CASA PARA OCHO
Notas de antes de comenzar:
Ari: ah!!!! Tanto tiempo esperando este capítulo!!! Jeje, veremos después cuales son las reacciones ^_~
Cris: siiii!! Llegó otro capitulo! Y fue rápido Ari-chan!!! espero que no hayan esperado mucho... jijiji...
Capítulo 11: Una verdad… inesperada. ~^^~
-… ¿…te gustaría ser mi novia?
Sora parpadeó. Justo en ese momento volvía el joven mesero con los tragos para cada uno. Apenas la chica tuvo el vaso en su mano, se lo llevó a la garganta tomándoselo casi todo muy rápido. Luego tuvo que cerrar los ojos para calmar el ardor que sintió en su boca a causa del pisco. ¡Casi no tenía bebida, era pisco puro!
-… ¿Sora?
-estoy bien. – giró su vista nerviosa a su acompañante.
Taichi la miraba impaciente esperado una respuesta.
-Tai, yo… - "¿qué hago?" Pensó, desesperada. - … no me lo esperaba.
-pensé que si, fue tu idea la de la cita en primer lugar, Sora… por eso…
La muchacha hizo un gesto para que su amigo se mantuviera callado. No quería que dijera más. Terminó el resto de su trago para darse fuerzas y volvió con Taichi.
-yo te quiero, Tai… pero no lo entiendo.
El Yagami parpadeó.
-¿qué no entiendes?
-Somos amigos, Taichi… - la chica no sabía muy bien como aclarar el tema. – siempre pensé que me querías como tal, el coqueteo, las insinuaciones, ¡todo! No era más que un juego… ¿cómo es que de repente…?
-iba en serio, Sora.– el chico pareció haber captado la verdadera respuesta de ella y se molestó. - ¿por qué actuaría así si no iba en serio?
-¡porque tus ojos lo decían!
Él desvió la mirada, incómodo.
-¿qué puedes saber tú de lo que dicen mis ojos?
-lo mismo que puedo averiguar por tu tono de voz ahora. – respondió secamente ella. – no juegues conmigo, Taichi.
-hace un momento dijiste que desde el principio todo era un juego, ¿no?
-pues me refiero ahora. Tú no me quieres.
-¡te acabo de decir que sí! ¡Y me rechazaste!
-¡porque mientes!
-¡¿cómo puedes saber eso?!
Tanto Taichi como Sora habían aumentado demasiado su tono de voz. Sus expresiones estaban furiosas y no callaron a pesar de notar las incrédulas miradas de la gente a su alrededor.
-no puede ser que insistas en jugar con mis sentimientos así, Taichi. – la hermana de Kenia se puso de pie.
-tú eres la que está jugando con los míos, Sora. – él también se paró de su asiento. – te abrí mi corazón aquí y tú…
-no estás siendo sincero. Yamato me dijo que…
-¡¿Yamato?! ¿Qué tiene que ver él en todo esto?
-¡él trató de evitar que esto pasara, Taichi! Me advirtió que tú actuarías así, pero yo no lo tomé en serio, pensé que lo podía manejar, pero…
-¿¿te estás comportando así por algo que Yamato dijo??
-¡No! Si le hubiese hecho caso a Yama no estaríamos aquí ahora. – la colorina apretó los puños. – y tú no estarías actuando como un idiota…
-¿idiota? Aquí la única idiota eres tú, ¡y él estúpido de Ishida, que te metió ideas en la cabeza! – el Yagami parecía demasiado afectado para pensar con claridad, lo único que quería era hacer callar a la chica. – y no digas que no te quiero porque no es cierto.
-si te estás engañando a ti mismo, no lo sé. Pero si realmente me quisieras como dices que me quieres, no me tratarías de esta manera. – comenzó a alejarse buscando la salida. - ¡es una broma de muy mal gusto!
El hermano de Hikari se dejó caer nuevamente en su silla. Como si hubiese perdido una batalla… ¿quién de los dos había actuado mal en primer lugar?
-¿cómo una chica como yo no tiene nada que hacer un sábado por la noche? – exclamó frustrada Mimi.
-nadie impide que salgas a divertirte, Mi-chan. – acotó Yamato.
-nah, ¿y dejarlos solos a ustedes? ¡Para nada!
Yamato, Mimi, Jou y Koushirou eran los únicos chicos que se encontraban en la casa en ese momento, sentado en el living con el televisor encendido. Hikari y Takeru habían salido en la mañana y desde entonces nadie sabía de ellos. Koushirou ni siquiera había visto a la Yagami en su Universidad. Mientras que Taichi y Sora estaban en su cita…
-ayer tú fuiste a buscar trabajo en un bar, ¿no, Yamato? – Jou inició una nueva conversación. - ¿qué pasó con eso?
El rubio giró la vista hacía Mimi por un momento, pero luego volvió a su amigo de pelo azul.
-trabajaré ahí un viernes cada dos semanas. Es sólo un lugar donde iré a cantar de vez en cuando…
-me parece genial. – respondió Jou. – tendrás que invitarnos alguna vez.
-si, alguna vez…
-hey, Kou-kun, - la única chica de la sala giró su atención al pelirrojo, que usaba el control remoto para distraer su mente por un momento, incapaz de dejar el televisor en un solo canal por más de cinco segundos. - ¡deja de hacer eso!
-¿hacer que?
-cambiar de canal.
-ah, lo siento. – le entregó el control a su amiga y dirigió su atención algo incómodo a la ventana.
-¿qué es lo que haces aquí, Koushirou?
-¿a que te refieres?
-pues, ¿no deberías estar usando tu computadora o algo así?
Izumi parpadeó, sin entender.
-¿por qué?
La Tachikawa se encogió de hombros mientras miraba un anime cualquiera en el canal TV Tokyo.
-así eres tú. Hace semanas que tú y Hikari-chan pasan encerrados en tu cuarto haciendo trabajos y todo eso. Pensé que aún tenías la manía de ignorarnos con tu computadora.
-mmm… - el chico prefirió no responder, se había puesto rojo de solo pensar en Hikari… - ¿no podemos ver algo más interesante? – argumentó, viendo como en la pantalla aparecían robots gigantes atacandose los unos a los otros en el espacio. – eso no parece tener mucho sentido…
-los protagonistas son guapos. ^^ - replicó la 'rubia' sin dejar de mirar a los pilotos de aquellos robots.
-ni siquiera son reales…
-siguen siendo guapos ^^ - repitió ella, sin abandonar su sonrisa. - ¡larga vida a los bishounen del anime!
-por favor… - Jou se les unió, al escuchar la exclamación de su amiga. - ¿cómo es que todas las chicas del Japón prefieren a los hombres dibujados antes que a los de carne y hueso?
Mimi rió jugando con el control remoto, impidiendo que el chico de pelo azul o Koushirou se lo quitaran.
-porque estos dibujos están hechos para el gusto femenino, Jou-san.
-¡es una historia sobre una guerra espacial!
-¿y qué? – ella se encogió de hombros. - ¿nunca viste Gundam Wing?
-la verdad… no. Tenía como siete años en ese entonces y… - recibió un pequeño codazo en el hombro que lo hizo callar. - ¿qué pasa, Yama…?
-shhh! – el músico tenía su vista pegada en la televisión, con el semblante serio, luego… parecía asombrado. - ¡WOW! ¿¿Vieron como ese niño acabó él solo con un planta completo??
-no era un planeta, - contradijo Koushirou, que extrañamnte también había sido atraído por los dibujos animados luego de un rato. - era un simple satélite…
-era demasiado grande para ser un simple satélite…
-claro que era un satélite, e incluso era artificial…
-lo que importa aquí son los personajes, no sus acciones. – Mimi replicó. Y después decidió agregar, mordiéndose el labio inferior pícaramente. – a no ser que la acción tenga algún contenido yaoi…
El pelirrojo y el rubio se sorprendieron.
-¿¿pueden hacer eso??
-¡se vale soñar!
Jou suspiró. ¿Por qué sintió un retroceso a su infancia de repente?
Para el alivio de su sanidad mental, la puerta se abrió en ese momento, entrando felices los hermano de Taichi y Yamato, aún discutiendo algún tema que parecía muy gracioso…
-¡Hikari! – exclamó Izumi casi por inercia. Se lamentó el desliz y luego agregó: - ¡y Takeru-kun! ¡Están de vuelta!
-eh… si, lo estamos… - Takeru no pudo evitar ampliar su sonrisa al ver a su amigo ruborizado y ser capaz de entender porque. – Hikari-chan me había prometido una cita para contarnos que ha sido de nosotros en el último tiempo y aprovechando que solo teníamos clases por la mañana, faltamos y pasamos juntos todo el día.
-¿una cita…?
-¿quiere decir que hay algo entre ustedes dos? – La Tachikawa hizo la pregunta que el mismo Koushirou quería hacer.
-¡NO! – respondieron ambos al unísono.
-solo estuvimos conversando. – aclaró la chica, velozmente.
-¡y Taichi-san me mataría! – agregó Takeru, volviendo otra vez su mirada hacia el pelirrojo, esta vez con algo de lástima.
-hablando de mi hermano… - Hikari dijo. - ¿dónde están él y Sora-san?
-en su cita… - respondió Yamato, poniéndose serio demasiado de repente.
¡SLAM!
La puerta de entrada se abrió y cerró de golpe, todo a causa de una enojada Sora, que parecía derrochar odio cada paso.
-¿Sora…? – Jou y los demás se preocuparon. - ¿qué pasó?
-¡pasó que Taichi es un imbécil! – gritó ella, mirando directamente al hermano de Takeru. – tenías razón, él sí hizo todas las cosas que me dijiste que haría, Yamato. ¡Y me dolió!
-lo siento…
-no ha nada que sentir, la culpa es de él… - la muchacha miró a todos una vez más, y luego sin decir palabra comenzó a caminar hacia las escaleras.
-S-Sora-chan… - Mimi parecía nerviosa la ver a su amiga así, pero de todas maneras se le acercó. – ¿necesitas hablar o…?
-¡necesito un trago! – exclamó malhumorada la colorina.
Se giró a la cocina, tomó la primera botella que encontró, que resultó ser vodka, y volvió a las escaleras, sin mirar atrás.
Los otros seis se quedaron en silencio ante la escena por un momento, pero finamente Mimi reaccionó y avisó que subiría para ver que le pasaba a la otra chica.
-no creo que sea buena idea mezclar el alcohol con el mal humor… - murmuró.
A la vez, Yamato se dirigió a la salida.
-¿Adónde vas, hermano?
-a encontrar a Taichi.
Yamato no tuvo muchos problemas en hallar a su amigo. Éste aún estaba en el restaurante donde él y Sora iban a cenar, y parecía que tras haber comido algo, se había divertido pidiendo una y otra vez todos los tragos y combinados de la lista del menú.
-¿qué demonios quieres? – fue lo primero que le dijo Taichi, tratando de mostrar un tono poco amigable cuando empezaba a notársele más el alcohol en su sangre. - ¡eres el maldito culpable de todo!
El Ishida ignoró el comentario del Yagami y se sentó a su lado, lanzando un respingo.
-Tai, yo no soy culpable de nada aquí porque no fui yo quien le dijo a Sora que la quería cuando no era cierto.
-¡si es cierto!
-no de la manera en que se lo planteaste.
El chico de cabello castaño hizo señas de que quería consumir algo más para llamar al mesero y luego volvió a Yamato.
-¿qué quieres decir con eso? ¿Cómo puedes saber tú la manera exacta como la quiero?
-de la misma manera que Sora, por tus ojos.
Taichi refunfuñó ente dientes y apartó la vista.
-¿y como es que pueden leer mis ojos, se puede saber?
El hermano de Takeru se echó para adelante, para que la mirada de Taichi volviera a él.
-seguimos siendo los representantes del Amor y la Amistad, Tai, podemos diferenciar entre un sentimiento y otro. – finalizó, muy serio. – lo que no podemos averiguar es el sentido de tus acciones.
El Yagami volvió a refunfuñar. Sonrió como si nada pasara cuando el mesero se le acercó, pidió una nueva botella de sake y cuando el otro hombre se retiró, volvió a fruncir el ceño.
Yamato se estaba hartando de que él no le dijera nada.
-dame tus razones, Taichi. Dime porque querías que Sora fuera tu novia si sólo la quieres como amiga.
-…
-Taichi, si no vas a decir na…
-era mi última opción.
El rubio parpadeó cuando se dio cuenta que su amigo había respondido.
-¿cómo?
-mi última opción. Sora era mi esperanza.
-¿qué quie…? – el Yagami lo calló con la mirada.
-no puedo llevarme con las chicas. Ok, puedo, pero jamás en el plano amoroso. De seguro Hikari les ha contado que jamás paso de la primera cita con una mujer. Puede que tengamos mucho en común, puede que me caiga bien, que sea simpática, amable, pero… ¡nada más! No he logrado que una chica haga que mi corazón palpite rápidamente, que me sienta cómodo al estar con ella… - lanzó un suspiro. – me forcé demasiado algunas veces, presioné demasiado en otras… al final todas las chicas terminaban odiándome por no poder avanzar en una relación con ellas, como si las despreciara…
La botella de sake llegó a su mesa al fin y Taichi no tardó en servirse en su copa. Le ofreció a Yamato y este, medio dudando, aceptó.
-no las desprecio, simplemente… no eran las adecuadas para mí. – tomó una pausa. – el día que llegamos todos aquí Sora me dijo que cuando éramos pequeños yo le gustaba, y comencé a preguntarme… si es que ella haría la diferencia, si es que gracias a la confianza que nos teníamos podía llegar a algo con ella. Quería que fuera así, porque ella me comprendía, porque ella seguía mis juegos… pero…
-pero ella tampoco hizo que tu corazón palpitara rápidamente. – terminó Yamato la oración por él.
-exacto. ¡Y es frustrante! Si no logro una conexión con Sora, que es uno de los seres más preciados que tengo, ¿cómo encontraré el amor en alguien más? Así que seguí intentándolo, a todas horas, obligándome a pensar en ella… - otro suspiro, y el hermano de Hikari apoyó su cabeza en una de sus manos. – supongo que me esforcé demasiado…
Hubo un momento de silencio, en que ambos chicos parecían muy enfrascados en sus propios pensamientos…
-creo entender tus sentimientos, Tai… - continuó Yamato. – pero… ¿por qué es que buscas tan desesperadamente el amor?
Al escuchar la pregunta, Taichi dejó que una sonrisa amargada apareciera en su rostro.
-porque no me gusta estar solo. – replicó. – no me gusta la soledad, y hace tres años me di cuenta de que necesito siempre tener a alguien a mi lado, porque el resto de la gente se puede desvanecer...
-¿hace tres años?
-mis padres llevan tres años en proceso de divorcio. Que si se divorcian, que no se divorcian… a mí y a Hikari nos están volviendo locos, pero no hemos querido participar en la disputa. Aún así… yo estuve solo cuando comenzó el problema. Hikari estaba en un instituto privado en donde se había ganado una beca por cinco meses, cada vez que llamaba a casa parecía pasarla muy bien, y por primera vez… me di cuenta de que ningún miembro de mi familia se mantendría a mi lado para siempre.
Su compañero rubio asintió, lamentándose el tener que recordar su aproblemada infancia cuando sus propios padres decidieron divorciarse…
-cuando Hikari regresó estaba muy cambiada, jamás me dijo porqué. Asumí que parte del problema era la separación de nuestros papás pero eso nunca fue todo. Pero aún así, ella jamás me dijo nada. – inconscientemente, Taichi cerró sus puños. – me daba miedo ver como ella se distanciaba también y me dejaba solo. Estuvo saliendo con demasiados chicos después de eso, demasiados incluso para aprenderse el nombre de todos, como queriendo olvidar, como si nada ya le importara…
Yamato vio que el otro liberó sus puños para volver a tomar su copa de sake, vaciándola y volviéndose a servir. Para impedir que Taichi se tomara toda la botella, tomó lo que tenía en su copa y pidió que le sirviera más a él también.
-mamá y papá seguían discutiendo, Hikari en su propia vida y yo… yo sin nada que hacer. – tomó otra pausa. – así que comencé a buscar a alguien que llenara el vacío que sentía, y se convirtió en alguna especie de reto inalcanzable… hasta que me reencontré con ustedes y pensé que Sora era la solución.
Sin darse cuenta, el par de amigos ya había acabado la botella que habían encargado, e inmediatamente pidieron otra. Yamato se sintió culpable por dejarse llevar así, pero sentía la confianza de Taichi así que seguía embriagándose poco a poco con él…
-¿y que hay de ese Motomiya? – interrogó Ishida. – algo dijeron cuando apareció que tú siempre le decías a Hikari que saliera con él…
-él es un cuento aparte… - Yagami rió. – Hikari me había dejado muy en claro que quería a Daisuke solo como amigo, por eso es que le insistía tanto. Antes de él, ella se enojaba conmigo por espantarle a los pretendientes sin motivo. Simplemente inventé el motivo tratando de ayudarlo a él, sabiendo de antemano que no daría resultado.
Yamato tuvo que reír también ante la idea.
-me parece increíble que hayas pensado en algo así, - declaró. - ¡es muy ingenioso!
-lo es, ¿no es así? – Taichi siguió riendo. – pues es que no quiero que mi hermana salga con nadie… en realidad no porque los chicos me desagraden ni nada… sino porque la alejan de mí… y de todas formas, ella se muestra vacía cuando está con alguien más, no me gusta verla así…
-¿por eso es que no quieres que pase algo entre ella y Takeru?
-si.
Otra vez silencio, y con ellos otra botella se había ido por sus gargantas… si estaban borrachos no eran de la clase que les da por gritar y ponerse a reír sin parar, pero tampoco eran los que lloraban sin parar y se quejaban de los demás… simplemente estaban en una etapa de honestidad que los obligaba a ser abiertos el uno con el otro.
-¿y bien? – volvió a hablar Taichi.
-¿y bien qué?
-¿por qué es que te interesas tanto por mis problemas?
-porque eres mi amigo, idiota.
-no será más bien… ¿qué te preocupan los intereses de Sora? – una sonrisa malévola se formó en los labios del chico de revoltoso pelo castaño.
-¿uh? – Yamato no pareció entender. – claro que me preocupo, ella también es mi amiga.
-¿y nada más?
El rubio tardó unos segundos en procesar la pregunta hasta comprenderla.
-por favor, Taichi, Sora no me gusta de esa manera…
-¿seguro que no…?
-no.
-¿seguro seguro que no?
El hermano de Takeru rió.
-no puede gustarme Sora, en serio… - miró a su amigo a los ojos. – tienes que creerme Taichi, no puedo sentir nada por Sora porque… soy casado.
**********
Ari-chan se detiene de escribir cuando siente que su amiga cae de espaldas detrás de ella.
Ari: ¿Cris?
La otra chica estaba desmayada en el piso y no parecía reaccionar.
Ari: ¿Cris?… vamos, Cris-chan, ¡era una broma! ¡En serio! ¿Cómo Yama va a estar casado? ¡Bromeaba! Cris… Cris, reacciona por favor…
La escritora traga saliva, viendo que nada iba a despertar a su amiga del impacto. Se puso de pie y trató de proseguir con el fic.
**********
-no puede gustarme Sora, en serio… - miró a su amigo a los ojos. – tienes que creerme Taichi, no puedo sentir nada por Sora porque… - se detuvo, con algo de miedo al darse cuenta que estuvo por delatarse.
-¿'porque' qué? – Taichi notó la expresión de Yamato y se enojó. - ¡hey! Yo te acabo de contar mis problemas aquí, ¿cómo es que no me tienes la misma confianza?
-no es falta de confianza, Tai… yo…
-¿Si no es falta de confianza que es? – él insistió. – no me quieres decir tu secreto.
-yo…
-puedes decírmelo Yamato, sé que puedes.
El Ishida cerró los ojos.
-yo… soy gay.
Continuará…
Notas:
Ari: Aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!! No saben el alivio que me da aclarar ese punto de una buena vez!!!!! Ya varios se lo esperaban, ¿no es así? Felicidades a Kali y a Mi Koushirou Yamato por descubrirlo primero que nadie… Lo de Yamato casado… jaja, lo que pasa es que lo leí en un review y me pareció muy gracioso ^__^
Cris: *levantose * ¡¡qué susto me diste!!! uuf!
Ari: lo siento, lo siento… Bueno, Al final ni Taiora ni Yamara existieron en este fic, mis disculpas a los fanáticos de esas parejas, pero así es la vida… y de todas formas… ¡no fue mi culpa! El fic originalmente iba a tener Taiora ¡pero Cris-chan me hizo cambiar de idea! _
Cris: no me miren así! A ella le gustó y aceptó... así que mírenla a ella!!
Ari: claro, todos culpen a la escritora… de todas maneras, creo que planteamos el amor de una forma distinta a la de los caps anteriores, porque Hikari y Koushirou pasaron tres años tratando de olvidar el amor y así solo consiguieron hacer que éste se fortaleciera, en cambio, Taichi, que se presionó para encontrar el amor, nunca fue capaz de hallarlo… en realidad, si no hubiese estado tan enfrascado en sus problemas, de seguro que una de las personas con las que salió antes le hubiese durado más de una cita… aunque es solo una suposición… a esperar que tenga más suerte de ahora en adelante…
Cris: cierto, cierto… oh! Ari-chan! Fue Sugoi!! Y pusiste Gundam Wing!!! Te pasaste!!
Ari: ajá, nos gusta mucho Gundam W, la trama no es muy interesante… pero los bishounen… drols… *^___^*
Cris: esperen a otro capitulo..... hasta luego!
Ari: y no olviden dejar review!!
