Capítulo 9: Amar no es suficiente.
Mayo 16, Sábado.
01:23 Hrs.
Koushirou no lo podía creer… Takeru los había visto…
Hikari le había dicho que ella misma hablaría con él a primera hora de la mañana, pero de todas formas…
Miró a la muchacha que ahora dormía plácidamente a su lado, con la noche ya entrada y oscura…
Se veía muy tranquila. A Koushirou le agradaba así, que ella estuviera tranquila, a su lado y tranquila. Y le parecía increíble todo lo que tuvo que pasar para verla así finalmente.
Un mes atrás fue su reencuentro con Yagami Hikari… Extraña forma cómo funcionaba el destino. Jamás esperó enamorarse de la niña pequeña que se la pasaba enferma y brillaba con una intensidad inhumana. Jamás esperó ser correspondido tampoco, y menos en tan corto tiempo…
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Junio 27, 2006.
Toc, toc.
El pelirrojo levantó la vista del libro que estaba leyendo. No esperaba visitas… Su compañero de cuarto había salido y seguramente no regresaría hasta el día siguiente. Se levantó y abrió la puerta, extrañado.
-¡Ah, Hikari-san!
La joven Yagami sonrió apenas su amigo se asomó por la puerta. Entró con confianza y miró a su alrededor.
-¿Osamu-kun y Yuri-san aún no han llegado?
-¿Osamu y Yuri? – El chico pestañeó. - ¿Por qué habrían de estar aquí?
-¿Cómo? ¿No se supone que nos íbamos a juntar aquí para estudiar? – Ella se mostró confundida.
-Eh… No. – Koushirou no entendió, nadie le había dicho nada.
-Pero Yuri-san me dijo…
-Bueno… Tal vez Osamu olvidó decirme. Él y Yuri-san deberán aparecer si te lo dijeron a ti, ¿No?
-Claro…
El pelirrojo invitó a su amiga a sentarse en su cama, debido a que la pequeña habitación compartida no daba para más de una silla, y esa se encontraba del otro lado, junto al escritorio.
-¿En qué necesitas ayuda? – Preguntó él.
-Um… En nada.
-¿Entonces para qué viniste a estudiar con nosotros?
-Sólo por si ustedes necesitaban ayuda… No es que haya mucho que hacer por acá a excepción de estudiar. – Ella se encogió de hombros.
-Cierto. Mmm… ¿Sabes? Si hay algo en lo que podrías ayudarme…
Koushirou se dirigió a su ropero y comenzó a buscar algo entre los cajones. Finalmente dio con una cinta de video y se la mostró a Hikari.
-¿Y eso?
-Es el proyecto en el que estamos trabajando Yuri, Mina y yo. Es sobre las comunicaciones transnacionales y el entendimiento de distintas culturas. Es para la clase de Inglés.
La chica arqueó una ceja.
-¿Cómo es que tú, que naciste en Japón, junto con Yuri-san, que es de Rusia, y Mina-san, que es hindú, están haciendo un trabajo en INGLÉS sobre sus culturas?
-Qué sé yo, ideas de Nao-sensei, le encanta tocar estos temas.
-¿Nao-sensei te hace clases? – La chica sonrió. – Ah, con razón. ¿Sabías que él vivió en Chile cuando era joven, estudiando a los Mapuches, una tribu indígena de allá?
-Eh… ¿Dónde queda Chile?
-Ay, y yo que pensaba que eras inteligente… - Yagami rió.
Izumi también rió un poco, por su torpeza. Se mentalizó consultar un mapa más tarde. Prefirió no seguir con el tema y colocó la cinta en el aparato de video instalado frente a la cama. Encendió la televisión y la grabación comenzó a andar.
En ella aparecían continuamente él y otra persona rubia, hablando sobre temas de actualidad de sus distintas nacionalidades y sus comparaciones. Su inglés no era del todo malo, pero los movimientos de cámara eran atroces. Hikari detuvo la cinta ya mareada con tanto exceso de movimiento.
-Um, ¿Qué te pareció? – Interrogó el pelirrojo un poco sonrojado. La expresión de Hikari revelaba mil palabras.
-No puedo creer que Mina-san tenga tan mal pulso siendo una chica tan calmada. Ni quiero comenzar sobre la elección de planos y fondos, así como la secuencia de hechos y los zooms, y ni hablar sobre los cortes de escena. – Hikari no quería ser criticona, Koushirou lo sabía, pero las cámaras eran su especialidad y verlas tan mal usadas realmente le daba un ataque. – Necesitan ayuda.
Él sonrió.
-Sabía que te pondrías así. ¿Nos puedes ayudar tú? Con Mina-san encargada de la cámara y Yuri-san de la edición no llegaremos muy lejos. Ya tengo a Will ayudándome con los diálogos en inglés, ya sabes que ese tampoco es mi fuerte.
-Jeje, sí, lo sé. Ok, les ayudaré, sólo porque les debo un favor por la última prueba de Ciencias. - Ella decidió guardar la cinta en su bolso. Cuando lo hacía, miró de reojo su reloj. – Que extraño, Osamu-kun y Yuri-san deberían estar aquí ya, ¿No?
-No lo sé, ¿A qué hora dijeron que vendrían? Sé que Osamu se fue de aquí como hace hora y media, no me dijo dónde andaría…
-No me dieron una hora, sólo me dijeron que viniera…
-Entonces no hay que preocuparse… - Él se sentó junto a ella en la cama, decidido a cambiar de tema. – Hey, ¿Ya has hablado con Taichi-san?
-Um, sí. Llamé a casa ayer, pero aún no le cuento sobre ti, él no estaba de humor.
-¿Por qué?
-No lo sé, cada vez que llamo me dice que papá está en el trabajo, mamá de compras y él a punto de salir. – La joven se entristeció un poco. – Me siento un poco olvidada, ¿Sabes? Nadie en mi casa me pregunta cómo la estoy pasando acá, y no me cuentan nada de lo que está pasando all
El chico miró a su amiga con pena. No era tema nuevo que la familia Yagami dejaba preocupada a Hikari luego de una llamada telefónica. Le daba rabia no poder hacer nada al respecto…
-No te preocupes, Hikari. Sabes que no te están dejando de lado, sólo están… ocupados.
-Nunca antes habían estado demasiado ocupados para m
La hermana de Taichi cerró los ojos un momento, esperando que así los problemas desaparecieran. Pero en vez de eso sintió algo tibio en sus labios. Una nueva sensación recorrió su cuerpo. Se dejó llevar por unos segundos, hasta que sintió la necesidad de abrir sus ojos para ver lo que le estaba pasando.
Koushirou la había besado.
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Julio 15.
Toc, toc, toc.
Koushirou y Hikari se separaron y pusieron una falsa cara de estudio al sentir que alguien tocaba su puerta. Tenían los libros abiertos y todo, pero era claro por el rubor de sus mejillas que antes de eso habían estado ocupados en otra cosa… El chico que segundos después entró antes de esperar una respuesta, de cabello azulado y anteojos, no pudo evitar una sonrisa burlona ante la escena.
-Geez, ustedes ya no salen de este cuarto, eh?
-¿Qué quieres, Osamu? – Koushirou lo miró con seriedad. Odiaba ser interrumpido, en especial con los comentarios de su amigo. - ¿Y cuántas veces tengo que decirte que no llegues y entres a la habitación sin más?
Osamu rió.
-¿Tengo que recordarte acaso, que ésta es mi habitación también? – Replicó, con aire autoritario. – Además, toqué antes de entrar para darles tiempo de "Ponerse decentes".
-Pues no fue suficiente… - Murmuró Hikari, quien seguía pasándose la mano por el cabello para intentar peinarse.
Ella y Koushirou suspiraron. Osamu mantuvo su sonrisa de oreja a oreja.
-Sólo vine por el cuaderno de Química Experimental que dejó Yuri-chan acá anoche.
-Ah, yo lo vi. Lo guardé en la gaveta. – Dijo la chica, poniéndose de pie para buscar lo pedido. - ¿Por qué no vino Yuri-san por esto?
-¿Te molesta mi presencia, Hikari-chan?
-No, no es eso. – Ella negó con la cabeza, y luego giró los ojos. - Es sólo que Yuri-san hace menos comentarios sarcásticos que tú, Osamu-CHAN.
Osamu trató de fulminarla con la mirada de inmediato, alivianando así el humor de Koushirou. Sabía que su compañero de cuarto se arrepentía de haberla dejado escuchar la conversación que él tuvo con su hermano menor hace una semana.
-No me gusta que me llames así, Hikari.
-Lo sé, pero lo hago de todas maneras. – Ella sonrió. – Tu hermano te puede llamar así, ¿No? y Yuri-san también…
-Hum.
Osamu se cruzó de brazos, lo que hizo reír a Koushirou de buena gana. Nadie podía contradecir a Hikari cuando ella se lo planteaba.
-No te rías tanto, Kou-CHAN.
Yagami levantó la vista al escuchar eso.
-¿'Kou-chan'? ¡Que lindo! – Se giró hacía el pelirrojo. - ¡Desde ahora voy a llamarte así!
Izumi quedó tan rojo como su cabello, pero no replicó. Fue el turno de Osamu para reír entonces. Hikari detuvo su risa cuando le pasó el dichoso cuaderno.
-Aquí está.
-Vaya, conoces muy bien la habitación de Koushirou para llevar sólo dos semanas de novios, ¿No crees?
-No molestes, Osamu, y vete ya, Yuri-san debe estar esperándote.
-Sí, sí. Pero antes, ¿Cuándo nos van a agradecer por planificar esa noche a solas para que de una vez por todas ustedes se declararan su amor incondicional y todo eso?
-¿Fue a propósito?
-¿No se dieron cuenta?
-Bueno, ¡Gracias! ¿Ahora nos dejas solos de nuevo?
La muchacha cerró la puerta en las narices del chico de lentes antes de que pudiera responder, y se giró a su novio.
-¿En qué estabamos?
-Tú dime a mí, Kari-chan…
-¿'Kari-chan'? ¿Por qué no 'Hika-chan'?
-Conozco a una chica llamada Hikaru a quien todos la llaman así, no quiero confundirte…
-Más te vale. De todas formas, 'Kari-chan' me gusta…
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Septiembre 04.
Toc, toc.
-Puedes pasar, Kari-chan.
La chica abrió la puerta sonriendo.
-¿Cómo supiste que era yo?
-Por la forma en que llamas a la puerta. Siempre dos golpes, no más, y suaves.
-Wow, ¿En serio te das cuenta de eso?
-Son sólo cosas en las que me fijo. – Koushirou se encogió de hombros. - Hay gente que se fija en cómo los demás toman su café, yo me fijo en cómo tocan la puerta. Extraño, ¿No?
-Sí, pero adorable… - Ella se recostó en la cama de su novio mientras lo veía terminar de escribir algo en su computador portátil. – Tengo ganas de salir…
-¿Salir?
-¡Sí! Llevamos poco más de un mes de novios, Kou-chan, y estoy comenzando a creer que lo que dice Osamu-kun es cierto, ¡Nunca salimos de esta habitación!
El pelirrojo dejó de lado su computadora y la miró seriamente.
-¿Pero adónde quieres ir? Estamos en un recinto cerrado…
-¿Qué te parece la cafetería? ¿O la biblioteca? ¿O sólo pasear por los jardines? Me estoy sintiendo encerrada aqu
-Ok. Déjame terminar mi reporte de Literatura y salimos.
-¡Que bien!
Koushirou volvió a concentrarse en la pantalla. Escribía rápido pues sabía que el sonido de las teclas molestaba a Hikari y tenía muchas ganas de salir a pasear con ella… Estaba pensando seriamente en tomar la sugerencia de Osamu y Yuri sobre escaparse una noche para ir a la ciudad más cercana y divertirse con Hikari libremente. No era que estuvieran en una prisión, pero a veces los directores eran muy agobiantes con el trabajo y las responsabilidades que ni él mismo parecía soportarlo… y Kari-chan claramente quería divertirse y salir.
Se detuvo de repente al darse cuenta de que su novia lo estaba abrazando por la espalda.
-Kari…
-Lo siento, - Ella se separó algo avergonzada. – Es sólo que… cuando estás en la computadora… te siento tan lejos, no me gusta.
-¿Te molesta?
-¡No! No, es… - Dudó, no sabía como exponer su punto. – Me recuerda cuando éramos niños. Eras muy distante en ese entonces, Koushirou. Jamás tuve la oportunidad de conocerte bien porque te la pasabas analizando cosas… Sé que ahora no eres tan apegado a las máquinas, pero de pronto me dio algo de… de miedo…
El pelirrojo miró de reojo el aparato a su lado, y luego a su novia de nuevo. Se puso de pie y la abrazó, dejando que ella sintiera las palpitaciones de su corazón.
-¿Cómo es que dos personas como nosotros seamos capaces de sentirnos así el uno por el otro? – Murmuró, sin soltar a la chica.
-No lo sé… El amor es así. Puedes enamorarte una vez como puedes hacerlo nunca, o puedes enamorarte mil veces, puedes ser correspondido, puede que no, uno nunca sabe…
-Es simplemente "amor" ¿Quieres decir? – Dijo él, con una sonrisa nerviosa. – Yo… Te amo, Hikari.
-Yo te amo a ti, Koushirou…
Se quedaron un rato en silencio, disfrutando de su declaración en ese cálido abrazo…
Había sido la primera vez que ambos habían dicho las tres palabras… No lo habían negado antes, pero simplemente jamás lo habían afirmado, hasta ese momento.
-¿Entonces vamos a la cafetería? – Concluyó el chico.
-¿Y qué hay de tu trabajo?
-Nah, puede esperar…
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Octubre 10.
Toc, toc.
-Está… abierto…
La voz de Koushirou sonaba temblorosa. Hikari abrió la puerta con lentitud y vio a su novio sentado en el suelo al lado de la cama. Estaba encogido con cabeza entre sus manos, mirando el suelo.
-Kou-chan… ¿Qué pasó?
-Osamu… y Yuri…
-¿Qué pasó con Osamu-kun y Yuri-san?
-Igual que mis padres… No es justo… Igual…
El pelirrojo no dejaba de murmurar en voz baja, Hikari no sabía que hacer.
-¡¿Pero que es lo que pasa con ellos?! – Los nervios le quitaron la paciencia.
-Ellos… - Levantó finalmente la vista. Sus ojos estaban rojos y asustados. - Un accidente… El Hospital me llamó… No es justo…
Yagami calló. Koushirou agradeció que no necesitara saber más… Sus dos amigos, sus dos mejores amigos desde que había llegado al Instituto Especializado…
-¿Los… Los dos…?
-No lo sé… No… No lo sé...
El pelirrojo no pudo más y volvió a bajar la vista. Su novia estaba demasiado shockeada para imitarlo o consolarlo. ¡Sus mejores amigos, maldita sea! Quienes lo habían unido a Hikari tres meses atrás… Y ahora… Ahora…
La puerta se volvió a abrir. Esta vez era otra persona, otro amigo. Un chico de cabellos y ojos muy oscuros llamado William, abrió estrepitosamente la puerta.
-¡Hay que ir al Hospital! Yuri…
-Lo… lo sabemos… - Logró articular Koushirou sin levantar la cabeza. – Ellos están…
-¡No, no lo saben! Yuri aún se puede salvar, ¡Hay que ir al hospital, todos tenemos que ir!
Izumi paró su divagaciones… Había posibilidad de salvar a uno… Yuri podría salvarse…
Se puso de pie de inmediato, y siguió a William fuera del cuarto.
-¿Kari-chan, qué no escuchaste? ¡Vamos!
-Sí… Ya voy…
Koushirou no se detuvo a pensar en ese momento, pero la voz de su novia sonaba quebrada.
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Octubre 16.
Toc, toc… Toc.
Era extraño, por lo general ellos se reunían en su habitación cuando se trataba de estudiar por pasar un buen rato. Él, Hikari, Mina, Will, Yuri y Osamu… pero en esos momentos Mina y Will estaban consolando a Yuri por la pérdida de Osamu… Y Hikari no estaba por ninguna parte.
Preocupado, había ido a revisar el cuarto e la chica, y la encontró en la misma posición en que estuvo él hace unos días atrás, cuando se había enterado del accidente…
-Kari-chan, ¿Qué ocurre? ¿No quieres ir al funeral?
-Llamaron de mi casa. – Fue su respuesta.
-¿Y qué te dijeron? – Tragó saliva.
En los cuatro meses que llevaban de clases siempre había sido Hikari quien llamara a su familia, aunque sus conversaciones jamás duraban más de cinco minutos… Los Yagami eran muy cortantes, pero ahora…
-Papá se fue de la casa. – Dijo ella.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Taichi algo dijo… Que ellos ya no se querían como antes, que ya no existía el amor… Se peleaban demasiado… No podían verse las caras siquiera y…
-Oh, Kari-chan…
La chica rompió en llanto. Koushirou sabía que a pesar de saber que no todo funcionaba bien en su hogar, fue una sorpresa que las cosas hubiesen llegado tan lejos para ella. Trató de acercarse y abrazarla, pero ella se apartó, no quería ser tocada.
-Dicen que papá quiere el divorcio. Ni… ni siquiera esperarán a que vuelva a casa y trate de convencerlos de que lo que hacen es un error, ni siquiera eso…
-Tal vez… es lo mejor, Hikari. – Ella lo fulminó con la mirada. – Es que… si tenían tantos problemas, y ya no se aman…
-¿Te parece bien? – La castaña se enfureció. - ¿Te parece bien que dejen de amarse? ¡¿No se supone que el amor dura eternamente?!
-Síi, pero… Tú misma dijiste que hay distintas clases de amor, y que uno puede volver a enamorarse…
-¡O puede que no! ¡Llevaban veinte años de matrimonio! ¡¿Cómo pueden dejar de amarse ahora?!
Él tragó saliva. No podía lidiar con una novia enojada, no sabía qué decirle para hacerla sentir mejor…
-Déjame sola.
-Pero…
-¡Dije, déjame sola!
El muchacho dudó un poco más, pero después decidió dirigirse a la salida. Tal vez si le daba un rato a solas podrían hablar con más calma después… Esperaba que pudiesen hablar con más calma después…
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Octubre 28.
Toc, toc... Toc.
-¿Puedo pasar, Kari?
Escuchó un pobre "hum" de respuesta, pero eso le bastó a Koushirou para abrir la puerta.
Había pasado una semana desde el funeral de Osamu y desde entonces su relación con Hikari no andaba del todo bien. Se preguntó si ella estaría de humor para pasar un rato juntos.
Al verla recostada en su cama se sentó a su lado, en silencio.
Después de unos minutos que parecieron eternos, ella habló.
-¿Crees que amar es suficiente?
-¿Uh?
-Si crees que amar es suficiente.
-¿Suficiente para qué?
-Para todo, ¿Vale la pena amar si eso equivale sufrimiento? ¿Vale la pena amar si sabes que llorarás más por el sólo hecho de sentirte así?
-No es tan así, Hikari. Amar no sólo trae sentimientos negativos.
-Pues ahora sólo puedo imaginarme a mi mamá sufriendo porque mi papá la abandonó, ¿Acaso crees que eso es justo? ¿Vale la pena amar si sabes que algún día perderás al ser amado?
-No, no creo… No puedes comparar todas las relaciones a las de tus padres, Hikari, no todas las parejas son así, no todas se separan.
-¿Y cómo sabré quién me dejará y quién no? – Ella tomó una pausa, soltando un respingo. – No es solo eso, Yuri-san es otro ejemplo… Osamu-kun y Yuri-san se amaban, era la pareja más tierna y estable que podías conocer, pero Osamu-kun murió, y Yuri-san quedó solo. Si llego a estar con alguien que no me abandone y que, con extraña probabilidad, no deje de amarme, ¡Llegará el día en que no lo veré más porque morirá! ¿O acaso dirás que no todas las parejas mueren? ¿Qué viviremos eternamente juntos?
-Yo… No lo sé...
-Exactamente. No lo sabes, porque no has pasado por eso todavía. Yo tampoco, pero no necesito tener que vivir una experiencia para saber que me hará sufrir. Amar no es suficiente.
-¿Qué quieres decir con eso, Hikari?
Silencio.
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Noviembre 14.
Toc, toc... Toc.
La puerta se abrió sola… Había quedado mal cerrada. Eso a Koushirou no le gustó, entró y encontró a la compañera de cuarto de su novia descansando sobre su cama, pero ni rastros de Hikari.
-¿Dónde está Hikari?
-¿Cómo? ¿No sabías? Ella se fue esta mañana…
-¿… Qué?
-Se fue esta mañana. Tomó todas sus cosas y se marchó. – La compañera parecía extrañada por la reacción de Koushirou. – Me pareció raro que se fuera cuando las clases no acaban hasta dentro de tres días, pero como había oído que tenía problemas en su casa, supuse que tuvo que irse antes, ¿En serio no te dijo nada?
-No, no me dijo… Eh, gracias por avisarme.
Koushirou dio media vuelta y salió rápidamente del cuarto.
Hikari se había ido… Se había ido sin despedirse… Había huido de él. Recordó sus palabras… "Amar no es suficiente…" Claramente, para ella no lo era…
Todo había terminado… Ellos habían terminado.
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06:18 Hrs.
Suspiró, finalmente dejando que los recuerdos se esfumaran, y volvió a mirar a Hikari mientras dormía. Todo había sido muy doloroso… Las grandes amistades que se habían formado se esfumaron el día que Hikari se fue, más la muerte de Osamu, los ánimos no lograron contenerse… Will volvió a Inglaterra y Mina a la India. De Yuri no supo nunca más… Y él… Él trató de olvidar por mucho tiempo… Pero se presionó tanto que simplemente los recuerdos se hicieron más fuertes, los sentimientos se hicieron más fuertes. Y ahora Hikari estaba a su lado… Ella parecía haber tratado de olvidar el dolor que sintió tres años atrás… Pero se preguntó si la Hikari de ese entonces tenía razón… Ellos están bien ahora, pero… ¿Lo estarán para siempre? ¿Amar realmente es suficiente?
-Hey, Kari-chan… - Koushirou comenzó a agitar a la chica para que despertara.
-¿Mmm?
-Pronto va a amanecer, será mejor que vuelvas a tu cuarto.
-Un ratito más, Kou-chan… - Ella se revolcó, girándose hacía otro lado y volvió a dormir.
-En serio, Kari, Sora-san despertará dentro de un rato. Tienes que volver a tu cama antes, sino se dará cuenta.
-Ay, ya, ya voy.
De mala gana Hikari abrió los ojos y salió de la cama con dificultad. Koushirou rió al verla moverse tan torpemente, por lo que la chica terminó arrojándole un cojín en el rostro.
-Ouch, ¡Dolió!
-Esa era la intención. – Se acercó a él para despedirse con un beso. – Buenas noches, Kou-chan.
-Buenos días, más bien.
-Como sea. Te quiero.
Koushirou sonrió.
-Y yo a ti, pero más vale que te vayas ya.
-Ok, ok. Hasta más tarde.
-Sí, hasta más tarde…
Continuará...