Amuleto del Tiempo 1: La Época de los Fundadores
Esta es una traducción realizada con la autorización expresa de la autora.
Nombre original: "Amulet of Time 1: The Age of the Founders"
Autor: Luna the Moonmonster
Disclaimer: Todas las cosas relacionadas con Harry Potter pertenecen a J K Rowling.
Para futura referencia,
*esto significa Pársel*
esto significa pensamiento
"esto significa dialogo"
~esto significa telepatía~
Capítulo Tres - Entrega Rápida
El resto de las vacaciones pasó entre la confusión de la tarea hecha en el último minuto, partidos de quidditch y juegos de ajedrez. Finalmente, llegó el primero de septiembre. Harry no podía esperar para regresar a Hogwarts. Todavía tenía que entregarle al Profesor Dumbledore la rata encerrada en el frasco. Sirius finalmente sería libre, y él tendría una casa donde ir en las vacaciones. No podía esperar.
La casa de los Weasley estaba en su desorganización usual. Los gemelos habían encendido algunas bengalas del Doctor Filibuster, y habían dejado algunos de sus nuevos inventos en la mesa del desayuno. Ron corría alrededor haciendo el equipaje a último minuto, mientras lucía una encantadora cola de lemur. Ginny tenía un par de alas brillantes, y Hermione se recuperaba de un ataque de furúnculos. Harry, siendo socio capitalista en el negocio de los gemelos, había sido advertido de qué no comer. Él era el único no afectado, y estaba sentado en su cama riéndose de como Ron cerraba la tapa de su baúl en su cola por segunda vez.
La Señora Weasley no lo encontró divertido. Estaba demasiado ocupada intentando organizarlos para regresar a la escuela como para invertir los efectos de la comida encantada. Los autos del Ministerio habían llegado, pero ninguno de los chicos estaba listo. Hermione, siendo la más organizada, empezó a invertir los hechizos mientras los demás tiraban apresuradamente el resto de sus pertenencias juntos. Harry corría alrededor, frenético. Mientras se reía de Ron, Nirah se había deslizado fuera y no podía encontrarla. Simbi encontró la situación entera muy divertida, y se negó a decirle donde había ido la pequeña serpiente.
Finalmente, a las 9:50, los Weasley, Hermione y Harry estaban en los autos y se alejaban aceleradamente de la Madriguera por otro año.
* ~ * ~ *
King's Cross estaba tan lleno como siempre. Magos y Muggles rondaban por todas partes por igual, los últimos dando miradas extrañas a los anteriores mientras pasaban con los carritos con su equipaje y con una colección de extraños animales domésticos. Podían verse por todas partes lechuzas en las jaulas, y un singular palo de escoba sobresalía de un voluminoso baúl. Cuando el grupo finalmente llegó a la entrada de plataforma 9¾, ya eran las 10:55. Sólo tenían cinco minutos para subir al tren. Atravesando rápidamente la barrera, la Señora Weasley los empujó hacia el tren. Los gemelos fueron los primeros en subir y rápidamente desaparecieron de vista para buscar a su amigo, Lee Jordan. El resto se amontonó en el tren cuando empezó a moverse y fueron a buscar un compartimiento vacío. Encontraron el único disponible al final del tren, se relajaron en sus asientos y colocaron sus baúles en el medio, dónde podrían sacar fácilmente sus cosas.
Harry colocó suavemente la jaula de Hedwig en la ventana para que pudiera ver fuera. Abriendo su baúl sacó el frasco que contenía a Colagusano. Una pequeña voz malvada en su cabeza le dijo que atormentara un poco al traidor. Sacando su varita, agrandó el frasco a su tamaño original y lo ubicó en el alféizar próximo a la jaula de la lechuza. La rata se retorcía mientras Hedwig lo miraba fijamente con avidez. Harry sonrió afectadamente, antes de sacar su nuevo libro de amuletos y empezar a leer. Antes de que llegara a la parte sobre su amuleto, la puerta del compartimiento se abrió. Tres figuras estaban de pie en la puerta, una pequeña y debilucha, y las otras dos grandes y fuertes, con miradas en blanco en sus caras.
- "Bien, pero si son Potty, la sangre sucia y Weasley. Encantado de verlos aquí. ¿Y qué es esto? Otro Weasley. No has hecho ningún amigo de tu edad?"
Ginny se ruborizó y miro con furia al molesto rubio.
- "Estoy sorprendida de que sepas lo que es un amigo, Malfoy. No es como si hubieras tenido alguno que no hayas comprado".
Malfoy se puso rojo ante esto y se volvió a Crabbe y Goyle.
- "Lastímenla."
Antes de que pudieran moverse tenían cuatro varitas apuntándoles. Pasmados, miraban a Malfoy esperando instrucciones. El 'aristoidiota' se encogió de hombros y cabeceó a ellos para que atacaran. Antes de que alguien pudiera hacer algo, Simbi se deslizó fuera de la manga de Harry, rápidamente seguida por Nirah. Las dos levantaron sus cabezas y sisearon a los tres Slytherins. La cara de Malfoy palideció. Obviamente sabía lo venenosas que eran las serpientes de coral mágicas. Una mordedura podía destruir la magia de un mago y podía dejarlos tan impotentes como un squib. Agarrando a sus dos guardias personales, hizo una rápida retirada, mientras echaba un último comentario sobre su hombro mientras salía.
- "Piensas que esto ha terminado, Potter? Estoy esperando a ver lo que se queda de ti una vez el Señor Oscuro termine contigo. Ese día puede venir bastante pronto."
* ~ * ~ *
Después del 'incidente Malfoy' los cuatro regresaron a lo que estaban haciendo. Ginny y Ron se enfrentaban en una partida de Snap Explosivo, Hermione verificaba su ensayo de Aritmancia, y Harry leía sobre su amuleto. Había un dibujo pequeño, con un pasaje debajo que detallaba sus orígenes y propósito. Cuando llego a sus utilidades, interrumpió a los demás para decirles lo que encontró.
- "Eh, Hermione, encontré un pasaje sobre el amuleto que me diste para mi cumpleaños. Al parecer, si lo sostienes y recitas este hechizo, te dará 'gran riqueza personal'."
Los ojos de Ron se iluminaron ante esto. Cogiendo el libro leyó por encima el pasaje y sonrió abiertamente a los otros.
- "¡Gran riqueza personal! ¡Tiene razón! Hagamos la prueba."
- "No, Ron, no podemos! Podría ser peligroso. No sabemos lo que significa la riqueza personal, podría hacerte algo."
- "Oh, deja de preocuparte 'Mione. No puede ser malo. Podría darnos una carga de oro! "
- "Lo dudo. Podría convertirte en oro, por todo lo que sabes. Pienso que debemos esperar y preguntarle al Profesor Dumbledore."
- "Yo no veo el daño en él, 'Mione. No puede ser malo", interrumpió Harry. Podía ver otra de las famosas discusiones de Ron y Hermione, y quiso detenerlos lo más pronto posible, además del hecho de que estaba curioso sobre el amuleto.
- "También pienso que debemos probarlo, no puede ser peligroso. De todas formas lo compraste para él, Hermione".
Con Ginny de su lado, los muchachos se volvieron y esperaron que Hermione aceptara. Eran tres contra uno, después de todo.
- "Oh, bien", acepto, "pero si sale mal, ustedes tienen la culpa".
Los cuatro se movieron de sus asientos y se sentaron en medio de sus baúles. Era la única manera de que todos pudieran alcanzar el pequeño objeto. Harry tomó el amuleto y lo sacó de su cuello. Sosteniéndolo delante de él, todos pusieron un dedo en el suave metal y esperaron a que mirara el hechizo en el libro.
- "Listos?"
Después de recibir tres inclinaciones, Harry leyó las desconocidas palabras en la página.
- "Tempus Vehere."
Con un deslumbrante destello de luz, Hedwig y Colagusano quedaron solos en el compartimiento.
