Capítulo II: Vuelven los recuerdos
- ¿Por qué habéis vuelto?
- Bueno, en realidad fue idea mía volver a Tomoeda - Eriol mostró una enorme sonrisa - Shaoran y yo coincidimos en la misma escuela, en Inglaterra, ahora hace exactamente tres años... sentí un poco de nostalgia y lo convencí para estudiar el instituto aquí - la sonrisa de Eriol, que había permanecido dibujada en sus labios sin aumentar ni disminuir, desapareció lentamente, girando la vista hasta alcanzar a Shaoran, que apoyado en la ventana miraba ausente a los alumnos hablar en la cafetería - ¿verdad, Shaoran? - éste no contestó.
- ¡Ah! - dijo Naoko, después de unos leves segundos de silencio, sonrió - siento no poder quedarme, debo ir a ver los clubs, necesito tiempo para saber donde apuntarme...
- Tienes razón - la apoyó Rika - yo vendré contigo, aunque no creo que me apunte en alguno.
- ¡Tú te vienes conmigo Yamazaki! - dijo Chiharu levantándose de su pupitre - ¡y es una orden!
- Sí mi ama y señora.
Todos se pusieron a reír al ver como Yamazaki se arrodillaba en el suelo y le hacía una exagerada reverencia a Chiharu, hasta conseguir que le subieran los colores.
- ¡Eres un tonto!
Finalmente dejaron a nuestros cuatro protagonistas solos, en esa nueva clase que muy pronto se convertiría en un lugar que escondería grandes misterios. Eriol siguió con la mirada a los últimos en salir y cuando los perdió de su campo visual, recobró su sonrisa.
- Estás muy bonita Tomoyo.
- ¡Ah, muchas gracias! - por primera vez ésta se sintió intimidada por una mirada profunda y risueña. - Que bien que hayáis vuelto - intentó desviar la mirada de esos ojos que la ponían en una situación antes no vivida en ningún momento por ella.
- En realidad... - la mirada de Eriol se oscureció - hemos vuelto a Tomoeda por otro propósito...
- ¿Cual? - preguntó Sakura que al fin había logrado dejar de mirar de reojo a Shaoran que seguía ausente apoyado en la ventana.
- Hace un tiempo que Shaoran y yo sentimos una presencia...
- ¿Una presencia? - repitió Sakura.
- Sí, una presencia negativa.
- ¿Qué significa?
- No estamos muy seguros pero...
- Se trata de magia negra - al fin pudieron oír la voz de Shaoran, comprobando una madurez grata.
- ¿Magia negra? - repitió Tomoyo.
- Sí - Shaoran se giró lentamente hacia ellos y se sentó en el pupitre vacío que había dejado Naoko, se retiró unos cabellos rebeldes que le caían sobre su cara y clavó la mirada en Sakura - algo o alguien habita aquí, en Tomoeda - apartó la vista de Sakura - una presencia amenazadora.
- No sabemos que es ni que quiere, estoy algo asustado porque nunca había sentido algo semejante...
- Por fuerza debe ser una cosa muy poderosa para que la reencarnación de Clow Read sienta miedo.
- ¡Kero! - Sakura abrió su bolsa - ¿De donde has salido?
- No quería dejarte sola en un día tan especial como este, además, hacía tiempo que notaba unas presencias muy poderosas, ahora ya sé que se trataban de Eriol Hiragizawa y Shaoran Li.
- ¿A sí? Pues yo no noté nada… - susurró Sakurra.
- Hace mucho tiempo que no usas tu magia -- observó Eriol.
- Sí - afirmó Kero - está algo atrofiada....
- ¡Kero! - se enfado Sakura por el comentario del osito amarillo alado. - Ya está bien, eres peor que Touya...
- ¡Tomoyo! - Kero se liberó de los puños amenazadores de Sakura - ¿Por qué no me enseñas la cafetería? Tengo mucha hambre.
- Claro - aceptó Tomoyo encantada, pues utilizaría esa petición con segundas intenciones.
- Esperar, me gustaría ir con vosotros - una sonrisa se dibujó debajo la nariz de Eriol.
Sakura, nerviosa y enrojecida, intentaba encontrar un buen tema de conversación, pues ese silencio la estaba volviendo loca.
- ¡Shaoran! - Sakura trataba de normalizar los rápidos movimientos de su corazón - ¿Cómo está Meiling?
- Bien.
- ¿Y que hace? - éste no contestó - ¿Sale con algún chico?
- Sí.
- ¿Ah sí? - ahora Sakura ya no preguntaba para romper el hielo, pues estaba realmente interesada en la nueva vida de su vieja amiga Meiling. - ¿Y como se llama?
- Moose.
- ¿Moose? Que nombre más extraño, nunca lo había oído - sonrió recobrando el ritmo normal de su corazón - ¿Y como se conocieron?
- ¿Por qué no se lo preguntas a ella? - Shaoran empezó a perder los nervios.
- Lo siento, yo sólo preguntaba...
- ¡Pues no preguntes! - éste se giró para mostrarle su furia - ¡Odio que me hagan preguntas! - cogió la cartera y el abrigo del uniformé y se marchó tropezando con Tomoyo. Eriol salió tras él.
- ¿Qué ha pasado Sakura? - preguntó Kero.
- Yo sólo trataba de hablar con él - pequeñas lágrimas se asomaron por sus ojos - ¡No quería que se enfadara conmigo! - gritó impotente.
Tomoyo observó a su amiga, indignada se arrodilló a su lado y la rodeó con sus delgados brazos intentando transmitirle su calor.
- Él ha cambiado mucho - Eriol apareció en la aula.
Sakura se apartó de Tomoyo y corrió hacia Eriol.
- ¿Dónde está? ¿Dónde se ha ido Shaoran?
- Corre demasiado para que yo lo alcance -- intentó bromear éste.
Sakura se cubrió el rostro y se dejó caer de rodillas al suelo, que poco pensaba en un reencuentro de semejante parecido.
- Cuando llegó por primera vez a Inglaterra, pude comprobar que ya no era el mismo, ese chico impetuoso y grosero que siempre cumplía sus promesas...
- ¿Y que fue lo que le hizo cambiar? - preguntó Tomoyo mientras se acercaba a su amiga que seguía llorando, pero esta vez con menos intensidad.
- Me costó los dos años enteros para que Shaoran me abriera su corazón - bajó la mirada - y aún dudo que confíe plenamente en mí.
- ¿Qué pasó? - preguntó Kero.
- Shaoran es... huérfano.
- ¿¡Qué!? - Tomoyo miró a su amiga y ésta levantó la vista llorosa para encontrarse con los ojos azules del confidente.
- Todos murieron en un viaje excepto su madre, que está en estado vegetativo - Eriol empezó a pasearse por la habitación hasta llegar a la ventana donde momentos antes se había encontrado apoyado la víctima de su relato. - Shaoran se culpa de sus muertes, pues cree que si en vez de quedarse en casa para estudiar se hubiera ido con ellas, habría podido evitar el accidente, o al menos salvarles la vida.
- Pero son descendientes de Clow Read - Sakura se levantó del suelo.
- ¿Y? - Eriol la miró amenazante - el hecho que poseamos grandes poderes mágicos no nos convierte en inmortales - Sakura bajó la cabeza avergonzada - escucha Sakura... - éste le extendió la mano y Sakura la aceptó, atrayéndola lentamente hasta la ventana - lo único que necesita Shaoran es sentir que no está solo, que nos tiene a nosotros, que te tiene a ti - Sakura miró por la ventana y vio a Shaoran sentado en la cafetería hablando con Yamazaki.
=:Notas de la Autora:=
Bueno, aquí está el segundo capítulo de Doble Carta, es algo tétrico y triste, pero yo creo que nos descubre algo y nos introduce en el conflicto principal de la historia, ¿Qué cual es? Sí, ha vosotros os lo diré… XD
- ¿Por qué habéis vuelto?
- Bueno, en realidad fue idea mía volver a Tomoeda - Eriol mostró una enorme sonrisa - Shaoran y yo coincidimos en la misma escuela, en Inglaterra, ahora hace exactamente tres años... sentí un poco de nostalgia y lo convencí para estudiar el instituto aquí - la sonrisa de Eriol, que había permanecido dibujada en sus labios sin aumentar ni disminuir, desapareció lentamente, girando la vista hasta alcanzar a Shaoran, que apoyado en la ventana miraba ausente a los alumnos hablar en la cafetería - ¿verdad, Shaoran? - éste no contestó.
- ¡Ah! - dijo Naoko, después de unos leves segundos de silencio, sonrió - siento no poder quedarme, debo ir a ver los clubs, necesito tiempo para saber donde apuntarme...
- Tienes razón - la apoyó Rika - yo vendré contigo, aunque no creo que me apunte en alguno.
- ¡Tú te vienes conmigo Yamazaki! - dijo Chiharu levantándose de su pupitre - ¡y es una orden!
- Sí mi ama y señora.
Todos se pusieron a reír al ver como Yamazaki se arrodillaba en el suelo y le hacía una exagerada reverencia a Chiharu, hasta conseguir que le subieran los colores.
- ¡Eres un tonto!
Finalmente dejaron a nuestros cuatro protagonistas solos, en esa nueva clase que muy pronto se convertiría en un lugar que escondería grandes misterios. Eriol siguió con la mirada a los últimos en salir y cuando los perdió de su campo visual, recobró su sonrisa.
- Estás muy bonita Tomoyo.
- ¡Ah, muchas gracias! - por primera vez ésta se sintió intimidada por una mirada profunda y risueña. - Que bien que hayáis vuelto - intentó desviar la mirada de esos ojos que la ponían en una situación antes no vivida en ningún momento por ella.
- En realidad... - la mirada de Eriol se oscureció - hemos vuelto a Tomoeda por otro propósito...
- ¿Cual? - preguntó Sakura que al fin había logrado dejar de mirar de reojo a Shaoran que seguía ausente apoyado en la ventana.
- Hace un tiempo que Shaoran y yo sentimos una presencia...
- ¿Una presencia? - repitió Sakura.
- Sí, una presencia negativa.
- ¿Qué significa?
- No estamos muy seguros pero...
- Se trata de magia negra - al fin pudieron oír la voz de Shaoran, comprobando una madurez grata.
- ¿Magia negra? - repitió Tomoyo.
- Sí - Shaoran se giró lentamente hacia ellos y se sentó en el pupitre vacío que había dejado Naoko, se retiró unos cabellos rebeldes que le caían sobre su cara y clavó la mirada en Sakura - algo o alguien habita aquí, en Tomoeda - apartó la vista de Sakura - una presencia amenazadora.
- No sabemos que es ni que quiere, estoy algo asustado porque nunca había sentido algo semejante...
- Por fuerza debe ser una cosa muy poderosa para que la reencarnación de Clow Read sienta miedo.
- ¡Kero! - Sakura abrió su bolsa - ¿De donde has salido?
- No quería dejarte sola en un día tan especial como este, además, hacía tiempo que notaba unas presencias muy poderosas, ahora ya sé que se trataban de Eriol Hiragizawa y Shaoran Li.
- ¿A sí? Pues yo no noté nada… - susurró Sakurra.
- Hace mucho tiempo que no usas tu magia -- observó Eriol.
- Sí - afirmó Kero - está algo atrofiada....
- ¡Kero! - se enfado Sakura por el comentario del osito amarillo alado. - Ya está bien, eres peor que Touya...
- ¡Tomoyo! - Kero se liberó de los puños amenazadores de Sakura - ¿Por qué no me enseñas la cafetería? Tengo mucha hambre.
- Claro - aceptó Tomoyo encantada, pues utilizaría esa petición con segundas intenciones.
- Esperar, me gustaría ir con vosotros - una sonrisa se dibujó debajo la nariz de Eriol.
Sakura, nerviosa y enrojecida, intentaba encontrar un buen tema de conversación, pues ese silencio la estaba volviendo loca.
- ¡Shaoran! - Sakura trataba de normalizar los rápidos movimientos de su corazón - ¿Cómo está Meiling?
- Bien.
- ¿Y que hace? - éste no contestó - ¿Sale con algún chico?
- Sí.
- ¿Ah sí? - ahora Sakura ya no preguntaba para romper el hielo, pues estaba realmente interesada en la nueva vida de su vieja amiga Meiling. - ¿Y como se llama?
- Moose.
- ¿Moose? Que nombre más extraño, nunca lo había oído - sonrió recobrando el ritmo normal de su corazón - ¿Y como se conocieron?
- ¿Por qué no se lo preguntas a ella? - Shaoran empezó a perder los nervios.
- Lo siento, yo sólo preguntaba...
- ¡Pues no preguntes! - éste se giró para mostrarle su furia - ¡Odio que me hagan preguntas! - cogió la cartera y el abrigo del uniformé y se marchó tropezando con Tomoyo. Eriol salió tras él.
- ¿Qué ha pasado Sakura? - preguntó Kero.
- Yo sólo trataba de hablar con él - pequeñas lágrimas se asomaron por sus ojos - ¡No quería que se enfadara conmigo! - gritó impotente.
Tomoyo observó a su amiga, indignada se arrodilló a su lado y la rodeó con sus delgados brazos intentando transmitirle su calor.
- Él ha cambiado mucho - Eriol apareció en la aula.
Sakura se apartó de Tomoyo y corrió hacia Eriol.
- ¿Dónde está? ¿Dónde se ha ido Shaoran?
- Corre demasiado para que yo lo alcance -- intentó bromear éste.
Sakura se cubrió el rostro y se dejó caer de rodillas al suelo, que poco pensaba en un reencuentro de semejante parecido.
- Cuando llegó por primera vez a Inglaterra, pude comprobar que ya no era el mismo, ese chico impetuoso y grosero que siempre cumplía sus promesas...
- ¿Y que fue lo que le hizo cambiar? - preguntó Tomoyo mientras se acercaba a su amiga que seguía llorando, pero esta vez con menos intensidad.
- Me costó los dos años enteros para que Shaoran me abriera su corazón - bajó la mirada - y aún dudo que confíe plenamente en mí.
- ¿Qué pasó? - preguntó Kero.
- Shaoran es... huérfano.
- ¿¡Qué!? - Tomoyo miró a su amiga y ésta levantó la vista llorosa para encontrarse con los ojos azules del confidente.
- Todos murieron en un viaje excepto su madre, que está en estado vegetativo - Eriol empezó a pasearse por la habitación hasta llegar a la ventana donde momentos antes se había encontrado apoyado la víctima de su relato. - Shaoran se culpa de sus muertes, pues cree que si en vez de quedarse en casa para estudiar se hubiera ido con ellas, habría podido evitar el accidente, o al menos salvarles la vida.
- Pero son descendientes de Clow Read - Sakura se levantó del suelo.
- ¿Y? - Eriol la miró amenazante - el hecho que poseamos grandes poderes mágicos no nos convierte en inmortales - Sakura bajó la cabeza avergonzada - escucha Sakura... - éste le extendió la mano y Sakura la aceptó, atrayéndola lentamente hasta la ventana - lo único que necesita Shaoran es sentir que no está solo, que nos tiene a nosotros, que te tiene a ti - Sakura miró por la ventana y vio a Shaoran sentado en la cafetería hablando con Yamazaki.
=:Notas de la Autora:=
Bueno, aquí está el segundo capítulo de Doble Carta, es algo tétrico y triste, pero yo creo que nos descubre algo y nos introduce en el conflicto principal de la historia, ¿Qué cual es? Sí, ha vosotros os lo diré… XD
