Amuleto del Tiempo 1: La Época de los Fundadores

Esta es una traducción realizada con la autorización expresa de la autora.
Nombre original: "Amulet of Time 1: The Age of the Founders"
Autor: Luna the Moonmonster


Disclaimer: Todas las cosas relacionadas con Harry Potter pertenecen a J K Rowling.

Capítulo Veintidós - La Gran Guerra de Travesuras

A partir del 14 de diciembre Harry y Gallatea salían oficialmente. Apenas podrían esconder el hecho, especialmente desde que dejaron el Bosque Prohibido después de la lección de Cuidado de Criaturas Mágicas tomados de la mano. Sus amigos fueron los primeros en atacarlos con preguntas y ofrecerle felicitaciones a Harry por su atrevido rescate. El maestro le dijo a los dos que le hablaría a los fundadores sobre lo que había pasado, mirando con furia a un arrepentido Horacio cuando lo dijo. El resto de la lección se declaró período libre, y los siete amigos se dirigieron al Cuarto de Gryffindor para discutir lo que había pasado. En cuanto la puerta se cerró, Hermione rodeó a los Ravenclaw.

- "¡Cómo pudieron hacer esto?! Saliendo juntos! ¡Es imposible! Harry, te lo he dicho antes, no podemos interferir demasiado en sus vidas. ¡Y Gallatea, eres una señora de linaje distinguido, no debes estar destruyendo el honor de tu familia con algo como esto! Simplemente no esta bien!"

- "¿Hermione, a qué vas? No puedes pensar que..."

- "Ron, quédate fuera de esto. No creo que lo entiendas. Por nuestro tiempo es absolutamente aceptable tener un novio o novia en la escuela. Incluso puedes salir con algunos compañeros antes de encontrar aquel con el que quieres pasar el resto de tu vida. ¡Pero en esta época esas cosas no se hacen! Se desposan las personas con alguien seleccionado por sus padres, sobre todo cuando son miembros de familias nobles y prominentes. Si Gallatea y Harry salen juntos será un escándalo!"

- "¡Hermione, cállate! Soy consciente de lo que se espera de mí, y acepto los riesgos. Durante los meses que han estado aquí ha crecido mi amor por Harry, y no como un amigo. En la primera noche en que lo vi le pedí un compromiso a mi madre, pero ella me explico por qué eso no era posible. Con quienquiera que termine casándome, sé que no sentiré por él la mitad de lo que siento por Harry. Se que partira en unos pocos meses, y no hay nada que pueda hacer, pero por lo menos permitenos ser felices mientras este aquí."

Harry y Hermione se sentaron en un aturdido silencio, Harry debido a lo que Gallatea había dicho, y Hermione porque su punto había sido contradicho razonablemente. Harry se volvió a su novia por una confirmación de lo que acababa de decir, sin creerle a sus oídos.

- "Dijiste que me amas?"

Gallatea se volvió al ahora turbado muchacho. Había empezado a agitarse, y ella se preocupó. Se volvió a los otros.

- "Chicos, nos pueden dar un minuto?"

Los demás asintieron y salieron rápidamente del cuarto. La muchacha se volvió a Harry y tomó sus manos.

"Harry, realmente te amo, y lo siento si eso te incomoda..."

- "¡NO! No... no es nada de eso. Es sólo que nadie que pueda recordar me ha dicho alguna vez que me amaba."

Gallatea abrazó al muchacho mientras el temblor menguaba. Él correspondió a su abrazo tan firmemente como podía, antes de besarla suavemente en los labios.

* ~ * ~ *

La siguiente semana trajo la salida de las vacaciones de Navidad. El Martes 20 Harry se encontraba con Ron, Ardwick y Peeves en su esquina de la biblioteca, haciendo planes. Ardwick había llamado a una reunión de los Merodeadores, después de haber tenido una buena idea. Peeves daba brincos en su asiento en la anticipación.

- "Gracias por haber venido en tan corto plazo del aviso", empezó Ardwick, "Pero he tenido una idea espléndida. Desde mañana, tenemos exactamente cuatro días antes del día de Navidad. Ahora, sé que hemos estado considerando realizar una espectacular travesura el día de Navidad, y propongo la... interesante manera de decidir cómo se organizará. Propongo una guerra de travesuras durante los próximos cuatro días, y al más exitoso se le permitirá planear la Gran Travesura del 25. Qué dicen?"

Los otros tres muchachos parecían ligeramente interesados. Peeves hizo las preguntas obvias.

- "Exactamente cómo funcionaría esta guerra de travesuras? Y cómo se decidiría el ganador?"

- "Bien, he pensado en todo esto. Colocamos nuestros nombres en unos trozos de pergamino y los mezclamos. Luego conseguimos a alguien imparcial para escoger el orden. Cada uno tendrá entonces un día completo para realizar tantas travesuras como pueda, que serán evaluadas por las muchachas. El sábado por la noche, recogeremos los votos finales, y vemos quién tiene el puntaje más alto. Para ser justos, no les diremos a las muchachas quien es el responsable durante cada día, simplemente les pedimos un puntaje. El que cuente con más puntaje consigue planear la travesura de Navidad."

- "De acuerdo, estoy dentro."

- "Yo también."

- "Los tres."

- "Bueno, empecemos..."

* ~ * ~ *

El 21 empezó con un estallido. Literalmente. Una vez todos los estudiantes se encontraban sentados desayunando, un fuerte sonido se escuchó sobre ellos, antes de que tonos de confeti cayeran del cielo. Nadie escapó indemne, pero los que se habían escondido bajo la mesa estaban considerablemente mejor. Aquellos que no fueron lo suficientemente rápidos para esconderse lo sintieron, ya que el confeti dejó pequeñas manchas redondas en la piel de las personas, que no caerían durante cuatro horas. Las clases del día estuvieron llenas de estudiantes manchados, para consternación de los maestros. El almuerzo no fue mucho mejor, ya que cualquiera que usara la pimienta en su comida estaría estornudando durante el resto del día. Aun peor, cualquiera que usaba la sal eructaba cada vez que intentaba hablar. Esto hizo las clases de la tarde interesantemente ruidosas.

Los Merodeadores habían convenido que la cena sería sede de las principales travesuras del día. El miércoles se vio a cualquiera que comiera un producto con carne flotando diez pies en el aire. Ellos procedieron a bailar tap, sus pies se revolcaban sin intención. Los únicos a salvo eran los Merodeadores y sus amigos, ya que sabían bien que no probarían cualquier comida hasta que hubieran visto el daño que les hacía a otras personas.

* ~ * ~ *

El jueves por la mañana los Slytherin entraron en el Gran Vestíbulo con las cabezas cubiertas de serpientes. Parecían un grupo de gorgonas, e incluso sus miradas convertían a los estudiantes en piedra. Estaban apareciendo estatuas por la escuela, y pronto habían aprendido a no mirar a nadie, sobre todo después de que su propio Jefe de Casa se volvió de piedra. Los Ravenclaw llegaron a almorzar en una situación similar. Todos tenían picos y alas, haciendo el almuerzo sumamente difícil. Los Hufflepuff y los Gryffindor encontraron todo el fiasco sumamente cómico, pero no duró mucho tiempo así.

Durante la cena de esa noche, las dos casas que previamente no habían sido afectadas consiguieron su merecido castigo. En cuanto se sentaban sentían como si estuvieran en el techo. Era una sensación similar a la que Harry había sentido en el laberinto durante la tercera prueba del Torneo de los Tres Magos. En cuanto el hechizo hizo efecto, ambas Casas empezaron a correr alrededor del cuarto, mientras gritaban sobre estar al revés. Al resto de la escuela, incluyendo a aquellos afectados antes, la vista les pareció bastante divertida. Luego, una vez habían dejado de reírse, los tres fundadores restantes fueron a invertir el efecto. Sin embargo, Slytherin se mantuvo como una estatua hasta la siguiente mañana.

* ~ * ~ *

Todos temían lo que pasaría el 23. Para esos momentos la escuela entera había oído que los infames Merodeadores tenían una guerra de travesuras. Sabiendo que tenían por lo menos dos días más de trucos por venir, los estudiantes fueron un poco más cautos. Sin embargo, no eran lo suficientemente cautos, ya que durante el desayuno docenas de ellos empezaron a convertirse en pequeños canarios amarillos. Las mesas de las casas habían sido servidas con pequeños platos de galletas de canario. Al almuerzo más personas cayeron víctimas de los cuencos llenos Caramelos Longuilinguos. En la mesa de Ravenclaw, Harry se inclinó sobre su novia y le susurró en su oreja.

- "Pensarías que ellos habrían aprendido a no comer nada que no reconozcan. Es decir, sé que alguna de la comida normal se ha encantado, pero algo que nunca antes han visto, simplemente es como si gritara 'travesura'."

- "Sé lo que quieres decir. Desde que escuché hablar de esta guerra de ustedes, he hecho el propósito de no comer nada hasta que te haya visto comerlo."

- "Sabio movimiento. No es que siempre sepa lo que está por venir, pero sé evitar las cosas que salieron de mi equipo para hacer travesuras."

La cena de esa noche fue más bien divertida. Esta vez, no fueron los estudiantes las víctimas, sino los maestros. Cada uno de ellos se puso de pie al mismo tiempo y empezó la lucha con los otros con varitas falsas. Ravenclaw y Gryffindor estaban luchando con varitas que se habían convertido en pollos de caucho, y Slytherin y Hufflepuff estaban golpeándose con falsos conejos peludos. Apenas los estudiantes se sentaron en sus mesas, enmudecieron. Era la segunda vez en el año que sus maestros se humillaban delante del cuerpo entero de estudiantes de esa manera. Habían jurado después del 'incidente del Mago de Oz', como había sido llamado, que nunca permitirían que los adornaran de nuevo. Y estaban aquí, menos de dos meses después, cogidos en un espectáculo más allá de su mando. Una vez el susto inicial había desaparecido, los estudiantes empezaron a reírse ruidosamente.

* ~ * ~ *

Amaneció el último día de la competición. Los estudiantes estaban un poco nerviosos sobre qué esperar. Hacía falta un sólo Merodeador, y no sabían quién era. Que ellos supieran, sin embargo, era el último bromista y tenía tres días de travesuras para, habiendo visto la competición, prepararse de acuerdo e esto.

La primera señal de problemas vino al desayuno. Los estudiantes habían aprendido a no confiar en ninguna comida, o en sus sillas, o de hecho, en sus mesas. Todos esperaron en las puertas del Gran Vestíbulo por algún alma valiente que entrara primero y probara la comida. Luego, Harry bajó y caminó hacia sus amigos.

- "Qué está pasando chicos?", les preguntó.

- "Nadie está entrando."

- "Todos están asustados de lo que pueda pasar."

- "Piensan que el cuarto entero habrá sido maldecido."

- "O hechizado."

- "O encantado."

- "Están esperando que alguien vaya y se siente primero. Una vez hayan visto que es seguro y que no lo es, entrarán."

- "¡Bien, eso es ridículo! Estoy hambriento, voy a entrar."

El Muchacho-que-vivió entró en el Vestíbulo en medio de los cuchicheos de los otros estudiantes. Se sentó a la mesa de Ravenclaw y llevó un poco de todo hacia su plato. Cuando llevó su tenedor a su boca, el cuerpo entero del estudiantado lo miró cuidadosamente por cualquier señal de una travesura. Puso la comida en su boca y empezó a masticar. El público sostuvo su respiración colectiva cuando tragó.

Y nada pasó.

Todos suspiraron aliviados y empezaron a entrar en el Vestíbulo. Estando sentados envueltos en su desayuno con gusto, nunca notaron que un muchacho ondeaba su mano ligeramente.

Segundos después cada estudiante se había convertido en un arbusto. Los Hufflepuff y los Slytherin eran petunias, y los Gryffindor y los Ravenclaw eran azucenas. Sólo duró unos minutos, pero fue tiempo suficiente para que fueran tomadas algunas penosas fotografías.

El almuerzo se aproximó con inquietud, pero para el alivio de los estudiantes, nada pasó. Esto los calmó con un falso sentido de seguridad, ya que cuando fueron a la cena de esa noche no tuvieron ningún cuidado. El culpable no podía evitar sonreír a la facilidad de todo. Después del plato fuerte, como no había pasado nada, todos se habían relajado. Pensaron que su cuarto día de tormento había terminado. Sin embargo, en cuanto empezaron a comer sus postres, empezaron a sentirse extraños. Todos los estudiantes y maestros se pusieron de pie, con la excepción de los Merodeadores y sus aliados. Todos los demás empezaron a bailar y cantar, los estudiantes cantando a todo pulmón los versos, y los maestros cantando el estribillo.

Los maestros empezaron, cantando las primeras líneas y poniendo el tono para la canción.

- "Es un tipo de magia
Es un tipo de magia
Un tipo de magia."

La mesa de Ravenclaw se puso de pie y empezó a contonearse en su sitio, cantando:

- "Un sueño, una alma, un premio, una meta
Una mirada dorada de lo que debe ser."

- "Es un tipo de magia"

Los Gryffindor reemplazaron a los maestros para su verso.

- "Una columna de luz que muestra el camino
Ningún hombre mortal puede ganar este día."

- "Es un tipo de magia"

Los Hufflepuff se subieron en su mesa para sus líneas.

- "La campana que suena dentro de tu mente
Esta desafiando las puertas del tiempo."

- "Es un tipo de magia"

La casa de Slytherin bailó tango alrededor del Gran Vestíbulo cantando:

- "La espera parece la eternidad
El día amanecerá con cordura
Es esto un tipo de magia."

- "Es un tipo de magia"

Los Ravenclaw, siendo los grandes pensadores que eran, rascaban sus cabezas dando la impresión de un mono mientras cantaban:

- "Puede haber solamente uno
Esta rabia que dura mil años
Se hará pronto
Esta llama que quema dentro de mí
Estoy aquí en secreta armonía."

- "Es un tipo de magia"

Tronando sus dedos, los Gryffindor gritaron:

"La campana que suena dentro de tu mente
Está desafiando las puertas de tiempo"

- "Es un tipo de magia
Es un tipo de magia."

Los Hufflepuff decidieron hacer su último verso un poco diferente, por lo que cantaron estilo ópera.

"La rabia que dura mil años
Será pronto, será pronto
Se hará pronto
Éste es un tipo de magia
Puede haber solamente uno
Esta rabia que dura mil años
Se hará pronto, pronto."

Los Slytherin, sin excederse, aplaudieron sus manos, bailando flamenco sobre su mesa, y cantando el último verso la estilo evangélico.

- "Magia - es un tipo de magia
Es un tipo de magia
Magia, magia, magia, magia
Ha, ha, ha, es magia
Es un tipo de magia."

En cuanto la canción acabara, toda la población escolar miró con furia a los ocho histéricos estudiantes que tuvieron que huir rápidamente del Vestíbulo para evitar ser mutilados.

* ~ * ~ *

Los estudiantes encontraron refugio en el Cuarto de Gryffindor. Ron le había contado sobre él a Peeves, ya que era el lugar perfecto para planear las travesuras fuera del alcance de oídos entrometidos. Todavía estaban riéndose histéricamente cuando se derrumbaron en los cómodos sillones alrededor del fuego. Una vez que se habían recuperado un poco, Harry se volvió a Ginny.

- "Por favor, dime que tienes eso en la cámara."

- "¡Claro que lo hice! Tengo los últimos cuatro días en una película, no perdí un solo evento."

- "Bueno, porque vamos a tener que mostrarles las fotos a Fred y a George cuando volvamos. A Sirius y a Remus también. Apuesto a que lo disfrutaran."

- "Nos darás copias, cierto?", preguntó Ardwick. Ginny apenas se volvió a él y le cabeceó.

Peeves, pareciendo desconcertado, hizo la pregunta obvia.

- "Qué quiere decir, 'cuándo vuelvan'?"

Los cuatro viajeros del tiempo se miraron alarmados. Se habían equivocado. Se habían olvidado que Peeves no sabía de donde eran. Cabeceando a los demás, Hermione se volvió al futuro poltergeist.

"Peeves, lo que estamos a punto de decirte que no puedes contarlo..."