Mundo pokémon.

Capítulo 12: El pequeño Bubball.

By: Joe and Celebi the time travelers.

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Ciudad Magenta:

La ciudad en donde el ambiente se ve inundado por el olor de las flores de cerezo.

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Con la firme confianza en ganar la primera medalla de la liga Ether, en ciudad Magenta, Joe entrena duro con sus pokémon.

-Suficiente, regresa Sandhrew –el chico sostiene una pokébola, mientras regresa a ella un pequeño Sandshrew-. Vamos Amhy, tenemos que llegar al centro para hospedarnos allí –dice de nuevo.

-Tienes razón –contesta ella.

Mientras el camino se acorta cada vez más (aunque para ellos se alarga cada segundo), los dos entrenadores han guiado a sus pokémon, sobre cómo deberá ser una pelea en un gimnasio, aunque para ellos también sea una nueva experiencia.

Los entrenadores llegan a un edificio, el cual parece un castillo de la época medieval. Amhy se maravilla al ver la hermosa construcción, mientras Joe piensa "qué patética". Todo indica que los pensamientos de los dos no concuerdan, una puerta de madera se abre, dejando pasar a ellos y a sus pokémon, el fresco del aire acondicionado se logra sentir con comodidad allí dentro.

-¡Enfermera Joy! –gritan los dos a la vez, porque no hay nadie allí más que personas charlando y parloteando.

-¡Enseguida voy! –contesta una voz femenina, que al parecer es la de la enfermera.

Una hermosa figura aparece en la puerta, el cabellos rosa sobresale, su uniforme blanco está sorprendentemente limpio, mientras una hermosa sonrisa adorna la cara de la bella mujer.

-Hola –saluda ella, sosteniendo una pequeña bola azul en su regazo.

-Vas a estar bien –le dice ella a la bola azul-. Tu pelo ahora es más brillante.

-¿A quién le hablas? –pregunta Amhy.

-Ah, lo siento, es que este pokémon nació prematuro, estuvo en cuidado intensivo hace unas cuantas semanas, ahora ya se siente bien –cuando la enfermera dice eso, la bola da una vuelta mostrando su cara, dos ojos grandes sobresalen del rostro, y una hermosa cara sonriente que dice: -¡Bubball! –al tiempo en que saca burbujas de su boca.

La cara de Amhy muestra una sonrisa de media luna, y en sus ojos se ven estrellitas rosadas.

-¡¡¡Qué lindo!!! –grita ella.

-¿Verdad que sí? –pronuncia la enfermera-. Hazle cosquillas bajo la barbilla, dice Joy, mientras le muestra, el pokémon ríe de una forma graciosa.

-Se nota que le gusta –dice Amhy-. ¿Lo puedo cargar? –pregunta con amabilidad.

-Claro –dice la otra mujer.

-Veamos... –dice Joe, sacando su aparato rojo.

-Bubball. El pokémon burbuja, su estómago crea burbujas que salen por su boca cuando este está feliz, y se siente a gusto con él mismo, no ha nacido para la batalla, debido a que es tan sólo un bebé. Sus manos crecen conforme pasan los días, luego de que nace. Se le debe mostrar mucho cariño a este pequeño, ya que es muy sensible.

-Interesante –exclama Joe, frotándose la barbilla con su mano derecha (y poniendo una mirada intrigante).

-¿´On ´ta bebé? –dice Amhy tapándose los ojos-, aquí ´ta –El Bubball ríe alocadamente, mientras la chica sigue jugando con él.

-Voy a hacer una llamada al profesor Willis –piensa el chico.

Se acerca al videoteléfono y marca una serie de números, el teléfono comienza a mostrar su tono.

La imagen del científico con cabello cobrizo aparece en el monitor.

-Hola profesor –saluda.

-¿Qué onda Joe? –saluda animadamente.

-He capturado, seis pokémon profesor, ¿cómo ha estado usted?.

-Pues bien. Me han llegado unos cuantos pokémon que jamás había visto, de entrenadores que han viajado a otros continentes. Espero los tuyos. Tu mamá te ha comprado unas cuantas cosas en el supermercado, te las ha mandado por paquetería, deben tardar dos días en llegar hasta allá.

-Mmm... qué bueno, porque ya me hacen falta algunas cosas. Oiga profesor, hace unos cuantos días, apareció un mensaje en mi pokédex que decía: "actualmente existe la versión pokédex 2.0". ¿La tengo que descargar directamente de usted? –pregunta.

-Sí, déjame ver... –se nota que el científico teclea algunos botones en su computadora.

-Introduce tu pokédex en la ranura -ordena.

Joe hace lo que le dice.

-Esto tardará unos cuantos minutos –dice.

-Ok.

-Mientras dime: ¿qué tal te ha ido?.

-Pues bien, aunque ya no tengo alimento, fue una suerte haber llegado a ciudad Magenta. He tenido unas cuantas dificultades, pero sin importancia.

-Sí, eso de ser entrenador, es difícil –dice Willis.

Un chillido casi inaudible, se escucha, cuando el profesor exclama: -Ya está.

Los dos charlan un poco más, cuando por fin el entrenador cuelga el videoteléfono. Se acerca con Amhy, quien juega con el Bubball.

En eso la enfermera Joy aparece.

-¿Quieren darle estos gajos de Oran Berry? –pregunta con su especial sonrisa, a la cual nadie puede resistir.

-Cla... claro –titubea Joe impactado por la sonrisa.

-Yo te ayudo –dice Amhy empujándolo.

El pequeño pokémon prueba el primer trozo y no se resiste al agridulce sabor de esta fruta, por lo que empieza a comer llenándose la cara de néctar.

Una hora después... (luego de que Bubball se come una pecha berry, dos oran berry, una rawst berry y una nomel berry).

-Joy podemos hospedarnos aquí.

-Claro –contesta ella amablemente.

-Joy, vamos a salir a algunas tiendas –grita Amhy.

-Claro –contesta ella-, ¿les importaría llevarse a Bubball a dar un paseo?.

-¡¡Nos encantaría!! –dice Amhy emocionada.

-Está bien, recuerden que tienen que llegar antes de la cena que es a las ocho y media –advierte la enfermera.

-Está bien –dicen ellos a la vez (cuando Bubball repite su nombre y saca unas cuantas burbujas de su boca que chocan con la cara de los tres presentes, provocando un cosquilleo.

Unos metro más allá...

La charla no se hace esperar, sobre todo por la emoción que el pequeño Bubball desborda, sacando continuamente las burbujas azules de su boca.

***

-¡¡Por fin iremos a retar al líder de gimnasio de esta ciudad Pichu!! ¿estás listo?.

-Pichu pi –responde el animado pokémon ratón.

-Después de eso podremos ir a ciudad Ébano.

La chica de cabellos negro, se prepara día con día para intensificar su entrenamiento que cada vez es mejor, y así, cumpliendo su propósito de vencer a todo el entrenador que se le enfrente logrará ser la mejor.

***

Las tiendas comerciales estaban atestadas de compradores que miraban los aparadores. Y compraban desde muñecos de felpa, hasta candelabros Hoot-Hoot.

-¡¡Mira este peluche de Jigglypuff –exclama Amhy-. ¡¡Está hermoso!! –lo abraza-. ¡¡También este de Togepi, qué lindo!! Los voy a comprar –no tarda nada en entrar a la tienda y compra los dos peluches.

-Debes comprarte algo que más te sirva –regaña Joe.

-Es que tú no eres mujer, y por eso no entiendes de estas cosas –dice ella.

-Aun así, deberías comprarte algo mejor que esas cosas de niñas chifladas –insiste Joe.

-¿¡¡Dijiste de niñas chifladas!!? +0_0 –exclama Amhy con tanto enojo que su expresión se parece ala de un Jigglypuff cachetón o a la de un Snubbull enchilado.

-Sí, eso dije –responde él.

Amhy, en eso, saca un abanico gigante de papel y golpea a Joe en la cabeza, sacándole una lágrima del ojo, al mismo tiempo que cae con una cara de Wobbuffet.

Luego de una media hora...

-Me compré un pokéblock case –dice Joe-, sirve para almacenar los pokéblocks-. Vi una blender berry portátil ¿crees que debo comprarla?.

-Haz lo que quieras, no me importa... –contesta ella despóticamente.

Luego de varios minutos de compras...

-Mira, compré un pisapapeles de Geodude, una figura de acción de Blaziken, una pelota que rebota en forma de Voltorb, entre otras cosas.

-Y dices que yo compro cosas de niñas chifladas –dice ella-. Aun así te voy a mostrar lo que compré: un aromatizante de Vileplume, una falda hawaiana de Bellossom, un peluche de Spinda, un adorno de un Lunatone que brilla en la noche, un joyero de un Clamperl, un kimono de Goldeen y un vestido de Gardevoir. ¡Uff! creo que hemos gastado mucho en cosas para nosotros, y no le compramos nada a nuestros pokémon –juzga ella.

-Bueno, aun tenemos dinero, vamos –dice Joe.

Compraron una caja de helado y salieron del centro comercial.

-¿Te gusta? –le dice Amhy a Bubball, el cual come helado napolitano.

-Bu bubball –responde él con una sonrisa.

Una chica de cabello rojo aparece frente a ellos, con un traje (parecido al de Casiddy, o como se escriba) de color rosa, una boina roja con una línea de color amarilla, botas rojas que le llegaban a las rodillas, la boina tapaba casi todo el lado izquierdo de su cara y el traje tenía en el pecho una  "R" de color amarilla.

-Prepárense para sufrir y para morir.

Para conquistar al mundo con mi poder,

Para aborrecer los males de la verdad y el amor,

Para extender mi dominio ¡¡hasta el infinito y más allá!!.

Soy Verotto Yellow. "La chica Rocket".

La ladrona que roba sin piedad de noche y de día.

Ríndanse ahora o prepárense para llorar.

-Oddish Oddish.

La chica saca un Ponyta de su pokébola.

-Otra vez tú... –gritan Amhy y Joe a la vez.

-Sí, soy yo de nuevo, y no me griten que no estoy sorda –dice ella-. Tengamos una batalla, y si pierden me llevaré todo lo que tienen en esa bolsa –ella señala las compras que habían hecho los chicos, mientras monta su Ponyta.

-¡¡Está bien!! –grita Joe, decidido a derrotarla.

-¡¡Ve Pidgey!!.

-¡¡Pidgey Pidgey!! –grita el pokémon batiendo sus alas.

-¡¡Ve Oddish!! –grita Verotto, mientras su pokémon avanza unos pasos.

-¡¡Pidgey, tornado!! –ordena el entrenador, mientras el pokémon ave bate las alas de una manera impresionante, hasta crear un potente remolino de viento, que es capaz de elevar al Oddish por los aires.

-¡¡Sí!! –exclama Joe abrazando a Pidgey.

-Aun es muy temprano para que festejes –replica la entrenadora ladrona, mientras su pokémon se sostiene de un poste de electricidad con sus látigos para no ser arrastrado por el viento.

Sosteniéndose del mismo poste, Oddish se balancea para embestir a Pidgey desde lo alto, pero el orgullo de este pokémon no dejará que un pequeño pokémon de planta lo venza, y esquiva los ataques de las ramas, velozmente.

-Cada vez que mi Oddish ataca, este aumenta su velocidad, gracias a que hoy es un día muy soleado, y eso puede reforzar su habilidad de "clorofila" –dice Verotto-. ¡¡Ja ja ja!!

Joe gruñe, mientras la velocidad del pequeño Oddish cada vez es mayor, y esto se nota, porque algunos ataques ya han logrado alcanzar a Pidgey y causarle algo de daño.

-¡¡Pidgey, ataque de alas!! –grita Joe, mientras su pokémon asienta.

Pidgey logra golpear a Oddish con su ala derecha, luego de que este esquivó la izquierda.

-¡¡Oddish, junta energía del sol!! –grita Verotto.

-Odd odd Oddish (hiyaaaaa)...

-¡Pidgey, haz un tornado otra vez! –ordena Joe.

-¡Piiidgey Pidgey!.

El ave cierra sus ojos, el viento a su alrededor comienza a soplar como si fuera controlado por magia, el cuerpo del pokémon comienza a brillar y extiende sus alas, formando un pequeño tornado, que al tocar tierra se vuelve más y más grande a cada segundo.

El tornado logra alcanzar a Oddish, el cual no para de girar.

-¡Pidgey, en guardia! –grita Joe.

El tornado cambia de un color azulado, que sin duda es por el efecto de las esporas que segregó Oddish. El viento hace que las esporas vuelen en todas direcciones del campo de batalla.

-¡Pidgey!, ¡aléjate! –grita Joe. En un lado Amhy que carga al pequeño Bubball tiene una mirada de preocupación.

-¡Oddish, sigue esparciendo tus esporas de sueño! –dice la chica sarcásticamente.

El tornado pierde su efecto, mientras Oddish aterriza sano y salvo para sorpresa de Joe, Amhy, Pidgey y Bubball.

-¡Embestida, Pidgey!.

El pokémon es rodeado por un aura rosa. Pidgey trata de embestir al Oddish, pero su velocidad lo evita.

-¡Oddish, dispara tus hojas navaja! –ordena Verotto.

-Oddish Oddish.

El pokémon agita sus hojas, mientras suelta tres que vuelan a toda velocidad en dirección a Pidgey.

-Piiidgey –grita, mientras usa sus alas como escudo.

-Esas hojas no servirán Verotto, y deberías saberlo –grita Joe con una sonrisa.

-Mmm... ni modo, pero tú no puedes atacar a mi Oddish.

-¡Látigo cepa, queridín!.

El Oddish libera las dos ramas de su cabeza. Pidgey las toma con sus garras y comienza a rasguñarlas, causándoles dolor a Oddish.

-Polvo de sueño –dice la villana.

El polvo azul llega hasta la nariz del ave, una vez respirado, sus ojos comienzan a cerrarse y a causar una sensación de sueño. El pokémon vuela en dirección a Oddish, quien asombrado recibe el impacto de la embestida de Pidgey, que cae totalmente adormilado.

-¡Pidgey! –grita Joe, corriendo a cargar a su pokémon.

En eso la tierna cara de Bubball se torna a la de un pokémon enfurecido, este salta de los brazos de Amhy y va al campo de batalla.

-Ja ja ja, esa cosita quiere ganarme –grita Verotto riendo aun más.

-¡Nooooo¡ –grita Amhy-, ¡regresa!.

-Buuu bbaaaall.

-*Te has budado de mis amigos –le dice el bebé al Oddish-, y no te do voy a pedonad.

-*Ja ja ja –ríe Oddish.

-*Budbujas expdosivas –el pokémon lanza una serie de burbujas que chocan con el cuerpo de Oddish causándole un dolor tremendo al explotar.

Luego, el pokémon azul comienza a inflar una burbuja que se va haciendo más grande. La esfera encierra a la chica y sus dos pokémon, los cuales vuelan por los aires, mientras los entrenadores ríen.

Después de un día difícil, nuestros amigos llegan al centro pokémon dispuestos a ganar en el gimnasio de ciudad Magenta, cuando este sea abierto.

Fin del capítulo...