Turno de Noche 00:00 am, County General

- Varón, 25 años, herida de arma de fuego con entrada por el costado derecho y salida por el izquierdo. En la ambulancia venía consciente, ha perdido el conocimiento 2 minutos antes de llegar – informó el joven paramédico.

- ¿Arma de fuego? ¿ No era que se habían quedado atrapados intentando escapar? – espetó Weaver

- No... los que intentaron escapar por el subterráneo eran los que han disparado... sólo se ha escapado uno... pero nosotros hemos acudido a la llamada de los heridos por arma de fuego... creo que no se ha hundido nada... – contestó el paramédico abandonando la sala de trauma.

- Lewis, Kovac... ¿os encargáis vosotros? Vienen unos cuantos más. En cuanto este paciente quede preparado para quirófano podrás irte a casa Luka...

- ¡ Vaya...! ¿Es ese mi premio? – contestó irónico.

La sala de trauma empezó a recibir una continua rueda de movimientos: enfermeras entrando con sangre, saliendo a por anestesias... todo giraba vertiginosamente en aquella sala del County General... lo curioso es que fuera de allí, el tiempo parecía haberse detenido. El silencio que reinaba hacía más ensordecedor el ritmo de los latidos del paciente, que se detenían por instantes, y palpitaban mucho más fuerte otras veces...

- Pásame un tubo del 12 Susan...

- Mejor el de fibra óptica ¿ no crees?, tiene la garganta llena de sangre, no podemos succionar más...

- ¿Dónde diantre se han metido las enfermeras? ¡ Haleh ¡

- ¿Quieres que vaya a buscarlas...? ¡ nos hemos quedado solos!

- No, Susan, te necesito aquí... sujeta. Bien... ahí... ¡ya está! Gracias. - De nada... otra vida a salvo gracias al Doctor Kovac...

- Ahora la que necesita que la salven es la mía... llevo sin dormir mas de dos días... – dijo arrojando los guantes al suelo.

- Entonces supongo que sería una estupidez invitarte a cenar.

-¿Cómo? – dijo soltando la puerta, y volviéndose a mirar a Susan, que le miraba con cara de ángel

- Si... que si te gustaría que cenásemos y tal, para hablar del trabajo y demás cosas... ¿en Croacia no se cena? ¿Sabes lo que es cenar no Luka?

-Si – rió con ganas – claro que lo sé, solo que me ha extrañado que me lo propusieras... después de todo ya sabes que no soy precisamente el alma de la fiesta de Urgencias... ¿no?

- Eso son tonterías... ¿porqué no iba a invitarte? Me pareces una persona muy interesante, y eso de que no eres el alma de la fiesta... habría que verlo. Todo el mundo tiene sus problemas, Luka. Hay gente que los airea y se siente mejor contándoselos a alguien y hay gente que prefiere reservarse... y tanto lo uno, como lo otro es muy respetable. Tu pareces ser de los segundos... así que creo que no tienes por que considerarte una persona aburrida... simplemente prefieres cerrar tu mente a los demás lo cual... ¡perdona Luka! Hablo demasiado, creo que debería dejarte hablar

- No te preocupes... me divierte oírte contar esos monólogos... No es que prefiera cerrar mi mente, simplemente deseo guardarme lo que es mío... mis recuerdos no tiene por qué estar deambulando en boca de nadie, ¿lo entiendes?

-Claro. Ojalá yo tuviera la fuerza suficiente para guardarme mis recuerdos en vez de necesitar que alguien los comparta conmigo, pero ¿sabes? Me quedo muy a gusto cuando me libero de ellos.

-Bueno... ¿dónde dices que me ibas a invitar? Supongo que no cenaremos en esta sala de trauma llena de guantes, tubos y un paciente que aún no han subido a planta... ¿qué diablos pasa en este hospital esta noche? – dijo Luka mostrando un atisbo de rareza en su profunda mirada

-No lo sé... aunque esta sala está bastante silenciosa... podemos pedir sushi... – dijo Susan para quitar hierro al asunto

-Lo siento... prefiero una pizza...

-¿Una pizza de sushi? – se extrañó Susan

-¡No!¡Debe saber a rayos!– sentenció Luka entre risas – creo que deberíamos ir a ver que pasa... o si no a este paso las cicatrices de este muchacho acabarán sanando aquí!

- Vayamos... – dijo con una sonrisa que dejaba al descubierto su lado más intimo en cuanto a sus sentimientos hacia Luka.

-Una cosa Susan. Acepto tu invitación, suponiendo que lo haces como si fuésemos amigos... la verdad es que no quisiera involucrarme en una relación ahora mismo... mi vida no marcha en condiciones.

-Claro Luka... ¿acaso crees que me estoy enamorando de ti...? Moreno, alto, guapo, misterioso y serio...no eres mi tipo para nada – dijo sarcásticamente para intentar esconder los coloretes que asomaban a sus mejillas.

-Claro Susan...¡para nada soy tu tipo!, pero ¿sabes? Es una lástima... tu hubieses podido ser el mío – bormeó Luka escondiendo en su mirada la verdad.

Y se dirigieron los dos, bastante sonrojados hacía la centralita, para ver, por qué el County se había convertido esa noche en un hospital fantasma.