Amuleto del Tiempo 1: La Época de los Fundadores

Esta es una traducción realizada con la autorización expresa de la autora.
Nombre original: "Amulet of Time 1: The Age of the Founders"
Autor: Luna the Moonmonster


Disclaimer: Todas las cosas relacionadas con Harry Potter pertenecen a J K Rowling.

Capítulo Diez - Espadas y Floretes

A las siete de esa noche se encontraban los cuatro adolescentes de pie delante de la gárgola discutiendo cual podría ser la contraseña.

- "Bien, no pueden ser dulces, Dumbledore es el único que pensaría en usar aquellos."

- "Aun cuando fueran, no sabemos que tipo de dulces tienen en este tiempo."

- "Pueden tener la misma clase que nosotros."

- "Lo dudo, Ron."

- "Qué tipo de cosas le gustan a Gryffindor?"

- "Cómo se supone que lo sepamos?"

- "Bien, probablemente has leído bastantes libros sobre eso, 'Mione."

- "No creo que exista un libro que liste las contraseñas de la oficina de Godric Gryffindor, Ron, ni siquiera en La Historia de Hogwarts."

- "No hay necesidad del sarcasmo."

- "Creo que lo mereces."

- "Oh, callate."

- "No me callaré, Ron Weasley!"

Ginny fue la primera en notar la divertida figura que se encontraba de pie en la puerta ahora abierta. Ella empezó a reirse tontamente cuando Harry también la notó. Los tres estaban de pie mirando como Ron y Hermione se lanzaban insultos. Luego, Hermione se volvió para finalizar la pelea, cuando se encontró cara a cara con el objeto de la discusión. Ruborizándose profusamente, empezó a tartamudear una disculpa. Antes de que consiguiera decir algo, Gryffindor sostuvo su mano para imponerle silencio.

- "Todo esta bien Hermione. Su disputa fue interesante de escuchar. Ahora, si me siguen, los llevare al cuarto de práctica."

* ~ * ~ *

- Gryffindor los condujo por varios tramos de escaleras en dirección a la torre de Gryffindor. Había pasado un rato desde que Harry, Hermione y Ginny habían tenido un motivo para ir a esta parte del castillo. Pasando la entrada de la sala común, el fundador los llevó por varios pasillos ocultos que conducían a una pesada puerta de madera.

- "Éste será su cuarto de práctica. La contraseña es 'amuleto' y espero que lo recuerden. Estarán en este cuarto para todas sus lecciones extras, y siéntanse libres para hacer uso de él en cualquier momento en el que necesiten practicar."

La cuatro adolescentes abrieron la boca ante la vista que encontró sus ojos cuando la puerta se abrió. El cuarto era grande y redondo, con ventanas alrededor para dejar entrar la luz de la tarde. El suelo estaba cubierto en el centro con esteras gruesas de paja para practicar encima. Alrededor del borde había una rica alfombra roja, adornada con lujosos leones de oro. Los escritorios y las sillas se esparcían alrededor, y las paredes estaban cubiertas con estantes.

- "Quieres decir que tenemos uso libre de este cuarto?", preguntó Hermione con escepticismo, reteniendo la sonrisa que aparecía en su cara cuando recibió como respuesta una afirmación.

- "Sugiero que vengan conmigo y escojan las armas. Tendrán que conseguir las suyas cuando vayan a Hogsmeade más adelante, durante el curso, pero por ahora pueden escoger algunas de la armería."

Los llevó por una pequeña puerta a uno de los costados. Dentro había otro cuarto con armas de pared a pared. Había espadas de todos los tipos, diseñadas para los diferentes estilos de lucha. Una pared estaba dedicada a arcos de diferentes tamaños y estilos con sus carcajs llenos de flechas. En una esquina había muchos estilos de cuchillos y otras navajas. Los cuatro viajeros del tiempo miraban fijamente con susto como Gryffindor se desplazaba a una estantería de espadas y floretes y les pedía que escogieran una cada uno. Una vez todos habían elegido, regresaron al cuarto principal y se colocaron en la estera central. Gryffindor estaba de pie delante de ellos y desenvainó su espada, una que Harry reconoció como la espada que él sacó del Sombrero Seleccionador en la Cámara de los Secretos.

- "Ahora, necesito que escuchen muy cuidadosamente. No quiero tenerlos jugando por ahí con las espadas. Son muy afiladas, por lo que no quiero ver a nadie cercenarse los miembros. Listos?"

Recibió las inclinaciones en conformidad, y el fundador procedió a mostrarles varios bloqueos y movimientos de ataque básicos. Los cuatro parecían cogerlos bastante rápido, y pronto habían progresado a un duelo simulado utilizando los movimientos que habían aprendido. Harry y Ron fueron primero.

- "Ahora, quiero que Harry y Ron estén de pie aquí en el medio. Hermione, Virginia, por favor podrían moverse atrás hacia la alfombra? Correcto, adelante, pero intenten no lastimarse."

Los dos muchachos se inclinaron ligeramente y empezaron el duelo. Duró aproximadamente cinco minutos, y sus movimientos eran un poco torpes, pero mejoraron a medida que iban progresando. Ron pronto tenía la ventaja y era obvio que el pelirrojo tenía talento para la lucha con espada. Por lo menos tiene algo de que estar orgulloso, no puede estar tan celoso ahora, pensó Harry, cuando Ron derribó la espada de su mano. Inclinándose de nuevo, Ron reveló un grito de triunfo y una sonrisa cubrió su rostro.

Luego fue el turno de Hermione y Ginny. Su duelo duró un poco más, ya que no habían captado los movimientos totalmente, y las dos estaban en el mismo nivel. Finalmente, después de quince minutos, ambas muchachas bajaron sus espadas y exigieron un empate en el duelo. Era obvio que las dos estaban cansadas, aún no tenían la resistencia para un duelo largo. Gryffindor les permitió descansar durante algún tiempo antes de llamar a Ron y Hermione para batirse en duelo. Realmente no fue un combate. Hermione todavía estaba cansada de su duelo con Ginny, por lo que Ron la despojó de su espada en una par de minutos. El último duelo empezó poco después, con Harry consiguiendo la ventaja pronto e ingeniándoselas para conseguir que Ginny cayera de espaldas al suelo. Sostuvo la punta de su espada en su garganta hasta que ella tiró su espada derrotada. Sonriendo abiertamente a la enfadada muchacha, ofreció su mano para ayudarla, sólo para encontrarse tirado encima de ella. Ruborizándose profusamente, los dos se levantaron y se movieron lejos del otro, dejando a Ron y Hermione risueños.

Una vez los cuatro se habían tranquilizado, Gryffindor los llamó a descansar, mientras les recordaba hacer su carrera por la mañana y practicar lo que habían aprendido a la siguiente hora del almuerzo. Todos los adolescentes cabecearon fatigadamente al fundador y se dirigieron a sus dormitorios por un merecido descanso.