"Mundo pokémon".
Hoy presentamos:
No digas adiós, sino hasta luego.
La aparición de la chica Rocket.
(capítulo #5)
Joe and Celebi the time travelers.
Lugar: Bosque Fantasía.
Hora: 8:41:37 p.m.
Día:Viernes.
Fecha: 4 de abril de 2003.
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Joe y Hannah admiraban la luna y las primeras estrellas de esa noche, sus pokémon dormían una pequeña siesta antes de ir más noche a la cama (es un decir).
Joe: -¿son hermosas verdad?-.
Hannah: -sí, cuando las ves, te hacen sentir que eres pequeñísimo en comparación a todo el universo-.
Joe: -es cierto, ¿no las has contado?, yo una vez lo hice y te digo que llegué a 23,169-.
Hannah: -si lo he hecho pero pierdo la cuenta rápidamente-.
Joe: -a veces hago cosas raras-.
Hannah: -yo también hago cosas extrañas a veces-.
Joe (pensando): -pero no tanto como lo que he hecho y como lo que me ha pasado-.
Luego de 15 minutos el pokégear (celular)de Hannah (con tono de Dodrio) comenzó a timbrar...
Hannah: -sí, bueno...-.
En el centro pokémon de ciudad Magenta una enfermera Joy hablaba con su hermana (Hannah)...
Enfermera Joy: -Tienes que venir pronto, ha surgido un problema-.
Hannah: -pero...¿por qué?-.
Enfermera Joy: -una enfermedad extraña ha surgido, miles de pacientes vienen, diario, necesito que vayas a ciudad Ébano porque allí tienen la medicina, es urgente, muy urgente, te mandaré a mi Rápidash, debe de llegar mañana en la mañana, cuento contigo-. Decía la enfermera con lágrimas en los ojos.
Hannah: -Está bien... mañana voy para allá-.
Tono de colgado
Joe: -¿qué es lo que pasa?
Hannah: -una enfermedad extraña ha surgido en ciudad Magenta, tengo que ir a ciudad Ébano por la medicina mañana por la mañana, mi hermana estaba hablando enserio, nunca la había visto llorar, me da tristeza a mí también-.
Joe: -entonces mañana partiremos a ciudad Ébano...-.
Hannah: -¡nooo!, iré sola-.
Joe: -pero, ¿por qué...?-.
Hannah: -mi hermana mandará a su Rápidash para que me lleve, tiene que llegar mañana en la mañana, además tenemos que ir rápido-.
Joe desconcertado: -oh, entiendo. Entonces mañana nos diremos adiós-.
Hannah con lágrimas en los ojos: sí, pero nos volveremos a ver-.
Joe: -y, ¿si no?-.
Hannah: -te estaré esperando a que llegues a ciudad Magenta, no partiré sin ti-.
Joe: -está bien entonces, tenemos una horas para despedirnos-.
Volvieron a sentarse en la hierba, viendo las estrellas, abrazados, sabiendo que no les quedaba mucho tiempo juntos. Hannah aun con lágrimas en los ojos, estaba desarrollando en su corazón algo más que amistad por Joe, a pesar de que llevaban cuatro días de haberse conocido, ya que él era atento y cariñoso con ella (aunque a veces discutieran un poco).
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-Dooo -.
-Doooo-.
-Doooo –las tres cabezas de Dodrio anunciaban el arribo de la mañana.
Los entrenadores habían dormido en la hierba.
Los pokémon se despertaron al oír el canto de los Dodrio. Eevee movió un poco a su entrenador para despertarlo también. Pasadas dos horas desde ese momento, Hannah le explicó todo a Chansey, quien invadida por la melancolía se fue a despedir de todos con un llanto incontrolable.
A lo lejos se escuchaban galopes aproximándose, era el Rápidash. En cuanto Hannah lo vio, empezó a llorara en hombros de Joe, a quien también se le salían algunas lágrimas.
Joe: -te juro que nos volveremos a ver-.
Hannah limpiándose las lágrimas y sonriendo un poco: -claro que sí-.
Joe: -es bueno que lleves a Sentret al centro para que le curen la pierna herida -.
Hannah: -creo que sí -.
Joe: -¿aceptas Sentret? -.
-Sen, sen (sí) -.
-Entonces, hasta pronto -dijo Joe estirando la mano para dar a Hannah un saludo de despedida. Ella estrechó la mano de su amigo, y lo abrazó, luego seguido por un tierno beso, él le correspondió también, los dos estaban allí obedeciendo a su corazón, durante el suave y tierno beso entre los dos Joe acariciaba la espalda de la chica. Luego ella separó sus labios de los de su "amigo" y dijo algo apenada: -pe, perdón-. Joe le contestó:-no hay problema –también apenado. Ese momento de tristeza se había convertido en un bello instante para recordar.
Joe le ayudó a la chica a montar el Rápidash, ella dijo: -hasta pronto-, y junto con sus pokémon se marchó camino a ciudad Magenta, para luego ir a ciudad Ébano. A lo lejos se veía la silueta de la chica montada en el caballo quien galopaba velozmente con paso firme.
Luego de dos horas...
El chico yacía sentado en la hierba, pensando en lo sucedido de hace algún tiempo.
-Cómo pudo suceder eso, aunque pensándolo bien, me gustó fue algo increíble, no sabía que lo podía hacer en realidad-.Sus pensamientos seguían vagando cuando Eevee lo interrumpió porque ya era la hora de el almuerzo.
-Uuuuii-. Dijo mientras se oía su estómago rugir.
Joe: -Es cierto, no hemos comido-.
Ya en sentados en el suelo, comiendo Joe le dijo a Eevee y Pidgey: -ojalá Sentret se la esté pasando bien-.
Varios minutos después, nuestros amigos habían llenado su estómago demasiado, habían comido como ricos, tanto que tenían panza de Snorlax.
Joe eructó: -BUUURRRRP, ay esto sí estuvo delicioso-.
Los dos pokémon comenzaron a jugar, y Joe encendió el radio de su pokégear, mientras estaba acostado nuevamente en la hierba...
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Radio: -Hola a todos, en todas partes de Ether que nos estén escuchando, soy Oak y estoy acompañado de la guapísima Mary, Mary que te parece si pongo la canció de "la búsqueda del maestro"-.
Mary: -me parece perfecto!!!-.
Oak: Allá va...-.
Canción: -Pokémon.
No hay duda en mi decisión
hoy sé cuál es mi dirección.
Por mis amigos busco lo mejor...
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Joe no haciéndole caso al pokégear... seguía pensando.
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-Katy casi nos hacemos entrenadoras –decía una chica con dos mechones largos en su cabello, color castaño, con pantalones un poco flojos, y una camiseta china (como las de Ranma).
-¡Ay sí que emoción¡ -le decía la chica llamada Katy que tenía ropas escolares.
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Joe se había quedado dormido en la hierba, mientras Eevee lo despertó moviendo una pata en su cara. El chico arrugando la cara se levantó finalmente.
Joe: -¿¿qué, qué pasa?? –decía algo extrañado.
Uuui uuuii ui (tenemos que irnos) -.
Joe: -¡ah!, es cierto –hablaba mientras se estiraba.
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Profr. Oak: -esto es desconcertante, el clima es diferente esta época del año, pero ¿por qué? Esta pasando algo muy raro, eso quiere decir que... no, eso es una tontería -. El profesor veía algunos reportes en su computadora.
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Joe, Eevee y Pidgey siguieron su viaje, no con tantas emociones que antes ya que habían perdido un integrante del grupo y una excelente amiga.
Joe: -Bueno, la vida sigue, al igual que nosotros –decía con un suspiro.
Nuevos bríos acompañaban a nuestros amigos esta vez, con esperanza de capturar más pokémon ese día, aunque ya llevaba cuatro días sin hacerlo.
Luego de un instante el entrenador se detuvo, tocando un árbol de manera extraña y murmurando: -creo que este es un buen lugar -.
-¿Uuuiii uuuii? (¿para qué?) -.
Joe entendiendo las palabras de su amigo pokémon le contestó mirándolo: -ah... es un gran lugar para entrenar –sonrió un poco.
Arrojó la pokébola del ave con estilo -¡¡¡Veee Pidgey!!! –el Pidgey moviendo sus alas y repitiendo su nombre se materializó al salir del objeto circular.
Joe: -¡¡¡bueno chicos es hora de entrenar!!! –dirigió a los pokémon diciéndoles que iban a jugar una carrera los tres, Pidgey volando y los otros dos corriendo.
Joe se les adelantó demasiado a los dos pokémon, pero estos solo estaban calentando, así que Eevee utilizando su agilidad logró dejarlo atrás fácilmente, lo mismo pasó con Pidgey, que reincorporando su vuelo, batió sus alas y dejó en desventaja al entrenador, quien sorprendido trató de alcanzarlos, pero ya había corrido demasiado así que se cansó, y paró un poco, animando a los pokémon.
-¿Uui uuuii ui uui? (¿qué tal si regresamos Pidgey?) -.
-Pppidgey ppidgey ¡ppidgey!(está bien ¡vamos!) -.
Ellos emprendieron su retorno hacia el entrenador, quién les dijo –felicidades chicos, sigan así, y aumentarán su velocidad en muy poco tiempo -.
Siguieron con su entrenamiento, unos minutos más, cuando... un Rattata apareció delante de nuestros amigos logrando la distracción del entrenador y de los pokémon. El pokémon rata murmuraba –Rattata, rattata –con gran alegría y con un ojo cerrado en señal de coqueteo.
Joe sacó un queso de su mochila y se lo ofreció a la rata, ganándose el agrado de esta.
El entrenador sacó una pokébola, el Rattata viéndola inmediatamente, saltó unos cinco metros más allá de Joe para evitar ser capturada y murmuró algo molesto –rattaa... -, el entrenador decidido dijo: -ya veo que lo pones difícil... entonces. ¡¡¡Veee, Pidgey!! –el pokémon repite su nombre mientras se acerca al Rattata. Pidgey ordenado por su entrenador embiste al pokémon contrincante pero este con su ataque rápido logra esquivarlo, Pidgey trata de embestir tres veces más con gran velocidad, pero Rattata más rápido y con facilidad sigue evadiendo.
Joe: -¡¡¡Pidgey, embestida desde el aire, luego ráfaga!!! -.
-Pppidgey (está bien) -.
El pokémon bate sus alas, de las cuales salen grandes proporciones de aire que hacen que Joe se eleve un poco, mientras que el Rattata se aferra a la tierra para no salir disparado por el viento, pero la resistencia de esta, no tarda en agotarse y las ráfagas de Pidgey hacen que choque contra un árbol. Joe estaba apunto de lanzarle la pokébola, cuando este se repone algo herida y con coraje repite su nombre.
Joe: -¡Pidgey, acércate a Rattata! –el entrenador grita apuntando al Rattata. Mientras, el pokémon ave repite su nombre en señal de lealtad, acercándose al pokémon rata.
Joe: -¡Ataque de ala! –Pidgey sacude rápidamente sus alas golpeando cruelmente a Rattata. Este aprovechando que Pidgey esta cerca se prende de una mordida en una de sus alas, la cual empieza a sangrar por la fuerza de los colmillos de su oponente. El pájaro aun tenía la fuerza suficiente como para crear un ataque ráfaga una vez más para vencer completamente al Rattata.
-Pidgey (ráfaga) –con dolor el pokémon bate sus alas generando un tornado muy poderoso Joe sale volando y cae en la rama de un árbol raspándose el brazo izquierdo, Rattata choca nuevamente contra otro árbol, Joe le lanza la pokébola y queda atrapado. Pidgey cae al suelo sin más energía y herido. Su entrenador corre a cargarlo al igual que a la pokébola de su nuevo pokémon, tenía que llevarlos a un centro lo más pronto posible, pero el pokégear no marcaba otro más cercano que el de ciudad Magenta, y esta aun quedaba muy lejos.
Uuuuii: -tenemos que apresurarnos –dice el pokémon que empieza a correr.
Joe toma su mochila azul y corre con los dos pokémon en brazos (Eevee corre junto a su entrenador), la desesperación se apodera de los dos mientras que Pidgey respira con dificultad agotado por la batalla con Rattata, este también estaba algo herido, con algunos raspones en la espalda.
Joe pensando: -creo que exageré un poco al tratar de capturar a Rattata -.
El entrenador sigue corriendo, sin rumbo alguno. -¿Dónde diablos se habrán metido los centros pokémon –el entrenador corre sin parar, -oh, creo que tengo una idea -.
FLASHBACK
Joe vio un árbol pequeño donde había unas frutas rosas en forma de corazón muy raras por cierto, en cuanto el pokédex se encendió: -@ cerezas, una fruta deliciosa que restaura la energía gastada de los pokémon, también puede sanar heridas @-.
FIN DEL FLASBACK
Esa era la clave, una cereza, podía darle una cereza a Pidgey y a Rattata, abriendo su mochila sacó dos de las cerezas que había encontrado, le ofreció a Pidgey y este dio unos cuantos picotazos a la fruta, y tragó –con este se van a sentir mejor –decía mientras Rattata mordía.
Luego de cincuenta minutos de estar reposando en brazos de el entrenador, los pokémon ya daban señales de sentirse un poco mejor, Pidgey cantaba algo alegre.
Un pequeño Pichu aparece corriendo, se detiene al ver a Joe y grita –Pichuuuuuuu –Joe pronto saca su pokédex que dice: -@ Pichu, el pokémon ratón eléctrico, es la preevolución de Pikachu. Debido a que es muy pequeño no puede soportar los ataques eléctricos que el mismo hace, pero entrenándolo bien se puede tener buenos resultados @-.
De pronto Joe oye una voz chillona y escandalosa que rompe el silencio totalmente: -¡¡¡HOLA!!!, ¿cómo te llamas? –Joe voltea y ve a una chica con lentes en forma de los ojos de Yanma (color verde limón al igual que los ojos del pokémon), una camiseta de tirantes rosa, un saco blanco y una minifalda del mismo color, calcetines rosas y tenis blancos. Su color de cabello era azul con el cabello recogido en una cola de caballo.
Chica ???: -dije HOOOOLA –lo dice abriendo la boca aun más.
Joe: -ah, hola, ¿cómo te llamas?
Chica ???: mi nombre es Amhy y ¿el tuyo? -.
Joe: -me llamo Joe -.
Amhy (se pronuncia "eimy"): -aaahhh, por fin encuentro a un humano, llevo días caminando y no hay señales de humanos por estos rumbos, estoy muy cansada, tengo sed, ¿me podrías dar un poco de agua? -.
Joe pensando: -esta habla mucho –empieza a decirle –ah, claro, tómala de mi mochila –Joe se voltea, para que la chica saque el agua de la mochila, mientras eso sucede, el chico hace un comentario -¿de dónde eres? –vengo de pueblo Cascada, ¿y tú? –cuando el entrenador iba a contestar, Pichu había subido la espalda de su entrenadora y le regalaba una sonrisa a Joe, lo mismo hizo Eevee quien empezó a charlar con Pichu, cuando Joe dijo: -vengo de pueblo Torrente, esta muy cerca de tu pueblo –la entrenadora ve a Pidgey y Rattata y exclama: -mira, están heridos, vamos a ver... yo sé algo de medicina pokémon –decía mientras tocaba la frente de ambos pokémon -¿les acabas de dar una cereza no es cierto? –Joe asombrado dio ¿cómo adivinaste?, ¿eres psíquica? –la entrenador a le contestó –lo que pasa es que tu Rattata tiene residuos de la fruta en sus dientes –Joe y los pokémon cayeron de cabeza (al estilo de las caricaturas japonesas). –Bueno hiciste muy bien, los pokémon se están recuperando –Eevee y Pichu bajaron de la espalda de ambos entrenadores para jugar.
La alarma del pokégear de la chica (morado por cierto) comenzó a sonar, -eso quieres decir que tengo que alimentar a mis pokémos –.
Joe: -es cierto, ¿por qué no comemos todos juntos –.
Amhy. –Me parece grandioso –.
Unas horas más tarde...
Los dos entrenadores lavaban los platos sucios en un río cercano, cuando una voz los sorprende.
–Prepárense para sufrir,
y para morir.
Para conquistar al universo con nuestro poder,
Para aborrecer los males de la verdad y el amor,
Para extender nuestro dominio al infinito.
Soy Verotto Yellow.
La ladrona vestida de amarillo que roba sin piedad –.
Oddish: –Oddish, oddish (más vale que hagan caso) –.
La ladrona, que tenía el uniforme del equipo Rocket solo que amarillo, hacía una pose.
Amhy. –¿No cree que son unos colores muy relucientes para una ladrona? –.
Verotto. –Cállate, Verotto siempre tiene la razón y siempre hace lo correcto, tú no eres nadie para cuestionar mis modos de vestir, y mírate tú eres más ridícula que yo, ese suéter rosa, ¡qué asco me das! –.
Amhy. -¿Qué asco yooo? –.
Verotto. –Síííí, túúúú –.
Las dos empiezan a discutir, mientras Joe murmura -¡¡¡tenían que ser mujeres!!! –.
Joe: -hey, ¿qué haces aquí, qué viniste a robar si no tenemos dinero –.
Verotto: -no vengo por su dinero, sino por sus pokémon. ¡¡¡Oddish usa tu paralizante en esos pokémon!!! –el pokémon sacude su cabeza sutilmente liberando de sus hojas un polvo anaranjado que causa parálisis en los pokémon, luego la chica usa unas manos metálicas (parecidas a las que usa Meowth) para atrapar a todos los pokémon.
Amhy: -nooooooo -.
Joe: -¡¡¡devuélvenos a nuestros pokémoon!!! -.
Verotto: -claro que no, ¡¡¡Oddish, somnífero!!! –el pokémon se sacude nuevamente, de su cabeza sale un polvo azul que duerme a los entrenadores.
Verotto: -¡¡¡ Ponyta, veee!!! –la entrenadora monta su caballo flameante y huye junto con los pokémon de los pokémon.
¿Qué pasará con los pokémon robados?, ¿Verotto Yellow se saldrá con la suya?, ¿Lograrán nuestros dos amigos despertar a tiempo para recuperar a sus pokémon? Descúbrelo en nuestro siguiente capítulo.
Esta historia continuará...
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