Mundo pokémon.
Capítulo 14: Cuando las heridas sanan.
Joe and Celebi the time travelers.
—Tu Furret estará bien en tres días. Ya no te preocupes John —dice la enfermera Joy a un chico rubio, con una gorra negra.
—Sí, pero él está mal por mi culpa, y me siento muy mal. El gimnasio ya ha estado cerrado por mucho tiempo —dice el chico llamado John.
—Sí, tienes razón —contesta la chica.
—Sé que tengo otros pokémon, pero yo nunca pelearía sin Furret, él fue mi primer pokémon luego de que evolucionó de Sentret —dice triste.
***
—Soy la princesa, todos deben obedecerme. ¡Joe tu reina se está acalorando, trae un abanico!.
—¿Pero qué dices?. Despierta Amhy, estás soñando.
—¿Qué? ¿Sólo estaba soñando?.
—Sí, ya llevas alrededor de cinco minutos diciendo que eres la reina más bella.
Joe comienza a imitarla y a burlarse, mientras Amhy empieza a reprocharle.
Luego de unos minutos...
—Eevee, Sandshrew, Rattata, Pidgey, Natu vamos a desayunar —grita Joe, mientras los pokémon se levantan de la cama en cuanto escuchan la palabra "desayunar".
—Ustedes también vengan; Abra y Pichu —dice Amhy.
Los chicos salen del cuarto 008 en el centro pokémon, para dirigirse a la cocina de allí mismo, en donde había unos cuantos chicos desayunando y preparándose un café.
***
—*Ay mamachita, me muero de hambre —exclama Eevee.
—*Sí manto, yo también tengo reteharta hambre —dice Pidgey.
—*Compórtense y hablen bien —replica Natu dándoles un picotazo en la cabeza a cada uno.
Las Chansey encargadas acuden a la cocina y preparan unos cuantos hot cakes para nuestro amigos.
***
—Vamos John ya deberías empezar a pelear contra otros entrenadores, ellos ya están muy impacientes. Al menos han venido tres por día —dice un extraño anciano.
—Lo sé, pero estoy muy desesperado y preocupado por Furret —exclama el chico.
—Tienes otros pokémon, no nada más a él.
—Eso me los ha dicho mucha gente, pero te contestaré lo mismo que a ellos: Furret fue mi primer pokémon, y yo no le haría algo así, sé que él se pondrá bien. Entiende, es mi pokémon más fuerte —dice John.
—Pero...
El chico rubio sale del edificio y comienza a correr desesperadamente. Con intenciones de llegar al centro y ver a su amigo.
***
—Hola Bubball ¿cómo has estado? —saluda Amhy, mientras come.
—Bu bu —dice el pequeño haciendo burbujas.
—¿Cómo está mi bebé? —dice la chica haciendo caras.
—Bbbbbbbbb.
Amhy ríe porque las burbujas creadas por el bebé Bubball tocan su cara y le hacen cosquillas.
—Voy a salir para ver si hay algún entrenador que quiera una batalla —dice Joe—. Adiós Bubball.
—Buuubball —grita el pequeño.
Joe sale del cuarto y ve a la enfermera Joy.
—¿Sabes de alguien que quiera tener una batalla Joy? —pregunta.
—Tus pokémon ya han peleado mucho por esta semana —replica ella.
—Lo sé, pero...
—Mira, allá hay un chico —interrumpe ella—. Se llama Tom.
—Hola Tom, me llamo Joe Raian —saluda Joe.
—Mucho gusto —contesta el entrenador.
—¿Quieres tener una batalla conmigo?.
—Claro Joe —dice el entrenador con cabello castaño y ropas verdes.
Los dos salen, las puertas eléctricas se abren de par en par para dejarlos salir, encuentran un solar cercano, para utilizarlo de campo de batalla.
—¡Ve Growlithe! —grita el entrenador contrincante, mientras arroja la pokébola con su mano izquierda.
—En ese caso: ¡Sandshrew, yo te elijo! —Joe levanta la pokébola a lo alto, y con un gesto desafiante mira que su pokémon espera atento a sus ordenes.
—¡Usa tu ataque de ámbar! —grita Tom. El perro pokémon levanta la cabeza y luego un lanzallamas sale de su boca, Growlithe ruge y la flama se fragmenta en pequeñas llamas, formando el ataque de ámbar.
—¡Curva de defensa, Sandshrew! —ordena Joe.
—¡Sandshrew! —exclama el pequeño rápidamente.
El armadillo forma una bola con su cuerpo, esta brilla de color azul, evitando que el ataque de ámbar de Growlithe le afecte.
—¡Sandshrew, acuéstate en la arena y rueda allí.
—¡Drew! —contesta.
El pokémon ríe, cuando se da cuenta que su cuerpo totalmente bañado en tierra se vuelve de color blanco.
—¡Lanzallamas a toda potencia! —grita Tom.
Sandshrew es bañado en fuego.
—¡Lo vencimos! —grita Tom festejando.
—Yo no lo creo —dice Joe.
El fuego se extingue, revelando que Sandshrew salió ileso del ataque.
—¿Pero, cómo? —dice Tom.
—Para empezar, Sandshrew es un pokémon de tipo tierra, por lo tanto resiste los ataques de fuego, a pesar de eso, él hubiera salido dañado del ataque de Growlithe porque este estaba aumentado a su máxima potencia, por eso le ordené que cubriera su cuerpo con arena, para repeler el fuego de tu pokémon —explica Joe con gesto de sabio—. ¡Ahora, Sandshrew, ataque de rodada! –grita Joe.
***
—Joy puedo pasar a ver a Furret —dice el chico rubio llamado John.
—Claro, está en la habitación 238 —dice la bella chica, con una linda sonrisa.
***
Sandshrew gira y atropella a Growlithe, que queda vencido.
—¡Siiiiií! —grita Joe—. ¡Gracias Sandshrew!.
Sandshrew ríe y brinca a brazos de su entrenador, que lo acaricia.
—Lo siento Growlithe —exclama Tom muy triste—. Felicidades Joe.
—¿Tienes número en tu pokégear? —pregunta.
—Sí, tómalo —dice—. Necesitamos entrenar más duro.
Tom se aleja junto con su amigo pokémon, tal vez perdieron una batalla, pero no las esperanzas de ganar la medalla de esa ciudad y así convertirse en un buen entrenador. Por su parte Joe, con más ánimos a cada segundo, y con la confianza de sus pokémon en él, sabe que a toda costa ganará la batalla contra el líder.
***
—Furret, aquí te traigo estas flores, ¿cómo te has sentido hoy...? —le dice John al pokémon dormido.
—Lo siento, no debí obligarte a seguir peleando con ese entrenador, era demasiado rudo para nosotros, pero gracias a eso lo venciste, aunque ahora estás aquí, pagando el precio de mi impertinencia.
—Fuu... fuu.
—¡Furret, has despertado! –grita John de felicidad—. Lo siento —dice él abrazando suavemente a su amigo.
—Fuu Furret fuu (no tienes por qué sentirlo) —dice el pokémon batallando un poco—. *Ese era nuestro trabajo, acabar con ese entrenador, y lo pudimos lograr, gracias a nuestra amistad.
—No te esfuerces en hablar amigo —dice John.
—Fu furret (ya estoy bien).
En eso, la puerta se abre inesperadamente...
—Hola John. ¡Oh veo que Furret ya ha despertado! —grita la enfermera—. Según los estudios de rayos x que le hicimos, los huesos de Furret ya han sanado completamente, solo es cuestión de unos tres días para que tu pokémon recupere sus energías al máximo, y vuelva a ser el pokémon parlanchín y gracioso que era antes.
El chico y su pokémon festeja al máximo, haciendo planes para las próximas batallas que tendrán en unos días.
Fin del capítulo...
Sé que no se entendió mucho en este capítulo, pero en el siguiente se aclarará todo.
