¡Holas!
¿K tal? ¡Gracias por vuestros reviews! En cuanto a lo del pequeño Snape, revelaré qué pinta en todo esto cuando tenga doce reviews de una sola vez o bien llegue a los cincuenta... pero aquí tenéis más explicaciones... o cosas que lo lían aún más, depende del punto de vista...
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CAPÍTULO 9: ¿FALSAS APARIENCIAS?
- Señor...
- ¿Sí?
- ¿Iba a decir... primo?
- No diga estupideces. Ahora mismo tiene que ir con sus parientes así que calle ya, pare de hacer cosas que solo su padre y su padrino habrían hecho y no haga más preguntas. ¿Entendido? Y, ahora que lo recuerdo, por su seguridad tendría que entregarme unas cuantas cosas...
- ¿Cuáles?
- El respeto, señor Potter. Le guste o no, soy su profesor.
- ¿Qué le tengo que entregar, Señor profesor Snape? –Harry estaba seguro de que el profesor le había tratado bien para que no hiciese lo que iba a hacer estando bajo su responsabilidad. Ahora que le veía mejor volvía a hablarle igual que siempre.
El chico volvió a encerrarse en si mismo. Sus ojos recobraron toda la oscuridad que poco a poco habían ido perdiendo para volver a ser aquél muchacho triste que había encontrado la orden del Fénix cuando lo fueron a buscar en casa de sus tíos.
Harry no esperó que se levantasen los otros y su profesor le acompañara. Murmurando que sabía el camino perfectamente se fue dando un portazo. Cuando llegó a la enfermería pudo apreciar que algunos miembros de la orden estaban allí.
- ¡Hola Harry! –le saludó Tonks alegremente. Hlark y Kingsley le saludaron con un suave movimiento de cabeza. Lupin no estaba con ellos y Harry supuso que esto era debido a la luna llena que recién había pasado.
- ¿Cómo está Dudley?
- Está bien, parece que hemos conseguido revertir el efecto de los hechizos que le hicieron, aunque creo que deberías hablar con Albus y con tu tía antes de verle. Te esperan en el despacho de Albus. La contraseña es "margaritas secas con nueces".
Harry decidió no hacer preguntas de ningún tipo. Escucharía lo que le dijesen y se encerraría en la enfermería. Por lo menos esperaba no poner a nadie en peligro allí. Últimamente ya había desechado totalmente la idea de ser útil a alguien.
Sin darse cuenta llegó a la gárgola y le dijo la contraseña. Ésta se movió y las escaleras le llevaron directamente a la puerta del despacho del director. Tocó la puerta y ésta se abrió por arte de magia... literalmente.
Dumbledore estaba sentado detrás de su escritorio, seguramente escribiendo una carta o algo por el estilo. Desde la espalda de este Fawkes miraba a Harry de una forma especial, como si estuviera intentando leerle el pensamiento o algo por el estilo. Cuando los ojos del pájaro se encontraron con los del muchacho algo extraño ocurrió. Harry notó, por primera vez desde hacía mucho tiempo, como toda la tristeza y el rencor acumulados desaparecían de su interior. De repente, sin dejar que la conexión que se había establecido entre ambos se rompiese, Fawkes voló hasta él y, finalmente, separó su mirada y se posó en su hombro.
Albus separó la vista del papel donde escribía y le saludó. No parecía haberse dado cuenta de lo que había sucedido entre Harry y Fawkes.
- Hola, Harry, pasa. Siéntate mientras esperamos a que llegue tu tía. Entre los dos debemos comunicarte unas cuantas cosas.
- Señor, ¿han descubierto ya como se "creó" Snape?
- Tenemos varias hipótesis, pero nada seguro. En cualquier caso, algo sí hemos comprobado y es que es la versión adolescente de Severus.
- Snape euh... ¿el profesor Snape tampoco tenía nombre?
- Ciertamente no, supongo que sus padres tenían otras cosas que hacer que pensar un nombre para la criatura. El nombre se lo pusieron los chicos de la escuela dónde asistía antes de venir a Hogwarts. Siempre le llamaban así y al final así se quedó.
- Así que realmente el otro Snape no tiene nombre...
- No, pero creo que sólo hay dos personas adecuadas para decidir cómo se va a llamar: Severus y él mismo. Ya se lo comenté a Severus y hoy lo hablarán.
Justo en aquél momento entró Petunia. A Harry le invadió otra vez una profunda ira contra Dumbledore y contra su tía, pero Fawkes se movió en su hombro y él se calmó. Quién empezó a hablar, contra todo pronóstico, fue su tía, y lo hacía en un tono que no solía usar con él, Harry pensó que "hasta parecía una persona..."
- Verás, Harry. Es una cosa bastante importante. My pequeño Dud ha sufrido algunos cambios después de todo lo que le dieron "estos anormales". Bueno, en realidad, más que sufrir cambios, ha deshecho los que se le habían obligado a sufrir...
- Lo que quiere decir tu tía es que Dudley ya no es parecido a tu tío Vernon, para decirlo de alguna forma... Y en realidad, ha dejado de llamarse Dursley... Nos dimos cuenta de esto –tu tía tampoco sabía nada al respecto- cuando quisimos entrar en la casa de tu padrino. Se ve que nadie puede entrar allí si no está el dueño, y esto no puede cambiar excepto si ya no quedan descendientes directos en vida. La cual cosa quiere decir...
- Que mi padrino tenía un hermano, abuelo o tío vivo...
- No exactamente, tenía un hijo...
- Pero esto es imposible. Además, ¿qué tiene esto que ver con Dudley?
- ¿Recuerdas lo que te dije acerca de los cambios que había sufrido? –Él asintió- Pues bien...
- Profesor, creo que sería mejor que le acompañase para que pudiera verlo él mismo. No creo que explicándoselo se haga el cargo de la situación...
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Entraron los tres en la enfermería, con Fawkes aún en el hombro de Harry. Al parecer había notado que la única forma de que Harry no perdiese los nervios con Dumbledore era dándole ánimos.
Albus, por su parte, aún estaba preocupado por lo que había dicho Potter a finales del curso anterior. Había dicho que, si le afectaba tanto la muerte de Sirius porque era humano, no quería serlo. Sabía que el chico ya no le tenía en buena consideración y había dejado de confiar en él. Por eso temía la reacción que pudiese tener al ver a su primo tan... cambiado.
Potter corrió lentamente las cortinas de la cama. Miró al muchacho que dormía allí y la primera reacción que tuvo fue que se había equivocado de cama. Aquél no podía ser Dudley Dursley. Su primo era rubio, tenía cara de cerdo y era "bastante gordo", aunque últimamente había adelgazado unos quince quilos. Pero el chico que tenía delante tenía el pelo completamente negro, tenía unas facciones suaves y era bastante más delgado de lo que había sido su primo. Si aquél era Dudley por lo menos había perdido veinte quilos más, así que ahora tenía el cuerpo de una constitución más bien estándar (aunque aún le sobraban unos cuantos kilitos...).
Iba a retroceder para buscar otra cama dónde "encontrar a su primo" cuando notó que el brazo del chico del cabello negro estaba vendado, que tenía la forma de los labios como los de Dudley y también la forma de los ojos. Esto era imposible ¿qué le habían hecho exactamente?
Dudley gimió. Se movió y lentamente abrió los ojos. Ya no eran de un azul acuoso descolorido; eran de un vivo tono azul muy familiar. Entonces Harry se quedó sin habla. No podía moverse, su cuerpo no le permitía ningún tipo de movimiento. Sus recuerdos fluían dentro de él pasando como diapositivas. Veía un perro negro que en un principio había tomado por un portador de la muerte, el mismo perro convirtiéndose en un hombre, Sirius en su casa, Black cayendo, lentamente, a través del velo. Una lágrima solitaria corrió por su mejilla. A esta la siguieron muchas más.
- Harry, Harry, ¿te encuentras bien? –le preguntó Dumbledore. Él no respondió.
- ¿Harry? –se añadió su tía a las llamadas.
Justo en aquél momento entró Severus Snape con los otros dos muchachos. Todos muy callados. Parecía que Snape evitaba a Petunia, aunque cuando sus miradas se encontraron le dedicó una de las miradas que solo utilizaba para casos especiales, es decir, Lupin y Potter. Sólo se dio cuenta ella, que después miró un momento a los chicos que iban con él y salió llorando de la enfermería.
- Tómate esta poción, chico. Te irá bien por este dolor de cabeza que dices tener. Y date prisa, que tengo cosas que hacer.
- Gracias señor er...
- Snape.
- Gracias señor Snape.
Aquella voz le parecía conocida. ¿Dónde la había oído? No podía ser cierto... Pero todo cuadraba. Al final reaccionó.
- Perdona, eres Mark Evans, ¿verdad?
- Sí.
En aquél momento entraron Lupin, Tonks y McGonagall, que por lo parecido habían oído lo que había dicho Harry. Ellos Severus y Dumbledore se les quedaron mirando pasmados, sin habla. Los tres primeros tenían una ligera idea de lo que aquello podía significar.
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¡¡¡WAAAA!!!
Al final he introducido un personaje nuevo que hace tiempo que quería que interviniese aquí. Supongo que algunos ya os habréis dado cuenta de que no es inventado, sino de Rowling.
Veréis, cuando estaba leyendo el libro me di cuenta de algo del nombre de este chico que "¡¡¡cumplirá los once años!!!". ¿Sabéis a qué detalle me refiero, no? Pues decidí buscarle una explicación más o menos razonable, una historia. Espero que me digáis que os parece.
JESSY_TONKS: Weno, aquí creo k tienes un par de cosas que te van a traumatizar aún más... jeje. A ver qué te parecen ;-) Espero que no me denuncies por causarte tantos traumas...
SNIVELLY: Pues creo k aquí se te da un poco más de alegría... Porque creo que no solo es cornudo... no sé si lo pillas... Ya somos dos a las k no les cae bien esa cosa, porque creo k no es un humano, sino una cosa con la cara rosa (anda, me ha salido un pareado).
GINNYWEASLEY1981: Gracias por tu consejo, intentaré tenerlo en cuenta.
AMSP14: Esta vez no hay demasiado de Snape... En el próximo capítulo miraré si puedo ponerlo más.
XIMENA: ¡Gracias! Aquí tienes un poco de pista de qué puede pasar con lo del otro primo, aunque no sé si queda demasiado claro...
SARA FÉNIX BLACK: Jeje, pues creo que puedes estar tranquila, porque creo que escribiré todo el sexto cur so, de Harry y de alguien más... ;-) ¡Ah! A ver cuando continúas tus fics, ¡que tu sí me tienes enganchada!
IVA GIRL: gracias por tu consejo, a ver si lo consigo...
He subido otra historia, Guerra declarada. Es un James Lily, aunque de momento no hay demasiado, habrá más bien peleas entre chicos y chicas y también algo de Snape y estos... Aunque no sé si poner a alguien más por en medio. ¡A ver si alguien la lee!
Y ahora... dejadme reviews, ¡¡¡por favor!!!
Khye
¿K tal? ¡Gracias por vuestros reviews! En cuanto a lo del pequeño Snape, revelaré qué pinta en todo esto cuando tenga doce reviews de una sola vez o bien llegue a los cincuenta... pero aquí tenéis más explicaciones... o cosas que lo lían aún más, depende del punto de vista...
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CAPÍTULO 9: ¿FALSAS APARIENCIAS?
- Señor...
- ¿Sí?
- ¿Iba a decir... primo?
- No diga estupideces. Ahora mismo tiene que ir con sus parientes así que calle ya, pare de hacer cosas que solo su padre y su padrino habrían hecho y no haga más preguntas. ¿Entendido? Y, ahora que lo recuerdo, por su seguridad tendría que entregarme unas cuantas cosas...
- ¿Cuáles?
- El respeto, señor Potter. Le guste o no, soy su profesor.
- ¿Qué le tengo que entregar, Señor profesor Snape? –Harry estaba seguro de que el profesor le había tratado bien para que no hiciese lo que iba a hacer estando bajo su responsabilidad. Ahora que le veía mejor volvía a hablarle igual que siempre.
El chico volvió a encerrarse en si mismo. Sus ojos recobraron toda la oscuridad que poco a poco habían ido perdiendo para volver a ser aquél muchacho triste que había encontrado la orden del Fénix cuando lo fueron a buscar en casa de sus tíos.
Harry no esperó que se levantasen los otros y su profesor le acompañara. Murmurando que sabía el camino perfectamente se fue dando un portazo. Cuando llegó a la enfermería pudo apreciar que algunos miembros de la orden estaban allí.
- ¡Hola Harry! –le saludó Tonks alegremente. Hlark y Kingsley le saludaron con un suave movimiento de cabeza. Lupin no estaba con ellos y Harry supuso que esto era debido a la luna llena que recién había pasado.
- ¿Cómo está Dudley?
- Está bien, parece que hemos conseguido revertir el efecto de los hechizos que le hicieron, aunque creo que deberías hablar con Albus y con tu tía antes de verle. Te esperan en el despacho de Albus. La contraseña es "margaritas secas con nueces".
Harry decidió no hacer preguntas de ningún tipo. Escucharía lo que le dijesen y se encerraría en la enfermería. Por lo menos esperaba no poner a nadie en peligro allí. Últimamente ya había desechado totalmente la idea de ser útil a alguien.
Sin darse cuenta llegó a la gárgola y le dijo la contraseña. Ésta se movió y las escaleras le llevaron directamente a la puerta del despacho del director. Tocó la puerta y ésta se abrió por arte de magia... literalmente.
Dumbledore estaba sentado detrás de su escritorio, seguramente escribiendo una carta o algo por el estilo. Desde la espalda de este Fawkes miraba a Harry de una forma especial, como si estuviera intentando leerle el pensamiento o algo por el estilo. Cuando los ojos del pájaro se encontraron con los del muchacho algo extraño ocurrió. Harry notó, por primera vez desde hacía mucho tiempo, como toda la tristeza y el rencor acumulados desaparecían de su interior. De repente, sin dejar que la conexión que se había establecido entre ambos se rompiese, Fawkes voló hasta él y, finalmente, separó su mirada y se posó en su hombro.
Albus separó la vista del papel donde escribía y le saludó. No parecía haberse dado cuenta de lo que había sucedido entre Harry y Fawkes.
- Hola, Harry, pasa. Siéntate mientras esperamos a que llegue tu tía. Entre los dos debemos comunicarte unas cuantas cosas.
- Señor, ¿han descubierto ya como se "creó" Snape?
- Tenemos varias hipótesis, pero nada seguro. En cualquier caso, algo sí hemos comprobado y es que es la versión adolescente de Severus.
- Snape euh... ¿el profesor Snape tampoco tenía nombre?
- Ciertamente no, supongo que sus padres tenían otras cosas que hacer que pensar un nombre para la criatura. El nombre se lo pusieron los chicos de la escuela dónde asistía antes de venir a Hogwarts. Siempre le llamaban así y al final así se quedó.
- Así que realmente el otro Snape no tiene nombre...
- No, pero creo que sólo hay dos personas adecuadas para decidir cómo se va a llamar: Severus y él mismo. Ya se lo comenté a Severus y hoy lo hablarán.
Justo en aquél momento entró Petunia. A Harry le invadió otra vez una profunda ira contra Dumbledore y contra su tía, pero Fawkes se movió en su hombro y él se calmó. Quién empezó a hablar, contra todo pronóstico, fue su tía, y lo hacía en un tono que no solía usar con él, Harry pensó que "hasta parecía una persona..."
- Verás, Harry. Es una cosa bastante importante. My pequeño Dud ha sufrido algunos cambios después de todo lo que le dieron "estos anormales". Bueno, en realidad, más que sufrir cambios, ha deshecho los que se le habían obligado a sufrir...
- Lo que quiere decir tu tía es que Dudley ya no es parecido a tu tío Vernon, para decirlo de alguna forma... Y en realidad, ha dejado de llamarse Dursley... Nos dimos cuenta de esto –tu tía tampoco sabía nada al respecto- cuando quisimos entrar en la casa de tu padrino. Se ve que nadie puede entrar allí si no está el dueño, y esto no puede cambiar excepto si ya no quedan descendientes directos en vida. La cual cosa quiere decir...
- Que mi padrino tenía un hermano, abuelo o tío vivo...
- No exactamente, tenía un hijo...
- Pero esto es imposible. Además, ¿qué tiene esto que ver con Dudley?
- ¿Recuerdas lo que te dije acerca de los cambios que había sufrido? –Él asintió- Pues bien...
- Profesor, creo que sería mejor que le acompañase para que pudiera verlo él mismo. No creo que explicándoselo se haga el cargo de la situación...
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Entraron los tres en la enfermería, con Fawkes aún en el hombro de Harry. Al parecer había notado que la única forma de que Harry no perdiese los nervios con Dumbledore era dándole ánimos.
Albus, por su parte, aún estaba preocupado por lo que había dicho Potter a finales del curso anterior. Había dicho que, si le afectaba tanto la muerte de Sirius porque era humano, no quería serlo. Sabía que el chico ya no le tenía en buena consideración y había dejado de confiar en él. Por eso temía la reacción que pudiese tener al ver a su primo tan... cambiado.
Potter corrió lentamente las cortinas de la cama. Miró al muchacho que dormía allí y la primera reacción que tuvo fue que se había equivocado de cama. Aquél no podía ser Dudley Dursley. Su primo era rubio, tenía cara de cerdo y era "bastante gordo", aunque últimamente había adelgazado unos quince quilos. Pero el chico que tenía delante tenía el pelo completamente negro, tenía unas facciones suaves y era bastante más delgado de lo que había sido su primo. Si aquél era Dudley por lo menos había perdido veinte quilos más, así que ahora tenía el cuerpo de una constitución más bien estándar (aunque aún le sobraban unos cuantos kilitos...).
Iba a retroceder para buscar otra cama dónde "encontrar a su primo" cuando notó que el brazo del chico del cabello negro estaba vendado, que tenía la forma de los labios como los de Dudley y también la forma de los ojos. Esto era imposible ¿qué le habían hecho exactamente?
Dudley gimió. Se movió y lentamente abrió los ojos. Ya no eran de un azul acuoso descolorido; eran de un vivo tono azul muy familiar. Entonces Harry se quedó sin habla. No podía moverse, su cuerpo no le permitía ningún tipo de movimiento. Sus recuerdos fluían dentro de él pasando como diapositivas. Veía un perro negro que en un principio había tomado por un portador de la muerte, el mismo perro convirtiéndose en un hombre, Sirius en su casa, Black cayendo, lentamente, a través del velo. Una lágrima solitaria corrió por su mejilla. A esta la siguieron muchas más.
- Harry, Harry, ¿te encuentras bien? –le preguntó Dumbledore. Él no respondió.
- ¿Harry? –se añadió su tía a las llamadas.
Justo en aquél momento entró Severus Snape con los otros dos muchachos. Todos muy callados. Parecía que Snape evitaba a Petunia, aunque cuando sus miradas se encontraron le dedicó una de las miradas que solo utilizaba para casos especiales, es decir, Lupin y Potter. Sólo se dio cuenta ella, que después miró un momento a los chicos que iban con él y salió llorando de la enfermería.
- Tómate esta poción, chico. Te irá bien por este dolor de cabeza que dices tener. Y date prisa, que tengo cosas que hacer.
- Gracias señor er...
- Snape.
- Gracias señor Snape.
Aquella voz le parecía conocida. ¿Dónde la había oído? No podía ser cierto... Pero todo cuadraba. Al final reaccionó.
- Perdona, eres Mark Evans, ¿verdad?
- Sí.
En aquél momento entraron Lupin, Tonks y McGonagall, que por lo parecido habían oído lo que había dicho Harry. Ellos Severus y Dumbledore se les quedaron mirando pasmados, sin habla. Los tres primeros tenían una ligera idea de lo que aquello podía significar.
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¡¡¡WAAAA!!!
Al final he introducido un personaje nuevo que hace tiempo que quería que interviniese aquí. Supongo que algunos ya os habréis dado cuenta de que no es inventado, sino de Rowling.
Veréis, cuando estaba leyendo el libro me di cuenta de algo del nombre de este chico que "¡¡¡cumplirá los once años!!!". ¿Sabéis a qué detalle me refiero, no? Pues decidí buscarle una explicación más o menos razonable, una historia. Espero que me digáis que os parece.
JESSY_TONKS: Weno, aquí creo k tienes un par de cosas que te van a traumatizar aún más... jeje. A ver qué te parecen ;-) Espero que no me denuncies por causarte tantos traumas...
SNIVELLY: Pues creo k aquí se te da un poco más de alegría... Porque creo que no solo es cornudo... no sé si lo pillas... Ya somos dos a las k no les cae bien esa cosa, porque creo k no es un humano, sino una cosa con la cara rosa (anda, me ha salido un pareado).
GINNYWEASLEY1981: Gracias por tu consejo, intentaré tenerlo en cuenta.
AMSP14: Esta vez no hay demasiado de Snape... En el próximo capítulo miraré si puedo ponerlo más.
XIMENA: ¡Gracias! Aquí tienes un poco de pista de qué puede pasar con lo del otro primo, aunque no sé si queda demasiado claro...
SARA FÉNIX BLACK: Jeje, pues creo que puedes estar tranquila, porque creo que escribiré todo el sexto cur so, de Harry y de alguien más... ;-) ¡Ah! A ver cuando continúas tus fics, ¡que tu sí me tienes enganchada!
IVA GIRL: gracias por tu consejo, a ver si lo consigo...
He subido otra historia, Guerra declarada. Es un James Lily, aunque de momento no hay demasiado, habrá más bien peleas entre chicos y chicas y también algo de Snape y estos... Aunque no sé si poner a alguien más por en medio. ¡A ver si alguien la lee!
Y ahora... dejadme reviews, ¡¡¡por favor!!!
Khye