"Mundo pokémon".
La entrenadora feliz.
Sentret el rastreador.
(capítulo #4).
Hecho por: Joe and Celebi the time travelers.
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En las entrañas del bosque Fantasía se encontraba nuestro amigo Joe admirando junto con sus dos pokémons (Eevee y Pidgey) la gran escena de esa mañana: un grupo de Hoppip que flotaban en el cielo, jalados por una refrescante ráfaga de viento, nuestros amigos admiraban eso con una sonrisa, mientras los pokémon algodonados parloteaban con alegría, -Hooop, Hoooooooppiip, hoooooppip-, Joe sacó su pokégear y lo apuntó a los pokémon:
@-Hoppip, el pokémon algodón, su cuerpo es tan ligero que puede ser jalado por la ráfaga de viento menos potente, este pokémon puede predecir el clima-@.
Los pokémon parecía que saltaban en el aire, mientras movían las ramitas verdes de su cabeza en forma giratoria. En eso se oyó un –¡¡¡HOOOOOOOP!!!-, los pokémon habían estirado un poco su cuerpo y de sus ramitas salió un polvo rosa, que hizo que de las plantas retoñaran flores, y tenían un agradable olor de frescura, seguían pasando más Hoppips. Pidgey se acercó a ellos volando alegremente en círculos, platicaba con ellos, ellos seguían rociando su polvo y el olor perduraba, también los árboles se llenaban de flores y frutos.
Joe detrás de él oyó una voz que le dijo...
???: -dicen que ese polvo puede hacer evolucionar a los pokémon tipo planta si estos están expuestos a esas esporas-.
Joe volteó rápidamente viendo frente a él, la hermosa figura de una chica sentada en la rama de un árbol, usaba en su cabeza una gorra rosa, con un Chansey dibujado en ella, tenía ojos azules y traía puesta una coqueta minifalda blanca, su cabello era de color rosa, y usaba colas de cabello rizadas sujetadas cada una con broches blancos.
???: -Hola, mi nombre es Hannah-.
Dijo mientras estiraba la mano para que Joe la saludara, pero este impactado con la belleza de la chica no decía nada, tenía cara de Gloom, la chica repitió su nombre, haciendo que Joe reaccionara: -mucho gusto, mi nombre es Joe-, saludó a la chica y reía tímidamente con la mano izquierda en la cabeza, sonrojado por lo que había pasado.
Joe: -vengo de pueblo Torrente, y ¿tú?-.
Hannah: -Yo de ciudad Magenta, acabo de iniciar mi viaje con...-. Buscando a los lados volvió a decir: -oh, seguramente se detuvo a oler las flores, ¡¡¡veeeeen!!!-. Decía mientras daba tres palmadas.
A lo lejos se oyó un sonido raro que se cercaba, luego un pokémon rosa tomaba forma saliendo de las sombras, era algo grande, tenía tres rizos en cada lado de su cabeza que hacían que se viera hermosa, repetía su nombre alegremente mientras caminaba.
La entrenadora volvió a hablar con una sonrisa: -bueno, empecé mi viaje con este Chansey-.
El pokémon rosa se acercó a ella, la entrenadora le empezó a acariciar la cabeza con su mano izquierda.
Chansey, corrió viendo el polvo rosa de los Hoppip (que aun pasaban volando), y bailoteaba, en el solar emocionada por este suceso, Eevee también la siguió. Pidgey aún seguía volando y charlando con los Hoppip.
Los dos pokémon admiraban el polvo rosa mientras decían: -¡¡¡Chaaansey chaaansey chansey!!! (¡¡¡esto es hermosos!!!)-.
-¡¡¡Uuuiiii!!! (¡¡¡sííí!!!)-.
Los entrenadores hablaban, también con propósito de conocerse mejor, mientras Joe sacaba su pokédex:
@-Chansey, el pokémon feliz, a este pokémon no le agrada pelear, sin embargo su labor es alegrar y animar a los entrenadores. Es muy utilizado para ser enfermera, gracias a su inteligencia. Siempre carga un huevito a todos lados, que no se sabe si es su cría o cualquier otro que se encontró-@.
Joe: -¿Así que los Chansey son pokémon que no les gusta pelear?-.
Hannah: -Sí, pero mi Chansey es más sensible que todos los demás, le encantan las cosas alegres, y no le agrada que los que lo rodean estén tristes, también le gusta oler las flores y la verdad no sé como le voy a hacer para ganar la liga si escogí a un pokémon que no pelea-.
Joe: -entonces, ¿por qué lo escogiste?-.
Hannah: -porque lo que más te debe de importar de un pokémon son sus sentimientos no qué tan bueno pueda ser en batalla. M ira, yo vengo de una familia donde te enseñan desde niña que lo más importante de un pokémon es su seguridad, soy hermana de la enfermera de ciudad Magenta, sólo que a mí me gusta ser entrenadora y no enfermera-.
Joe: -Es cierto. Pero, el pokédex dice que un Chansey siempre carga un huevito en esa bolsa, y el tuyo no tiene uno-.
Hannah: -no lo ves, mi Chansey aun es muy pequeño, no puede tener crías todavía, es una niña aun. La razón por la que empecé con este fue porque el Chansey de mi hermana mayor tenía bebés Chansey, y este se encariñó conmigo, ojalá vieras mi casa, está llena de Chansey corriendo por aquí y por allá-.
Joe: -ja ja ja quisiera ver eso. Oye se nota que tu color favorito es el rosa-.
Hannah: -claro que sí, además mira tengo un pokégear rosa-. Dijo sacándolo de la mochila (rosa por cierto) y mostrándoselo con una sonrisa.
Pasaron dos horas desde que habían comido los tres pokémos y los dos humanos, platicaban, y reían con tanto placer que parecía que se conocían de toda la vida (para ese entonces los Hoppip ya se habían marchado, y Pidgey se había despedido de ellos entregándole una flor a uno en signo de amistad).
Hannah: -ah, por cierto, vine a estos lugares porque me avisaron que aquí anida un pokémon llamado Sentret, se me hace muy lindo, desde hace mucho que lo quiero atrapar, ¿no has visto tú uno de esos?-.
Joe: -¿Sentret?, vamos a ver...-. Sacó su pokédex:
@-Sentret, el pokémon scout, puede extender su gruesa cola, parándose en ella, para registrar el lugar en donde vive, si hay peligro emite un potente grito que es capaz de escucharse muchos kilómetros a la redonda-@.
Joe: -¡¡oooooooh!!, entonces vamos a buscarlo-. Dijo golpeando su mano izquierda con el puño derecho.
Empacando algunas cosas necesarias en las mochilas los chicos partieron a otro lugar para buscar a un Sentret (o tal vez dos), el Chansey se retrasó un poco para oler unas flores azules muy grandes cuando de pronto del pasto salió un Raticate que amenazaba la amenazaba con sus enormes colmillos, el pokémo rosa gritó:
–Chaaaaanseeeey-, su entrenadora volteó y puso gesto de miedo, -nooooo, Chansey-, Joe enseguida dijo: -¡¡¡Eevee a la acción!!!-, la entrenadora se dirigió al pokémon: -no, espera Eevee, creo que podemos controlar eso. ¡¡¡Chansey, haz ataque de atracción y dale a Raticate un beso de ángel!!!-.
Chansey besó la mejilla de Raticate quien enamorado tenía los ojos en forma de corazón. Luego el Raticate actuó muy extraño y persiguiendo a Chansey la quería abrazar, pero Hannah le lanzó una pokébola y lo atrapó con facilidad.
Hannah: -ves Joe, así se hace el trabajo-.
Joe: -Ooooh-.
Hannah: -Bueno, ahora continuemos, tenemos que encontrar a un Sentret-.
Joe: -no a dos-.
Hannah: -Sí, pero el primero que encontremos será mío-.
Joe: -nooo, mío-.
Hannah: -no señor, será mío-.
Joe: -¿por qué tuyo?-.
Hannah: -porque...pues...porque sí...ahh..porque las mujeres somos primero-.
Joe: -Ah, que chistosita-.
Hannah: -sí, va a ser mío, mío, mío, mío, mío, mío, mío, mío, mío, mío, mío, mío...-.
Joe: -no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no...-.
Los tres pokémon decían:
(U_U!) -Uuuuii , UUUiiii uuuiii (compórtense como jóvenes maduros)-.
-Chaaansey chaaaan (esque no lo son)-.
-Uiii, ui, ui (ja ja ja)-.
-Pppidgey, ppidgey (ja ja ja)-.
-Chansey, chansey, chansey (ja ja ja )-.
Joe y Hannah seguían discutiendo y los pokémons seguían riendo, mientras caminaban en busca de Sentret.
Luego de dos horas de no tener suerte, seguían buscando.
Joe: -¡¡¡Pidgey, vuela por los aires en busca de un Sentret!!!-.
-ppppidgey-.
El pokémon ave se elevó por los aires, y rastreaba desde arriba, volteando a todas partes.
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A lo lejos. –¡Abra, usa tu teletransportación!, ¡sigue así!, ¡vamos Pichu sigue con tu mega puño!, tenemos que llegar en buena condición a ciudad Magenta, para ganar la medalla-. Gritaba una chica a sus pokémon.
-¡Pi! (¡ok!)-.
-¡bra! (¡sí!)-.
El Pichu seguía golpeando con el mega puño la almohadilla de boxeador, que sostenía su entrenadora con firmeza.
El Abra seguía teletransportándose, y aparecía arriba de un árbol, en la rama más alta, y en todas partes.
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Nuestros entrenadores seguían buscando al Sentret...
Hannah: -tengo sed, me duelen las piernas, tengo hambre, estoy muuuy cansada, estoy despeinada, necesito una cama, estoy toda sucia-.
Joe: -podrías callarte y concentrarte en la búsqueda-.
Hannah: -pero, pero...-.
Joe: -pero nada, sigue el ejemplo de tu Chansey, ella no se queja-.
Hannah: -¡Ah!, un momento...-.
Joe: -¿Qué?-.
Hannah: -¡¡¡ Sal, Raticate!!!-.
Joe: -tuviste mucha suerte al poder capturar ese pokémon-.
Hannah: -Es lo que se logra con el poder femenino-. Decía cerrando el ojo y colocando sus dedos en señal de "amor y paz".
Joe: -ya, no seas exagerada y feminista-.
Cuando Raticate vio a Chansey, puso ojos de corazón y se lanzó sobre ella con propósito de besarla, paro la entrenadora le dijo:
Hannah: -¡Raticate, cálmate o te regreso a la pokébola!-. (no les suena, ¡¡¡Wooobuuu!!!).
Mientras los chicos caminaban, pasaba un Caterpie con apuro, Joe no lo vio sino lo hubiera capturado.
Joe: -¡¡¡Pidgey, ves algo allá arriba!!!-.
-Pppppidgey ppidgey pidgey (negativo mi general).
Joe: ¡todos los pokémon aquí presentes, sigan atentos!-.
Todos los pokémon afirmaron con la cabeza mientras repetían su nombre a coro, y estaban formados en fila india (como los soldados).
En el aire, Pidgey comenzó a gritar descontroladamente:
-¡¡¡Ppppidgey ppp pppidgey!!!(¡¡¡Joe ahí está uno!!!), ¡¡¡pppidgey ppp ppidgey!!!(¡¡¡en el árbol!!!)-.
Joe entendió lo que su pokémon le dijo y corrió al árbol.
Hannah: -no, espera, ¡quedamos en que el primero era mío!-.
Joe: -no quedamos en nada, además mi Pidgey fue el que lo encontró-.
El entrenador subió el árbol en el que estaba el pokémon, era pequeño, estaba comiendo nueces, movía la cola encantadoramente, cuando Joe llegó hasta el lugar en el que el pokémon estaba sentado, dijo con una pokébola en la mano derecha: -eres mío-. El pokémonle sonrió, sin saber lo que pasaba, pero luego vio la pokébola en la mano del chico y con algo de miedo empezó a correr, el entrenador lo persiguió (cuando se trata de asuntos de los pokémon nadie lo detiene), -Uuuiii uuii (espera Joe). Seguían corriendo velozmente, uno detrás del otro.
Hannah: -¡vamos, Chansey Raticate tenemos que atrapar a ese Sentret!-.
-¡Cate! (¡está bien!)-.
-¡Chansey! (¡vamos!)-.
La entrenadora y sus dos pokémon empezaron a correr sin suerte, Raticate iba delante de Chansey y Hannah.
Más adelante, Eevee trataba de alcanzar a su entrenador, y hacía agilidad para correr más rápido, pero Joee y el Sentret ya iban muy adelante.
Eevee perdió de vista a su entrenador, y paró, lo mismo pasó con Hannah y sus pokémon, se detuvieron al llegar con Eevee porque no había rastro de Joe.
-Ppiiiiidgey ppidgey pppidgey (yo los voy a buscar por aire)-.
-¿UUUUiiii, uuuiiii, uuuii? (¿Joe dónde estás?)-.
Gritaba desconcertado el pokémon. Joe no podía escuchar los gritos de su pokémon porque iba demasiado lejos. Sentret comenzaba a cansarse –Sentret sentret sentret-jadeaba, hasta que tropezó con una piedra que estaba allí, Joe le lanzó la pokébola pero Sentret con su cola se la devolvió haciendo que este se pegara con ella en el estómago.
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Hannah: -¡nos vamos a separar para encontrar a Joe, y aquí en esta piedra nos reuniremos en cuarenta y cinco minutos, los que no tengan reloj arréglensela como puedan, cada quien irá con un acompañante, sólo uno!-.
Eevee fue con Chansey y Hannah con Raticate, esta última tenía el propósito de encontrar a un Sentret y capturarlo.
Todos se separaron, tomando caminos totalmente separados.
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En algún lugar del bosque Fantasía, Sentret seguía evadiendo los pokébolazos de Joe, los dos estaban muy cansados como para seguir.
Joe había parado de arrojarle la pokébola a Sentret, este logró huir, a Joe eso ya no le importaba, además necesitaba a otro pokémon para capturar a Sentret, tenía que idear un plan para lograr la distracción de Sentret como lo hizo con Eevee al principio, pero el Sentret ya había escapado.
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Hannah logró ver tres Sentret que corrían apresuradamente, ella se emocionó pero los Sentret ya habían desaparecido, luego uno más apareció trepando el árbol, el lugar estaba repleto de Sentret, ella con corazones en los ojos, sacó su pokébola y dijo:
-¡Raticate, no quiero que lastimes a ese Sentret, solo inmovilízalo!-. El pokémon obedeciendo a su entrenadora, corrió a sujetar con fuerza al pokémon scout. Raticate le agarró las manos y los pies Sentret, pero el pokémon lo golpeaba duramente con su gruesa cola en la cabeza de la rata.
-Rati, cate (rápido), cate, cate, raticate (no voy a resistir mucho)-.
Hannah: -está bien, ¡¡pokébola atrápalo!!-.
La pokébola salió disparada de la mano de la chica y se abrió encerrando al pokémon, esta se movía sin parar.
Hannah: -¡Raticate, listo por si se abre!-.
-Cate (sí)-.
La pokébola no paraba de moverse...
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Joe escuchó un ruido:
-¡¡¡sentreeeeeeeeeet!!!-.
Sentret se había lastimado la pierna con una rama que colgaba de allí. Joe lo cargó y le dijo: -¿qué tal si en vez de tratar de escapar, me ayudas a encontrar a mis amigos?-.
-Sentret sentret (está bien)-.
Sentret se paró como pudo en una piedra, luego extendió su cola verticalmente quedando sostenido sobre ella, aclaró su garganta y lanzó un fuertísimo gritó:
-¡¡¡Sentreeeeeeeeeeeeeeeeeeet!!!, ¡¡¡sentreeeeeeeeeeeeeeeeeet!!!-.
Pidgey algo lejos de allí logró oír el grito de Sentret y voló rápidamente, en busca de su entrenador.
En otra parte de allí Eevee y Chansey escucharon el grito de Sentret y corrieron a encontrarlos, lo mismo con Hannah y Raticate.
Joe sorprendido por lo que estaba viviendo sacó una poción de su mochila y trató de curarle la pierna a Sentret, este enojado, saltó hacia atrás lastimándose más y cayendo.
Joe: -Sentret está bien, sólo es medicina para curarte tu herida, aunque al princippio vas a sentir un piquetito de Weedle-.
-Sen sen (está bien)-.
El chico roció de el spray la pierna del pokémon herido quien con un poco de dolor decía, -treeet (ayyyy)-.
Joe: -ya está vez sólo fue poquito-.
-Sentret se sentret sentret sen tret sen(poquito para ti, haber ponte de esa cosa en una herida a ver si no te duele)-.
Sentret comenzó a echarse aire en la herida (como lo hacemos nosotros).
Reanudaron su viaje (Sentret en brazos de Joe ya que no podía caminar).
Pidgey, Eevee y Chansey los encontraron, ya había caído la noche, la luna y las estrellas alumbraban el oscuro cielo, luego Hannah encontró también a Joe mostrándole su nuevo Sentret.
Hannah: -ja mira yo sí tengo un Sentret y tú no-.
Joe: -Bueno, eso ya no importa, creo Sentret que mañana tienes que ir con nosotros hasta el centro para que te curen, luego que ya estés bien puedes ir a donde quieras, ¿está bien?-.
-Sen sen (está bien)-.
Los chico se durmieron en su bolsa (de dormir).
Ese fue un día más en el camino a ciudad Magenta.
Esta historia continuará...
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