Turno de Noche, 00:55 am, County General
Luka y Susan bromeaban de camino a la entrada del hospital sobre el encontronazo y la conversación que habían tenido.
Ninguno de los dos parecía querer que el otro se enterase de sus sentimientos , pero parecía ser que tampoco lo escondían. Bromeaban continuamente, siempre andaban de risas: Luka se arrodillaba ante Susan y la pedía matrimonio, y Susan muchas veces, cuando estaban todos sus compañeros en la salita, saltaba diciéndole a Luka que estaba embarazada de dos meses... siempre se reían, pero últimamente Luka no sonreía ni bromeaba como de costumbre...solo cuando Susan y él se quedaban a solas en el Doc´s a la hora de la comida o cuando se quedaban a solas en la sala de médicos, Luka, volvía a sonreír con ganas.
Parecía ser que Susan era la única capaz de arrancarle una sonrisa, la única de arrancar esa coraza que le separaba del mundo real.
El camino hasta la central es les hizo realmente eterno, el tiempo parecía detenerse cuando se escuchaban el uno al otro, cuando contaban hazañas de los más curiosas vividas con pacientes de lo más extravagante...quizá el camino, también se les hizo tan largo por el enorme silencio que allí reinaba...demasiado silencio.
En algunas ocasiones habían escuchado un silencio semejante en el servicio de Urgencias, pero casi siempre ese silencio iba ligado a alguna tragedia, como la tarde en que se recibió la carta de Mark y el día en que apuñalaron a Lucy y a Carter.
Susan y Luka empezaron a sentir un extraño escalofrío a la par que se encaminaban hacia la salida.
-Esto me huele a algo raro Luka...nunca ha habido un silencio tan...¡mortal! Me da miedo... – dijo titubeando para esconder la mezcla de miedo y seguridad que sentía al tener a Luka al lado.
-No te preocupes. La verdad es que este silencio es un poco mortuorio, pero seguro que no pasa nada.
-¡No hay nadie en los pasillos, ni en las cortinas...vale...esto da miedo!
Ya casi andaban encorvado por miedo a que algo pudiese caerles encima, o por miedo a ser descubiertos, pero descubiertos ¿por quién? Eso era un continuo absurdo hasta que llegaron a la centralita....
-¡Susan, agáchate! – gritó Luka en un susurro estirándola del cinturón del pantalón hacia él que se agazapó detrás de una camilla.
- ¿Quieres hacerme tuya y no sabes como? – rió Susan
- No Sue, vale de bromas. ¿Has visto eso? – espetó Luka excitado por los nervios.
- No, ¿el qué? – apresuró a contestar Susan tras escuchar los latidos de Luka galopando contra su pecho.
- ¡Asómate, pero con cuidado! – dijo Luka mientras la empujaba suavemente del trasero para que pudiese incorporarse mejor.
-¡ Dios mío! – gritó Susan aterrada.
-Shhhhhhh, no chilles, ¡maldita sea!
