Amuleto del Tiempo 1: La Época de los Fundadores
Esta es una traducción realizada con la autorización expresa de la autora.
Nombre original: "Amulet of Time 1: The Age of the Founders"
Autor: Luna the Moonmonster
Disclaimer: Todas las cosas relacionadas con Harry Potter pertenecen a J K Rowling.
Capítulo Dieciocho - Quidditch? Qué es eso?
El mayor susto para Harry y Ron llegó en la segunda semana de octubre. Como de costumbre, el grupo se reunió en la biblioteca para una sesión de estudio. Ardwick, Gallatea y Christabel hacían toneladas de tarea que les habían dejado para el fin de semana, y Ron, Hermione y Ginny practicaban su invisibilidad. Hermione casi había logrado completar su entrenamiento, y Ron no iba muy atrás. Ginny aún tenía algunos problemas ya que temía no poder verse. Se ponía semitransparente y se empezaba a aterrar. Harry había intentado ayudarla pero no había logrado mucho. En ese momento, Harry intentaba conseguir que se relajara lo suficiente para ponerse más transparente.
Después de un rato, Ron soltó un fuerte grito de alegría cuando logró completar finalmente la transformación de invisibilidad. Hermione aulló ofendida, ya que al iniciar ella iba más avanzada que Ron. Ahora encontraba que su preocupación por una pregunta de Aritmancia había perdido su primacía. Ginny se había rendido y se había ido a sentar con Christabel para ayudarla con herbología. Ardwick había perdido el interés en su tarea y miraba cuánto progreso estaba haciendo Hermione. Harry y Ron se le unieron en su mesa para mirar. Ardwick miraba al frente, desconcertado con la conversación de sus amigos.
- "Entonces, Harry, qué oportunidades crees que tienen los Cannons para ganar esta temporada?"
- "Bien, solo tendrás que esperar hasta que consigamos regresar a casa para saberlo. Quiero decir, no es como si la gente de nuestro tiempo pueda enviarnos los resultados de quidditch con una lechuza."
- "Cierto. Eh, has notado algo?"
- "Que?"
- "Aquí no tienen equipos de las Casas. Quiero decir, pensaba que jugaban quidditch. El campo de quidditch ni siquiera ha sido construido."
- "Ron, has considerado que no juegan quidditch porque aún no lo han inventado?"
- "Oh."
- "Sí 'oh'. Cuántas veces has leído 'Quidditch A través de los Tiempos'?"
- "Varias..."
- "Y qué dice allí?"
- "Que el quidditch se creó en la época de los fundadores..."
A estas alturas Ardwick creyó prudente interrumpirlos. Después de escuchar la conversación durante unos minutos conjeturó que hablaban sobre algo que tenían en su tiempo que no existía en el suyo. Estaba demasiado curioso sobre este 'quidditch', ya que los otros dos muchachos parecían muy excitados hablando sobre él.
- "Um, chicos? Qué es el quidditch?"
- "Supongo que eso contesta la pregunta de si se ha inventado o no."
- "Harry!"
- "Que?"
- "No importa."
Los dos muchachos se volvieron a Ardwick. Viendo que su cara parecía expectante se miraron brevemente y decidieron explicarle. Después de todo, pensó Harry, qué daño puede hacer? Se volvió a Ron para pedirle ayuda con la explicación de las complejas reglas del quidditch a su amigo.
Una vez habían terminado, Ardwick se sentó asombrado con la cara un poco confusa todavía. Había cogido la idea básica, pero necesitaba ver un juego en acción antes de entender totalmente lo atractivo del deporte. Captando su expresión, Harry tuvo una idea repentina.
- "Ron, regresa a tu dormitorio y trae tu copia de 'Quidditch A través de los Tiempos'. Si Ard lo lee probablemente clarificará un poco las cosas. Además, tiene dibujos en movimiento de juegos famosos, por lo que podría ayudarle si puede ver algunas de las jugadas."
Cabeceando conforme, Ron dejó la biblioteca para traer el libro. En cuanto salió, Harry ondeó su mano y pensó, Accio libro. Unos minutos después, el libro que Ginny le había comprado para su cumpleaños, 'Guía de Tácticas Sucias Legales para el Buscador', llego volando a través de las puertas de la biblioteca. Harry le dirigió a Ardwick una mirada orgullosa.
- "Ron hará cualquier cosa que le diga. Nunca se le ocurriría simplemente convocarlo."
Ardwick miró por un momento a Harry antes de estallar en risas. El ruido y el libro volador habían llamado la atención de Gallatea. Dejó su tarea y fue a la mesa en la que los muchachos estaban sentados.
- "Que es tan gracioso?"
- "Simplemente Ron y yo le estábamos explicando cómo jugar quidditch a Ardwick. Es un deporte que jugamos en nuestro tiempo, utilizando cuatro pelotas y escobas. En casa tenemos equipos en las Casas y la Copa de Quidditch todos los años. He jugado en mi equipo desde mi primer año, y era el buscador más joven en el último siglo."
- "Buscador?"
Suspirando, Harry se preparó para explicar las reglas una segunda vez. Cuando Ron regresó Gallatea estaba divagando alegremente sobre quidditch. Siempre había sido buena con la escoba, y le gustaba volar. La sola idea de un deporte en el aire la atrajo. Inmediatamente había querido prestada la 'Guía de Tácticas Sucias Legales para el Buscador', y había exigido 'Quidditch A través de los Tiempos' en cuanto Ardwick lo hubiera terminado. Viendo su entusiasmo, no pudo evitar pensar, qué he iniciado ahora?
* ~ * ~ *
El día siguiente era sábado, y en cuanto hubieron terminado el desayuno Gallatea sacó a Harry del Gran Vestíbulo hacia las tierras de Hogwarts. Había esperado desde el día anterior para practicar el deporte del que su amigo le había hablado, y ahora tenía un día entero libre para jugar. Harry estaba desconcertado hasta que alcanzaron el área llana de tierra dónde se encontraba el campo de quidditch en su tiempo. Descubrió dos escobas listas en el suelo. Una la reconoció como su querida Saeta de Fuego. La otra era una bonita escoba hecha a mano de madera de cerezo. Se volvió a Gallatea sonriendo abiertamente por una explicación.
- "Qué está pasando, 'Tea?"
- "Quiero que juegues quidditch conmigo. Traje nuestras escobas, y pensé que podríamos transformar algunas piedras en los aros y las pelotas. Qué dices?"
- "Creo que debemos llamar a Ron y a Ardwick. No creo que las otras muchachas estén interesadas en jugar, pero podríamos jugar dos contra dos, cada equipo con cazador y guardián."
- "Excelente, mejor así. Los muchachos nos encontraran aquí después del desayuno. Les pregunté esta mañana más temprano."
Poco después Ardwick y Ron bajaban la cuesta desde la entrada de Hogwarts, con las escobas en la mano. Como la de Gallatea, la de Ardwick era hecha a mano en madera de caoba. Ron traía su vieja Cometa 60. No era la mejor escoba, pero era bastante buena para un juego divertido. En cuanto ellos llegaron, Harry y Gallatea levantaron sus manos y transformaron dos ramas en los aros de meta. Dos piedras se volvieron una quaffle y una bludger. Como no tenían ningún bateador, pensaron que era mejor usar sólo una bludger. Ron miraba con envidia a su mejor amigo. Harry había sido el más rápido en dominar la magia sin varita. Después de sólo seis semanas podía hacer la mayoría de los hechizos fácilmente sin su varita, e incluso sin el hechizo.
- "Correcto, estamos listos", anunció Gallatea cuando saltó sobre su escoba. Los demás la siguieron pronto y tuvieron un intenso juego, Harry y Gallatea contra Ardwick y Ron. Gallatea estaba demostrando ser una excelente cazadora, considerando que Ron y Ardwick volaban con un estilo que le iba mejor a los bateadores. Harry no era tan malo como guardián, pero tenía que detenerse de buscar la inexistente snitch.
Dos horas después, el grupo, radiante y azotado por el viento regresó dentro. Fueron a la biblioteca dónde encontraron a Hermione, Ginny y Christabel sentadas alrededor de una mesa estudiando. Viendo a sus amigos entrar con las escobas en sus manos, las tres les preguntaron con la mirada.
- "Estábamos jugando quidditch", fue todo lo Harry tuvo que decir.
* ~ * ~ *
Dos días después, el grupo se encontraba, exceptuando a Gallatea, sentados en el aula de encantamientos. El tema de conversación: el cumpleaños de Gallatea. La pregunta que todos tenían era, 'qué le das a la hija de Rowena Ravenclaw?'. Los Ravenclaw eran ricos, aun más ricos que los d'Escargot. No había nada que no pudiera tener. Por suerte para Harry, había pensado en el regalo perfecto para ella. Los demás sabían que tenía algo en mente, y se molestaron al ver que no les diría. Ginny argumentó que si él no les decía, corrían el riesgo de que varios del grupo le compraran lo mismo. Harry simplemente le dirigió una sonrisa reservada y le dijo que ninguno pensaría en lo mismo. Hermione lo había acorralado en la mañana exigiendo saber que era, pensando que era algo potencialmente peligroso. Harry, sin embargo, se había negado de nuevo a decirle. Sabía que si le decía a Hermione, ella lo detendría. Conseguiría un gran discurso sobre no jugar con el tiempo.
Luego, todos se habían puesto de acuerdo en que una fiesta sorpresa y pequeños regalos sería la mejor opción. La fiesta sería más personal que los grandes regalos, y los regalos serían simplemente una pequeña muestra. Tenían una semana para tener todo listo, y decidieron que cada uno tomaría una tarea. Ron fue el encargado de la comida, ya que fue fácilmente el primero en ofrecerse. Ninguno estaba muy sorprendido, todos sabían que Ron estaba obsesionado con su estómago. Hermione haría la decoración. No confió en nadie más para hacerlo. Christabel y Ginny estaban encargadas de la recreación durante el día. Era mucho por organizar, por lo que lo tomaron las dos. Ardwick salió con el trabajo de conseguir los pequeños detalles que los organizadores necesitaran. Tenía un talento natural para ser capaz de tener en sus manos cualquier cosa en bastante menos tiempo de lo que otros necesitarían, sin importar que tan extraño fuera. A Harry le fue dado el trabajo de mantener a Gallatea distraída la noche anterior, mientras los demás conseguían tener listo el cuarto de Gryffindor para su cumpleaños. No debía ser demasiado duro para él, apenas tenía que mantenerla en la sala común de Ravenclaw durante la tarde. Sin embargo, estaba planeando ofrecerle lecciones de inglés extras los domingos por las noches. Dado que había hecho tanto progreso con su magia sin varita, no necesitaba asistir ya a las lecciones. Decidió que podría gastar el tiempo enseñando a su amiga más inglés. Su progreso había sido bueno, e incluso estaba aprendiendo a leerlo y a escribirlo bastante rápido.
Habiendo decidido todo lo que harían, volvieron a pensar sobre los regalos. Ron, Hermione y Ginny habían decidido darle algo representando su época. Sería algo que sus riquezas no podrían comprarle. Ardwick y Christabel decidieron que hacerle algo ellos sería la mejor idea. Los viajeros del tiempo sólo estarían allí durante un año, y querían hacerle un cumpleaños que su amiga recordara toda la vida.
* ~ * ~ *
El siguiente día Harry buscó a Rowena Ravenclaw. Su Jefe de Casa podía ser bastante difícil de encontrar algunas veces, sobre todo cuando estaba trabajando en un nuevo proyecto. Le vio dejar el Gran Vestíbulo después del almuerzo y rápidamente salió para seguirla, dejando a una Gallatea curiosa mirando su espalda. No podía entender por qué el muchacho necesitaba hablar con su madre. Encogiéndose de hombros, regresó a su comida, imaginando que probablemente lo averiguaría después.
Entretanto, Harry estaba alcanzando a la fundadora al final del corredor. Nunca había comprendido cómo se podía mover tan rápido. Nunca había sabido como. Decidiendo que no iba a reducir su velocidad, pensó rápidamente en una manera de llamar su atención.
- "Lady Ravenclaw! Necesito hablar contigo."
Eso funcionó, y Rowena se detuvo y se volvió para esperarlo. Tenía una mirada curiosa cuando llego trotando a su lado.
- "Por favor, podría hablarte en privado?"
- "Sobre qué, Harry?"
- "Sobre una idea que tenía para un regalo de cumpleaños para Gallatea."
- "Muy bien, entonces. Sígueme."
Ella se marchó rápidamente y Harry tuvo que trotar para mantener su ritmo. Lo llevó abajo, por un corredor poco familiar durante unos minutos, antes de que comprendiera que estaban en la Torre de Ravenclaw, no muy lejos de su sala común. Ella se detuvo abruptamente frente a una puerta y entró en un cuarto pródigamente decorado. Los muebles eran costosos, y había una atractiva mampara azul oscura. El cuarto, como noto Harry, no era muy diferente a la oficina de Gryffindor. Comprendió que debía ser la oficina de Lady Ravenclaw. Nunca había estado aquí antes, pero podía ver que iba bien con su personalidad. Tomando asiento, ella le hizo señas para que hiciera lo mismo.
- "Entonces, Harry, qué puedo hacer por ti?"
- "Bien, he tenido una idea para un regalo de cumpleaños para Gallatea y estaba preguntándome si me podrías ayudar con él."
- "Desde luego, Harry. Qué tienes en mente?"
- "Bien..."
* ~ * ~ *
El día del cumpleaños de Gallatea amaneció con un cielo azul sin nubes y un sol brillante. La muchacha se sentó en la cima de la Torre de Astronomía, y había estado ahí desde la tarde anterior. Observando sobre los terrenos de Hogwarts, pensaba en lo que cumplir dieciséis significaría para ella. Algún día de este año tendría que escoger un esposo. Aunque sólo tuviera dieciséis, en su cultura era costumbre casarse a esa edad. El problema era que ella aún se sentía como una niña. Envidiaba a Hermione y a Ginny en serio. Sabía que en su tiempo ya no tenían los compromisos matrimoniales, y ellos no serían tomados como adultos hasta que tuvieran dieciocho años. Cuando pensó en esto, descubrió que era un problema para ella. Ya estaba enamorada. Enamorada de alguien que nunca podría tener. Desde el primer momento en que lo había visto, presentandose en el Gran Vestíbulo, había descubierto que era con él con quien quería pasar el resto de su vida. Incluso le había pedido un compromiso, y cuando lo recordó, las imagenes de la conversación que mantuvo con su madre después del Banquete de Bienvenida flotaron en su mente.
**Flash back**
- "Madre, ya he escogido un esposo."
Rowena la buscó, sobresaltada, cuando su hija entró en su oficina. Por sus palabras y su tono de voz podría decir que era uno de los nuevos muchachos al que había escogido.
- "Entra, hija mía. Dime, a quién has escogido?"
- "El nuevo muchacho, Harry Potter. En cuanto le vi supe que era él a quien quería. Por favor, Madre, lo apruebas?"
La fundadora miró a su hija tristemente. Podía ver que en su mente ya era un hecho, y no estaba segura de cómo darle la noticia.
- "Gallatea, hay algo que debo decirte sobre los nuevos estudiantes."
- "Cualquier cosa, Madre, no puede ser tan malo."
- "Ellos no son de nuestra gente. Vinieron aquí desde el futuro al utilizar un amuleto mágico muy poderoso. Tendrán que volver al futuro, y no pueden llevarte con ellos. Ves por qué no puedes casarte con el muchacho Potter? Si te enamoras de él tendrás roto tu corazón. No te arriesgues, Gallatea."
La cara de la joven muchacha se arrugó. Comprendió lo que Harry le había querido decir, pero si lo que su madre decía era verdad, nunca podría tenerlo. Sólo intentaré ser su amiga, pensó, por lo menos es mejor que nada...
**Fin del Flash back**
Gallatea limpió las lágrimas de sus ojos, echó una última mirada al sol creciente, y se encabezó hacia la sala común de Ravenclaw.
* ~ * ~ *
Durante el desayuno, las personas se le acercaban a Gallatea y le deseaban un feliz cumpleaños. Estaba un poco defraudada ya que no había visto a sus amigos todavía. Harry normalmente se sentaba con ella a las horas de la comida, pero él no se encontraba en ninguna parte. Ni siquiera estaba su madre, según vino a pensar. Parecía un poco extraño que los dos estuvieran faltando al mismo tiempo. Extraño, pensó, quizá están planeando algo. Lo siguiente que supo fue que un par de fuertes brazos la estaban envolviendo desde atrás. Dándose la vuelta vio al objeto de sus pensamientos.
- "Hola, 'Tea. Feliz cumpleaños!"
- "Gracias, Harry. Sabes dónde esta mi madre? No la he visto esta mañana, y es extraño porque normalmente viene a verme antes del desayuno en mi cumpleaños."
- "La vi más temprano en los terrenos, pero no sé que está haciendo ahora."
- "Bien. Vas a comer algo? Casi es hora de Runas."
- "Seguro."
Muy a su desilusión, Harry separó sus brazos de su alrededor y se sentó. Simplemente era una señal de amistad, él no siente nada más por ti, pensó mientras Harry tomaba su desayuno.
* ~ * ~ *
Esa tarde, después de la cena, Harry arrastró a Gallatea de la mesa de Ravenclaw al Cuarto de Gryffindor. Los demás, incluyendo a Rowena y a Lolide, habían salido antes para conseguir alistar la fiesta para cuando el par llegara. Era trabajo de Harry, siendo un compañero Ravenclaw, llevar a la muchacha a las siete para el cumpleaños. Una vez ellos llegaron al cuarto, Harry abrió la puerta e introdujo a la muchacha de dieciséis años en la oscura torre. Cuando ella entró, las velas se encendieron con vida y sus amigos y su familia saltaron para gritar "Sorpresa!!!"
Ella no supo qué decir. Todas las personas más cercanas a ella se encontraban en el cuarto sonriéndole. Harry estaba detrás suyo, después de haber cerrado la puerta. Gallatea estaba muda. Esto era lo más imaginativo que cualquiera le había hecho alguna vez en su cumpleaños. Con un movimiento de la mano de Ginny un poco de música suave empezó a sonar de fondo, mientras Hermione la acercaba a una mesa. La mesa tenía comida de todos los tipos en un extremo, y los regalos al otro.
- "Sorpresa, hija mía. No pensaste que nos olvidaríamos de tu cumpleaños, cierto?"
La joven muchacha se volvió con los ojos emocionados a su madre antes de lanzarse a sus brazos. Después de unos minutos, se separó y se volvió al resto del grupo, mientras abrazaba a cada uno, demorándose un poco más en los brazos de Harry.
- "Entonces, 'Tea, qué quieres hacer primero?"
- "Creo que me gustaría abrir mis regalos primero", le dijo al muchacho de cabello azabache.
Moviendose por la mesa, tomó asiento y recogió el primer regalo. Estaba envuelto en papel azul oscuro con lazo dorado. Al sacarlo de la envoltura encontró una caja que contenía un curioso objeto redondo que nunca antes había visto. Volviéndose al grupo, no pudo evitar una mirada desconcertada.
- "Qué es?"
Ron sonrió brillantemente, ese era su regalo.
- "Es un chivatoscopio. Hace un ruido si alguien cerca de ti no es de fiar."
- "Um... gracias... creo."
- "Por nada."
Enseguida, recibió un juego de plumas de grifo de Christabel, un libro grande empastado en cuero con las páginas en blanco para que escribiera su diccionario de inglés de Ardwick, una bolsa de dulces de Hermione, conteniendo una caja de Grageas de todos los sabores de Bertie Bott y algunas Ranas de Chocolate. Ella observó entretenida los dulces antes de volverse a Hermione. La muchacha se encogió de hombros.
- "Pensé que te gustaría ser la primera persona en la historia en probar algunos dulces modernos."
Gallatea le regresó una sonrisa a su ruborizada amiga. Luego, abrió el regalo de Lolide. Era una piedra de cristal redonda, del tamaño de un huevo de gallina.
- "Qué es?"
- "Es una piedra curativa élfica, joven Ravenclaw. Creo que te protegerá. Puedes encontrarla de utilidad en el futuro."
- "Gracias, Lolide. Me mostrarás cómo usarla?"
- "Después, joven. Creo que aún tienes más regalos por abrir."
Gallatea alcanzó el penúltimo regalo de la mesa. Tenía papel de envoltura rojo y una etiqueta que le decía que era de Ginny. Abriéndolo, se estremeció al encontrar un álbum de fotos. Había visto a Ginny tomando fotos hace unas semanas y se había preguntado lo que estaba haciendo. Estaba asombrada con la cámara. Lo encontró mucho más rápido que esperar a que alguien pintara un retrato. El álbum contenía fotos de su madre y sus amigos, algunas solos y en otras en grupos. En la parte posterior derecha había una que ella le había insistido a Ginny que tomara. Fue tomada por su madre, y salían todos sus amigos, así como ella, en la foto. Los siete se encontraban de pie en las escaleras de la entrada de Hogwarts, riendo como locos y haciendo gestos. Gallatea sentía ardientes lágrimas que rodaban por sus mejillas cuando miró a Ginny.
- "Pensé que te gustaría tener algo para recordarnos."
- "Gracias, Ginny. Lo cuidare bien."
Retrocediendo a la mesa, recogió el último regalo. La etiqueta le dijo que era de su madre. Rompiendo el papel encontró una caja de madera grande que se mecía ligeramente de atrás a adelante. Curiosa, la abrió y encontró un juego completo de pelotas de quidditch dentro. Le dirigió una mirada asustada a su madre sonriendo antes de lanzarse a la fundadora.
- "Escuché que habías mostrado un gran interés por este nuevo deporte, y pensé que apreciarías el equipo. Son hechas a mano, ya que no podría encontrarlas en cualquier tienda."
- "Te agradezco tanto, Madre."
- "Por nada, hija mía."
Retrocediendo hacia el grupo, Gallatea comprendió que no había recibido un regalo de Harry. Su corazón se oprimió un poco al pensar esto. Hermione había llegado obviamente a la misma conclusión, porque se volvió al muchacho y llamó su atención.
- "Harry, dónde esta tu regalo? Todos morimos por conocerlo durante toda la semana."
Harry les sonrió y le ofreció su mano a Gallatea. Tomándola, ella fue sacada del cuarto, con los demás siguiéndolos detrás de ella.
* ~ * ~ *
- "Harry, a dónde vamos?"
- "Sólo espera, verás cuando lleguemos allí."
El grupo se dirigía a través de los terrenos de Hogwarts, moviéndose en dirección opuesta al lago.
- "Cierren sus ojos, todos. Quiero que todos se sorprendan."
Haciendo como les había dicho, todos, exceptuando a Ravenclaw, cerraron sus ojos. Harry tuvo una gran sonrisa y ondeó su mano, quitando los encantos de invisibilidad de su regalo.
- "Bien, pueden mirar ahora."
Cuando el grupo abrió sus ojos.
- "Que es..."
- "Oh, mi..."
- "Que es eso?"
- "No lo hizo! No lo puedo creer..."
- "HARRY JAMES POTTER! QUÉ ESTABAS PENSANDO????"
Harry parecía contento con las variadas reacciones de sus amigos. Ondeando su mano, despertó a Ron de su desmayo y se acerco a una aturdida Gallatea.
- "Te gusta?"
- "Gustarme??? LO AMO! Pero qué...? Cómo...? Cuándo...?"
- "Lo construí de varios pedazos y piezas. Me estoy volviendo bastante bueno en la magia sin varita. Necesité un poco de ayuda de tu madre, pero al fin lo termine. La más difícil fue intentar mantenerlo oculto. Ven aquí, tengo algo que mostrarte."
Tomando a la muchacha de la mano sin encontrar resistencia, la llevó sobre una pequeña parcela de tierra donde un rectángulo de piedra ónix negra estaba fijo en la tierra. Ondeó su mano sobre él y susurró "Gallatea". La contraseña fue aceptada, y unas palabras se formaron en la superficie de la piedra ónix. Al mirar mas de cerca, la muchacha pudo ver un mensaje escrito por él en inglés y anglosajón.
A Gallatea Ravenclaw
Un regalo especial para una amiga especial. Siempre te recordaré.
De Harry Potter
- "Oh, Harry. Muchas gracias."
- "Por nada. Quise hacerte algo que durara por siempre."
Cuando el par regresó a la fiesta, un nuevo campo de quidditch se alzaba detrás de ellos.
