Una hermosa noche estrellada en ciudad Magenta, todos los poblanos ya dormían tranquilos. El cielo estrellado dibujaba los bellos contornos de un astro más, la luna. La gigante mancha plateada bañaba en un hermoso color blanco las construcciones de la ciudad.

Una sombra aparece arriba de los edificios, al parecer es un pokémon que gusta de admirar a la luna, las grandes pupilas de la criatura reflejan un constante brillo emanado del mitológico astro que observa al mundo de noche, en compañía de sus hijas las estrellas.

Una hermosa melodía se alcanza escuchar a cada oído de los ciudadanos, dando paz a sus sueños. Al parecer la criatura es la autora de tan bella canción.

La noche pasa, mientras que la marcada esfera brillante se hunde en el infinito para dejar venir una nueva mañana.

Mundo pokémon.

Capítulo 15:

Batalla en el gimnasio Magenta:

Una prueba de velocidad.

By: Joe and Celebi the time travelers.

***

Hoy es el gran día, el día en que Amhy y yo venzamos al primer líder de gimnasio de esta ciudad, de ciudad Magenta. Ya puedo verme a mi mismo, con el gran honor de haberle ganado al líder y subiendo un nivel más hacia el camino del éxito.

Hoy ha sido una mañana muy normal, sobre todo cuando traté de despertar a mis pokémon, ya que ninguno de ellos querían levantarse de la cama.

Amhy por ejemplo ha tomado esto muy enserio, y empezó a entrenar a las seis de la mañana.

A la hora del desayuno Joy nos desea mucha suerte, una especial sensación de nerviosismo ha empezado a recorrer mi cuerpo.

—Es hora de irnos Amhy —le grito.

—Ya... ya voy —contesta tartamudeando un poco.

Ya una vez que llegamos al gimnasio doy un suspiro, y allí decidimos quién peleará primero.

—Las mujeres son primero —le digo.

—No, tú primero —dice ella algo nerviosa.

—¿Qué tal un volado? —propongo.

Amhy toma la moneda que saco del pantalón y la lanza al aire ya una vez que ella escogió la cara con el Pikachu, y a mi me tocó el sello. La moneda cae al suelo y podemos ver que Amhy peleará primero.

—¡Nooo! —grita—, estoy muy nerviosa.

—Lo sé, yo también —le digo nuevamente para tratar de calmarla, porque aunque mis nervios no se noten estoy temblando más que una gelatina de oran berry.

El gimnasio es un edificio de color blanco, con un techo en forma de un triángulo cuadrangular construido de ladrillo, y en la parte de arriba una luna plateada lo adorna.

—Es hora de entrar —le digo.

***

—Gracias a ustedes pude ganar la medalla de este gimnasio, Pichu, Wooper, Jigglypuff, Oddish, es hora de partir hacia ciudad Ébano —exclama Ashley.

—Pichu pi —grita el pequeño.

***

Amhy entra al gran salón de batallas, Joe no puede entrar allí aun, por lo que espera en un cuarto, allí encuentra unos cuantos bocadillos, y empieza a comer, junto a sus pokémon, los nervios cada vez aumentan más.

***

De repente, siento un cosquilleo que recorre mi cuello, lo muevo un poco y la sensación desaparece.

Mientras estoy sentado en el sillón, mis deseos por saber lo que Amhy está haciendo allí adentro aumentan.

Creo que estoy listo, mis pokémon están felices y listos para la batalla, al igual que yo.

De nuevo ese cosquilleo aparece en mi nuca. Pero no solo eso, también una extraña risa femenina se logra escuchar. Tal vez sea solo mi imaginación, pero he empezado a asustarme, la endemoniada carcajada, se escucha más fuerte.

Una ventisca sacude la puerta, y cientos de pétalos entran por allí, acompañados de una fragancia dulce que sacia mis sentidos.

Ahorita quisiera estar dentro del salón de batallas, lástima que no puedo. Debo tranquilizarme, solo es mi mente que escucha esos ruidos debido a los nervios.

***

—¡¡Vamos... Squirtle... tenemos que encontrar a Sppringfair!! —dice Hiro a su pokémon, mientras los dos corren algo agotados.

Mientras su pokémon contesta con un exhausto "Squirtle Squirtle".

—Mira, el gimnasio está cubierto de ramas, allí debe estar —continua—. Debí saber desde antes de capturarlo que era un pokémon muy juguetón y travieso.

***

La misteriosa sonrisa fantasmal hace que Joe se ponga muy tenso. Pero luego aparece ante él una pequeña hada felina que suelta chispas al volar, su traje rosa, hace que la bella sonrisa de la criatura reluzca mucho. Un pequeño cascabel pende de su cuello.

—¿Con que tu eres la que me ha estado asustando, eh? —dice Joe.

—Ji ji ji —contesta ella.

—Sppringfair: La pequeña hada felina; la leyenda cuenta que puede cambiar las estacones del año, según su estado de ánimo, puede controlar las plantas a su antojo, no se saben más datos de este pokémon, porque se descubrió hace poco en una pequeña región de Ether.

—¡Eres muy bonita Sppringfair! —exclama Joe.

La pequeña contesta con una risa. Después abraza a Joe.

—Ajá, aquí estás Sppringfair —se oye la voz de Hiro dentro del gimnasio—. Por favor no me hagas esto, desde hace tres kilómetros que venimos persiguiendo tus pétalos Squirtle y yo.

El pokémon contesta con una risilla.

—Hola, ¿te llamas Hiro verdad? —dice Joe.

—Ah, lo siento, no te había visto, me llamo Hiro —saluda.

—Sí, nos conocimos en el antro pokémon —prosigue Joe.

—Ah, es cierto, que tonto.

Los dos chicos presentan a sus pokémon, mientras Joe explica que Amhy pelea dentro del gimnasio (por cierto cuando Joe dice: "Amhy", Hiro se sonroja.

***

—¡¡¡Vamos Abra utiliza un último rayo psíquico!! —ordena Amhy con una sonrisa encantadora en su rostro.

—Eres muy buena Amhy, ya has vencido a dos de mis pokémon, utilizando a tu Abra, pero a este no... ¡¡Veee...!!.

***

—¿Qué tal si salimos? —propone Hiro.

—Está bien —contesta el entrenador de Eevee.

Al salir del edificio, un intenso calor rostiza los cuerpos de los chicos y sus pokémon.

—¡¡Hace un calor insoportable!! —se queja Joe.

—Sí lo bueno es que puedo remediar eso —dice Hiro—, ¡¡Sppringfair crea una sombrilla de hojas para nosotros.

El pokémon ríe un poco, mientras que de sus manos van apareciendo algunas hojas que cubren la cabeza de los presentes a unos cincuenta centímetros de distancia.

—¡¡Muy bien hecho!! —premia Hiro.

Los dos chicos continúan platicando...

***************

Los minutos pasan, mientras el hada felina hace acrobacias en el aire, para divertir a los dos entrenadores y a los demás pokémon.

Las fuerzas de Amhy dentro del salón de las batallas no se han agotado, la intensificación de la chica cada vez es mayor.

—¿Escuchas eso...?.

—¿Qué cosa Hiro?.

Un melodioso sonido sale del salón de las batallas...

—E... Es un canto —dice Joe.

—Sí, es muy hermoso —continua Hiro.

Por un momento, todo se vuelve un completo silencio.

—El canto ha cesado —sigue el entrenador de Squirtle y Sppringfair.

Joe con una mirada seria se pregunta que estará pasando en el salón de las batallas.

—¿Competirás contra el líder de gimnasio? —le dice Joe rápidamente a su amigo.

—Mmm... sí, solo necesito entrenar unos días más —contesta.

Mirando Hiro el cambio de expresión de su compañero entrenador pregunta:

—¿Qué pasa Joe?.

—Estoy un poco preocupado por Amhy, pero pronto se me pasará, solo tengo que confiar en ella y es todo.

Hiro preocupado por Joe trata de tranquilizarlo.

—Vamos a escalar ese árbol ¿quieres?.

—Está bien.

***

—¡¡¡Resiste Pichu, eres más veloz que él!!! —grita Amhy dentro del gimnasio.

—Pichu piiii —dice el pokémon un poco cansado.

—¡¡Eso es!! —anima la chica a su pokémon que ha acabado de levantarse después del último golpe.

***

Luego de cuarenta y cinco minutos...

—El siguiente entrenador puede pasar ahora —dice la voz de un anciano que sale por la puerta principal del gimnasio.

—Me pregunto: ¿cómo le habrá ido a Amhy? —piensa el chico.

Hiro le desea suerte a su amigo, quien entra al gimnasio, dirigido por el anciano.

—Recuerda esto: la velocidad no te ayudará a ganar esta batalla, sino tu enfoque —continua el viejo.

—John te está esperando. Entra joven entrenador —expresa el anciano abriendo la puerta de metal del salón de batallas.

Las luces están apagadas, Joe entra y grita:

—¿Hay alguien aquí?... ¿No veo nada?... ¿Hoooola?.

—¡¡¡Natu, yo te elijo!!! —grita Joe—, ¡¡¡usa flash!!!.

—¡Natu tu!.

Los ojos del ave psíquica se iluminan de color dorado, y la gran potencia del flash alumbra casi todo el salón.

—¡Muy bien hecho! —dice una voz dando una serie de palmadas.

Las luces se encienden, y un chico rubio aparece frente a nuestros dos amigos, su pelo cubierto por una gorra negra, una chamarra sin mangas del mismo color, y pantalón azul de mezclilla.

El suelo está hecho de tierra firme, solo que de color blanca.

—Hola, yo soy John, y tengo el liderazgo de este gimnasio, ¿apuesto a que esta es tu primera batalla que tiene este grado de importancia, verdad?, pero si has entrenado duro, las batallas son fáciles de ganar —explica—. Tango 18 años, pero, vayamos al grano...

—Tiene mucha facilidad de palabra a pesar de que es joven —piensa Joe.

—¡¡Ve Meowth!!.

Un felino sale de la pokébola del líder de gimnasio. La mirada del pokémon es muy parecida a la de su entrenador: ojos grandes que proyectan rudeza.

Los ojos azules del pokémon reflejan su bravo corazón. John se arrodilla y con su mano derecha acaricia la cabeza de su pokémon, quien cierra los ojos con un gesto de  comodidad.

—¡Meow! —maúlla el pokémon mientras ronronea al mismo tiempo.

—Vamos amigo, sé que tú puedes —lo anima John. Joe no puede escuchar esas palabras, solo Natu las logra escuchar, gracias a su percepción extrasensorial.

—¡¡Sandshrew, yo te elijo!! —el pokémon excavador sale de la pokébola, y acicala su cara rápidamente.

—¿LISTO PARA LA BATALLA? Pelearemos cuatro contra cuatro, yo no puedo cambiar mis pokémon, pero tú sí... —grita John.

Joe asiente con la cabeza, mientras una mirada de concentración se puede distinguir en su rostro.

El felino emite un maullido con el que demuestra su ferocidad, Sandshrew por su parte se para en cuatro patas y mira a su adversario a los ojos.

—¡¡Meowth, ataques furia!! —el pokémon avanza rápidamente hacia Sandshrew, y logra dañarlo.

—¡¡Sandshrew, curva de defensa!!.

—¡Drew!.

El armadillo forma una bola con su cuerpo, la cual resplandece de color azul. Meowth lanza varios rasguños veloces, pero la protección del pokémon de tierra evita que las cuchilladas surtan efecto.

—¡¡Ataque de rodada!! —Sandshrew toma velocidad y con la esfera formada por este comienza a avanzar golpeando al felino.

—¡Resiste Meowth!.

Meowth corre, tratando de alcanzar a Sandshrew, una vez tomando ventaja, el gato levanta la bola con sus patas delanteras. Todos quedan totalmente sorprendidos por el suceso. Mientras, Meowth lanza a Sandshrew por los aires asegurándole una dolorosa caída.

Sandshrew embiste a Meowth luego de que se recupera, el felino trata de darle unas cuantas patadas, pero Sandshrew las esquiva. El pokémon de tierra lanza unos cuantos goles a Meowth, pero este muerde el brazo de Sandshrew.

—¿¡Aun puedes continuar Sandshrew!?.

—Drew Sandshrew.

El pokémon de Joe comienza a correr en cuatro patas, cuando Meowth lanza una serie de patadas de salto.

Sandshrew se mantiene cerca de Meowth, el pokémon prepara sus garras una vez más, pero el armadillo roza la arena, causándole la obstrucción de la vista a Meowth.

—¡¡Meow meoooooww!!.

—¡¡Sandshrew, embístelo!!.

Sandshrew hace lo que su entrenador le ordena. Pero al parecer la resistencia de Meowth es aun mayor, de lo que Joe y su pokémon pensaban.

Meowth comienza a gruñir para intimidar un poco a Sandshrew en lo que sus ojos quedan completamente limpios.

Sandshrew se acerca a su adversario, pero este oyendo el sonido de las pisadas del armadillo le rasguña la cara sin compasión. Sandshrew se queja del dolor, a pesar de que trata de seguir con la batalla. Meowth lagrimea lo suficiente como para que sus ojos ya hayan quedado limpios, por otra parte Sandshrew trata de sobreponerse al dolor.

El pokémon armadillo se enfurece y causa una tormenta de arena. Una potente sacudida de arena, que logra dañar a los dos contrincantes, hasta los entrenadores quedan completamente cubiertos de arena.

—¡¡Sandshrew basta!! —grita Joe.

Pero la tormenta de arena ha quedado fuera del control del pokémon de tierra. Luego de unos minutos, la tormenta cesa, y todo queda sepultado bajo esta.

Los dos humanos sacan la cabeza de la arena, luego sus pokémon.

—¡¡Meowth usa tu velocidad para rasguñar a Sandshrew!!.

El pokémon así lo hace, algunos ataques logran alcanzar a Sandshrew, pero de pronto este se sumerge en la arenilla.

—¿Qué está pasando? —grita John.

—Gracias a la habilidad "sand veil", Sandshrew puede ocultarse en la arena, para que así tu pokémon no lo puede dañar —explica Joe.

—Tu pokémon tiene que salir, y cuando eso pase, lo recibiremos como se merece ¿verdad Meowth?.

—¡Meow!.

Meowth se coloca en posición de batalla, saca sus garras y se cubre la cara con ellas (como si fuera a boxear).

En eso, Sandshrew brinca por detrás de este, y le cae encima, derribándolo, Sandshrew ríe, mientras su oponente trata de levantarse.

—¡Meowth levántate!.

—Meeoooooooowww (eso traaato).

—¡¡Tú puedes Sandshrew!! —grita Joe, mientras su pokémon ríe.

Sandshrew se separa del cuerpo del felino después de un tiempo.

Meowth se enfurece, después junta sus manos, ejecuta unos cuantos movimientos, sus afiladas garras crecen un centímetro cada una y se tornan de un color plateado.

—¿Qué diablos...? —grita Joe.

El pokémon se mueve ágilmente con la intención de lastimar al pokémon de tierra y de dejarlo fuera de la batalla. Las grandes garras seguramente le causarían la derrota a Sandshrew, pero gracias a la evasión que tiene puede resistir un tiempo más.

—Sigue así, vamos... —dice Joe, que observa los movimientos de su pokémon desde lo lejos.

Meowth balancea su brazo derecho con dirección a Sandshrew, este esquiva el golpe, pero Meowth logra destruir uno de los rústicos pilares que sostienen al gimnasio.

—Esas garras son letales —piensa Joe.

—¡Ja ja ja, esos ataques son magníficos! —grita John.

Sandshrew da un brinco, y se sumerge en la arena.

—¡Buen trabajo Sandshrew, allí abajo podrás restaurar tus energías.

—Aguarda allí Meowth, asegúrate con una posición de defensa —ordena John.

Meowth cubre su cara con sus garras y sus abdomen con sus codos. Separa un poco sus piernas y con una mirada feroz espera el momento preciso para atacar a su enemigo.

—Necesito un buen plan —piensa Joe.

—¡¡Sandshrew saal!! —grita el entrenador—. ¡¡Usa el ataque de estrellas rápidas!!.

—¡Drew!.

El pokémon forma una esfera, Sandshrew brinca, esto provoca que la esfera rebote. Ya en el aire, el cuerpo de Sandshrew convertido en esfera se ilumina de un color dorado, la bolita comienza a girar y a crear varias estrellas de luz que caen al suelo y rebotan un poco, dichas estrellas comienzan a moverse y a girar como si tuvieran vida propia, el ataque sale disparado a gran velocidad con dirección a Meowth, las estrellas comienzan a golpear al gato, hiriéndolo un poco.

Cuando Meowth se levanta corre hacia Sandshrew y lo lastima con sus garras en el brazo derecho, una cortada se abre en este, y algunas gotas de sangre chorrean en el suelo, mientras Sandshrew lanza unos cuantos quejidos.

—Es suficiente Sandshrew ¡ven hacia acá!.

—¡Drew! —se niega.

Su mirada cambia y la ferocidad en él aumenta. Sandshrew forma la esfera de nuevo, y embiste a Meowth dos veces, después hace de nuevo su ataque de estrellas rápidas, ellas dañan a Meowth.

Meowth ya cansado se tambalea de un lado a otro. Sandshrew le da tres bofetadas. Y después...

El cuerpo de Meowth está tendido en el suelo con una capa de arena.

—¡Has aprendido un nuevo ataque: Tumba de arena!.

—Sandshrew está vencido, este round se lo lleva: Sandshrew y su entrenador Joe —dice una voz, la cual parece de un anciano que levanta la mano con dirección a Joe.

John regresa a Meowth a su pokébola, luego de que logra desenterrarlo, felicita al pokémon por su hazaña y piensa un poco.

—Debes venir acá —le grita Joe a Sandshrew. Mientras el pokémon se niega—, tu herida está sangrando.

El pokémon se vuelve a negar, y luego se tambalea un poco, su vista se torna negra y borrosa, Sandshrew se desmaya en medio del campo de batalla.

Joe corre a recogerlo.

—Tendremos diez minutos de receso, puedes sanarle las heridas a tu Sandshrew, mientras ordenaré que aspiren toda la arena del saló porque tu pokémon ya fue vencido.

—Está bien —dice Joe.

—Lo hiciste muy bien Sandshrew, tal vez sea mejor que estés desmayado, así cuando te ponga la poción no te arderá. También te voy a cubrir tu herida con unas cuantas vendas.

Joe rocía un spray, que por el color rojo se sabe que es una poción. El chico se espera a que la poción surta efecto, después el brazo derecho de Sandshrew es cubierto por unas vendas.

El anciano que le dio un consejo a Joe, y l que anunció la derrota de Meowth aparece en escena.

—Por favor acompáñame Joe.

Joe se levanta de donde está sentado, y con Sandshrew en brazos camina dirigido por el extraño viejo.

—Vamos a limpiar el salón de arena, es por eso que queremos que estés aquí, debes decidir qué pokémon escogerás en el próximo round, John está haciendo lo mismo —explica—. Nos encargaremos de Sandshrew.

El pokémon pasa de brazos de Joe, a brazos del anciano.

—Recuerda lo que te dije —añade.

El anciano y Sandshrew desaparecen del cuarto, y un timbre empieza a sonarse, lo que le recuerda que los diez minutos han pasado.

Al llegar allí, Joe ve el salón de nuevo todo en color blanco, e incluso la tierra y las piedras.

El chico se aprieta un poco sus guanteras y flexiona sus manos.

—¿Listo Joe? —pregunta John que aparece de repente.

—Ajá —responde, mientras se quita la chamarra que cubre su torso, dejando ver una camiseta azul.

—A la cuenta de tres... —dice John.

—Una...

Joe prepara su pokébola, y John tambien.

—Dos...

El chico rubio se quita un pequeño fleco que le cubre sus ojos, y se lo coloca detrás de su oreja izquierda.

—Tres... —dicen los dos al mismo tiempo, cuando lanzan sus respectivas pokébolas a la vez.

De la pokébola de John sale un grande y poderoso Swellow que bate sus enormes y azules alas.

De la de Joe sale el pequeño Pidgey (solo pequeño en tamaño porque en espíritu es enorme) que repite su nombre conforme se sostiene en el aire.

—¡Swellow embiste a ese Pidgey!.

—¡Sweeeeee!.

El ave se desliza rápido por el aire con la única intención de vencer a Pidgey y consecutivamente a su entrenador.

Pidgey hace una huida por la parte de arriba, logrando esquivar el ataque de su adversario con facilidad, mientras el ave se queja por haber fallado ese ataque.

—Sweeee Sweeeellow sweeee (la próxima vez no fallaré).

—Pidgey Piiiiidgey  Pidgey (eso lo veremos) —dice desafiante el pokémon de Joe.

La rivalidad entre los dos pokémon voladores crece en cuanto cada uno cruza unas palabras.

—¡¡Pidgey usa tu ataque de ráfaga!! —le grita Joe.

—Pidgey.

—¡¡Swellow mantente quieto en un solo lugar!!.

—¡Sweee!.

Pidgey comienza a mover sus alas muy rápido, grandes cantidades de viento son provocado por estas, dicho viento levanta polvo blanco de la tierra. Swellow por su parte tiene algunas dificultades para mantenerse quieto.

—Swellow podrá resistir ese ataque si se queda allí —piensa John.

Después Swellow es arrastrado por el aire, cuando un siente un dolor intenso en su abdomen que lo deja sin respiración, se da cuenta de que Pidgey lo había logrado embestir.

John gruñe, mientras ve que su pokémon cae.

—¡¡Noooo!!.

Swellow tose un poco mientras ve que su entrenador se acerca, John le acaricia la cabeza cuando su aliento regresa a la normalidad. Se vuelve a elevar y batiendo sus alas se acerca a la mitad del campo de batalla.

Los dos pokémon se miran fijamente unos segundo, cuando John le ordena a su pokémon que use agilidad.

El ave azul de cuello rojo se mueve rápidamente hacia Pidgey logrando embestirlo una vez cerca de él.

Pidgey queda un poco herido por el ataque de su enemigo. Cuando Swellow vuelve a usar agilidad moviéndose de un lado a otro. Pidgey vuelve a recibir otra embestida.

Joe gruñe mientras piensa: —Si dejo que vuelvan embestir a Pidgey de esa manera quedaré fuera en el segundo round.

—Pidgey vuela en picada y muévete constantemente.

Swellow trata de embestir a Pidgey, pero este hace lo que su entrenador le ordena y el ataque falla su objetivo.

Luego el pokémon de Joe vuela en dirección horizontal tratando de escapar de Swellow quien vuela por todo el salón haciendo su ataque de agilidad.

Pidgey es derribado por otra de las embestidas, el cansancio en ese pokémon aumenta.

El pokémon de John trata de golpear a la preevolución de Pidgeotto una vez más, pero el ave no logra atacar a Pidgey, escapándose una vez más de las garras de la derrota.

Pidgey vuela débilmente, mientras Joe lo anima, pero Swellow golpea al pequeño con su cuerpo una vez más. Pidgey cae vencido.

—¡Nooo Pidgey!.

—La victoria de este round es para Swellow y el líder de gimnasio John —anuncia el anciano.

—¡¡Ve Natu!!

—Natu tu.

—+Estoy seguro de que tú puedes vencerlo Natu —habla Joe telepáticamente en la mente de la pequeña ave.

—+Claro Joe, solo confía en mi —dice el ave guiñándole un ojo a Joe mientras vuela.

—Ahora el techo será abierto, para que las aves puedan luchar libremente en el aire —vuelve a decir el anciano.

El techo se divide por la mitad en dos partes que se van abriendo de par en par. Algo así como una jaula encierra a Joe y al líder de gimnasio, cubriendo solo la mitad del cuerpo con la celda. Las plataformas que pisan cada unos de los entrenadores se eleva hasta lo alto, los dos pokémon suben también, para sostener la batalla allá.

—Con que esta celda es para que no caigamos al vacío —piensa el chico.

—+Natu, ese Swellow va a usar su agilidad para tratar de embestirte, quiero que te tele transportes a cada segundo para que sus ataques fallen ¿comprendes?.

—+Entendido mi general —dice Natu haciendo un movimiento de una ala como si estuviera saludando a un militar.

—¡QUE COMIENCE EL ROUND 3! —grita el anciano desde abajo.

—¡¡Usa agilidad Swellow!!.

—Sweeee.

Las manchas en el aire revelan que Swellow está usando su agilidad. Natu por su parte comienza a tele transportarse de un lado a otro, causando asombro en John y su pokémon.

—+¡Atácalo Natu!.

—+Sí, espera un momento. Tengo que predecir bien donde aparecerá la próxima vez.

Natu se queda quieto, Swellow vuela frente a él para embestirlo, Natu se transporta telepáticamente detrás de su enemigo y así la pluma roja en la cabeza de Natu comienza a brillar al igual que sus ojos, avisando que un rayo psíquico viene en camino. El rayo se estrella con Swellow, hiriéndolo y agotándolo.

—+¡Anulación!.

El cuerpo de Natu resplandece de color azul, al igual que el de Swellow, que comienza a moverse de una manera extraña controlado por el pokémon de Joe.

La pluma y los ojos de Natu vuelven a brillar, todo a sus alrededores queda oculto en sombras, cuando un rayo negro le causa a Swellow la derrota.

—¡¡LA VICTORIA DEL TERCER ROUND ES PARA NATU Y JOE!!.

En eso las plataformas bajan y el techo se cierra.

—Ahora, pelearemos de nuevo en tierra —dice John liberándose de la celda de seguridad.

—Está bien —contesta Joe con una mirada seria.

—Usaré al primer pokémon que capturé ¡¡Veee Furret!!.

La pokébola se abre dejando ver a un pokémon de cuerpo alargado y pelaje pardo, con una simpática sonrisa y cara graciosa.

—Fuuurret.

—¡¡Natu, regresa!! Yo también escojo a mi primer y más fuerte pokémon ¡¡Eevee es tu turno!!.

—Uuuuiii.

El pokémon le guiña un ojo a su entrenador y muestra una linda sonrisa, da un salto al campo de batalla y se prepara para pelear moviendo su cola sin parar.

—Antes de empezar la batalla quiero que lleven a mi Pidgey a la enfermería —dice Joe.

El desconocido anciano se acerca y toma la pokébola. Para atender al pokémon dentro de ella.

 —¡COMIENCEN CON LA BATALLA! —grita el réferi antes de irse.

—¡¡Usa tu agilidad!! —gritan los dos entrenadores a la par.

Sus respectivos pokémon corren velozmente por todo el campo de batalla en una demostración de fuerza y rapidez. Por un momento no se ve nada más que manchas en el aire de los dos pokémon contrincantes.

—¡Uuuiii! —gruñe Eevee.

—¡Fuuurret!.

Los dos pokémon paran de correr por órdenes de los dos jóvenes y se paran uno a cada lado del campo. La tierna mirada en los dos pokémon ha desaparecido, y ha sido sustituida por ojos desafiantes y llenos de rivalidad.

—¡Embestida! —gritan los dos.

Los dos pokémon de tipo normal corren hacia lados contrario con intenciones de atacar a su adversario. Eevee brinca y derriba a Furret.

—¡Ui! —el pokémon evolutivo embiste a Furret logrando que está en el piso.

Eevee trata de golpear a su contrincante dos veces más, pero Furret rueda y esquiva los ataques.

Furret lanza un ataque de cola a Eevee, que cae lastimado destrozando la tierra a su paso. Después el pokémon evolutivo queda noqueado con un ataque de cuerpo.

Los dos pokémon luchaban uno a uno derribándose con sus embestidas y cabezazos. La batalla era muy reñida, los dos demostraban su velocidad y fuerza, con una considerable cantidad de energía que tarde o temprano los agotaría si la seguían gastando.

—¡¡Eevee bola de las sombras!!.

—¡¡Uiiii!!.

En su hocico el pokémon evolutivo crea una esfera de energía negra que crece conforme pasan los segundos. La esfera es disparada hacia el pokémon scout que observa todo como si nada estuviera pasando.

La esfera se colapsa en Furret y...

KABOOM

Se escucha una explosión que levanta demasiado polvo. Cuando este se dispersa no parece haber sucedido nada, Furret sigue en pie. La bola se desvaneció en cuanto tocó el cuerpo del pokémon de tipo normal, para sorpresa de Joe e Eevee.

—¡Ja, ja, ja, ja, deberías saber que los ataques de tipo fantasma no logran hacerle daño a uno de tipo normal.

—¿Qué, no puede ser? —dice Joe gruñendo.

—¡¡Es hora de que ataques tú Furret, golpe de cuerpo!! —grita John apuntando a Eevee.

Furret corre meneando su alargado cuerpo, para sorpresa de Eevee, este le cae encima provocándole dolor al pokémon evolutivo.

—¡¡Eevee, noooo!!.

El pokémon empieza a respirar agitadamente, después se levanta con dificultad.

—¡¡Ataque de cuerpo otra vez!!.

Furret corre y golpea de nuevo a Eevee, una de los huesos de su pierna delantera derecha queda torcido. El pokémon grita quejándose por el dolor.

—El anciano me lo dijo: la velocidad no te salvará, sino el enfoque que tengas en la batalla. Eevee es muy rápido, pero eso no nos salvará ahora, porque Furret tiene el mismo nivel de rapidez —piensa Joe.

—¡Eevee concéntrate: y cuando crees que sea el momento adecuado, ataca!!.

—Uuii.

El pokémon cierra los ojos después de afirmar. Furret pone una cara de "¿slow?".

—¡Vamos Furret no les hagas caso, solo están perdiendo el tiempo, usa tu golpe de cuerpo una vez más!!.

La evolución de Sentret reacciona unos segundos después de que se le da la orden. Sus patas delanteras y traseras comienzan a moverse en conjunto a toda velocidad, con dirección a Eevee.

Joe observa la batalla desesperado. Mientras, alguien cubierto en sombras arriba en los asientos del mini-estadio observa la batalla.

Furret se acerca a Eevee, mientras el pequeño pokémon color pardo abre los ojos y moviéndose ágilmente esquiva la embestida de Furret, para después proporcionarle una tacleada.

Furret cae, cuando Eevee le muerde su rabo.

—FURRET ES VENCIDO —anuncia el réferi luego de que el pokémon del líder de gimnasio trata de levantarse, pero sus tambaleantes piernas lo hacen que caiga de nuevo.

—Regresa Furret, veee...

—Regresa Eevee, veee Natu...

Los dos chicos lanzan su pokebola, pero, la de John contiene un pokémon  misterioso.

Descúbrelo en el próximo capitulo.

Esta historia continuara...