Disclaimer: Based on characters and situations created by JK Rowling.

Spoilers: Mainly book five.

N/A: Esto simplemente me saltó en la cabeza. Está pésimo y ni siquiera lo he revisado mucho, pero va del corazón. Hoy me siento full cursi.

Dedication: To my beloved asshat. These are mostly my feelings on you.

Summary: Andrómeda mira a Ted una mañana.

Ayer en el desayuno no hice más que mirarlo, siempre tan risueño, con esa sonrisa bonachona que lo identifica. Está rodeado de gente que lo quiere y lo aprecia, tal como es. Luego miro a mí alrededor y veo cantidades innumerables de rostros fríos, y egoístas, concentrados en sus propias vidas sin ni siquiera pensar en lo que la persona de al lado puede estar sintiendo. Mis hermanas, sobretodo. Narcissa charla en voz baja con Lucius Malfoy, y Bellatrix lee un libro de Artes Oscuras y ocasionalmente levanta la mirada y ve a Sirius en la mesa de Gryffindor, en su rostro se ven reflejadas tantas emociones, tan variadas, desde el amor más sincero hasta el odio más apasionado y puro.

Luego vuelvo a mirarlo. Ahora está concentrado en su plato: huevos, pan y fresas, todo mezclado. Su cabello es oscuro, muy corto. Su cara es ovalada y su mirada profunda. A simple vista no es un muchacho atractivo. Pero si alguien se fijara en las líneas de su cara, podrían llegar a descubrir una dulzura nunca antes vista. Levanta los ojos y nuestras miradas se cruzan. Al verme me sonríe, y yo siento como mi corazón se salta un latido. Ese es un sentimiento que solo pasa cuando lo veo a él. Luego vuelve a charlar con sus amistades, y yo me doy cuenta, una y otra vez, de la manera más dolorosa, que él no siente lo mismo que yo. Que el tiempo más perdido es el amar sin ser correspondido.

Mi cerebro me obliga a pensar que no debería sentirme así, trata de convencerme de que él y yo somos dos mundos distintos. De que a la hora de la verdad la sangre que corre por sus venas está sucia. Pero no puedo evitar preguntarme a mí misma si eso de verdad es importante. Sangre. Herencia. Ascendencia. Aún hoy, luego de un año de haberlo conocido bien, un año desde que dejó de ser una cara más vestida de azul y plateado y pasó a ser el objeto más anhelado por mi alma, aún hoy, no dejo de preguntarme ¿por qué? ¿Por qué mi corazón tuvo que escoger a Ted Tonks? Tantas opciones más aceptables, más interesantes que hay a mí alrededor. Como todos los días, me convenzo a mí misma de que el amor es una decisión. No un virus que nos infecta y que no podemos controlar. Que yo debo ser capaz de escoger a la persona que quiera. Sin embargo, sé que en veinticuatro horas, habré redescubierto, como todos lo días, que todo es eso es una mentira.