Amuleto del Tiempo 1: La Época de los Fundadores

Esta es una traducción realizada con la autorización expresa de la autora.
Nombre original: "Amulet of Time 1: The Age of the Founders"
Autor: Luna the Moonmonster


Disclaimer: Todas las cosas relacionadas con Harry Potter pertenecen a J K Rowling.

Capítulo Veintiuno - Fantásticas Bestias y Qué no Hacerles

Harry despertó en el ala del hospital con un martillante dolor de cabeza. En cuanto abrió los ojos tuvo que cerrarlos por la intensa luz brillante que entraba a través de las ventanas. Podía sentir una poción contra sus labios pero estaba demasiado débil para protestar. Apenas la bebió, sintió que el dolor de cabeza empezaba a disiparse y creyó que podía intentar abrir sus ojos de nuevo. Esta vez pudo ver varias figuras sentadas alrededor de su cama. Todos sus amigos estaban allí, así como Lolide, que se encontraba de pie al final de su cama murmurando varios encantos. Una vez su visión aclaró, pudo observar el cuarto con más detalle. Corregir su visión había sido una de las primeras muestras de magia sin varita que había aprendido de Rowena, y esta vez se alegraba de ya no necesitar las gafas. Mirando a sus amigos con más detalle, se asustó por ver lágrimas que caían de los ojos de las muchachas. Ron y Ardwick no parecían mucho mejor. Aunque no habían estado llorando, evidentemente estaban alterados. Harry pensó que esto parecía un poco extraño, considerado que sólo era un pequeño accidente de quidditch. Pensarían que había muerto o algo así. Sólo pude estar inconsciente media hora, pensó. Decidiendo averiguar qué estaba pasando habló.

- "Hola chicos, por qué las caras largas?"

Al parecer esto fue lo peor que pudo decir, ya que Gallatea dio un fuerte sollozo y se lanzó hacia él. Esto fue un error, ya que en cuanto sus brazos se envolvieron alrededor de la cintura de Harry, sintió un agudo y punzante dolor en la parte baja de su espalda. Revelando un fuerte grito, Gallatea saltó hacia atrás, con una horrorizada mirada.

- "Lo siento mucho, Harry, debí haberlo sabido."

- "Esta bien, 'Tea. Qué está pasando? Por qué todos parecen tan alterados? No pude haber estado inconsciente mucho tiempo..."

- "Harry, estuviste inconsciente diez días, compañero", exclamó un incrédulo Ron.

- "DIEZ DÍAS?! Cómo...? Por qué...? Qué...?"

- "Te rompiste la espalda por la caída", explicó Ginny, "Lolide pudo arreglarlo, pero te afectará durante algún tiempo. No estábamos seguros de que ibas a hacerlo."

Tomó un minuto para que esta nueva información penetrara en su mente.

- "Me rompí la espalda?"

- "Sí."

- "Y casi muero?"

- "Sí."

- "Oh, dulce Merlin. La caída no parecía tan alta, y las bludger no hacen tanto daño..."

- "Me temo que lo hizo, Harry. Y esa acrobacia a la que me lanzaste, donde hubiera caído de mi escoba también era peligrosa. Pudiste matarme!"

- "Lo siento, Ard. Era un Amago de Wronski, y no quise herirte, simplemente mantenerte lejos de la snitch."

- "Esta bien, te perdono. Me enseñarás el Amago de Wronski?"

Ron y Harry se miraron, recordando a Hermione en el Campeonato Mundial de Quidditch, y estallaron en risas.

* ~ * ~ *

Más tarde, esa noche, Harry despertó por ruidos provenientes del extremo contrario de la enfermería. Sentándose, salió calladamente de la cama y se asomó sobre la cortina que rodeaba su cama. Tirándola un poco, consiguió estar un poco más cómodo para escuchar a escondidas. Sabía que no era correcto, pero sufría de una curiosidad extrema. Después de unos momentos comprendió a quiénes estaba escuchando. Lolide y Gryffindor. Ellos hablaban bajo, en un rápido élfico. Harry podía entender la esencia de la conversación, gracias a sus lecciones con la sanadora elfa. Sin embargo, no pudo captar algunas partes de lo que discutían. No obstante, las palabras que comprendió, encajaban con algo de lo que Slytherin había mencionado en la Cámara de los Secretos.

- "... ven... con frecuencia, Godric. Tu... tu corazón... soportar la presión... Puedo... esta vez, pero... menos...tiempo."

- "Lolide... haz... puedas. Tu medicina... algo... detener mi..."

- "¡Godric! Tú sabes... Yo... obtener ayuda... Rowena... sanarte, y... Helga... hierbas para este tipo de cosas."

- "Lo sé... tengo... los estudiantes. Sé... entrenamiento... Harry. Estas... durmiendo?"

- "Lo observaré..."

Harry se regresó a su cama, volviendo su espalda hacia dónde sabía que Lolide entraría para inspeccionarlo. Cerró sus ojos, fingiendo dormir cuando ella entró, y suspiró aliviado cuando salió de nuevo sin hacer comentarios. Había tenido mucha práctica para pretender estar dormido con los Dursley, por lo que estaba seguro que podría engañar a cualquiera. No mucho después, Gryffindor le deseo las buenas noches a la elfa y dejó la enfermería. Harry reflexionó sobre lo que había oído, mientras pensaba, Tendré que decirle esto a los demás...

* ~ * ~ *

El lunes 12 de diciembre Harry se encontraba sentado en la enfermería, con todos sus amigos reunidos a su alrededor. Habían ido a visitarlo inmediatamente después del desayuno y pronto se dirigirían a su primera clase. Quería contarles lo que había escuchado la noche anterior, pero sabía que tenía que omitir ciertos detalles, como el idioma en que los adultos estaban conversando en ese momento. Sabía que se suponía que no le diría a nadie sobre las lecciones que estaba recibiendo de Lolide, ya que si lo contaba, estas se discontinuarían. Harry no quería que eso sucediera, porque realmente disfrutaba las lecciones. Lolide parecía pensar que tenía algo de sangre elfa en alguna parte en su pasado, debido a que había aprendido la magia de los elfos. Él lo encontraba fascinante, y hacía un espectacular progreso. El problema era que si no les decía a sus amigos que los dos habían conversado en el idioma de Lolide, no tendría ninguna excusa para explicar por qué no escuchó toda la conversación. Tendría que pensar en su coartada, y evitar tantas preguntas como fuera posible, lo qué sería un poco difícil con Hermione alrededor. Tomando una profunda respiración, se preparó para el desastre.

- "Um... chicos? Anoche escuché algo que podrían encontrar interesante..."

- "Que fue, Harry?" le preguntó Gallatea.

- "Bien, saben que Slytherin hablaba con las serpientes sobre las visitas de Gryffindor a Lolide?"

Seis inclinaciones afirmativas le hicieron continuar.

- "De acuerdo, anoche vino a la enfermería. Me desperté por la noche y los escuche conversar... realmente no pude escuchar todo desde aquí, pero según lo que pude oír, Gryffindor ha estado esforzándose con las lecciones que nos esta dando. Lolide dijo algo sobre su corazón, y cómo se estaba volviendo más difícil de tratar. Ella sugirió hablar con Lady Hufflepuff y Lady Ravenclaw sobre eso, pero creo que él no estaba muy contento con la idea."

- "Eso fue todo lo que encontraste, Harry?"

- "Me temo que sí, 'Mione. Pero si éste es el año que...", echando una mirada alrededor a Ardwick, Christabel y Gallatea, "... um, el gran evento pasa, como pensábamos, entonces sugiero que hagamos cuando podamos para ayudar."

Como había esperado, Hermione fue la primera en objetar. Harry había reflexionado sobre lo que estaba pasando esa mañana, un poco más temprano. Tenía el presentimiento de que éste sería el año en que Slytherin se separaría de los demás fundadores y dejaría Hogwarts. Si no fuera este año, entonces sería pronto, fue la conclusión a la llegó. Los eventos ciertamente parecían encajar. Sin embargo, si la salud de Gryffindor estaba fallando, y era el resultado del entrenamiento extra que les estaba brindando, entonces Harry sentía que era su responsabilidad ayudar. Hermione, sin embargo, no lo vio de la misma manera...

- "Harry, hablamos de esto después del desastre del campo de quidditch. No podemos ir cambiando el tiempo, no es correcto. ¡Está fuera de nuestras manos y lo sabes! Ya hemos hecho suficiente daño, no queremos agregar esto. Tienes que pensar en las consecuencias..."

- "Hermione, he pensado en las consecuencias. También he escuchado a Ginny..."

- "Yo? Qué he dicho?"

- "... y sé que lo que hagamos aquí no va a afectar el futuro. De hecho, si nosotros nos sentamos y no hacemos nada estaríamos haciendo más mal que bien. Te dije todo esto después del cumpleaños de 'Tea, por qué no puedes confiar en mí?"

- "Harry, confío en ti..."

- "Tienes una manera cómica de mostrarlo."

- "... pero sólo quiero una pequeña prueba de que no vamos a desordenar todo."

- "Quieres pruebas? Recuerdas el primer día de clases cuando Ginny tuvo una visión en Adivinación. Me vio en la Cámara de los Secretos con Gryffindor, luchando. Si no nos decidimos a ayudar, entonces por qué estaría allí? Y sabes que era una visión verdadera, porque Ginny es Vidente."

Hermione se quedó con la boca abierta frente a su amigo. Había olvidado completamente la visión de Ginny, y por las miradas de los demás, ellos también. Harry simplemente les dio una pequeña sonrisa complaciente antes de motivarlos a que fueran a clase.

* ~ * ~ *

Al día siguiente todos se sorprendieron al ver a Harry entrar en el Gran Vestíbulo para el desayuno. Después del daño sufrido durante el partido de quidditch, nadie esperaba verlo por lo menos durante otra semana. Cuando se sentó en la mesa de Ravenclaw, Gallatea se apresuró en acercárcele y abrazarlo. Cuando lo liberó le dirigió una mirada interrogante. Harry comprendió la indirecta.

- "Lolide me dio de alta temprano. Sabía que estaba desesperado por ir esta noche a la lección de animagia, por lo que decidió dejarme ir a clases. Dijo que si no puedo asistir a las lecciones normales, no puedo ir esta noche."

Gallatea sólo le dio una gran sonrisa y otro abrazo. El par se sentó en la mesa de Ravenclaw, y Harry fue bombardeado inmediatamente con las felicitaciones del resto de su Casa. No habían conseguido celebrar su victoria sobre Gryffindor en el partido de quidditch, ya que su buscador había estado en la enfermería, pero ahora que regresaba, estaban planeando una gran fiesta. Mientras decidían qué clase de comida tener, Hufflepuff se puso de pie e hizo señas para que guardaran silencio.

- "Ahora que tenemos todos nuestros estudiantes una vez más con nosotros, me gustaría hacer un pequeño anuncio. El primer partido de quidditch de Hogwarts ha sido un gran éxito. El Ministerio de Magia se cautivó, al igual que todos los padres. El Ministro estará llegando después del desayuno para discutir un trato de patente con Harry Potter y Ronald Weasley, al igual que los detalles de cómo preparar equipos de quidditch nacionales. Junto al Ministro, seremos visitados por un representante de Flourish y Blotts del Callejón Diagon para un trato para la publicación de un libro con las reglas del quidditch. Por consiguiente me gustaría pedirles a Ron y a Harry que se dirijan a la oficina de Lord Gryffindor en cuanto hayan terminado el desayuno."

En cuanto Lady Hufflepuff hubo terminado, cada par de ojos en el Vestíbulo se volvió hacia Ron o hacia Harry. Ambos muchachos estaban sentados asustados y en silencio. No podrían creer que una discusión en la biblioteca sobre las posibilidades de los Chudley Cannons para vencer hubiera ocasionado esto. Poniéndose de pie al mismo tiempo, se dirigieron hacia las puertas.

* ~ * ~ *

Una vez llegaron a lo que un día sería la oficina de Dumbledore, esperaron a que los dejaran entrar. Al contrario de como sería en el futuro, no tenían ninguna idea de por dónde empezar a suponer contraseñas. Después de unos minutos, la gárgola se hizo a un lado, permitiendoles entrar. Estaban nerviosos cuando llegaron a la oficina de Gryffindor, no sabiendo como actuar con el Ministro de Magia. Cuando llegaron a la cima de la escalera giratoria, golpearon nerviosamente en la puerta. Unos segundos después fue abierta por Lady Hufflepuff, y los muchachos se introdujeron en sus asientos. Detrás del escritorio de Gryffindor se encontraba un hombre que parecía extraño, con una barba larga y gafas de media luna. Llevaba una túnica azul profundo que hacia juego con sus ojos, y Harry y Ron pensaron que se parecía mucho a Dumbledore. Él sonrió cuando vio a los dos muchachos, y se reclinó hacia adelante para dirigírseles.

- "Así que, son los valientes jóvenes que han traído una nueva manía a Hogwarts. Ese partido de quidditch a comienzos de mes fue muy popular, tanto entre los padres como entre los miembros del Ministerio. De hecho, el rumor se ha extendido muy rápidamente, y tenemos varias personas que quieren preparar equipos. Para que esto funcione, necesitamos su permiso, al ser los creadores, y sugerencias en cómo se puede preparar un sistema para una liga. Aceptan esto?"

Los dos enmudecidos muchachos se miraron, antes de que Harry se volviera al Ministro.

- "Con todo el debido respeto, Señor Ministro, esto nos ha tomado completamente por sorpresa. Nos permitiría discutir esto durante unos minutos antes de aceptar algo?"

- "Por supuesto, tómense su tiempo."

Harry se volvió a Ron y se dirigió en inglés.

- "Ron, qué piensas de esto? Es decir, sería algo maravilloso ser los creadores del quidditch, pero tenemos que considerar lo que 'Mione ha estado diciendo. Lo único que me preocupa es, si nosotros lo creáramos en esta época cuándo tenemos quince, y aprendemos sobre él en el futuro, cuándo somos más jóvenes, entonces de dónde vino la idea original? Podría causar una paradoja en el tiempo. Y según lo que sé de la física Muggle podría ser algo drástico, como destruir el universo o algo así."

- "Harry, como yo lo veo, ya estamos en esa situación, desde el momento en que le hablamos a Ardwick sobre el quidditch. Ahora no hay nada que podamos hacer para cambiarlo. También podemos tomar el mayor provecho de esto, y dejar de preocuparnos. Por lo que sabemos, podríamos estar haciendo lo que se supone que haríamos. Tú mismo estabas diciéndonos que estabamos aquí por alguna razón, bien, cómo sabes que esta no es esa razón?"

- "Comprendo tu punto, Ron. Entonces, que vamos a hacer con esto? Y qué sobre el trato del libro? Tendremos que cambiar nuestros nombres, porque en nuestra época notarían algo. Después de todo, los libros originales con las reglas del quidditch aún están disponibles en nuestro tiempo."

- "¡Sí, sólo piensa en todo el dinero que podemos ganar en 1000 años de patente y ventas del libro! Pero hablando en serio, creo que debes hacer el negocio."

- "Por qué yo?"

- "Eres mejor en este tipo de cosas, con toda la práctica que has tenido."

Harry simplemente cabeceó y se volvió hacia el aturdido Ministro. Obviamente, no había entendido nada de lo que el par había estado hablando, y parecía preguntarse en qué idioma discutían. Parecía recobrarse cuando notó que Harry lo miraba fijamente.

- "Han finalizado su... discusión?"

- "Sí, Señor Ministro."

- "Firmarán la patente?"

- "Sí, lo haremos. Sin embargo, Ron se preocupa por lo que pasará con los beneficios. Recibiremos algún dinero por el uso del quidditch como deporte?"

El Ministro parecía un poco sorprendido ante esta pregunta. No esperaba que dos jóvenes de quince años pensaran en cosas como esa.

- "Desde luego! Recibirán comisiones por cada partido jugado, que serán entregadas en el lugar de su elección..."

- "Entonces nos gustaría que usted abriera una cuenta compartida para nosotros en Gringotts. Se pagarán todas las comisiones de los juegos y los libros con las reglas en ella. También, necesitamos que todos los equipos nuevos paguen una cuota inicial de 10 Sickles."

- "Muy bien, veré que se haga."

- "Gracias, Señor Ministro, apreciamos esto."

El Ministro les pasó varios trozos de pergamino que ellos leyeron a fondo antes de firmar. El hombre hizo que las copias de cada uno fueran entonces colocadas en la bóveda de Gringotts.

- "Bien, gracias muchachos, puedo empezar a organizar los equipos ahora. Les gustaría darme cualquier sugerencia en cómo deben organizarse los campeonatos?"

Harry gesticuló para que Ron continuara. El pelirrojo perfiló cómo trabajaba la liga de quidditch en su tiempo, así mismo sugirió un campeonato europeo y otro mundial si el deporte alguna vez se extendía fuera de Gran Bretaña. El Ministro tomó apuntes de todo lo que se había dicho, antes de partir. En cuanto hubo salido, otro hombre salió de un cuarto lateral y tomó el asiento que el Ministro había dejado vacante. Miró a los dos muchachos por encima de sus lentes y les sonrió.

- "Los señores Potter y Weasley, es un honor conocerlos. Yo soy Jeremiah Flourish, copropietario de Flourish y Blotts, la librería del Callejón Diagon. Escuché que han escrito un libro fascinante, y estoy interesado en publicarlo. Aceptarían esto?"

- "Sí, señor. Ron y yo lo hemos discutido, y estaríamos honrados en que produjera nuestros libros. Sólo tenemos una condición. Nos gustaría tener ocho copias hechas especialmente. Estas serían forradas en cuero, con los nombres que le proporcionaremos grabados en el frente. Estos son para nosotros, y para nuestros amigos. Está de acuerdo?"

- "Completamente, Sr. Potter. Si firman aquí, y apuntan los nombres que les gustaría, iré derecho a trabajar."

Los muchachos firmaron el pergamino correspondiente, y apuntaron sus nombres, los de todos sus amigos, y los gemelos Weasley. Ron sabía que sus hermanos matarían por una copia original, sobre todo una personalizada. Una vez completaron todo, el Sr. Flourish partió, y los muchachos, después de agradecer a Gryffindor el uso de su oficina, salieron para ir a sus próximas lecciones.

* ~ * ~ *

Esa noche los siete amigos se encontraron en el cuarto de Gryffindor para su lección de animagia. Esta era una clase que todos esperaban con impaciencia. Después de meses de preparación, finalmente estaban listos para probar la transformación. Si todo iba según lo planeado, se transformarían por primera vez y 'atraparían' sus formas, permitiéndoles transformarse cuando quisieran después de esto. El procedimiento entero les había tomado menos de cuatro meses, principalmente debido a la ayuda que habían recibido de Lady Hufflepuff. Todo el proceso tardaba mucho menos tiempo si tenías a un maestro orientándote que si lo intentabas hacer todo sólo.

Cuando Hufflepuff entró en el cuarto exactamente a las siete, todos los estudiantes se encontraban en su lugar en un círculo en el suelo. Helga se rió entre dientes ante esto y tomó su lugar en el círculo. Después de unos momentos de meditación para centrarse en sí mismos, los adolescentes estaban listos para completar la transformación. Helga, viendo su impaciencia, procedió.

- "Ahora, sé que todos están entusiasmados, pero necesito que se relajen. Tendrán que escuchar muy cuidadosamente, porque si lo hacen incorrectamente, quedarán como un medio-humano-medio-animal. Una vez hayan entrado en el estado meditativo en que hemos estado trabajando, necesito que imaginen su animal en su mente. Necesitan pensar en todas sus características, no sólo físicas, sino también instintivas y mentales. Una vez han hecho esto, claramente piensen el encanto 'Corpus Animagus'. Esto debe transformarlos, pero sólo si se enfocan totalmente. Una vez la transformación está completa, deben pensar 'Facio Animagus'. Esto 'atrapa' su transformación, permitiéndoles cambiar a voluntad después de esto. Entren en sus estados meditativos ahora, y buena suerte!"

Todos los estudiantes cerraron sus ojos y empezaron a relajarse. Solamente les tomó cerca de diez minutos antes de que el primer **POP** pudiera escucharse, y un halcón peregrino se encontrara volando alrededor del cuarto. Cambiando nuevamente, Gallatea fue a sentarse a una de las mesas para no perturbar a los otros, con una gran sonrisa. El siguiente en cambiar fue Harry, que rondó por el cuarto durante unos minutos antes de recuperar su forma e ir a sentarse al lado de Gallatea. Veinte minutos después, luego de que Ardwick finalmente hubiera cambiado, el grupo decidió celebrar. Tronando sus dedos, Hufflepuff convocó un elfo doméstico que rápidamente regresó a las cocinas para recoger alguna comida para la fiesta. Unos momentos más tarde, los demás fundadores llegaron, cortesía de la telepatía de Gallatea, y la fiesta empezó adecuadamente. A las tres de la mañana, el grupo regresó a sus cuartos, sabiendo que tenían clase de Cuidado de Criaturas Mágica a primera hora en la mañana siguiente.

* ~ * ~ *

Cuidado de Criaturas Mágicas era para los viajeros del tiempo una mejora inmensa a las lecciones de Hagrid. Todos apreciaban al querido medio gigante, pero se alegraban de no estar estudiando más escregutos de cola explosiva. Esta vez estaban aprendiendo sobre las diferentes razas de dragones, y hoy era su primera lección práctica. Gallatea estaba un poco angustiada, ya que los dragones eran su mayor temor, pero Harry la había tranquilizado al asegurarle que no permitiría que nada le sucediera.

Después de una breve conferencia del profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas, el grupo se dirigió a un pequeño corral, en dónde un Galés Verde estaba atado, dormido. La mayoría de los estudiantes se mantuvo a una distancia respetable, pero Horacio, pensando que su status de noble lo hacía impenetrable al daño y a pesar de las protestas del profesor, anduvo hacia el durmiente reptil y empezó a hacerle cosquillas. En ese momento, el resto de los estudiantes, excepto Gallatea, habían empezado a retroceder lejos, cuando vieron que un enfurecido ojo se abría y miraba en su dirección. Cuando el dragón se empezó a mover, Horacio se quedó igual de tranquilo. Casi todos empezaron a correr fuera del alcance de las llamas que sabían estarían volando pronto por el aire. Harry, sin embargo, hizo una pausa para mirar atrás a la bestia. Se heló asustado cuando vio que Gallatea todavía estaba de pie, inmóvil, delante del dragón. Tomando una segunda decisión, corrió hacia su amiga, tirándola a tierra mientras las llamas quebraban el aire, justo dónde su cabeza había estado. Rodando ambos por el césped, la colocó de pie y empezó a llevarla hacia el Bosque Prohibido, fuera del alcance de las llamas. La furiosa criatura empezó a perseguirlos hasta que alcanzara el fin de sus cadenas, enviando fuego detrás de ellos. Harry la dirigió para quedar fuera de su alcance antes de que fueran asados vivos. Sentados detrás de un árbol, tiró a Gallatea a su regazo abrazándola. La muchacha se aferró a él y mientras continuaba agitada, Harry le murmuró palabras reconfortantes.

- "Todo esta bien, 'Tea. Te prometí que no permitiría que te lastimaran, y lo hice. Por favor tranquilízate, ha terminado ahora."

- "Pensé que iba a morir."

- "Yo también pensé así, pero estas bien."

- "Gracias, Harry. No puedo creer que Horacio hiciera eso!"

- "Bien, por lo menos ahora sé de donde viene el lema escolar..."

- "Que?"

- "Draco dormiens nunquam titillandus."

- "Nunca hagas cosquillas a un dragón durmiente?"

- "Uhuh."

- "Harry, no puedo creer que estuve cerca de perderte. Por favor, nunca me dejes de nuevo."

- "No hasta que tenga que hacerlo, 'Tea. Eres demasiado importante para mí."

Y sus labios se encontraron en un tierno beso.