Amuleto del Tiempo 1: La Época de los Fundadores
Esta es una traducción realizada con la autorización expresa de la autora.
Nombre original: "Amulet of Time 1: The Age of the Founders"
Autor: Luna the Moonmonster
Disclaimer: Todas las cosas relacionadas con Harry Potter pertenecen a J K Rowling.
Capítulo Veintiocho - Los Obsequios de Cumpleaños
Harry y Gryffindor entraron en el Gran Vestíbulo para encontrar sólo a los otros estudiantes cenando. Lolide aún estaba en la enfermería, y las otras dos fundadoras todavía estaban en la convención de herbología. Cuando los amigos de Harry vieron el estado en que estaban se acercaron, y Gallatea envolvió a su novio en un abrazo.
- "Que pasó?", preguntó Hermione.
- "Ha terminado."
- "Que ha terminado?", preguntó Ginny desconcertada.
- "Slytherin se ha ido."
Hubo un alboroto inmediato. Los otros cuatro empezaron a hacer preguntas enseguida.
- "Que?"
- "Qué quieres decir?
- "Ido a dónde?"
- "Por qué se fue?"
- "Luchaste?"
- "Dónde estabas?"
- "Esta bien, Lord Gryffindor?"
Esta última pregunta llevó la atención de todos hacia el fundador restante. Estaba empezando a volverse de un extraño color gris y a jadear ligeramente. Sus labios estaban de un alarmante azul, y asía su brazo izquierdo herméticamente. Los ojos de Harry se ensancharon al comprender cuando el hombre cayó al suelo. El Muchacho-que-vivió tomó el mando, volviéndose a sus amigos.
- "Está teniendo otro ataque cardíaco. Debe haber sido la tensión de la batalla. Ron, necesito que corras a la enfermería y encuentres a Lolide. Dile que está paralizado y que traiga raíz de olbas y ungüento de diente de kraken. Ginny, Hermione, ayúdenme a ponerlo cómodo, no podemos moverlo o podría ser peor. 'Tea, necesito algunas mantas y tela fresca."
Nadie se movió.
- "AHORA!"
El grupo corrió a hacer lo que se les había pedido. Colocaron a Gryffindor en el suelo, tan cómodamente como fue posible. Después de unos minutos Harry empezó a impacientarse.
- "¡Dónde esta Lolide! Si no llega aquí pronto, él no va a lograrlo."
Harry esperó otro par de minutos antes de tomar una decisión. No va a llegar a tiempo. Voy a tener que empezar. Sentándose con las piernas cruzadas a la cabeza de Gryffindor, colocó sus manos sobre el pecho del fundador y empezó a cantar en un rápido élfico. Hermione, Ginny y Gallatea lo miraron asombradas cuando una débil luz verde empezó a formarse en las manos de Harry, antes de extenderse por el cuerpo de Gryffindor. A medida que se extendía, el agonizante hombre parecía relajarse un poco, como si el dolor se estuviera disipando. Su atención salió de su extraña visión cuando Lolide y Ron entraron en el cuarto. En cuanto ella descubrió al muchacho cantando, la elfa corrió hacia allí y se le unió. Mientras Harry continuaba cantando, Lolide sacó los artículos que había traído y empezó a usarlos para realizar varios hechizos.
Pasó una hora antes de que el par detuviera sus hechizos y se derrumbara en el suelo, exhaustos. Harry había continuado el mismo canto todo el tiempo, manteniendo el dolor lejos e impidiendo al problema extenderse. Lolide había estado reparando el daño con una mezcla de hechizos y medicinas. Los otros cuatro ocupantes del Gran Vestíbulo se habían sentado en la mesa de Ravenclaw, debatiendo sobre lo que estaba pasando, y especulando en cómo Harry sabía la magia curativa de los elfos. En cuanto la curación hubo terminado, Ron corrió para ayudar. Levitó a Gryffindor, haciendo señas a las muchachas para que llevaran a los otros dos, y dirigiéndose hacia la enfermería.
Al día siguiente Harry despertó con un punzante dolor de cabeza. Se arrepintió al instante de abrir sus ojos, cuando la brillante luz del sol que llegaba a través de las ventanas aumentó su dolor de cabeza. Después de unos minutos lo intentó de nuevo, abriéndolos más despacio. Esta vez no hubo dolor, y echó una mirada cauta alrededor. Luego de buscar un poco, vio una familiar grieta que recorría el techo. La enfermería, justo lo que necesitaba, pensó. Observando a su alrededor, pudo ver que la cama a su derecha estaba ocupada por nadie más que Godric Gryffindor. Los recuerdos del día anterior regresaron de repente e hizo una mueca de dolor cuando pensó en las preguntas que vendrían de sus amigos la próxima vez que los viera. Sabía que a Lolide no le agradaría que hubiera revelado su entrenamiento a cualquiera. Justo entonces, la puerta de la enfermería se abrió de golpe y los cuatro estudiantes, más Lolide, entraron. Harry se sorprendió bastante cuando una pequeña figura atisbó por detrás de la elfa.
- "Gaerwyn? Qué estás haciendo aquí?"
Viendo que él estaba bien, la pequeña muchacha corrió por el cuarto y saltó hacia su cama, dándole un gran abrazo.
- "Lolide vino a vernos. Necesitaba un poco más de raíces de olbas del mundo de los elfos. Le pregunté por qué las necesitaba y me dijo que habías estado en una batalla y te encontrabas en la enfermería. Quise venir y verte. Además, nunca he estado en el mundo humano."
- "Nunca?"
- "¡Nope! Mi madre y mi Padre no querían que viniera, debido a la diferencia de tiempo. Piensan que era demasiado joven. Pero ahora creen que ya tengo la edad suficiente!"
- "¡Eso es grandioso, Gaerwyn! Cuánto tiempo te quedaras?"
- "Puedo quedarme tres días. Sé que tu cumpleaños en dos días, por lo que quise quedarme hasta entonces."
- "Lo había olvidado completamente!"
- "Bien, te traje un presente. Pensé que podría gustarte..."
- "Gracias Gaerwyn."
Justo entonces, Harry se fijo y descubrió a sus perplejos amigos y a una aparentemente divertida Lolide sentados alrededor de su cama. Todo lo que pudo hacer fue sonreírle tímidamente al grupo.
- "Um... hola chicos."
Los aludidos estudiantes permanecían congelados. Lolide aprovechó esto como una oportunidad de reñir al muchacho, hablando en élfico para que sus amigos no entendieran.
- "Harry, creo que necesitamos tener unas palabras. Qué pasó con la regla en la que no les dirías a tus amigos?"
- "Lo siento, Lolide, no quise decírselos. Evalué la situación de Lord Gryffindor, y tomé la acción necesaria para mantenerlo vivo. Podría decir que si te esperaba, él moriría, y no podía permitir que eso sucediera."
- "Lo sé, Harry, y sé que es verdad. Debería estar enfadada contigo, pero bajo las circunstancias, creo que fue lo mejor. Hiciste un trabajo maravilloso manteniéndolo vivo, y si hubieras esperado, tal como dijiste, habría muerto."
- "Lo siento mucho."
- "Lo sé. Olvídate de eso. Ahora, creo que estaría bien que hablaras con tus amigos. Están empezando a hiperventilarse."
Volviéndose al atónito grupo, habló en inglés para que Gaerwyn pudiera entender. Durante el mes que había permanecido con ella, su élfico se habían vuelto fluido, y ella había aprendido bastante inglés, lo suficiente para seguir una conversación. Las lecciones de inglés de Gallatea también habían ido muy bien, y ella podría entender lo que hablaran.
- "Creo que tengo que explicarles algunas unas cosas. Verán, caminaba por el corredor cuando escuché un siseo..."
Dos días después era el cumpleaños de Harry. Mientras aún permanecía en la enfermería recuperándose de la batalla y de la agotadora curación, sus amigos planeaban una fiesta para él. Las otras dos fundadoras regresarían para el cumpleaños de Harry, aunque aún no lo sabían. Gryffindor, sin embargo, había estado ayudándolos desde su cama en la enfermería desde que había despertado el día anterior. Cada vez que Harry estaba dormido, él llamaba a los demás y les daba instrucciones. Gaerwyn estaba teniendo el tiempo de su vida, corriendo alrededor y explorando todos los pasajes secretos de Hogwarts. Quedo absolutamente fascinada por el movimiento de los retratos, y había estado encantada cuando Ginny le había tomado una fotografía a un Harry apaciblemente dormido y se la había dado. Lolide les había ayudado con la traducción, dado que Gallatea y Gaerwyn tenían problemas con su inglés. Aunque las dos eran bastante buenas, la humana era un poco mejor, debido a que había estado aprendiendo durante mucho más tiempo, pero no podía mantener el ritmo de las rápidas discusiones y semejantes. Esto significaba que los estudiantes hablaban anglosajón la mayor parte del tiempo, y Lolide le traducía a su hermana menor.
Harry fue dado de alta de la enfermería la tarde de su cumpleaños. Gryffindor había sido dado de alta unas horas más temprano, mientras Harry aún estaba dormido. El muchacho estaba un poco defraudado de que ninguno de sus amigos lo hubiera ido a visitar en ese día. Imaginando que todos estarían en el Gran Vestíbulo para la cena, se sorprendió al encontrarlo más bien vacío. Verificando su reloj para asegurarse que no era demasiado tarde, se dirigió al Cuarto de Gryffindor, siendo el otro lugar más posible en que los encontraría. Cuando finalmente llegó allí, empujó la puerta para abrirla y encontrar el cuarto en completa oscuridad, lo que era extraño dado el considerable número de grandes ventanas que tenía. Segundos después de que atravesara la puerta las luces se encendieron y todos sus amigos saltaron fuera de los diferentes lugares en que se ocultaban.
- "SORPRESA!"
Harry saltó hacia atrás asustado. Echando una mirada alrededor del cuarto, pudo ver que estaba adornado como lo estuvo para el cumpleaños de Gallatea, con la decoración, una mesa llena de comida y regalos, y un grupo grande de personas. Todos sus amigos estaban allí, al igual que los tres fundadores restantes, Lolide y Gaerwyn. Antes de que se diera cuenta se encontró envuelto en un abrazo de grupo. Retrocediendo, se asustó al ver a Ardwick, Peeves y Christabel.
- "Qué hacen aquí chicos?" preguntó regocijado, con una gran sonrisa en su cara.
- "Bien, los otros nos invitaron. Era una buena oportunidad de verte de nuevo antes de que salgas", le dijo Christabel cuando él fue jalado sobre la mesa por una Gaerwyn demasiado entusiasmada.
- "Harry, tienes que abrir mi regalo primero", le dijo la joven elfa en su lengua, "lo traje especialmente del mundo de los elfos. Pensé que te gustaría."
La pequeña muchacha dio un fuerte silbido, y un gran pájaro dorado vino, navegando a través de la ventana para aterrizar en el hombro de Harry. El Muchacho-que-vivió quedó atónito al ver el pájaro. Le parecía claramente familiar.
- "Es un fénix?"
- "¡Sí! Su nombre es Fawkes. Lo encontré en los bosques cercanos a nuestra casa. No es bonito?"
- "Seguro, Gaerwyn. Me encanta, gracias."
- "Excelente, a cambio tienes que prometerme que vendrás a visitarme después de que me vaya."
- "¡Claro que lo haré! Para eso me diste la piedra, recuérdalo!"
En esos momentos el resto del grupo se encontraba rodeando la mesa, escogiendo la comida y esperando a que Harry abriera más de sus regalos. De la mayoría de sus amigos recibió pequeños recuerdos de la época de los fundadores. De Ginny recibió un álbum de fotos, similar al que le había dado a Gallatea, con espacio suficiente para más fotos. En la cubierta frontal estaba una copia de la fotografía tomada el último día del curso, con la escuela entera en ella. La última foto era una de Harry sentado en la enfermería con Gaerwyn en su rodilla. Sonrió pensativo al regalo, y agradeció a la joven pelirroja. Cuando llegó el regalo de Gallatea abrió la boca sorprendido. Era una escoba nueva, similar a la suya, hecha a mano de madera de acebo.
- "¡'Tea, esto es maravilloso! Tú la hiciste?"
- "Bueno, mi madre me ayudó. Realmente no se compara con las de quidditch, pero sabía que necesitabas una escoba nueva, y por lo menos es tan rápida como la anterior. También tiene encantos de protección, y un encanto irrompible."
- "No sé qué decir..."
- "No tienes que decir nada", dijo ella, antes de besarlo en los labios.
Observando la escoba más detenidamente, Harry pudo ver que estaba decorada con brillantes letras color plata, escritas en élfico. Leyó:
A mi más querido Harry,
Feliz decimosexto cumpleaños,
Te Ama: Gallatea
- "Asumo que tu madre te ayudó con el mensaje?"
Su novia sonrió tímidamente y asintió. Los fundadores se acercaron e interrumpieron al dúo. Gryffindor les sonrió antes de dirigirse a Harry.
- "Harry, a Rowena, Helga y a mí nos gustaría agradecerte lo que has hecho por nosotros acerca de Salazar. Ninguno de nosotros había notado que algo estaba mal, aunque tú y tus amigos han estado vigilándolo durante meses. Nunca podré retribuir tu ayuda en la Cámara de los Secretos, y más tarde, en el Gran Vestíbulo. Habría muerto durante el duelo, y Salazar habría tenido libertad para tomar Hogwarts. En gratitud por tu valentía y lealtad, y como regalo de cumpleaños, nosotros te estamos obsequiando este cuarto."
- "Este cuarto?" preguntó Harry desconcertado.
- "Sí, este cuarto. Se te permite guardar el cuarto y su contenido durante el tiempo que gustes. Antes de que partas, sugiero que guardes cualquier cosa de este tiempo que desees conservar, así como los trofeos que has ganado aquí, en este cuarto. Todos los libros en los estantes también son tuyos. Ellos tienen encantos de preservación puestos, así por lo menos sobrevivirán hasta tu tiempo, aún cuando ningún otro de su tipo lo haga. He codificado el cuarto con un sistema especial en el castillo. Si alguna vez necesitas llegar a él, simplemente pon tu mano en cualquier pared, pronuncia tu nombre, y di 'al Cuarto de Harry' en anglosajón. Una puerta al cuarto aparecerá, y desaparecerá en cuanto haya sido cerrada. Sólo funciona para ti y tus tres compañeros, por lo que nadie podrá accederlo hasta que llegues a tu próximo destino."
Harry no supo qué decir. Tenía un pedazo de Hogwarts que le había sido dado por los fundadores, y nadie podría usarlo fuera de él.
- "Yo no sé que decir... Gracias no parece suficiente."
- "De nada, Harry."
Habiendo terminado la apertura de regalos, el grupo pasó el resto de la tarde diviertiéndose. Había música fuerte proporcionada por el reproductor de CD's encantado de Hermione. Había estado trabajando en él durante meses, intentando hacerlo trabajar dentro de Hogwarts. Lo había terminado sólo unas semanas antes y estaba contenta de poder presumirlo. Los anglosajones y las elfas lo encontraron fascinante. A medianoche los fundadores y las elfas ya se habían acostado, diciéndoles a los estudiantes que no se quedaran hasta demasiado tarde. En cuanto los adultos salieron, Ardwick y Peeves sacaron algunas canastas de cerveza de mantequilla y algunas botellas de whisky de fuego. Gallatea, sentada en el regazo de su novio, empezó la cantaleta a los muchachos por traer alcohol a los terrenos de la escuela. Fuera de Hermione, era la única quejándose, por lo que cedió renuentemente. A las 2:30 el grupo entero había ingerido más alcohol del que deberían. Harry y Gallatea eran los peores, y tenía que aferrarse mutuamente en busca de apoyo cuando regresaron a la Torre de Ravenclaw.
La mañana siguiente Harry despertó con un dolor de cabeza espantoso. Es la última vez que bebo alcohol, pensó. Acurrucándose en el moderado y suave calor a su lado, reveló un suave gemido cuando su almohada se movió. Un momento, por qué mi almohada se está moviendo? Sentándose ligeramente, observó el lugar en el que estaba su almohada. Quedo un poco sorprendido cuando empezó a gemir. Empujando ligeramente, volvió a la figura sobre ella. Unos ojos soñolientos lo miraban, antes de ensancharse.
- "ARGHHHH!"
- "ARGHHHH!"
Ambos adolescentes saltaron de la cama, gritando. Después de un momento Harry se fijó en que apenas llevaba ropa. Moviéndose alrededor de la cama, vio a Gallatea sentada en el suelo en un estado similar. Unos aterrados ojos se encontraron con los suyos.
- "Harry?"
- "Sí?"
- "Qué recuerdas de anoche?"
Harry tuvo dificultad para pensar. Sus recuerdos estaban un poco borrosos, y el punzante dolor en su cabeza no lo ayudaba a pensar muy claramente.
- "Recuerdo la fiesta, los regalos, y el whisky de fuego. Lo último que recuerdo es cuando nos tambaleabamos de regreso a la Torre de Ravenclaw. Qué hay sobre ti?"
- "Básicamente lo mismo. No hicimos nada, cierto?"
- "No lo sé, no puedo recordar. Pienso que no...," dijo sin parecer muy seguro. Gallatea, viendo su nerviosismo, intentó calmarlo, aunque en el interior estaba aterrada.
- "No podemos haber hecho nada. Es decir, todavía llevamos la ropa interior. Y no puedo hacer nada así. Aún no estoy casada..."
Harry cabeceó conforme.
- "Probablemente estábamos demasiado bebidos para que pasara algo."
- "Estoy de acuerdo."
- "Uhuh."
Después de unos minutos de torpe silencio, Harry se levantó y se dirigió al baño.
- "Voy a tomar una ducha. Creo que debes regresar a tu cuarto antes de que alguien venga a buscarnos."
- "Sí, lo haré. Harry?"
- "Sí?"
- "No se lo digas a nadie."
- "No planeo hacerlo."
- "Bien."
- "Bien."
Gallatea se levantó en cuanto Harry hubo dejado el cuarto, dirigiéndose a su dormitorio. Todo el tiempo llevaba el mismo pensamiento atravesando su cabeza. Espero que no lo hayamos hecho, pero qué si lo hicimos?...
