"Darkness"

Capítulo II."Afraid"

Por: Kyûketsuki Akari.

Manta y Tamao casi se van de espaldas ante esa pregunta, los ojos de ambos se agrandaron de sobremanera.

- ¿Cómo que quién es Anna? - Pronunció Tamao a la cual Manta tuvo que acercarle una silla antes de que azotara en el piso.

- .... - La itako no sabía que contestar solo se le quedó viendo extrañada a Tamao.

- Anna-san... ¿Sabes quienes somos? - Preguntó Manta acercándose a la cama donde se encontraba la chica rubia.

La joven sacerdotisa al ver que en la habitación no se encontraba nadie más que ella y los dos desconocidos que la miraban con preocupación tuvo que suponer que le hablaban a ella y que por consecuencia ella se llamaba Anna.

- Etto.. lo siento pero no.. - Miró a Manta con gran confusión, Tamao rompió a llorar al escuchar eso y Anna se sintió algo culpable, estas personas estaban preocupadas y tristes porque ella no los recordaba, agachó la cabeza entristecida y apenada - Gomen.. -

- Anna-san... no te preocupes, esta bien - El jovencito rubio le sonrió para brindarle seguridad y con algo de temor y dificultad, tomando en cuenta su tamaño, colocó su mano en el hombro de la itako, era difícil tratarla de esa manera sin esperar algún golpe por parte de ella, después de todo era Anna pero en ese momento en especial lucía tan frágil que Manta no pudo evitar darle esa muestra de cariño para demostrarle que él tanto como Tamao eran personas de las cuales fiarse.

En ese momento la puerta de la alcoba se deslizó dejando ver a la señora Kino que caminaba con la ayuda de su esposo.

- ¿Por que tanto alboroto? - Dijo la mujer mayor algo molesta, todo indicaba que la habían despertado de su siesta, pero al ver a la sacerdotisa despierta y sentada comprendió lo sucedido.

- Vaya, ya era hora de que despertaras, ya nos estábamos empezando a preocupar, ¿Cómo te sientes? -

- ¿Me pregunta a mí? - Preguntó Anna dudosa.

- Pues, ¿Quién más dentro de esta habitación ha estado más de doce horas inconsciente? -

Anna guardo silencio, bueno al menos ahora sabía que se llamaba Anna, que había estado inconsciente durante doce horas seguidas, que esas personas la conocían y que tenían un enorme dolor de cabeza sin contar que cada vez que se movía le dolían todos los músculos del cuerpo.

Kino comenzó a notar algo extraño en el ambiente, había tensión por parte de los dos adolescentes amigos de su nieto, sin contar que el aura que la itako despedía no era la de siempre, Anna siempre había procurado que los demás la vieran como una chica segura de si misma, con carácter pero tranquila, hacía verse ante los demás como una persona sin temores y con sabias soluciones para todo, por más percepción que alguien pudiese tener podía ver eso en Kyouyama, sin embargo, en ese momento solo podía ver.. ¿Confusión?, ¡¿Miedo?!.

-¿Qué sucede? - Preguntó Yohmei al ver que su esposa se quedó pensativa y sin habla, Manta pensó en hablar con los abuelos de Yoh invitándolos a salir de la habitación ya que sentía que era algo delicado y deberían hablarlo con calma pero antes de que pudiera hacer algo Kino Asakura se separó de su esposo y comenzó a caminar por ella misma acercándose y parándose a un lado de la chica rubia.

- Parece que se te olvido algo o ignoras muchas cosas ¿No es así Anna? -

La itako asintió, de repente se puso nerviosa, sintió que a esa mujer le debía un inmenso respeto aunque no la recordara.

- Bueno ¿Qué es lo primero que quieres saber? -

Anna pensó, trató de acomodar su pregunta no quería verse como una tonta frente aquella señora, era extraño, pero sentía un gran necesidad de no quedar mal con la mayor de los Asakura.

- ¿Cuál es mi nombre?, quiero decir, se que mi nombre es Anna, demo.. ¿Cuál es mi apellido? -

- Te llamas Anna Kyouyama - Pronunció la anciana secamente.

- ¿Y ustedes quiénes son? -

- El anciano que ves parado en la puerta es Yohmei Asakura, mi esposo, ellos son Tamao Tamamura y Manta Oyamada tus amigos y los de mi nieto y yo soy Kino Asakura, la persona que te entrenó para ser la gran itako que eres ahora -

Oh sí! como la ha sacado de dudas pensó Anna, de repente empezó a sentir que el dolor de cabeza aumentaba.

- ¿Y mi familia? - Preguntó, Kino guardo silencio, Yohmei pareció impresionado por la pregunta.

- Lo único que tienes que saber es que eres Anna Kyouyama una itako con grandes poderes, estas bajo los cuidados de los Asakura y estas entrenada para ser la esposa del próximo shaman king y ese será mi nieto, eres una persona con carácter fuerte, sin temores y tu única misión es entrenar a mi nieto Yoh para que sea más fuerte y logre su objetivo -

Manta y Tamao se quedaron tiesos al escuchar las frías palabras de la mujer que denotaban una orden implícita que decía que no preguntara más.

Yohmei solo se quedó serio.. sabía que su mujer lo único que trataba era proteger a Anna de parte de su pasado ya que estaba bastante confundida ya como para contarle cosas tan complicadas, porque por su puesto que la vida de la sacerdotisa no había sido fácil, de hecho la vida de ninguno de ellos lo había sido por el simple hecho de ser diferentes a las demás personas.

Kino-sama se dio la media vuelta y camino hasta donde estaba su esposo, se quedó parada dándole la espalda a los tres jovencitos y habló con voz fuerte y clara.

- Lo que tenían que hacer en este sitio ya acabo, así que prepárense para volver hoy mismo a la aldea Apache al lado de Yoh, donde Anna debe de estar - Guardó silencio un momento y luego se viró a observar a la chica mal herida - Anna, te aseguró que cuando todo pase me entenderás...- Con estas palabras salió de la habitación al lado de su esposo.

- Me preguntó porque Kino-sama se comportó así - Dijo una Tamao muy confundida.

- ¿Quién es Yoh? - Les cuestionó la chica rubia.

- Yoh es nuestro amigo .. y tu prometido Anna-san - Anna alzó la ceja al escuchar esas palabras y Manta se apresuró a decir algo más - Es una personas muy buena y agradable vas a ver que cuando lo conozcas te va a caer muy bien - "Que raro se escuchó eso" pensó Manta después de todo Anna conocía a Yoh desde que eran pequeños, era extraño pensar que lo tendría que volver a conocer.

- Bueno.. iré preparando las maletas para partir cuanto antes - Les habló la chica de pelo rosado.

- Hai! vas a ver, Anna-san, que cuando estés allá te vas a sentir mejor -

- Supongo ... - Contestó la rubia con un toque de temor en su voz, conocería a más extraños, a más personas que sabían cosas de ella y sin embargo ella no conocía nada de ellos, debía reconocerlo tenía miedo, mucho miedo.. sobre todo al notar que Kino-san no quería hablarle bien acerca de su pasado ¿Qué tenía su pasado de malo como para que no se lo dijera?, después de todo eran sus recuerdos, aunque en esos momentos no pudiera recordar nada.

- Anna-san.. ya verás que iras recordando las cosas poco a poco, todo va a estar bien - Manta le sonrió imitando el gesto de su mejor amigo - las veo afuera - Dijo saliendo de la habitación para permitir que Anna se cambiara.

Les esperaba un largo viaje, un viaje donde entre él y Tamao le explicarían lo mejor que pudieran a donde iban, a quienes se iban encontrar, le harían ver que estaría en confianza y que no existía motivos para tener miedo o desconfianza, porque pudo notar que Anna estaba inquieta y como no estarlo considerando que para ella todo era desconocido y extraño.

Pero tenía la confianza de que su amigo lograra tranquilizarla con su sonrisa pasiva y despreocupada, así como lo había hecho varias veces en el pasado tanto con él como con todos sus amigos, incluso con Anna.

Se abrió la puerta de la habitación dando paso a Anna con su acostumbrado vestido negro, aun con vendajes en su cabeza y su mano derecha, se podían apreciar unos cuantos moretones en sus piernas y brazos y con la mirada repleta de confusión, la misma que había tenido desde que despertó, tras ella venía Tamao con unas maletas.

- Nos vamos - Les dijo el pequeño Oyamada sonriendo.

- Hai! Manta-san - Contestó Tamao intentando sonreír.

- Aa.. - Dijo la rubia itako en un murmullo.

Fin del capítulo II.