Amuleto del Tiempo 1: La Época de los Fundadores
Esta es una traducción realizada con la autorización expresa de la autora.
Nombre original: "Amulet of Time 1: The Age of the Founders"
Autor: Luna the Moonmonster
Disclaimer: Todas las cosas relacionadas con Harry Potter pertenecen a J K Rowling.
Interludio - Una Visita a los Elfos
Harry miraba atemorizado a su alrededor, en la ciudad de los elfos de los bosques, Falaryth. Se encontraba en el medio de un extenso bosque, extendiéndose tan lejos como se podía ver. En tierra, había campos de entrenamiento que los elfos habían fijado, donde los guerreros aprendían a luchar. Observando los enormes árboles, Harry pudo ver escaleras color plata serpenteando por los troncos, que conducían a unas construcciones circulares que parecían balcones rodeando el árbol en varios niveles. Puentes de plata tendidos de árbol a árbol, hacían más fácil alcanzar otra plataforma. Observando más de cerca, el Muchacho-que-vivió pudo ver balcones llenos de vida. Los elfos y sus niños deambulaban entrando y saliendo de sus casas, o visitaban muchos puestos que vendían diversas mercaderías. Harry enmudeció ante el espectáculo que se presentaba ante él. Ninguno de sus estudios de cultura élfica podría prepararlo para esto.
Harry se había sorprendido bastante cuando durante la primera lección de las vacaciones de Pascua, Lolide le había sugerido que lo llevaría a visitar a su familia. Estaba agradecido por ser juzgado digno del honor de visitar una ciudad de élfica, pero le hizo notar que simplemente no podía desaparecer sin decirles nada a sus amigos. Lolide, sin embargo, tenía una solución.
- "No les diremos nada a tus amigos, Harry. En el mundo de los elfos el tiempo pasa de manera diferente a como transcurre en tu mundo. Hay algunas ciudades elfas escondidas lejos en tu mundo, pero la mayoría aún permanecen en la antigua patria. Ahí es a donde iremos. Te quedaras con mi familia por una de nuestras semanas, que aquí sólo serán unas horas. Estoy segura que podrás explicar esta ausencia."
Al siguiente día se encontraba en la enfermería, donde ella había sacado una piedra especial que brillaba débilmente con una luz purpúrea.
- "Esta es una piedra transportadora. Nos llevará al mundo de los elfos. Tendrás que tocarla, y pensar a dónde deseas ir. Es la única manera de cruzar a través de los mundos."
Ofreciéndola en su palma, Harry puso su mano vacilantemente sobre ella. Un momento después, se encontraban en el mundo de los elfos, observando los árboles.
Golpeando en la puerta de una de las moradas de un árbol, los dos se encontraban de pie y esperando que la familia de Lolide los dejara entrar. Unos momentos después una muchacha joven, que no parecía tener más de seis o siete años, tiró con vacilación la puerta que abrió con un crujido. Viendo a la otra elfa, abrió la puerta completamente, se lanzó a sus brazos, y le habló en un rápido élfico.
- "¡Lolide! ¡Lolide! ¡Has venido a visitarnos! ¡Hace tiempo que no te veíamos! Se siente como cien años!"
- "Estoy segura que así ha sido, mi pequeña. Ahora, permíteme presentarte a mi amigo."
La joven elfa notó a Harry por primera vez, hizo un fuerte chillido y escondió su cabeza en la túnica de la elfa mayor.
- "Es un humano, Lolide? ¡Nunca he visto uno antes! Me lastimará?"
- "¡Claro que no! Es mi estudiante y mi amigo. Éste es Harry Potter. Le estoy enseñando las costumbres de los elfos, y ha venido conmigo para ayudarle a mejorar sus habilidades."
Ella se volvió a Harry y le hizo señas hacia la muchacha pequeña. Hablando de nuevo en lengua élfica, se dirigió al nervioso muchacho.
- "¡Harry, relájate! ¡No necesitas tener miedo! Ésta es mi hermana menor, Gaerwyn. Ella nunca ha visto a un humano antes, por lo que está un poco asustada. Por qué no vienes y dices hola?"
Vacilantemente, el muchacho se acercó a pequeña muchacha. Lolide la colocó en el suelo delante de su estudiante, y esperó a que él hiciera el primer movimiento. Podía ver que Harry dudaba para hablarle, dado que no quería parecer un necio cometiendo errores. Gesticulando a la joven elfa que ahora estaba aun más nerviosa, vio a Harry decidirse y hablarle a su hermana.
- "Hola, Gaerwyn, yo soy Harry. Es bueno conocerte."
- "Hola Harry", le contestó ella, "nunca he visto a un humano antes."
- "Bien, más tarde te contaré todo acerca de mi mundo. Cómo te suena eso?"
Gaerwyn se alegró al instante y tiró sus delgados brazos alrededor del sobresaltado muchacho. Lolide apenas sonrió, antes de introducir el par a través de la puerta dentro de su casa. Viniendo a ver el porque del retraso desde que había ido a la puerta, el grupo se encontró con dos elfos mayores. Lolide los abrazó inmediatamente
- "¡Madre! ¡Padre! Hace tiempo que no los veía!"
- "Debes venir a visítanos más a menudo Lolide. Sobre todo tu hermana te ha extrañado grandemente."
- "Ya lo he visto. Permítanme presentarles a un estudiante mío", e hizo señas hacia Harry, al que ninguno de los elfos adultos había notado, "Es mi estudiante en Hogwarts, y un viajero del tiempo, del futuro. Sólo estará aquí durante el tiempo que para los humanos es un año, aproximadamente. Me ha dicho que en su época los elfos y los humanos no tienen ninguna relación, pero no sabe por qué. A su retorno, desea reconstruir los lazos entre nuestras gentes. Yo estuve de acuerdo en ayudarlo, enseñándole nuestras costumbres y nuestra lengua. Pensé que, dado que sólo tiene un año para aprender, traerlo aquí le ayudaría a mejorar su confianza."
- "¡Un humano conociendo las costumbres de los elfos! Lolide, por favor, dime que no le has compartido nuestra magia?!"
- "Padre, le he enseñado todo. Le prohibí que se lo contara a sus amigos, quienes son como su familia, desde el inicio del año. Ha mantenido nuestras reuniones en secreto. Confío en él, padre, y deseo ver a elfos y humanos viviendo una vez más en armonía en el futuro. Creo que es el mejor para lograrlo."
- "Bien, si estás segura, hija mía."
- "Lo estoy."
Caminando hacia el inquieto muchacho, los padres de Lolide hicieron una ligera reverencia.
- "Bienvenido a nuestra casa, joven Harry. Yo soy Kaiari, y ésta es mi esposa, Ginavive. Esperamos que tengas una estancia agradable con nosotros."
Harry contestó con una inclinación, y ofreció su mano abierta como señal élfica de paz y gratitud.
- "Estoy honrado de que compartan su casa y sus vidas conmigo, Señor Kaiari."
Lolide estaba de pie a un lado, pareciendo contenta. Harry había usado la contestación correcta y los gestos usuales de su cultura, y sonrió cuando vio la sorpresa en la cara de sus padres. Cabeceando a Harry para mostrarle su aprobación, se interno en la casa, siendo seguida por el resto de la familia.
Los siete días que Harry convivió con los elfos pasaron demasiado rápido para su gusto. En sólo una corta semana, se había encariñado bastante con Gaerwyn, a quien le había contado innumerables historias sobre su vida. La joven elfa estaba encantada con los cuentos que le narró de su época, y de sus primeros años en Hogwarts. Había gritado de alegría cuando él le mostró su forma animaga, y exclamó ligeramente cuando se volvió invisible. Para la molestia de Kaiari y de Ginavive, Harry le había enseñado la invisibilidad a la pequeña muchacha, haciéndole mucho más fácil realizar travesuras. A cambio de enseñarle sobre los humanos, Gaerwyn le había contado a Harry todo acerca de Falaryth y de todas las otras ciudades en el mundo de los elfos. Le había enseñado habilidades como pescar y cazar, y lo presentó a todos sus amigos. Lolide había continuado su entrenamiento por las tardes, y él hacía un asombroso progreso en el idioma élfico. Al principio había vacilado, pero la familia había sido paciente, corrigiendo sus errores cuando los tenía. Los padres de Lolide estaban de acuerdo con su teoría de que Harry tenía alguna sangre élfica en alguna parte en su linaje, ya que había tomado sus costumbres mucho más rápido de lo que un humano normal lo haría.
Finalmente, a pesar de la consternación de Harry, llegó el momento en que debían regresar a Hogwarts. Cada uno de los cuatro elfos le dio un regalo antes de que partieran. De Ginavive recibió un bonito arco hecho a mano y un carcaj de flechas. De Kaiari recibió una bonita espada con su vaina. La hoja brillaría de un tono ligeramente azul si llegara a estar en peligro, y Harry quedo muy impresionado con el arte. De Lolide adquirió un ligero juego de armadura élfica que encajaba como una segunda piel y se sentía como si no estuviera allí. No pesaba casi nada, y no restringía ni sus movimientos ni el caminar, pero era casi imposible de superar. Podía resistir espadas y flechas, al igual que muchas maldiciones y hechizos humanos. Por último, Gaerwyn le dio su regalo más preciado. Una piedra de transporte purpúrea ligeramente resplandeciente, permitiéndole acceso al mundo de los elfos. Después de un largo adiós y muchos abrazos de Gaerwyn, la elfa y el humano regresaron a Hogwarts en medio de una llamarada de luz púrpura.
