¡¡¡¡¡¡WENAS!!!!!!!

Capítulo dedicado a Kat Basted y Duare, creo k son las únicas que me leen... ¡¡Para vosotras!!!

Esta vez he tenido menos reviews... :'( El próximo capítulo lo subiré si tengo, por lo menos, 5. Que no os cuesta nada, solo es pulsar el go y escribir lo que queráis. Aunque solo sea un "ánimos" o "tu fic no me convence". Lo que sea, pero cinco reviews.

Bueno, espero que ahora con la salida del 5º libro me lea más gente... Al final en catalán salió igual que en español... pero weno, lo que importa es que así todos podemos leerlo al mismo tiempo ^^.

-----^o^-----^o^-----^o^-----^o^-----^o^-----^o^-----^o^-----^o^-----^o^---- -^o^----------^o^-----^o^-----^o^

CAPÍTULO 5: ¿QUÉ PASA CON LOS TATUAJES?

Severus y Snape (n.a./ ya sé que suena raro, pero...) le acompañaron a la enfermería para que pudiese estar un poco con su tía y su primo. Harry temía la reacción de Petunia. Si hubiese sido por él habría entrado para ver como se encontraba su primo y habría salido rápidamente. Pero por ordenes de Dumbledore debía pasar el mayor tiempo posible cerca de "la sangre de su madre". Y seguiría las órdenes al pie de la letra, no quería de ninguna manera provocar otra muerte por no hacer caso a la gente.

-Potter, debo pedirle que se comporte. Snape –al ver la cara de dicho muchacho rectificó, no era el momento de otro arranque del chico, no en la enfermería- el señor Snape y yo estaremos en mi despacho.

-Profesor... -dijo con voz temblorosa

-¿Si?

-¿No podrían ustedes quedarse un poco conmigo? –El hombre le miró con la cara desencajada. El muchacho había cambiado mucho. ¡Le estaba pidiendo que se quedase con él! Definitivamente sus tíos habrían sido muy malos... ¿Pero qué habría hecho Petunia para que él la temiese de esta forma? ¿Tan malos eran sus tíos con él?

-Lo siento, señor Potter, pero yo tengo prohibida la entrada a la enfermería. La reacción de su tía sería aún–al darse cuenta de lo que había estado a punto de decir calló. Y volviendo al tono que utilizaba siempre con él replicó –¿Acaso el señor "yo-soy-el-mejor" Potter tiene miedo?

Después de oír esto no podía admitirlo, de ninguna manera. Decidió que lo que tuviera que pasar, pasaría, aunque estaba intrigado por lo que el profesor Snape había estado a punto de decir... Calló y abrió la puerta.

Murmuró un "gracias" casi imperceptible al profesor y éste le contestó que pasaría a por él dentro de un par de horas. Se giró y vio la profesora McGonagall. Parecía un poco preocupada, aunque mantenía la cara severa de siempre.

-Hola, Potter. Su tía y su primo están allí –dijo señalando la última cama. Las cortinas no dejaban que Harry pudiese ver las personas que había dentro. Se acercó silenciosamente y se quedó quieto delante de las cortinas.

Minerva se quedó sin habla. El que meses antes había sido un chico fuerte y alegre no era el que tenía delante, de ninguna forma. Tenía unas ojeras tan marcadas que parecía una calavera. Su piel era pálida, demasiado. Y estaba más delgado de lo que era normal en él, lo que en términos reales significa que estaba esquelético. Ya no había ni una pizca de vida en su cara. Lo único que le impulsaba a vivir era el hecho de no estar muerto.

-Venga, Potter, no tema entrar ahí, nadie se lo va a comer... -Harry a miró un momento y luego entró. Su tía estaba sentada en una silla, dormida. Y su primo... parecía dormir, pero algo le decía a Harry que no era eso exactamente lo que sucedía...

-¿Aún no ha despertado? –Por toda respuesta McGonagall negó con la cabeza.

-Potter, ¿ha llevado alguna tarea para hacer? No, profesora.

-Bien, aquí tengo algunos libros que te pueden servir para hacer los deberes de mi clase, supongo que no los has hecho, ¿me equivoco?

-No, profesora.

-Bien, ahora te los dejo para que puedas hacer algo mientras tus familiares no despiertan. Madamme Pompfrey está en casa de una prima suya que está enferma, así que tendremos que esperar a que venga alguien de la orden. Ayer Albus le dio unas pociones, pero no sabemos si han hecho efecto, pues el muchacho no parece haber reaccionado a nada.

-¿Puedo ver su brazo?

La profesora suspiró. No podía impedírselo. –De acuerdo, pero no despierte a su tía.

El brazo de Dudley estaba todo lleno de costras, casi parecían escamas rojas y negras. El tatuaje poco a poco iba tomando forma. Ya se veía claramente que sería una calavera, aunque quizá si no lo hubiese sabido de antemano no se habría dado cuenta. Empezaba a temer que no podrían hacer nada, y todo sería, otra vez, culpa suya, únicamente suya.

En ver que la cara de Harry cambiaba McGonagall se preocupó. Este chico acabaría mal, muy mal, si no hacían alguna cosa. Quizá un perro, como había pedido, no sería tan malo. No podían obligarle a olvidar, en cambio un compañero canino quizá serviría para sacarle de su cabeza, ya que tendría que dedicar algo de tiempo al animal. Hablaría con Severus. Al fin y al cabo éste no había negado la posibilidad, por lo que, seguramente, accedería. Pero volvamos a la enfermería.

Harry pasó suavemente el índice por el tatuaje, resiguiendo lentamente el contorno de la mancha negra. De pronto sintió una punzada muy fuerte en la cicatriz. Se alejó de un salto.

-¿Pasa algo, señor Potter?

- No, nada. –El dolor se había ido tan rápidamente como había venido. Miró la profesora a los ojos, inquisitivos. –Es solo que al tocarlo... nada, que he sentido una pequeña punzada en la cicatriz. –Sabía que de nada serviría insistir, pero, a juzgar por la cara del chico, no era tan pequeña, la punzada.

-¿Tiene idea de si eso puede considerarse normal o, por el contrario es una cosa que sucede exclusivamente con la marca de su primo?

-N.no,no lo sé –dijo tartamudeando un poco.

-Voy a avisar a Severus. Albus enseguida que llegue vendrá. No te muevas de aquí, por favor. Si alguno de los dos despierta no dejes que se muevan... por favor. ¡Ah! Empieza los deberes, venga.

*------------------------*--------------------------*----------------------- -*----------------*-------------------*

.

Habían pasado ya cinco minutos cuando la puerta se abrió y entraron la profesora McGonagall y los dos Snape. La cara de Severus no expresaba ningún tipo de emoción, pero Harry, sin saber como, notaba que estaba preocupado. Pero, ¿por quién? Porque por él seguro que no, nadie se preocuparía por él.

- Vamos a ver, Potter. Minerva me ha dicho que has notado algo extraño al tocar la marca de tu primo. Vamos a ver qué pasa si tocas la mía. Se arremangó la manga de la túnica y dejó que Harry acercara el dedo a su marca. Su cara de asco mostraba lo mucho que odiaba aquél tatuaje y Harry se preguntó una vez más por qué el hombre había hecho aquello y porqué Dumbledore le había perdonado, sin saber que antes del fin del verano, mucho antes, tendría la respuesta a esta pregunta.

No notaba nada, solo el tacto de una piel caliente (n.a./ no seáis malpensados... ¬¬). Cuando llegó a la serpiente sin ser consciente cerró los ojos y vio un muchacho de unos diecisiete años peleando con otro que se parecía a él. No quería caer en el mismo error de antaño y alejó el dedo rápidamente.

El hombre se había dado cuenta de algo, como si alguien entrara en su mente, pero la Occlumency no había funcionado y no sabía exactamente qué había pasado.

- Lo siento –murmuró el Harry.

- ¿Qué ha sucedido? ¿Qué es lo que sientes?

- Que he entrado en la mente del profesor. Pero no sé si tiene algo que ver esto con Dudley... No me ha dolido la cicatriz para nada.

- Hablaré con Albus en cuanto llegue. Ahora mismo voy a mirar si está en –Severus le indicó que callara. Decir que iba al cuartel general de la Orden del Fénix podía causar una conmoción en Harry.

- Si uno de los dos despierta, aunque el chico lo dudo, dale un poco de desayuno, por favor.

- Pero Minerva, ¿no puedo ir yo? ¡Sabes perfectamente que no puedo quedarme aquí! No te acuerdas de lo que provocamos la última vez?

-Por dios, Severus, erais unos críos y estaban los otros por medio, ahora...

-Entendido, pero date prisa. –Minerva salió de la enfermería.

- Snape, acérquese. ¿Ha recibido educación mágica?

-"Señor" Snape. (n.a./ si habéis visto Piratas del Caribe, lo dice en el mismo tono que Jack cuando dice Capitán Sparrow... ^^).

-Vamos, dejémoslo ya, sí? ¿Está seguro de que no tiene nombre?

-Soy el Señor Snape.

-Este muchacho no tiene remedio –suspiró Severus. –Bien, pues pronto le buscaremos un nombre. Y ahora, ¿puede responder a mi pregunta?

-Sí, señor. Voy a cursar el sexto curso.

-Pues mire, haga los mismos deberes que Potter. Así ambos tendrán algo a lo que dedicar su tiempo y podrán ayudarse, aunque dudo que "San Potter" acepte recibir ayuda..." –Al ver la cara de Harry no pudo evitar sentirse mal. Sabía que no estaba bien lo que iba a hacer, pero no pudo evitarlo. Parecía tan deprimido... -Venga, Harry, que si se porta bien y come un poco le dejaré tener un perro.

- ¿De verdad, profesor?

- Solo si se porta bien, ¿de acuerdo?

-Sí –La cara del joven había cambiado un poco.

Hacía ya un par de minutos que los chicos trabajaban y Severus leía un libro de aburridas pociones cuando oyeron un poco de ruido. Petunia se había despertado y Severus no sabía qué hacer. Al final optó por ofrecerle desayuno adoptando su típico tono frío de voz.

- Buenos días, ¿se encuentra mejor?

-¡Tú! –Al ver la cara del hombre, los ojos del cual giraron indicando a Potter decidió responder. –Sí, estoy un poco mejor. ¿Y Dudley?

- De momento no ha dado señales de mejora. ¿Quiere algo para desayunar?

- Si no le importa un huevo frito con un poco de bacon y zumo de piña.

- Está bien. –Picó de manos y llamó a un elfo doméstico. Tía Petunia, como observó Harry, no parecía sorprendida. –¿podría traernos un huevo frito con bacon, un zumo de piña, un café y algo para los chicos?

El elfo era Dobby. Al mirar a los dos jóvenes que trabajaban saltó corriendo hacia Harry. -¡Señor Potter! ¡Señor Potter! –Harry levantó la vista y no pudo evitar sonreír.

-Hola Dobby. ¿Cuántas veces tengo que decirte que soy Harry? –Dijo mientras el elfo le abrazaba por la cintura.

-P.pero señor, ya sabe que no puedo... -el rostro de Harry se ensombreció- de acuerdo se... Harry. ¿Qué quiere que le traiga? –Harry iba a responder "nada" cuando el otro dijo que ya buscaría algo y desapareció con un plop.

En dos minutos volvió y todos comieron, incluso Harry. En medio del silencio se oyeron unos pasos en el pasillo. La puerta se abrió y entraron Dumbledore y McGonagall. Ambos parecían preocupados.

Contaron todo lo que había pasado a Dumbledore. Después éste dijo que quería visitar a Dudley y dejó que Harry y Snape se quedasen, pero hizo salir a petunia y a Severus.

*----------------*--------------------*--------------------*--------------- *------------*----------*-----------*

Ya fuera Petunia se atrevió a romper el silencio.

-¿Severus?

-¿Sabes el tiempo que hace que no me llaman así, Albus aparte?

-Hm... déjame pensar... unos... ¿quince años? –Severus sonrió, una sonrisa de verdad, una como nadie le había visto desde mucho tiempo atrás.

-Creo que te has acercado bastante. ¿Cómo te va todo?

-Ya lo ves... No hay remedio. Es mi familia, nadie puede evitar que pasen cosas extrañas... Pero, ¿podrías explicarme qué le pasa al hijo de mi er... al chico éste?

-¿Aún continúas así? No tienes remedio, no tienes ni idea de lo difícil que es esto para él. Ya sé que yo le trato pero que tú, pero, al fin y al cabo, soy Severus Snape. En cambio tú... con todo lo que pasó... Aún no ha superado lo de finales del curso anterior, es muy difícil para él.

-¿Pero qué pasó?

-¿En serio no lo sabes?

-Pese a lo que puedas creer no soy una bruja como tú –la palabra bruja la dijo con asco-, así que no tengo poderes para entender qué le pasa a la gente sin que me lo expliquen.

-Verás... creo que no va a ser fácil para ti, pero no tengo más remedio. Sirius Black, que no era culpable de los cargos que se le inculcaban, murió o algo peor al acabar el pasado curso. Y Harry estuvo allí. Él cree que todo fue su culpa porque el que no debe ser nombrado le lavó el cerebro para que fuese al departamento de Misterios, y para salvarle, Sirius...

- No puede ser, no puedes decirme esto, simplemente no puedes...-Petunia empezó a llorar. Al final se desplomó al suelo y Severus la cogió en brazos, abrió la puerta y la dejó en una cama.

-¿Qué ha pasado, Severus?

-Le he contado los hechos del curso pasado.

-¡¿Qué has hecho qué?! No tendrías que haberlo hecho...

Harry y Snape lo estaban escuchando todo, aunque no parecía que se enterasen de nada...

- Por lo menos no hemos acabado como la última vez...

- Severus, ¡la última vez estaban Sirius y James, pero ahora todo será distinto! ¡tendrías que ser más responsable, ya no tienes quince años!

Débiles lágrimas empezaron a recorrer el rostro de Harry. Se levantó para pedir explicaciones, pero al recordar a Sirius y lo oído anteriormente no pudo más y cayó al suelo, desmaiado.

-----^o^-----^o^-----^o^-----^o^-----^o^-----^o^-----^o^-----^o^-----^o^---- -^o^--^o^-----^o^-----^o^----- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡WOLAS!!!!!!!!!!! ¿Qué os ha parecido? ¿Empezáis a ver la relación entre Petunia y los otros? ¿Qué pasará con los tatuajes? ¿Por qué Harry nota cosas extrañas al tocarlos? Hehe la respuesta cuando tenga 5 reviews ^^. Venga, que no os cuesta nada, solo un par de minutitos...

KAT BASTED: ¡¡¡Wolas!!! ¡Muchísimas gracias por tu review! XD creo k vas a tener que esperarte un poco para saber de donde viene el pequeño Snape... ¿Y qué te parecería si apareciese otro muchacho? XD... ya verás... de momento te dejo con tus dudas... :-P ¡A ver si me dejas otro review!

DUARE: Digo lo mismo... ¡muchas gracias! Quizá en el próximo capítulo os diga algo del chico Snape, pero aún no sé... quizá os dejo agonizando un poco más... Espero leer tu opinión sobre este capítulo también.

Para dejarme cualquier tipo de comentario, alabanzas, tomatazos, criticas, preguntas... TODO, pulsad al go y escribid.

Khye

|

|

|

|

|

|

V