Hola!!! Me alegro mucho de que les este gustando el Fic, no se como saldrá esta "adaptación", pero el libro esta muy bien. He recibido algunos consejos a través de los reviews, y voy a hacerles caso, jaja. No voy a seguir al pie de la letra lo que pasa en el libro, pero si la mayoría, porque pienso que alteraría un poco la historia.

Los capítulos, distribuidos como yo tenia previsto, saldrían demasiado cortos y serian demasiado, así que, los haré más largos y habrán menos.

Antes de poner él capitulo, me gustaría pedirle un pequeño favor a los que han leído el libro, y el tema es sobre algunos personajes. He pensado en esto (dadme vuestra opinión):

-Richard (Sirius Black) -Ellen (Lily Evans) -Ian (James Potter) -Emmeline (Hermione Granger) -Malcolm (Ron Weasley) -Rauk (Voldemort)

Estos son los personajes que tengo "mas o menos" claros, peor aun me faltan muchos. Decidme que os parecen estos y aconsejadme otros personajes, os lo pide una escritora en auxilio, jajaja.

Gracias

Besos

Laura "la viuda" Black

Miembro de la Orden Siriusana

-CAPITULO 2-

-HARRY-

Algo me martillea dentro de la cabeza y siento unas insoportables punzadas en el brazo, que en estos momentos, no sangra tanto, gracias a la chica a la que sigo hasta la enfermería, pero no es allí donde me lleva, aunque me gustaría saber donde. Otra cosa, no me acuerdo como se llama.

Recuerdo que el profesor la llamo por su nombre, pero no le preste atención, en esos momentos estaba, no se, muy lejos de allí. Es algo extraño, pero no me sorprende, estoy acostumbrado a que me pasen cosas raras. Y ese es el motivo por el que nos hemos venido a vivir aquí. A este pequeño pueblo que creo que no aparece ni en los mapas.

Mi vida es un poco complicada, y se debe a que mi padre no tiene un trabajo estable desde hace almenos unos años antes de mi nacimiento. Por esa sencilla razón, me he pasado la vida yendo de un lado a otro, de un colegio a otro, y cuando llegaba a hacer amigos, otra vez me tocaba irme.

Parece que las desgracias nos siguen a todas partes. Hace unos años, una inundación se llevo nuestra casa y el negocio de mis padres, y poco después nos quedamos arruinados. Mi padre esta invalido de una pierna tras un accidente que sufrió. Según nos ha comentado el medico, acabara perdiendo la pierna. Y ya que estudio y mi hermano es demasiado pequeño, toda la responsabilidad y el peso de la familia, recae sobre mi madre. Y tampoco digamos que esta muy bien, ya que en lo primeros años de casada, estuvo muy enferma y no pudo desarrollar ninguna clase de aptitud laboral.

La brisa fresca me golpea al salir del edificio y me saca de mis pensamientos. Aun voy detrás de la chica que camina decidida y despreocupada a la vez. Va vestida con la típica falda gris de colegiala, por encina de la rodilla, y me fijo en que tiene unas bonitas piernas. Tiene la piel muy clara, como si tuviera anemia o algo, y hace un gran contraste con su pelo, que es rojo oscuro y largo por la cintura. Me parece atractiva, yo diría que es diferente a las demás, y por lo que he oido al salir de la clase, no parece que sea muy popular.

Ahora me acuerdo, se llama Ginny. Bonito nombre. Al parecer no vamos a la enfermería, porque estamos llegando a campo abierto. Tengo que apurar el paso para poder alcanzarla.

-¡Eh! – la llamo y se gira – Te llamas Ginny, ¿no? – la chica asiente – No es por ser grosero ni maleducado, pero ¿no se supone que tenias que acompañarme a la enfermería?

-No sé porque – dije con un tono de burla – Allí no tienen ni idea de curar

Y sin mas, me da la espalda y continua andando. Me quedo plantado ante su respuesta, y la alcanzo, cogiendola del brazo con la mano que no tengo herida.

-¿Acaso me estas secuestrando? – le pregunto

La chica se queda mirándome y se ríe. La verdad esque tiene una belleza deslumbrante. La acabo de conocer y ya me parece especial, me encanta su risa.

-Te llevo a casa de mi abuela – me responde

-¿Es enfermera?

A la espera de una respuesta, observo una mueca llena de ironía, que se convierte en una maravilla sonrisa.

-Bueno, no exactamente.

La acabo de conocer y ya confió plenamente en ella. Y creo saber porque. Es esa sonrisa, tengo cierta debilidad por las sonrisas. Pero de todas ellas, la de Ginny es especial.

-¿Y donde vive tu abuela? Creo que me voy a desangrar antes de que lleguemos.

-Si todavía sangras, apriétate mas en vendaje.

Se acerca y mira el corte. Por la cara que ha puesto, es mas profundo de lo que creía. Después, vuelve a poner el vendaje y lo tensa más.

-Gracias, Ginny

Alza la cabeza y nuestras miradas se vuelven a cruzar. No sé, pero es un momento en el que parecemos novios, pero son solo imaginaciones mías, aunque si he de ser sincero, no me importaría en lo absoluto, aunque la acabe de conocer. Entonces, siento la misma sensación que tuve en clase, como si alguien me espiara, me sondeara. No sé, pero me asusta y grito:

-¿Qué coño pasa?

Ella aparta la mirada y sin mas, vuelve a subir por un empinado y estrecho camino.

-¡Eh! – la llamo y corro para alcanzarla. No se, pero necesito una respuesta, y creo que ella es la única que puede dármela - ¿Sabes que ha pasado antes en...?

-Pues claro – lo ha dicho como si fuera lo más normal - ¿Acaso tu no lo sabes?

-Si lo supiera, ¿crees que te lo hubiera preguntado?

-¿Qué supones que ha pasado?

Sonríe y me da la impresión de que esta jugando conmigo, es como si me estuviera poniendo a prueba, y no me gusta eso.

-No tengo ni idea, pero solo sé que se aparta de todas las reglas.

-¿Qué reglas? – me pregunta desconcertada

-Pues las reglas que rigen la rutina de cada día – contesto

-Harry, ¿en todos los aspectos de tu vida sigues las reglas? – me quedo callado porque no sé que contestarle – Tiene gracia

-¿Qué es lo que tiene gracia?

-Que no te des cuenta de lo que te ocurre

-Y según tu, ¿qué me ocurre?

Pero Ginny no me contesta, y me mira fijamente. Quiero apartar la vista de ella, de sus ojos, pero no puedo.

-¿Acaso no te das cuenta? ¡Tu poder! Tienes un poder inmenso – alza la voz y levanta las manos con las palmas hacia arriba – En tu interior – prosigue golpeándome el pecho con un dedo – Lo percibo. Y sé de que hablo.

-Tú eres un poco rarita, ¿no? – me llevo el dedo índice a la sien y lo giro

Da media vuelta y echa a caminar. Se ha enfadado, y no tengo mas remedio que correr para no perderla

-Lo siento – me disculpo

-No pasa nada, además, no eres el primero que me lo dice

-Ah ¿no?

-¡Que tonto eres! – sonríe golpeándome en el brazo sano

-¿Sabes? Tu tampoco eres la primera que me dice eso – sonrío

La sonrisa se le agranda y le brillan los ojos. Solo quiero que siga hablando, me encanta su voz. A ver si encuentro un tema de conversación donde no pueda meter la pata y donde no me suelte otra vez la estupidez de mi "poder" ¡Qué tontería! Un poder, ¿yo? Tiene gracia.

-Bueno y ¿a qué se dedica tu abuela? – le pregunto pero la respuesta no es la que me esperaba.

-Es bruja

¿Bruja? Ahora no pienso que sea rara ¡Qué va!, Mas que eso, ¡Esta loca! Primero me dice que tengo un poder, me ha insinuado que lo que ha pasado en clase lo he provocado yo, y ahora me dice que su abuela es bruja. Solo me faltaría que me convirtiera en rana y que me tenga que besar una princesa.

-Ya veo – respondo tratando de intuir por donde va – Asi que Magia Negra y todo eso, ¿no?

-Magia Negra jamás – me dice con preocupación – Molly nunca haría nada que pudiera dañar a una persona. Toda su magia es buena, Harry, mi abuela cura.

Entonces sé que habla completamente enserio, y yo que creía que me estaba tomando el pelo. Al ver la cara de incredulidad que he puesto, se apresura a aclararme la situación.

-Mira Harry, no suelo alertar los rumores que corren por el pueblo sobre mi abuela y sobre mí, pero aunque tu no seas consciente, tu también tienes el don – me explica y yo abro mas los ojos – Siento mucho si te he asustado, pero un poder tan fuerte como el tuyo puede ser muy peligroso, sobretodo si no puedes controlarlo.

-¿Me estas queriendo decir que tu y tu abuela sois brujas? – pregunto finalmente después de haber digerido sus palabras

-Si, supongo que podrías llamarlo así

-Perdóname Ginny por lo que voy a decirte, peor la magia no existe.

-Si que existe – me dice suavemente

-Nunca me vas a convencer de eso porque...

-¿Por qué no riges las reglas...? – termina por mí

-Almenos las mías no, eso lo tengo clarísimo.

-esta bien, como tu digas – me dice con dulzura – No te preocupes, no debería haber sido tan brusca. Molly explica mejor las cosas que yo – me sonríe – Anda ven, ya queda poco.

Me toma del brazo con dulcura y yo dejo que me lleve. Creo que es mejor no montar numeritos, además, alomejor no esta tan mal de la cabeza como parece, o por lo menos no tiene pinta de peligrosa, sino no estaría por ahí suelta, ¿no?. Veremos como es su abuela.

-GINNY-

No he tardado nada en averiguar un montón de cosas acerca de Harry Potter. Lo que más me sorprende, esque no tiene ni idea de que posee un don. Falta de confianza en sí mismo, así como una mentalidad muy cerrada. No quiere ver mas allá de sucesos inexplicables o aquellas cosas, que como muy bien ha dicho, no siguen las reglas. Pero no me voy a dar por vencida.

Acompaño a Harry por las ultimas curvas del sendero que termina en nuestra propiedad. La casa es la única construcción a la vista. A ver que piensa Harry de nuestra casa.

Es una pequeña edificación de madera con la base de ladrillo, tiene un tejado a dos aguas y un viejo garaje adosado. La mitad inferior de la fachada sirve como escaparate de la tienda de Molly. En la parte de atrás, están las habitaciones de Molly, la cocina-sala estar y un baño. Mi dormitorio ocupa todo el piso superior.

Abro la puerta principal, por la tienda, y hago pasar a Harry. Molly esta en la parte trasera, y enseguida aparece. Le sonrió, pero dura poco, porque nada mas ver a Harry, Molly se ha queda en shock. No sé porque, pero algo va mal. Y mis sospechas se confirman cuando se pone a gritar.

¿Por qué ha reaccionado así nada mas ver a Harry? No lo entiendo. Balbucea cosas raras acerca del diablo o yo que sé. Al final, se calla, pero respira entrecortadamente. Poco a poco, y temiendo su reacción, miro a Harry. Tal y como temía. Tiene cara de incredulidad, sorpresa, e incluso, miedo. Lo que me faltaba, ¡Ahora si que pensara que estamos locas!

-¿Qué té pasa? – le pregunto a Molly

-Serpientes, he visto serpientes en él – contesta señalando a Harry con la mano temblorosa – Tiene que haber sido una visión. Había almenos veinte y le cubrían todo el torso.

-¿Qué crees que pueda significar? – le pregunto interesada

-La verdad esque no lo sé, cariño – me responde mas calmada – Pero las serpientes suelen indicar la presencia de lo diabólico.

-Bueno, nos acabamos de conocer, pero no he detectado nada maligno en él – le respondo

-¿Me disculpáis? – nos interrumpe Harry – Mirad, todo esto debe ser muy divertido, y si condigo recobrar el sentido del humor, cosa que no creo que pase, estoy seguro de que me reiré mucho. Por el momento, me conformare con una tirita. Sabéis lo que es, ¿no?

-Harry, espera un momento, deja que te lo explique – le digo. No quiero que se vaya.

-Ginny, no te ofendas pero... no creo que quiera escucharlo – y sin mas, se da media vuelta y se dispone a salir, pero me interpongo entre el y la puerta.

-Almenos, deja que te curemos. Es lo mínimo que podemos hacer

-Mejor no. Ahora, déjame salir o te prometo que saldré por la puerta aunque sea contigo por delante.

De pronto, una suave brisa empieza a soplar y a agitar las campanillas y los artilugios de la tienda. No esta cargado de ira como en clase, no es, es como música, es mágico.

-¡Que maravilla! – exclama Molly sonriente – Te llamas Harry, ¿verdad? – Él asiente – Si eres tan amable de sentarte un momento.

Olvidando las prisas por irse, se siente en el taburete que le indica Molly y la brisa cesa, al mismo tiempo que ella empieza a curarle el brazo.

-¿Qué demonios es esto? – alza la voz Harry cuando Molly le aplica un liquido

-Es Tintura de San Pedro. Es un antiséptico, antiinflamatorio y sedante – le responde Molly

-¿Y no puedes usar uno normal? No sé, uno de los que venden en el súper.

-El corte no es demasiado profundo – dice mi abuela sin hacer caso a las palabras de Harry – Ya esta, no creo que necesites puntos. Si se pone rojo o se irrita, será mejor que vayas al medico.

Cuando Molly termina de curarlo, Harry empieza a husmear por la tienda, mirando con curiosidad los objetos raros de la tienda, mientras que mi abuela me lleva un poco aparte, y empiezo a contarle lo que paso en clase.

-Es muy amable, pero no sé, percibo mas cosas. Tiene un aura impresionante.

-Esta lleno de poder, Molly, ya lo sé.

-Lo que más me extraña esque no se haya dado cuenta, Gin. Los que nacen con talentos así, o se dan cuenta muy pronto o no los perciben jamás.

-Pues el poder de Harry es inmenso, pero el no sabe que lo tiene – le contesto – ¿Crees que haya alguna razón para que salga ahora?

-No lo sé cariño, son solo conjeturas.

-Si el poder de Harry es tan grande que incluso puede manipular el tiempo, puede pasar cualquier cosa si no lo controla – le dijo un tanto preocupada

-Un poder descontrolado puede causar grandes daños. Averigua mas de el, a ver que encuentras, pero ten mucho cuidado, parece muy vulnerable.

No podemos seguir conversando porque Harry se acerca, le da las gracias a Molly y salimos fuera. No sé, pero no quiero que se vaya, aun no.

-No tiene mucho sentido que volvamos al colegio ahora – le digo

Bueno, que les ha parecido? No se como estará quedando, a mí me gusta bastante, pero no sé, sois vosotros los que opináis. Déjenme algún review, please.