
-Si mi señor- contestó.
Afuera el calor del juego llegaba al límite, en tantos iban muy parejos, todo sería decidido por el buscador, pero la lucha era muy dura, ya tenían casi una hora tratando de atrapar a la dorada,
Harry la divisó, esta volaba sobre el público, no lo pensó y se lanzó sobre ella, Heyworth voló tras él, la saeta de fuego no tenía comparación, Harry atraparía la snitch primero, pero la escoba perdió velocidad súbitamente y el buscador de Hufflepuff le dio alcance, atraparía la golden Snitch aquel que tuviera mejores reflejos, faltaba poco Harry casi la tenía, pero algo lo distrajo. Estaba seguro de haber visto algo negro sobre la tribuna, pero esa distracción fue lo suficiente para que Heyworth tomara la snitch.
-¡HUFFLEPUFF HA GANADO, DENEHEY TIENE LA SNITCH!-
Harry se sintió estúpido, volteó a donde había visto aquella cosa negra y no había nada, perdió, Heyworth le había vencido, justo estrechaba su mano cuando un grito se escuchó del otro lado del campo, luego otro y otro.
Harry miró a su alrededor, montones de cosas negras invadían el campo y atacaban a los estudiantes.
Ron se quedó sin habla, aquellas cosas negras era a lo que más le temía : ARAÑAS.
Y de las grandes (como las que persiguieron a Ron y a Harry mientras huían del nido), atacaban a todos, Harry tenía que hacer algo, pero no tenía su varita, tenía que llegar a ella.
Las arañas mordían a los estudiantes y se los llevaban. Los profesores de inmediato empezaron el contra ataque.
-¡TODOS AL CASTILLO!- gritó Snape y los estudiantes empezaron a correr. Harry voló hasta donde se encontraba Henry y su varita, pero en pleno vuelo una araña le saltó encina, haciendo que perdiera el control y se estrellara en el centro del campo.
Las arañas no eran rivales para los profesores, pero de pronto se escuchó un estruendo, uno de los costados del campo voló en pedazos y alguien entró al campo, Su cabello negro y sus ojos azules lo delataban de inmediato, se trataba de Sirius.
-¿Pero si es Black?- gritó Snape. -¿Qué demonios hace aquí?-
Muchos al oír el nombre de Black, entraron en pánico, Los mortífagos los atacaban y el caos se hizo aún mayor.
Harry corrió hasta él.
-Sirius tienes que salir de aquí-
Pero Sirius siquiera lo miró, solo alzó su mano señalando el lugar en donde se encontraba Henry y un montón de arañas, al menos 10 veces más grandes que las otras entraron por donde el había pasado.
Varios hechizos les fueron lanzados, pero estas arañas repelían la magia muy fácilmente.
Arriba Henry apenas podía defenderse, Draco hacía lo que podía, junto a Ron Hermione, Ginny y Neville.
Una de las arañas mordió a Ginny, y caypi desmayada, las arañas trataban de llevarsela cuando Draco, corrió en su ayuda.
-Ni lo pienses maldita araña- y le lanzó un hechizo petrificador.
Ron corrió enseguida hacía Ginny, y detrás de él Henry. El pelirrojo miró al rubio.
-Un simple gracias es suficiente Weasley- dijo Draco, pero algo lo golpeó fuertemente en la cara y cayó por el borde de las gradas, -¡DRACO!-
Ron trató de alcanzarlo pero ya no veía nada.
Henry corrió hacia Ron, pero una de las grandes se interpuso.
-¡RON!.- La araña golpeo fuertemente al pelirrojo en el rostro, le había noqueado por completo, y lo zangoloteaba por los aires.
Henry lanzó varios hechizos pero nada,
-¡HENRY!, a las patas.- gritó Hermione
Y Henry lanzó un hechizo a estas, la araña se tambaleó y soltó a Ron.
Cuando corría para ver el estado del pelirrojo, se detuvo en seco, miró su hombro derecho, montones de sangre brotaban por ahí.
Otra araña lo había mordido por la espalda, su veneno era potentísimo, más no mortal, sintió todo su cuerpo entumirse, soltó su varita, y cayó desmayado. La araña lo tomó y se lo llevó hasta donde Sirius. Henry colgaba de sus colmillos.
Harry miraba pasmado la escena , si tan solo tuviera su varita.
-Sirius, Sirius- pero el Animago estaba fuera de sí.
Snape y los demás profesores apenas si podían defenderse así mismos.
Entonces una araña se abalanzó sobre Harry, pero s último instante se detuvo y cambió de dirección.
Del otro lado estaba el pequeño Richard Diggory, le arrojaba a la araña toda clase de escombros.
-No, Richard, corre- le gritó pero era tarde, la araña arremetió contra él, Harry corrió para ayudarlo, pero no era lo suficientemente rápido, Richard iba a ser.............. La araña cayó desplomada a un metro del chico, justo enfrente de ella Sirius la apuntaba con su varita. Richard miraba al ojiazul temeroso
Sirius le sonrió y le dio un golpe, en el estómago noqueándolo por completo. Lo cargó, y saltó sobre una de las arañas, hizo varios movimientos con su varita y las arañas comenzaron a retirarse. Todas protegían a las que llevaban a Sirius, Richard y Henry.
Pronto las arañas habían regresado al bosque prohibido, muchos estudiantes habían desaparecido y los heridos eran muchos. Hermione y Neville, llevaron los cuerpos de Ron y Ginny en camillas y corrieron hasta Harry.
-Tengo que ir por ellos.- dijo el ojiverde, -Sé a donde los llevaron-
-Tu no iras a ningún lado Potter- le gritó Snape, el cual llegaba. -Tenemos que esperar a Dumbledore-
-¡NO!- gritó Harry, será demasiado tarde, además ¿en donde se encuentra Dumbledore?-
-En Azkaban- dijo Snape. -Lo han atacado y el mismo ministro le ha pedido que ayudara-
-Una trampa, solo lo querían fuera de aquí- dijo Hermione.
-Así es Granger-
-¿Y cuando regresa?- preguntó Harry.
A lo que Snape se quedó sin respuesta.
Harry salió corriendo, pero Snape no podía seguir al niño de Potter, había demasiados heridos, y no podía ausentarse -Eres un tonto Potter-
Harry llegó hasta los linderos del bosque, vió la cabaña de Hagrid y escuchó un grito, vió como Hagrid salía del bosque, se encontraba completamente cubierto de un líquido espeso y negro.
Harry reconoció aquel momento, era igual al que había soñado aquella tarde en adivinación, y si era igual entonces justo detrás de él se encontrarían la profesora McGonagall y el profesor Dumbledore. Harry volteó
-Profesor Dumbl..................
Pero no era Dumbledore el que se encontraba ahí, sino Adalid, el cual le apuntaba con su varita.
-El profesor Dumbledore no se encuentra Potter, así que será mejor que dejes esto a los grandes-
--Tengo que ayudar-
-¡No!- gritó Adalid. -No eres mas que un niño, dejándote fuera, Dumbledore verá quien tiene la razón-
Harry reconoció el timbre de voz.
-Era usted, aquella noche, en el corredor, era usted, usted-
-Por supuesto Potter, quien más podría ser, Cuando Albus me pidió ayuda, jamás imaginé que me encontraría con esto, solo niños, no podía creer que Dumbledore dejara caer tanta responsabilidad a solo unos niños, tuve que actuar de inmediato, demostrarle que estaba en un error-
Harry lo miraba con recelo.
-Bueno Potter, Buenas noches- Adalid movió su varita.
Se escuchó un grito ahogado y Adalid cayó inconsciente y justo detrás de él Draco le apuntaba.
-Ves Potter, te dije que no confiaras en él-
Harry no perdió tiempo, tomó la varita de Adalid y corrió hasta donde Hagrid.
-¡Hagrid!, ¿Qué ha pasado?-
-Han salido de los terrenos, no pude detenerlos me atacaron, pero tenemos que rescatar a los chicos que fueron atrapados o si no........- la voz de Hagrid se quebró.
-Pero Hagrid, ¿Por qué no atacaron, acaso.........-
Harry miró a Hagrid y este entendió.
-No lo sé, hace tiempo que no lo veo, pero eso no importa ahora, tenemos que salvarlos, rápido reúnan a todos los que estén dispuestos, tenemos que actuar pronto.-
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Este capi ya terminó.
El siguiente se llama: Ácaro.
Gracias a todos los que me han dejado Reviews, y les recuerdo que la historia se encuentra cerca del final.
Promociono mis otros Fics
Through the Dragon Eyes: La primera parte de Twins vista desde los ojos de Draco.
La leyenda de las Dragon Ball, Remus Desire: Sexto curso de los merodeadores, Algo cae del cielo, que los lleva a una gran aventura.
La sangre que nos une: El padre de Lily, tuvo un hijo antes de casarse, ahora busca a la su familia. Harry deja a los Dursleys, para irse a vivir con el.
Aquel al que siempre temió: Tras un accidente Dumbledore regresa a sus 15, su plan proteger a Harry, pero no todo resulta tan sencillo.
-¿Igualito a papá?- Remus y Snape, son padres, y sus hijos son realmente especiales.
