CASA PARA OCHO

Notas previas:

Ari: primero que nada, quiero disculparme con todos por mi enorme demora. Por lo general voy a mi propio ritmo al escribir, pero nunca me había pasado que aún estando inspirada no me dedicara a terminar el fic, lo siento. Ahora tengo más tiempo por vacaciones, espero ponerme al día rápido con todo lo inmediatamente pendiente.

Capítulo 20: La música lo dice todo…

La noche era clara y sin nubes. Yamato se preguntó si eso era una buena señal… Miró hacia atrás, donde su hermano menor y cinco de sus amigos lo acompañaban, expectantes de lo que sería la velada, como si supieran que había un secreto tras ella… El rubio volvió la cabeza hacia delante, ahora preguntándose si Mimi había insinuado algo… Lo descartó, ella era más prudente de lo que mostraba ser.

A pasos del local que era su vida ahora se le vino otra pregunta… ¿Se darían cuenta apenas entrar, o serían duros de cabeza como lo han sido los ocho meses que han estado juntos hasta ahora?

La pregunta del millón.

Yamato no pensaba en el bar donde trabajaba como un lugar muy revelador. Era un lugar para conversar, escuchar música, a veces bailar, pasar un buen rato… pero por lo general, en parejas del mismo sexo. O grupos del mismo sexo. O si venía un chico acompañado con una chica, al final de la noche el chico está en un extremo del bar con un chico, y la chica, en otro extremo… con una chica. Y para ese entonces ya no conversaban.

Dejó que una gota de sudor le cayera por la espalda. Si tratara de explicar eso verbalmente, conociendo a sus amigos, no faltaría el que pregunte ¿qué están haciendo si no conversan?… sería como contar la historia de las abejas y el polen o esa clase de tonterías…

Rogó porque a ninguno de ellos les dieran ganas de ir al baño sin compañía…

Tardó en darse cuenta que su mano estaba demasiado ajustada tomando el bolso donde cargaba su guitarra. Tomó el objeto con la otra mano para descansar la adolorida.

Su nerviosismo no podía afectar su presentación, eso lo sabía por seguro. No quería tener dudas, quería confiar en sus amigos, sabía que eran más comprensivos que Taichi… o algo más cercano al pensamiento racionalista de un ser humano común… porque Taichi definitivamente no era común. Aún así, tenía miedo del resultado… cualquiera que éste fuera…

El frío se acerca a mi soledad

Otra noche solo tengo que pasar

Discusión estéril sobre moral

¡No toleran ni un instante,

dicen que está todo mal!

El grupo comenzó a escuchar la música proveniente del local. La banda que tocaría junto con la de Yamato había llegado una hora antes y ya estaban animando al público. Eso hizo que el hermano de Takeru se relajara un poco. La música siempre lo tranquilizaba… por algo era su fuerte y se dedicaba a ella, ¿no? eso era algo que podía dominar…

Si, sólo respirar profundo y entrar, no tenía que simular nada ni estar tenso. Fuera el resultado que fuera, él estaba haciendo lo correcto.

Simulacro de tensión,

Simulacro de tensión,

Simulacro de tensión,

¡Amenazas de revolución!

Una vez adentro, una sensación curiosa llamó la atención de Sora. Unas horas antes Mimi había estado actuando raro respecto a esta salida, cuando las dos más Hikari se vestían para salir. Eso la hizo andar preparada para "algo".

Ahora, si tan solo averiguara lo que ese "algo" significaba…

El local era ruidoso, pero confortable. Ella solía salir muy seguido, pero nunca antes había sentido ese aire de descanso que proyectaba aquel lugar… había bastante gente, todos animados por las canciones del grupo que tocaba.

No pasó ni un minuto sin que lograran llamar la atención con su llegada. Un tipo de anteojos y cabellera oscura se le acercó rápidamente a quien había invitado a todos ahí.

-¡Yama, menos mal que llegaste!

-Si, disculpa la demora. – se giró a sus amigos. - ¿Les importa ir a sentarse por ahora? Tengo que atender otros asuntos…

Takeru y Mimi asintieron, como si fuera otra cosa lo que Ishida había pedido con sus palabras. Sora lo dejó pasar como si nada. Ese trío solía actuar extraño sobre muchas cosas, no era nada nuevo, y si llegaba a intrigarle, no lo demostraba.

Aunque, podría conectar el comportamiento con ese "algo" que sentía iba a ocurrir…

Tal vez, tal vez…

Sus pensamientos fueron interrumpidos… Apenas encontraron un lugar para sentarse, vio algo que definitivamente llamó su atención.

"Esos no son dos hombres… ¿¿Besándose??"

-Mimi… - la colorina la golpeó levemente con el codo para llamarle la atención. - ¡No vas a creer lo que estoy viendo!

-¿Qué pasa?

La mayor de las dos se le acercó al oído de la otra para decirle como un secreto.

-hay dos hombres besándose tres mesas más allá…

La "pelirroja" miró hacia donde le indicaba su amiga aguantándose la risa. La otra se escuchaba tan sorprendida…

-bueno, Sora-chan…

Tachikawa ya estaba dudando sobre qué decir, cuando se dio cuenta que eran observadas por una mujer sentada en la barra. La mujer notó que había sido descubierta y se acercó al grupo.

-Lamento haber parecido una acechadora desde allá. – dijo, con una sonrisa. Miró directamente a Sora. – Estaba esperando a ver si eras soltera o no, pero la suerte no me acompañó. – agregó, ahora mirando a Mimi.

Sora puso una expresión de completa ignorancia, mientras Mimi se echó a reír.

-No estamos juntas, - le aseguró a la mujer desconocida, entre risa y risa. – Jaja, Sora-chan está completamente disponible, al menos en mi conocimiento…

-¿En serio?

-¿Uh?– Takenouchi no entendía nada. - ¿De qué están hablando ustedes dos?

-wow, - interrumpió la voz de Jou. – díganme que no soy el único que se han dado cuenta que esto es un bar gay…

Koushirou y Hikari no escucharon, pues se habían sentado en otra mesa. Takeru y Mimi se mantenían en silencio, y Sora aún no comprendía nada de nada.

-Claro que es un bar gay. – respondió la mujer extraña, que por cierto, tenía el cabello castaño muy desordenado, y los ojos de igual color. - ¿Qué esperaban? Si querían algo "normal" podrían haber ido a otro lado…

-¿¿Qué?? – replicaron Sora y Jou al unísono.

-Ujum!. – Mimi tosió. – No sabía que podías llegar a ser tan… densa… Sora-chan. Esta chica te estaba coqueteando…

-¿Qué? ¿Qué quieres decir con eso? – se volvió a la mujer, que parecía realmente sorprendida con los nuevos e ingenuos visitantes del bar.

-¿Realmente necesitas que te lo explique? – interrogó la castaña.

-¡Jun! – Yamato volvió con el grupo justo en medio de la conversación. – Eh… veo que todos ya conocieron a Jun…

-Pues, no formalmente. – informó Mimi. - ¿Entonces asumo que tu nombre es Jun?

-Ajá, Motomiya Jun. Sólo "Jun" para los amigos, encantada.

-¿Jun-san? – el nombre había llamado la atención de Hikari. - ¡Si, eres tú!

La mujer también reconoció a la menor.

-¡Hikari-chan! ¡A pasado muchísimo tiempo!

-¿Ustedes se conocen? – preguntó Yamato.

-Creo que aquí hay una gran confusión… - finalizó Mimi, sin dejar su sonrisa.

-Jun-san es la hermana mayor de Daisuke-kun. – aclaró Hikari al grupo, sin dejar de mirar a su conocida. – no sabíamos de ti desde que terminaste la universidad, ¿Cómo has estado?

-Genial, gracias. Dai me contó hace poco de su encuentro contigo, pero no esperé volver a verte tan luego. ¿Cómo está Taichi-kun? ¡Lo he echado de menos! ¿Sigue tratando de espantar a tus novios?

La menor Yagami miró de reojo a su acompañante pelirrojo, sin embargo no quiso hablar del tema para no amargarse la noche, así que simplemente asintió.

-nunca supe como lo hacías para aguantarlo, Jun-san, me harían falta unos buenos consejos de tu parte…

-¿Motomiya-san y Taichi-san eran buenos amigos? – interrumpió Koushirou, interesando en la familiaridad de su novia con la hermana de Daisuke.

Hikari se ruborizó de repente, y se acercó a su oído para responderle. Luego, Izumi estaba tan rojo como su cabello y murmuró un leve "oh" de entendimiento.

Jun miró a la pareja y rió, volviéndose de pronto a Yamato.

-¿Estos son los amigos de los que me has venido hablando desde siempre? ¡Definitivamente no esperaba conocerlos así!

Sora miró a Yamato por un momento. Haciendo memoria... el hermano de Takeru jamás hablaba de sus otros amigos ni de dónde trabajaba hasta que los invitó hace unos días. Extraño...

Jun se sentó cómodamente al lado de Hikari y se pusieron al día con sus vidas. Yamato miró nervioso a la mujer y luego se volvió al resto del grupo. Giró su cabeza hacia atrás, donde el mismo tipo de anteojos le hacía señas para que se le acercara, y anunció que su turno de tocar venía en un rato.

Koushirou se mantenía pendiente de la interacción entre las dos chicas también, sonrojado aún por el comentario que le dijo Hikari al oído. Mimi observaba como Jou y Sora aún no entendían en qué tipo de lugar se encontraban. Takeru también los miraba con curiosidad, pero era más distraído con el ambiente en si, pues aunque llevaba mucho tiempo conociendo los gustos de su hermano, jamás se le había ocurrido antes acompañarlo a un lugar así, y definitivamente se sentía... diferente...

El freno de la música y el movimiento a su alrededor hizo que el grupo pusiera atención al escenario, donde acababa de subirse Yamato, el chico de lentes y algunos personajes más, y una vez arriba comenzaban a acomodarse con los instrumentos. Ishida se instaló en el centro y acomodó el micrófono, saludando al público.

-Muy buenas noches. – comenzó, formalmente. – como esta noche es especial, los muchachos y yo decidimos hacer una recolección de temas en honor a la gran banda que hoy nos acompaña, espero que lo disfruten. – miró hacia atrás, y con el pie marcó. – 1, 2, 3 y...

Me quieren agitar

me incitan a gritar

soy como una roca

palabras no me tocan

adentro hay un volcán

que pronto va a estallar

yo quiero estar tranquilo...

El grupo se veía muy entusiasmado, olvidándose de pronto de la incomodidad y lo extraño. Habían escuchado a Yamato antes, pero con el apoyo del sonido que sus acompañantes brindaban sonaba mil veces mejor que como Karaoke (y todos saben lo bueno que es Yamato como Karaoke, ne?).

El hermano de Takeru embozó una sonrisa al ver las miradas de admiración de aquellas personas que quería tanto. Le hacía sentir cómodo consigo mismo, y con lo que estaba por hacer...

Es mi situación una desolación

soy como un lamento, lamento boliviano

que un día empezó y no va a terminar

y a nadie hace daño...

El público coreaba la canción, al ser de las más famosas de la banda a la cual homenajeaban. Desde sus asientos Mimi y Takeru, uno al lado del otro, intercambiaban miradas con Yamato y sonreían. Mimi además pensó en preguntarle cuando fuera el momento adecuado a su amigo gay sobre el muchacho que tocaba los teclados... desde que habían llegado que aquel no hacía más que estar pendiente de Yamato...

Jou se sentía un poco fuera de lugar, al no relacionarse demasiado con la canción. Sabía que la había escuchado en alguna parte, pero no tenía muy buena memoria para eso. Aún así, le sorprendía ver la emoción con la que cantaba Ishida, se preguntó a si mismo si sería capaz de dedicarse a su profesión con la misma pasión. El ambiente lo envolvía tanto que todas las dudas de antes parecían haberse esfumado...

Y yo estoy aquí

borracho y loco

y mi corazón idiota

siempre brillara...

Hikari y Koushirou enlazaron sus manos aprovechando la ocasión. Era curioso que con todos los problemas, aún fueran tímidos en mostrar afecto en público.

La muchacha que los acompañaba tenía un brillo especial en los ojos al ver a su amiga tan feliz, y conociendo tan bien la canción, tenía ganas de divertirse un rato y se puso de pie.

Sora vio como Jun caminó hacia el escenario y subió, sin dudar. ¿Qué estaba haciendo? La respuesta vino rápido, cuando Motomiya le guiñó un ojo a Yamato al tomar su micrófono, y terminó la estrofa por él...

y yo te amaré

te amaré por siempre,

nena no te peines en la cama

que los viajantes se van a atrasar...

-Yamato-san es sorprendente. – comentó Koushirou, sin despegar sus ojos del escenario.

-Takeru-chan, debes estar muy orgulloso. – agregó a Hikari, sonriéndole a su amigo rubio.

-La verdad no sabía que era tan bueno...

-Ni yo. – Mimi habló. - Ojalá nos hubiese invitado antes acá...

Una canción vino tras otra, y luego un leve silencio para que la banda recuperara el aliento. Jun, aún en el escenario, bajó a buscar un asiento a pedido de Yamato. Cuando él estuvo instalado, tomó aire para recobrar su voz y se dirigió nuevamente al público.

-Ahora cambiaremos un poco el ritmo por algo más lento, ¿Les parece? – gritos afirmativos. – Bien. – se giró a las mesas donde estaban sus amigos. – Esta canción la compuse hace algún tiempo, pensando en este día. Espero... – dudó, callando por unos segundos. – Espero la entiendan... – pasó sus dedos por las cuerdas de su guitarra. – Se titula Creo...

_______________

Olvidé por algún tiempo la cruel posición,

del que busca y busca sin encontrar,

Todos saben desde dónde mirarse, sin dudar.

Muchas veces yo no sé en que creo,

lo importante es en algo creer,

Me sostiene en momentos que digo:

-"No sé qué hacer"-

Tal vez de nada servirá

hice algunas cosas sin pensar...

Y si estoy un poco aburrido

me empiezo a divertir...

¡Ya me pasaré la vida entera

luchando hasta el fin!

Y quiero olvidar lo mucho que perdí,

cuando quiera, comenzar todo de nuevo...

Quiero olvidar lo mucho que perdí,

y si en algo creo ahora, es en mi...

_______________

Takeru observó con algo de pánico como ninguno de sus amigos expresaba sentimientos claros. ¿En qué pensaban? ¿Qué dirían? ¿Por qué... todos callaban?

Mimi tomó al rubio de la mano. Trató de trasmitirle que... que no habían palabras aún, no hasta que Yamato fuera completamente sincero y dejara de dar vueltas en el asunto. No hasta que Yamato se bajara del escenario y caminara hacia ellos, como estaba haciendo ahora...

Ishida presionó una mano contra la otra, tratando de controlar sus nervios. Ahora se definiría todo... Sintió cuatro pares de ojos expectantes, que lo dijera... que lo dijera...

Abrió la boca, luego la cerró... la abrió de nuevo... tres intentos más y después...

-Yo... – tragó saliva. – Debería haberles dicho esto hace mucho tiempo, pero no me atreví. Y ahora...

Trató de mirar hacia Takeru o Mimi para darse fuerzas, sin embargo, su mirada terminó en Koushirou.

Y él... sonreía.

-Eres gay, ¿Verdad?

Completa sorpresa. Ambos rubios y la "pelirroja" abrieron sus ojos por completo.

-Tú... Kou-kun, ¿tú sabías? – Mimi no lo podía creer. – Pero... ¿Cómo...?

Izumi miró a Mimi y después a su novia, que también se veía sorprendida. Yamato aún estaba sin palabras, como los demás.

-Me recordabas a un viejo amigo. – Hikari puso una cara extraña. – Pensé que tú también te darías cuenta...

La menor observó al hermano de Takeru por un rato...

-Pues si, me recuerda mucho a Yuri-san, pero... - finalmente ella también sonrío. - Supongo que no lo relacioné.

-¿Quiere decir que no les molesta? – interrogó Takeru por su hermano, que no sabía qué decir.

-Para nada. – replicó la pareja al unísono.

-Umm, ¿Sora-chan? ¿Jou-san?... – Mimi y los demás ahora giraron su atención a los dos amigos que quedaban.

-Vaya... – soltó Sora, sin dejar de mirar a Yamato. Y tras unos segundos, agregó: - Que gran pérdida para el mundo de las mujeres...

Tachikawa río.

-¡Es mismo dije yo! Jaja...

-Mimi-chan... – continuó. - Tú sabías, ¿No es así?, ¿Desde cuando?

-Uh... ¿Junio? No recuerdo bien...

Sora se asombró.

-¿Y guardaste el secreto por todo ese tiempo? Wow, no esperaba que fueras tan confiable.

-¡Hey! – Mimi pareció ofendida.

-Bromeaba. – se disculpó Takenouchi. Luego se volvió a Yamato. – Me hubiese gustado que nos lo hubieses dicho antes. Han pasado ocho meses desde que vivimos juntos, deberías haber tenido la confianza...

El músico asintió.

-Lo siento, es cierto. Aún así... ¿Te incomoda?

Sora puso expresión pensativa.

-Es... extraño, pero es tu vida, y tú eres mi amigo. Después de ocho meses eso no debería cambiar, ¿O si?

-¡Claro que no! – replicó Ishida, regalándole una sonrisa a su amiga. – Gracias.

Y ahora, el último... Kido también tenía expresión pensativa, pero era más bien como si estuviera atando cabos sueltos...

-... ¿Jou?

El chico de anteojos notó que todos estaban expectantes a su respuesta. Sin saber por donde empezar, decidió confirmar algo primero...

-¿Es por esto que Taichi y tú han actuado tan extraño uno alrededor del otro desde hace meses?

Yamato bajó la vista al recordar a la única persona del grupo no presente, y asintió.

-Oh... – Jou prefirió dejar ese asunto para después. – Yo... no lo sé. Como dijo Sora, es extraño, pero no mi problema... O sea, ni siquiera ES un problema, es completamente normal... bueno, nunca había pensado en el tema antes, pero no veo porque debería molestarme. Digo... ¿Descubriste que eras gay antes o después de que nos reencontráramos?

-Antes.

-O sea, sigues siendo el mismo, y bueno, como dije, no lo sé, me parece bien, supongo...

-Tu amigo se da muchas vueltas. – aseguró Jun, quien estaba escuchando la conversación no muy atrás de Ishida. – Pero se nota que tiene buen corazón. ¿No es así?

El rubio hizo una afirmación con la cabeza. Lanzó un largo, muy largo, suspiro...

Yamato y Jun se sentaron con el resto a disfrutar lo que quedaba de la velada. El alivio que sentían Takeru y Mimi era incomparable con que el invadió a Ishida... Un peso tan grande sacado de encima... Si tan solo...

Yamato pestañeó, al ver a alguien conocido entre la multitud. Pero no podía ser... Lo buscó nuevamente con la mirada, y si, él estaba ahí.

-¿Adónde vas, hermano? – Takeru preguntó al verlo ponerse de pie.

-Quiero cantar una última canción.

El músico volvió al escenario y habló con su banda para preparar la música. Buscó a esa persona con la mirada nuevamente... Seguía ahí, y al parecer, había notado que estaba siendo observado... Yamato comenzó la canción antes que aquel se moviera siquiera.

Todavía no termino de comprender tus actitudes

todavía no termino de comprender.

Si agredir es expiar tus realidades cotidianas

¡Yo no soy tu blanco lo sabes bien!

La canción no era cantada con rabia, sino con decisión. Yamato estaba harto de su actitud, en especial ahora cuando ya no tenía nada que esconder. No dejaría que él le amargara una noche que hasta ahora iba tan bien, no dejaría que él le amargara ninguna otra noche de ahora en adelante, no con sus prejuicios y sus miedos estúpidos...

Lo miró directamente a los ojos. Le dijo con la mirada que el mensaje de la canción era para él...

Para Taichi.

Pero no te preocupa que el mundo vuele en pedazos

Siempre sucede eso, tu motivo debe ser que...

¡Sos un perdedor, es que no has amado!

¡Sos un perdedor y no te diste cuenta!

Taichi frunció el ceño y apartó la mirada. Desapareció en dirección a la salida, pero Yamato continuó la canción.

Después de todo lo que había pasado... por final se dio cuenta de lo injusto que fue Taichi. Que a pesar de no aceptar su forma de ser, debería haberlo tratado con el respeto suficiente. Que ignorarlo, o mirarlo en menos no era manera de tratar una amistad...

Por fin Yamato había comprendido, y Taichi llevaba las de perder. Si no mejoraba su actitud frente los demás, lo perdería absolutamente todo...

Continuará...

Notas:

Ari: Todos los pedazos de canciones ("Simulacro de Tensión", "Lamento boliviano", "Creo" y "Sos un perdedor") pertenecen los Enanitos Verdes, banda de rock argentina ^^