Turno de Día, 16:30 am, County General
-Vale Luka, ya sabes como funciona esto...cuando cuente tres coges aire y cuando te diga lo sueltas, ¿de acuerdo? – comentó Kerry ilusionada por el regreso de Luka.
-Amm – asintió Luka aún sin poder hablar.
- Una, dos y tres ¡coge aire!... ¡ya!¡suéltalo!
Una tos seca fue el colofón final a la angustia que habían pasado todos durante unos días interminables.
Kerry besó a Luka, Luka besó a Kerry... la jefa de Urgencias dio la bienvenida a Luka y poco después se marchó, para dejar a solas a Susan y a Luka.
-Me marcho para que podáis hablar, pero os aviso que no será mucho...pronto te vendrá una avalancha de médicos a visitarte...
-Gracias Kerry – dijo Luka con la voz aún muy áspera. Kerry ni si quiera contestó, se limitó a esbozar una amplia sonrisa y a salir por la puerta por la que había llegado.
-¿Qué tal estás? – preguntó Susan haciendo un hueco en la cama de Luka con su trasero y agarrándole las manos.
-Digamos que he estado mejor, tengo la sensación de que acaba de atropellarme un camión...quizás varios...este turno se me ha hecho realmente eterno.
-¿Si?, seguramente sea porque llevas aquí tres días y no una noche como tu crees... – dijo mientras veía como los ojos de Luka se abrían como platos.
-¿Me estás diciendo que llevas tres días sin dormir? – preguntó Luka con un tono severo.
-No. Quiero decir que llevas tres días en coma....
-Lo que viene a ser lo mismo que lo que yo dije...¿no? -Si, algo así- rió incómoda ante la mirada acusadora de Luka.
– Es que me debías una cena, y estaba segura de que si despertabas y yo no estaba aquí, seguramente hubieses salido a cenar con otra chica... y bueno, no estaba dispuesta, porque el jersey que me llenaste de sangre era el mio, y no el de otra.
-Vale Sue...tranquila, te compraré 30 jerséis si es necesario...¿por qué piensas que hubiese salido a cenar con otras mujeres?
-No se...has tenido una fiebre muy alta... y eso trastoca la mente de las personas... así que, lo más probable es que no recordases siquiera que teníamos una especie de cita. Además ¿qué tengo yo de tí, que no tengan otras? ¿ una buena amistad? – dijo sonrojada con una risa nerviosa.
-Para empezar si que recuerdo: recuerdo que estábamos en una sala con un preso, recuerdo el silencio, recuerdo un estruendo por la espalda, recuerdo tu cara de miedo...recuerdo también que estaba apoyado sobre tus piernas, y sentía tu respiración en mi pelo...me acariciabas, llorabas...¿ves cómo si recuerdo? ¿sabes lo que tienes tu que no tengan las otras a parte de mi amistad?
- ¿Una taquilla al lado de la tuya? – ambos rieron con ganas
-Nope... tienes algo más que una taquilla...tienes mi amor.
-¿Dónde está el termómetro? Aún deliras...pobrecito
-No Susan, ahora no bromeo de verdad... coge la llave de mi taquilla, ábrela, y coge una carta con que tiene un pegote de cera rojo. Es para ti. La escribí hace unas semanas, pero no encontré el momento para dártela...en serio
-¿No bromeas? – preguntó Susan sabiendo de sobra la respuesta, y sintiendo por dentro un triunfo infinito.
-No...ahora hablo en serio.
La habitación volvió a quedarse en silencio, pero esta vez no era el mismo silencio de las otras veces: no se respiraba muerte, se respiraba amor... el silencio más bonito que puede existir.
Luka y Susan se miraban fijamente. Los ojos de Susan brillaban por la emoción, los de Luka permanecían inmóviles frente a los de la chica.
Susan se levantó ligeramente de la cama para aproximar sus labios a los de Luka, para sentir su respiración entrecortada chocar contra su boca... ¡el momento que ambos llevaban esperando tanto tiempo...!
La puerta se abrió de repente. Susan se retiró atropelladamente de la posición el la que se encontraba para besar a Luka.
Pratt, Carter, Gallant ,Kerry ,Lizzy, Abby y Chen entraron en la habitación con un montón de paquetes y gorros de fiesta. Todos fueron saludando a Luka dándole la bienvenida al nuevo mundo en el que se había colado tras su viaje por el Más Allá.
Pronto la habitación se llenó de globos, pancartas y confeti. Hablaron distendidamente sobre el día del secuestro ya que era la mejor forma de no coger ningún trauma.
Luka y Susan fueron los más afectados de todos y sin embargo intentaron dejar atrás los malos ratos.
