Turno de Día, 18:38 pm, County General
-¡Gracias por venir chicos! Y gracias por todos los regalos menos por la muñeca hinchable Pratt. – dijo dando la mano a Gallant y Carter y besando a Kerry, Abby, Chen y Lizzy que ya se iban de la habitación.
-Era sólo un punto divertido... no me gusta regalar corbatas, ni bombones... – dijo Pratt con su peculiar sonrisilla.
-Cada uno regala lo que mejor le parece... ¿cuándo has dicho que es tu cumpleaños...? esta te la guardo
-Hasta luego... – dijo Pratt estrechando la mano de Luka y cerrando la puerta ya que era el último que quedaba.
Por fin solo de nuevo. Susan y él. La gente es inoportuna la mayoría de las veces, pero hay otras que a pesar de ser inoportunas, alargan su visita por horas aunque no sea molesto.
-Bien Sue...¿dónde íbamos?
-No lo sé...¿de verdad se te ha olvidado....? quizás aún tengas algo de fiebre – dijo aproximándose para tocarle la frente, pero Luka la agarró sutilmente por la nuca y la arrastró hacia sus labios que temblaban de emoción. Su bocas se fundieron en un solo beso, sintiendo cada uno la respiración del otro...en ese momento fueron uno...una sola persona.
La puerta se abrió de repente dando un golpe fortísimo y arrojando una banqueta contra la pared de al lado.
Carter, Abby, Lizzy, Gallant ,Chen y Pratt cayeron uno encima de otro de bruces al suelo.
Susan y Luka lo entendieron al momento...estaban espiándoles.
-¿Se puede saber que estáis haciendo ahí?- preguntó Luka casi deletreando las palabras. -Emmmm, veréis es que, olvidamos algo – dijo Elizabeth sacudiéndose el pantalón.
-¿Si...?- inquirió Susan limpiándose el carmín que se le había salido del contorno de los labios. -Es que olvidamos unos globos – respondió Pratt. – La salita está muy triste...necesita color.
-Pues os compráis unas acuarelas... estos globos son míos. Y ahora si no os importa, dejadme descansar que estoy convaleciente, no sea que me vaya a dar un chungo por vuestra culpa y os denuncie por negligencia médica. – dijo Luka en un tono gracioso.
Todos salieron de nuevo abochornados por el marrón en el que se acababan de meter y el corte que acababa de darles Luka... cuando salieron, se rieron de sus propias ocurrencias.
Una vez más, no volvió a quedar nadie más en la habitación excepto Susan y Luka. Susan se abalanzó sobre él teniendo cuidado de no saltarle ningún punto de la cicatriz.
Un beso, dos, el siguiente más seductor que el anterior. Susan acariciaba la cara de Luka, enredaba los dedos entre su pelo, sentía sus besos muy dentro de su ser. Luka le besaba el cuello, desabrochaba el botón de su camisa...besaba cada vez con más ansias de tenerla para siempre.
-Te quiero Sue...
-Y yo a ti... bésame...
Así continuaron un largo rato, hasta que hicieron el amor suavemente, sin hacer ruido, sin llamar la atención; totalmente en silencio..., con el silencio de una vela encendida, con el silencio de dos personas que se aman, con el silencio del amor.
