"Mundo pokémon."
Capítulo # 9: El árbol de la vida.
By: Joe and Celebi the time travelers.
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Los tres entrenadores ya casi llegaban al siguiente punto en la escala del territorio Ether, las colinas Torrente, luego de eso arribarían ciudad Magenta, con un poco de suerte, y paso firme, llegarían en dos días. La curiosidad y la desesperación por saber qué les esperaba allá iba en aumento. Justo un día antes se encontraban siendo perseguidos por un furioso enjambre de Scyther, pero ahora, están más tranquilos y relajados, descansando de aquel difícil día. La verdad, esa mañana no tenían ganas de caminar, pero si se apuraban saldrían más pronto de el bosque Fantasía.
Joe se encontraba un poco alejado de Amhy y Cloud por temor a que descubrieran el huevo dorado que se había encontrado una semanas atrás, ya que este mostraba señas de que abriría pronto. Estaba junto a sus pokémon. Pidgey y Rattata ya se sentían mejor, por su parte Natu, su nuevo pokémon, e Eevee estaban jugando.
–Tenemos que mantener este huevo limpio, caliente y en perfectas condiciones –decía Joe mientras lo enrollaba en sábanas y trapos de lana con tanta delicadeza, que realmente parecía una mamá preocupada por su hijo, sin pensar, qué saldría de allí, él lo aceptaría con todo amor y cariño.
–¡¡¡Uiii!!! –Eevee movía la cabeza y cerraba los ojos alegremente.
–¡¡¡Na tu tu!!! –decía mientras movía sus alas y brincaba con intenciones de volar.
–¡¡¡Pidgey!!!.
–¡¡¡Ratta rattata!!!.
–Eevee, Pidgey, Natu, Rattata ¿quieren un poco de comida, por suerte tengo unas cerezas aquí en mi mochila. –El entrenador sacó las cerezas y de forma graciosa los pokémon empezaron a comer, ya que se llenaban la boca con esta deliciosa fruta, que restaura la energía milagrosamente.
–Vamos a ver si es deliciosa. –Joe mordió la fruta y se maravilló de probar el dulce sabor de la cereza. –Es fantásticamente rica –decía con estrellitas en los ojos, mientras sus pokémon afirmaban alegres.
–¿Qué haces allá Joe? –preguntaba Amhy.
–Ehem... este... tomando el sol –decía con una gota en la cara.
–¿tomando el sol en medio del bosque?.
–Este... sí.
–Has estado actuando muy raro desde ayer, ¿qué tienes? –seguía gritando Amhy.
–¿Yo?, no, no tengo nada, o tal vez sea por las esporas de este bosque que me dan alergia –decía mientras un estornudo falso rompió el escaso silencio.
Media hora después...
–Bueno... tengo todo listo en mi mochila, nos podemos ir –decía Joe pasándosela por un hombro.
–¿Están listos chicos?.
–Yo sí, pero, solo espera, falta Cloud –gritaba Amhy por la distancia que había entre ellos.
–¿Está embolsando sus redes para pescar insectos? –pregunta Joe.
–Sí, dice que en este bosque hay muchos insectos –contesta Amhy.
Natu era el único pokémon que podía hablar con Joe y aun mejor, podía hablar telepáticamente. Natu estaba en el hombro izquierdo de Joe, Eevee en el derecho, Pidgey en la cabeza y Rattata en los brazos. Joe si que sabía donde poner a sus pokémon -_-U, aunque Amhy y Cloud lo consideraban un poco extraño por esa conducta a él no le importaba en lo más mínimo. Bueno, Cloud también mantenía a sus insectos en los hombros. Pichu también se paraba en el de su entrenadora, aunque a veces en la cabeza. El camino era largo y el clima estaba, esa tarde muy normal, no hacía calor, pero tampoco frío. A los tres entrenadores les gustaban esos días, ya que no se sufría de insolación ni de congelamiento. Aunque todo era muy normal, tan normal, que hasta la frase "después de la tormenta siempre viene la calma" se podría componer "después de la calma siempre viene la tormenta". Hace mucho que Joe no vivía un día tan tranquilo como ese. Amhy solo quería salir de ese bosque, por el contrario Cloud quería seguir pescando a sus amados insectos.
–¿Cuándo planeas decirles? –hablaba Natu en la mente de Joe.
–Nunca –replicó Joe.
–Pero debes decirles Joe –habló Eevee, ya que Natu podía hacer que Eevee y opinara en sus conversaciones.
–¿Eevee como puedes...?. –Soy yo Joe –dijo Natu. –Yo estoy haciendo que escuches los pensamientos de Eevee, así la plática en un poco más divertida.
–Claro, hasta Pidgey y Rattata nos pueden oír –repuso Eevee.
–Natu, eso es increíble, tengo un pokémon extraordinario –dijo Joe.
–Oh, soy chiquito, pero picoso –dijo Natu (telepáticamente).
El chico y los cinco pokémon seguían hablando, del huevo.
***
–Todas esas voces en mi mente –decía una extraña entrenadora, con un Pichu en el hombro derecho.
–¿Pichuu Pichuu chuu? (¿Estás bien Ashley?).
–Sí Pichu, no te preocupes. Dijo la entrenadora de cabello con un moño de color lila, al estilo de Sailor Venus, top negro, con una chamarra blanca, de mangas rojas. Un pantalón a la cadera un tanto ajustado, de color azul, guantes al estilo de Ash de color rosa, tenis blancos. La vestimenta era un poco extraña, para aquella cara tan hermosa. Alguien igual de hermoso que la chica era su Pichu, ella sí que sabía mantener a sus pokémon como "Miss Universo".
–Pero, lo extraño es que solo lo escucho a ese chico y esas otras voces que no parecen de humanos, jamás nadie había interferido en mi mente de esa manera. Ni siquiera Sabrina, la psíquica más poderosa de la tierra.
–Pichu pi (descansa Ashley), Pichu Pichu pi (estás muy agotada).
–No, vamos Pichu, estoy bien, tenemos que continuar.
La chica y su pokémon siguieron el camino, el camino a ciudad Magenta, así es el mismo camino que llevarían Amhy y Joe. Tal vez se encontrarán en esa ciudad, aunque tal vez no. Lo extraño es que aquella chica pueda entender a su pokémon y escuchar los pensamientos de Natu y Joe.
El Pichu bajó del hombro de la entrenadora, y con un "Pichu pi" sañalaba el camino. –¿Estás feliz porque ya llegamos, verdad Pichu?. El pokémoon afirmaba con un "Pichuu" y una sonrisa. –Tanto tiempo esperaba que saliéramos de ese bosque, está infestado de Ariados, los detesto.
–Creo que aquí nadie nos está observando. –Dijo mientras empieza a correr velozmente, al igual que su pokémon. Ella pensaba que no estaba siendo observada, pero la verdad, unos extraños ojos la vigilaban desde un árbol. Esos ojos pertenecían a un ave, la cual extendiendo sus alas reinició el vuelo.
***
Los chicos seguían caminando...
–¡Miren!, más allá, el camino está cerrado –gritaba Cloud.
-¿Cerrado? –se preguntaba Amhy.
Algunas enredaderas de color azulado impedían el paso de nuestros amigos, las enredaderas tapaban árboles enteros, impidiendo aunque fuera la vista del otro lado.
–¡¡¡Pidgey, Natu, vuelen por arriba y díganos que hay más allá.
–¡¡¡pidgey!!!.
–¡¡¡Natu tu!!!.
Natu con algo de dificultad, movía sus alas a gran velocidad, para elevarse y complacer al entrenador.
Extrañamente las enredaderas comenzaron a crecer y a moverse por si solas, cerrando el paso, hasta en la parte alta.
–¡¡¡Pidgey más alto!!! –ordena su entrenador.
–Pidgey pidgey (está bien).
Las enredaderas crecieron y seguían evitando el paso de Pidgey por más alto que fuera. Extrañamente, algo raro estaba pasando, algo muy raro.
–¡Ya sé! –dice Amhy tronando los dedos. –Podemos pasar con ayuda de Abra, él nos puede teletransportar del otro lado.
–Es cierto, eres muy inteligente Amhy.
–Gracias Clud, tú si sabes reconocer el talento de las mujeres, no como cierta persona que está a mi derecha –decía dirigiéndose a Joe y mirándolo en un tono discreto (qué va, para nada).
Nuestros amigos iban a ser teletransportados por Abra. Hicieron una formación todos tomados de la mano, en medio de todos estaba Abra (con los dos primeros dedos de la mano derecha en la frente (Estilo Gokú cuando hace la teletransportación). El pokémon psíquico comienza a brillar de color azul. Joe lo siente de nuevo, su mochila se mueve otra vez, el pokémon que está dentro del huevo quiere salir, tal vez no sea el momento para eso, pero la criatura que yace dentro del cascarón lucha por salir.
De pronto, las enredaderas empezaron a producir un polvo azul.
–¿Qué extraño...?, ¿qué... es... eso?.
–¡¡Es un somnífero!! –chilló Amhy.
Los chicos se quedaron durmiendo y roncando al igual que los pokémon, ¿qué se esconde detrás de esas enredaderas? ó ¿por qué no pueden ser atravesadas?.
Luego de tres horas...
–Naaaa... tu tu –el pokémon producía sonidos raros mientras se estiraba acabado de despertar. Con pequeños saltos, se acerca hacia Eevee y los demás pokémon, dándole algunos picotazos leves, el pájaro psíquico logra despertarlos, mientras los tres entrenadores siguen durmiendo y roncando.
–Uii –Eevee abre los ojos con gracia.
Natu explica a los pokémon que deben descubrir lo que se oculta detrás de esas enredaderas y por qué no les permiten el paso.
-Uiii ui ui ui (muéstrate). Ui ui ui uiii (no te haremos daño).
Las enredaderas tratan de atacar a los pokémon, mientras ellos con movimientos veloces logran esquivarlos. El somnífero es nuevamente producido, pero Pidgey con un movimiento brusco de alas, logra repelerlo.
–Tu tu tu natu (ya te dijimos que no te haremos daño). Tu natu natu tu (puedes confiar en nosotros.
–Pidgey pidgey piiiii pidgey (lo único que queremos es pasar del otro lado).
–¿Ratta rattata rattata? (¿por qué no nos lo permites?).
–Pichuu pi (por favor).
Entre súplicas, los pokémon logran convencer a la criatura que se esconde detrás de las enredaderas.
–Tan tan tan (está bien, pasen) –se escucha la voz rara.
Las enredaderas abren el paso. Los pokémon despiertan a sus entrenadores.
–¡Magnífico! –grita Joe–. Podemos pasar.
–Sí, qué bueno. Ya estoy ansiosa por salir de este lugar.
Las extrañas ramas pronto tomaron forma de ¡¡¡Tangela!!!.
–Tangela tan tangela (lo sentimos). Tangela tan tan tangela tangela tan (nuestro trabajo es custodiar este lugar). Tan tangela tan tan (pero si no vienen a hacer el mal, pueden pasar).
–Tangela tan tan tangela tan tangela (pueden pasar, sólo asgúrense de no ser vistos por otros pokémon). Tangela tangela tan (el rey de la primavera ha venido al bosque). Tangela tan tan (y para protegerlo de entrenadores o depredadores, tenemos que cerrar el paso).
Mientras avanzaban, el camino el paisaje se hacía mas verde y lleno de flores y árboles con frutas, había flores del tamaño de la cabeza de un humano. El pasto estaba sorprendentemente lleno de vida.
La vegetación aumentaba, el hermoso bosque parecía una selva.
–Y con razón dicen que el rey de la primavera ha venido –replica Amhy.
–Quién será ese tal "rey de la primavera" –piensa Joe.
–*La leyenda dice que el rey de la primavera es un pokémon que viaja por el tiempo, dejando huevos en los bosques, y que elegirá a una persona, para que comparta la eternidad con él* -dice Natu en la mente de Joe.
–¿Es cierto? –dice Joe con un gran asombro.
–*Bueno, es una leyenda* -contesta Natu.
–Sería genial viajar en el tiempo y ser el rey de la naturaleza –piensa Joe nuevamente.
El bosque se había convertido en un campo de luces, polvos relucientes volaban y flotaban en el ambiente, eso hacía que se viera mágico.
–Ah, huele muy rico –dice Amhy mientras inhala.
–Este bosque es hermoso, y mágico –dice Cloud admirado.
Mientras avanzan el lugar va haciéndose más hermoso, todos llegan luego a un extraño árbol enorme, en el cual varios pokémon como: Pidgeys, Rattatas, Weedles, Caterpies, Kakunas, Metapods y Beedrills lo rodean, como si estuvieran adorando a aquella planta o algo así.
El árbol era realmente enorme, demasiado enorme. Parecía un sauce y estaba lleno de verdes hojas.
Frente a este estaba un letrero que decía: "el Árbol de la Vida, es el árbol más antiguo de la tierra, y por lo tanto es sagrado".
–Recuerden lo que dijeron los Tangela –dice Joe.
–Es cierto... –dice Amhy.
Los chicos se ocultan tras unos arbustos cercanos, mientras contemplan la escena.
Los pokémon del bosque comienzan a bailar alrededor del árbol como si este fuera su rey o algo así, las chispas de luz que flotaban en el aire chocaban con la cara de todos haciéndoles cosquillas.
–Cuando terminará esto, tengo los pies dormidos –se queja Amhy.
–La verdad, no admiras lo que está pasando aquí, es algo hermoso, esto no lo ves todos los días –regaña Joe.
–Bajen la voz, o se darán cuenta que estamos aquí –interrumpe Cloud.
En eso, una extraña luz verde aparece, saludando a todos los pokémon mientras se acerca a ellos.
Los pokémon insectos y aves comienzan a gritar y a aplaudir, como si estuvieran felicitando a la esfera de luz verde.
Nuestros tres amigos y sus pokémon ven con asombro aquella escena, cuando la luz verde toma forma de una hada verde pokémon con antenitas en la frente, pequeñas alas cristalinas, cuerpo delgado y chico de color verde también.
Nuestros amigos se asombran aun más y emiten sonidos raros de susto.
El pequeño pokémon verde oye esos ruidos y empieza a hablar con los otros pokémon, el pokétalk de Joe no puede traducir el diálogo.
***
–*Creo que escuché unos ruidos* -dice el hada verde.
–*¿Desea que vaya a ver?* -le dice un Beedrill.
–*No, iré a ver yo* -dice nuevamente el pokémon del color de las plantas.
–Cómo quiera Celebi –dice el pokémon abeja.
***
–¿Qué estarán conversando? –dice Amhy algo asustada.
–¡¡¡Shhhh!!! –calla Joe.
–Seguro le está ordenando a ese Beedrill que nos ataque –dice Cloud temblando.
–¡¡¡Que se callen!!! –vuelve a regañar Joe.
–Pude entender esa conversación –dice Joe algo extrañado.
–Sí, y ¿qué estaban diciendo? –interroga Amhy asombrada.
–Ellos estaban diciendo que habían escuchado unos ruidos en esta dirección. Y el Beedrill llamó "Celebi" al pokémon verde –dice Joe un poco asustado de sí mismo.
Cuando Joe dice la palabra "Celebi", el pokémon verde reacciona de una manera extraña, y se acerca a los arbustos en los que estaban nuestros amigos.
Junta sus manos y separándolas luego, logra hacer el pasto aun lado, como si controlara la naturaleza, allí ve a nuestros tres amigos y sus pokémon. Ellos asustados observan al pokémon, temiendo la reacción que él pudiera tener. Pero, los ojos de ese pokémon muestran un gesto alegre luego de que ve a Joe, como si se conocieran de hace algún tiempo o algo por el estilo. El pokémon crea en sus manos una esfera dorada que luego se convierte en un collar de rosas que es colocado en el cuello de Joe. El chico no logra explicarse la conducta de ese pokémon la verlo. Cuando el collar es puesto en la nuca del chico una espina atraviesa su piel, haciendo que este sangre. El pokémon muestra luego de ver el chorro de sangre una cara de compasión y pena, dice algo en un idioma extraño y con su dedo índice resplandeciendo con luz verde toca la herida y esta se cierra. Todos quedan atónitos.
–Pude entender lo que dijo, él dijo: lo siento –le explica Joe a sus dos amigos.
El pokémon comienza a hablar nuevamente y abraza a Joe, luego los demás pokémon empiezan a tener una conducta extraña, ellos empiezan a brincar y a gritar felices.
–¿Qué dijeron? –pregunta Amhy.
–El pokémon dijo: al fin te encontré, luego de eso los demás empezaron a gritar: por fin lo encontró, por fin ha venido –sigue diciéndoles Joe a sus amigos.
***
–*No es el momento en que nos reunamos* -dice el pokémon.
–*Aun recuerdo la última vez que te vi* -sigue hablando extraño.
***
Joe les traduce lo que el pokémon habla, cuando el pokémon vuelve a decir:
–*Lo que ustedes quieren es salir del bosque ¿verdad?* -dice nuevamente.
Joe afirma agachando la cabeza con temor.
–*Está bien* -dice el pokémon verde –. *Acompáñenlos a la salida * -ordena a dos Rattatas.
–*Te prometo que nos volveremos a ver* -se despide de Joe, mientras el hada pokémon toma las manos del chico.
***
Dos Rattatas acompaña a nuestros amigos a la salida del bosque, cuando, el entrenador de quince años no logra explicarse lo que pasó en ese lugar, ni sabía quién era el extraño pokémon, aunque el había dicho que se habían conocido desde antes.
–Creo que yo me voy a quedar en el bosque atrapando más insectos –dice Cloud un poco triste.
–Pero, ¿por qué? –pregunta Amhy con tristeza.
–Sí, hacemos un muy buen trío nosotros –comenta Joe.
–Sí, pero mi vida son los pokémon insectos, y aquí hay muchos. Nos veremos en ciudad Limón, es la cuarta ciudad, allí hay muchos pokémon insectos, por lo pronto, quiero quedarme aquí –dice Cloud.
–Está bien, pero jura que irás allá, y que nos esperarás –expresa Joe.
–Lo juro –dice Cloud mientras levanta su mano derecha.
Saliendo del bosque nuestros amigos están apunto de pisar el terreno de las colinas Torrente, pero eso ya es otra historia. Con un amigo que se reunirá con ellos luego y con un misterio sobre el pokémon verde, la pareja de entrenadores sale del bosque Fantasía, Joe esa noche no podrá dormir, pero sus pokémon lo apoyarán ante cualquier dificultad que él tenga que atravesar.
Esta historia continuará...
FIN del capítulo...
